Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Casi perdido. por Shieru Fantomuhaivu

[Reviews - 30]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Pues sí, he vuelto. Soy mala persona por simplemente irme así como si nada :'v. La uni me tiene hasta la asdahjskfsglf. No saben TT0TT. Quiero mis vacaciones de vueltaaaaaaa.

Muchas gracias a quienes lean, a pesar de mis tardíos extremos.

Trato de escribir lo que puedo, ya que he estado estudiando hasta morir x-x.

Querías ser adulto responsable, ¿no, Ciel?

Gracias, de verdad. Los amo :B.

 

-Ciel.

 

P.D: El capítulo no es tan largo. Gomen...

<<Andy>>

 

Agh. La luz del día puede llegar a ser tan pesada...

 

Me levanto lentamente de la cama, sin apenas mover las mantas que cubren mi cuerpo desnudo. Ah, y, claro, el de... ¿Melissa?

 

Trato de no despertar a la chica mientras trato de alcanzar mis calzoncillos. Me duele la espalda como nunca.

 

Recorro con la mirada la recámara tan bien ordenada de mi "amiga". Ella es bastante espléndida. Espero de corazón que encuentre una persona que la trate como se debe. Inclusive me invitó las bebidas anoche, y no es como si yo fuera de esos que se aprovechan de más hasta llegar a hacer que la chica pague. Sólo tengo sexo. Con chicas y chicos...

 

Camino despacio, subiéndome los pantalones y calzando los zapatos. Necesito llegar a casa a darme una rápida ducha.

 

Honestamente, estaba pensando dejar de verme con chicos. Todos resultan ser exigentes... Quiero decir, esperaba eso de las chicas. Es hasta gracioso... Pero, de la nada, llega este chico patoso a llamar mi atención.

 

De todas formas me hubiese fijado en él. Siempre lo hago. Sin embargo, él es algo ingenuo a comparación con los idiotas con los que he salido... Ja, "salido".

 

Llego a casa en cuestión de minutos. Son las 5:42 am. Abro y me saluda el único amor de mi vida: mi pequeña perrita.

 

-Lo siento, nena- susurro a Meirin mientras le rasco lentamente el pequeño y peludo lomo-, no pretendía llegar tan tarde. Te daré de comer en seguida- prometo con una sonrisa sincera... Ella es la única que ha recibido mis sonrisas de verdad. Mis sonrisas sin esconder otro gesto. Francas.

 

El chico, sorpresivamente, parece tener novio. Supongo que debí esperarlo. Inclusive el novio parece buen tipo. Pero, ahora que me he dado cuenta que realmente me interesa, no quiero que ese tal Daniel se lo quede. Soy egoísta. Amablemente egoísta.

 

Tomaré una ducha encantadora e iré a comer algo.

 

 

 

<<Leigh>>

 

Demian me comentó la otra noche que iría a hablar con la puta esa de Gemma para aclarar las cosas con ella. Estoy preocupado. La verdad no sé qué puede decirle exactamente.

 

Estoy en una pequeña tienda de libros usados. Busco diccionarios grandes y extensos.

 

-Hola, Alec- saludo al chico rubio del mostrador. Llevo un tiempo conociéndole ya que me he pasado seguido por aquí. Pago y salgo de la librería. Me encamino a mi piso.

 

He pensado mucho en lo que ha pasado estos meses... El que yo llegase a querer a alguien. El que alguien me llegase a querer. No sé si con Demian tenga algo concretamente definido. Supongo que todo a su tiempo. Ha habido confusiones y demás. Pero estoy suficientemente cómodo por ahora.

 

En los años que tengo de vida, la mayoría han sido con pensamientos burdos y hasta ha llegado a pasar el suicidio por ellos. No miento, mas exageré en su momento. Creyendo que con eso pudiese solucionar los pequeños problemas que tenía. Sí. Pequeños. Ahora son pequeños.

