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Tres segundos. por G-tzii

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Notas del capitulo:

Traigo un nuevo cap. Esta semana será muy ocupada así que no estaré mucho por aquí. Nos veremos la siguiente, aprovechen el cap, está lindo <3

Capítulo 11.

 

Top of the World.

 

 

 

Young Bae acariciaba la piel de Homie. El cachorro dormía plácidamente en sus piernas. Había estado lo que restaba de noche ahí durmiendo. Young Bae no había regresado a casa, se había quedado en el departamento de Seungri. Realmente luego de haber escuchado todo lo que Ri dijo no podía simplemente irse. Así que entró a su habitación y se sentó en el sofá que Seungri tenía cerca de la ventana al lado de su cama. Había estado lo que quedaba de noche sentado observando a Seungri dormir plácidamente. Él ignoraba todas las sensaciones que tenía en su cuerpo. Le encantaba verlo dormir. No había criatura más preciosa que Seungri durmiendo. Sus ojos cerrados delicadamente y su cabello platinado despeinado sobre su frente. Le causaba gracia, porque Seungri dormía en posición fetal y con todas las mantas abrigándole. Era como un niño.

 

Homie se removió en sus piernas y se estiró. Ese pequeño cachorro era casi tan exquisito y precioso como Seungri. El pequeño cachorro saltó de sus piernas y subió a la cama. Bae intentó detenerlo, pero el perrito se había metido bajo las mantas. Seungri se removió frunciendo el ceño. Young Bae se acercó un poco más, no sería nada bueno si Ri apretaba al cachorrito. Homie alzó su cabeza y entonces Seungri sonrió mientras le abrazaba. El perrito comenzó a lamer su rostro. Bae sintió profundas ganas de ser Homie en esos momentos.

 

-Mmm… -Seungri sonrió abrazando un poco más al perrito. –Déjame dormir un poco más…

 

Young Bae quiso sacar a Homie de ahí para que dejara dormir un poco más al menor, pero el perrito sólo ladró bajito. Al moreno le pareció tierno, era apenas un cachorro y su ladrido era como el de uno también.

 

-Uhm… -Seungri se removió y quedó frente al moreno quien le miraba atento. Seungri acarició al perrito todavía con sus ojos cerrados. –Sabes, me encantas. Pero no me dejas dormir… malo. Pero ya te irás con tu papá, él cuidará de ti… Sólo debes esperar un poquito más…. Hasta que deje de ser tan estúpido.

 

Young Bae no sabía si sentirse halagado o llorar por lo que había dicho Seungri recién. Se rió unos momentos. El menor se volvió a girar. El pobre cachorrito se removía para ser soltado, pero al parecer para el menor era como su peluche de felpa.

 

-Deja de ser tan gruñón… -Seungri se quejó y entonces abrió los ojos y tomó al perrito elevándolo y poniéndolo frente a su rostro. -¿Te gusta despertarme, eh? ¿Sabes? Yo necesito mi sueño de belleza, ¿cómo se supone que se quiten estas ojeras si no me dejas dormir mis ocho horas de belleza? ¿Uh?

 

-A mí tus ojeras me parecen preciosas.

 

Seungri dio un salto en la cama e inmediatamente quedó de rodillas sobre ella cuando vio a Young Bae sentado al lado de ésta. Sus ojos se abrieron mucho, ahora ya no tenía sueño. ¿De dónde rayos había entrado? ¿Cómo? ¿Cuándo? Seungri entonces bajó al cachorro y lo metió debajo de las mantas, casi escondiéndolo. El perrito ladró un par de veces. Seungri se giró dándole la espalda rápidamente.

 

-¿Cómo y por qué estás aquí? –Preguntó rápidamente.

 

-¿No recuerdas?

 

-¿Ah?

 

-Te vine a dejar anoche –Seungri comenzó a hacer memoria. ¡Había salido a beber con Dae! ¡Cierto! –Y pues, me dijiste algunas cosas y luego te dormiste.