 

Me han molestado en la escuela desde ya hace buen rato. Al principio resultó muy espantoso. Y es que lo es. Nadie tiene derecho a hacer sentir menos o inferior a otra persona sin que ésta dé el consentimiento. Esa frase ha recorrido cientos de bocas. Y me parece que nunca nadie la ha dicho mal.

 

Entiendo bastante bien qué tan doloroso para alguien es el ser rechazado por los demás. Que cierta o ciertas personas hagan lo imposible por no verte cómodo, feliz, estable, sintiendo confianza en uno mismo... Es simplemente enfermo cómo llegan a ser los métodos que utilizan sólo porque no eres de su agrado, o del tipo de personas que les rodean. Llegar a casa sintiendo que eres basura y no encajas en ese tipo de vida es asqueroso. Pero...

 

No estás completamente solo. Hay cosas mucho peores en la vida. Puedes vivir sin las personas que te lleguen a intimidar. Puedes contarlo. Siempre va a haber alguien que estará apoyándote cuando más necesites. Y cuando no también. Lo sé, puede que sean pocas las personas que de verdad te quieran por quien eres. Sin embargo, hay alguien que, por más que cometas un crimen atroz o pienses completamente distinto a los demás, jamás dejará de apoyarte: tú mismo/a.

 

Lo he aprendido a la mala. Gracias a quien corresponda, el abuso escolar que sufrí nunca se fue a extremos alarmantes. Y siempre seguí siendo yo. No lo mostré mucho, sin embargo. Hay que tener perfil bajo. Pero es mejor ser sólo tú, y no una copia barata de alguien más.

 

Nadie dijo que fuera fácil.

 

Y, bueno, dejando a un lado el drama, no he dicho nada a Demian acerca del beso con Andy... Pero el idiota me lo debe. Se ha besado con la zorra esa, se lo he "perdonado". Creo que al debido momento se lo comentaré... Luego está Andy, al que no he visto después del karaoke. No quisiera que pensara de una manera errónea. En su momento me puso bastante nervioso, pero no de una manera malinterpretable. No sé si me explique.

 

Necesito acomodar pensamientos y resolver pequeños problemas que se me presenten. Como he dicho: todo a su tiempo.

 

En fin, por ahora estoy contento conmigo mismo... Supongo.

 

 

 

<<Andy>>

 

Cansado, cansado, can… *bosteza* Cansado. Ya son las 7:49 pm…

 

Necesito relajarme en serio. Quiero café. Creo que me alcanza para comprar uno de eso de mala calidad en la tienda de conveniencia… Bien.

 

Me encamino a la tienda sin siquiera prestar atención a mi alrededor. Hay una tienda a dos o tres cuadras de mi trabajo, creo.

 

Mi trabajo no es la gran cosa. Me gradué de la licenciatura en negocios internacionales, y heme aquí, en una pequeña empresa. Mi horario es flexible, sin embargo. No hay demasiado que hacer últimamente. Nadie se imagina que tenga esta clase de empleo. Siempre me ven como el que vive de la fortuna de sus padres, haciendo lo que quiere y saliendo con quien se le plazca (aunque eso último es bastante cierto).

 

Sirvo el café con total tranquilidad mientras veo un pequeño póster de una banda famosa que se presentará a la ciudad.

 

Volteo dispuesto a pagar cuando choco con un individuo derramando el café en su camisa. Café hirviendo. Mierda, mi café.

 

-¡Agh! ¡¿Qué no puedes ser más idiota?! –exclama un hombre de, calculando, treinta y pocos años.

 

-¡Realmente lo siento, señor! Deje que le ayude a levantarse… -lo hago y me doy cuenta que el tipo ha caído sobre otra persona- Oh, ¿estás bien? Lo siento mucho.

 

-¡¿Y mi camisa?! ¿Quién carajos pagará por ella? –continúa reclamando el hombre mientras ayudo a levantarse al chico.

 

Joooooder, no me queda mucho, lo he gastado en diferentes cosas que ya sólo puedo permitirme un café y snacks si quiero llegar a pagar la renta.

 

-Señor, necesita calmarse –se une el chico al que he ayudado, hablando quedamente hacia el alterado hombre.

 

-¡Nadie te ha hablado a ti, mocoso! ¡No sabes cuánto me ha costado, imbécil! –sigue gritando como si de verdad le hubiese importado un pequeñísimo bledo el que le haya quemado los hombros y parte del pecho con el café muy caliente.

 

No puedo decir nada. Es como si no supiera qué hacer. Necesito concentrarme.

 

-Señor…

 

-¡¿Y bien?! No tengo su tiempo.

 

El empleado de la tienda se acerca para pasarle unas servilletas. El hombre sólo las arrebata súbitamente y trata de limpiar las manchas de café.

 

-¿Tienes dinero?

 

-¿Eh? –oigo susurrar al chico a mi lado, tratando de disimular.

 

-Que si tienes dinero. Si no, puedo ayudarte.

 

-Pero ya lo has oído: le ha costado mucho. No creo que vaya a salir barato.

 

-Yo sí –continúa diciendo sin apartar ojo del hombre, que sigue limpiando sin logro su camisa-. Una camisa así no ha de salir de $***. Y las tintorerías no son tan inaccesibles.

 

Este chico…

 

-Hagamos esto: dejo el dinero y corremos.

 

-¡¿Qué?!

 

-Shhh… Lo haré ahora. Prepárate.

 

Y, dicho y hecho, se acerca al enfurecido señor, diciendo un “Cuánto siento la torpeza de mi amigo”, poniendo en su mano unos cuantos billetes y lanzando una fugaz mirada hacia mí. Corro detrás de él, solamente viendo su espalda, no pensando en lo que pasó. No ha sido grave, pero por alguna razón mis pensamientos parecen lejanos.

 

Paramos en un callejón extenso a una cuadra del lugar. Está agitado. Lo observo.

 

-Lo siento, te hice correr –menciona con voz entrecortada-. Pero ha sido algo divertido, ¿no?

 

-…

 

-¿E-Estás bien? –me percato de mi expresión de sorpresa y rápidamente sonrío.

 

-S-Sí. Lo siento yo. Te he metido en problemas cuando sólo fuiste víctima- respondo con la misma ligera sonrisa.

 

-Bueno, en efecto pesaba mucho –exclama con una risa contenida. Es rubio… Pero qué encantador *sarcasmo* (los rubios no son lo suyo :v). Y…, sí. Ojos completamente azules.

 

-Te lo pagaré… Si gustas podrías pasarme tú número o algo y así yo-

 

-No es necesario. Aunque la parte del número tal vez la considere –interrumpe mirándome fijamente a los ojos y sonriendo nerviosamente-. Soy Alec.

 

-Andrew.

 

Pasamos nuestros números.

 

¿Qué?

 

Es la primera vez que soy yo el nervioso.

 

Definitivamente le pagaré lo que le ha dado al hombre. No puedo quedar simplemente así…

 

Mi teléfono suena.

 

-O el chico es muy rápido o es el destino… ¿Diga?

 

“Andrew”, no es el chico. Es una voz más grave.

 

-¿Quién habla?

 

“No tengo tiempo para esto. Soy Demian. Necesito que vengas a donde te diré… Es Leigh. Alguien lo ha dejado muy golpeado en un callejón cerca de nuestro departamento”.

 

-Iré enseguida.

 

 

Ciertamente, golpeado hasta la inconsciencia.

 

-Sólo lo encontré así. Necesito que nos lleves al médico en tu auto.

 

-Pero, ¿qué-

 

-No tengo la menor idea. Aunque sospechas sí. Por favor, sólo llévanos.

 

-Claro.

 

Leigh yace en los brazos de esa patata andante. ¿Quién jodidos le ha hecho esto? ¿Por qué?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).