 

Seungri quiso meterse bajo tierra. No, no se suponía que se declarara ebrio. Y menos él. Primero debía hacerlo el moreno. Dio lagunas patadas a la cama y Homie salió rápidamente entre las mantas y subió nuevamente a las piernas del moreno, este sonrió y le acarició la cabeza. Seungri no se giró, no quería mirarlo. No todavía.

 

-Oh… ¿Y por qué te quedaste aquí?

 

-Dejaste la puerta abierta y… no sé –Bae intentaba mirarlo, pero el menor ni siquiera volteaba-. La verdad no quería irme. Quería verte.

 

Seungri pensó que se iba a morir. ¿Young Bae sabría todo lo que provocaba en él? ¡Casi lo hacía morir de tanta ternura!

 

-Oh… bien –Seungri intentó sonar normal. –Ahora que me viste puedes irte, Hyung.

 

-Seungri, no quiero irme –el corazón del menor comenzó a latir como loco ante las palabras tan sinceras de Bae. Realmente el moreno era muy transparente con sus intenciones. –Quiero que me mires, Seung Hyun.

 

-No puedo.

 

-¿Por qué no? –Young Bae frunció el ceño. Seungri mordió su labio inferior.

 

-Porque estoy feo –Seungri tapó su cara. Bae se puso de pie y rodeó la cama mientras sonreía. –Debo dormir mis ocho horas de belleza, pero resulta que me dormí demasiado tarde. Además, cuando me despierto por las mañanas nunca me veo bien, siempre estoy despeinado y las ojeras se notan más, hasta creo que-

 

El moreno tomó las manos del menor y las quitó de su cara. Seungri cerró los ojos con fuerza. Bae sonrió.

 

-A mí me pareces más lindo que nunca.

 

Seungri tragó saliva. Se sentía demasiado nervioso y apostaba que tenía la cara roja a más no poder.

 

-Seungri… -Bae le llamó. El menor no dijo nada simplemente se corrió un poco más hacia su derecha, haciendo espacio. El moreno le miró unos momentos.

 

-Bueno, ¿te vas a sentar o estarás todo el día de pie ahí? –Young Bae se rió. Seungri no cambiaba. Se sentó a su lado. Homie subió a la cama e inmediatamente fue hasta los brazos del moreno. –Sí, vete con él. A ver si te abraza por las noches, pequeño odioso.

 

Young Bae sonrió ante la expresión de Seungri.

 

-Gracias por Homie.

 

-Pues, no se suponía que te lo diera tan pronto –Seungri se encogió de hombros. –Se suponía que sería en tu cumpleaños. Peeeeeeeeeero no estaba en mis planes que me trajeras ebrio a casa. De todas formas, es tuyo. –Seungri sonrió. –Gracias por traerme anoche.

 

Se hizo un silencio, pero este no era incómodo. Era bastante cómodo la verdad. Ambos miraban al perrito ir de las piernas de Seungri a las del moreno cada un segundo. Se rieron cuando Homie terminó por quedar de espaldas al caer mal y Bae lo ayudó a ponerse sobre sus patas nuevamente. Seungri miró de reojo al moreno. Lo que más le gustaba era verlo sonreír, no había nada más lindo que la sonrisa que Young Bae tenía. No sólo era en sus labios, sus ojos se notaban felices también. Y eso era aún más precioso.

 

-Seungri, lo siento –el menor le miró unos momentos. –Siento no haberte escuchado. Tenías razón, me arrepentí de no haberlo hecho.

 

-Siempre tengo razón –el moreno sonrió.

 

-Sí, siempre la tienes –Seungri dejó de sonreír y le miró atento. Su corazón comenzó a ir mucho más rápido que antes. Young Bae comenzó a jugar con sus manos. –Lo siento, en serio. Me he sentido muy mal por no escucharte, debí darte hablar. Al final sí me estabas siendo sincero y yo no creí en eso.

 

-Está bien, Bae. No te culpes, las cosas se dieron así –Seungri le sonrió. Realmente ya no quería que el moreno se disculpara más. Era tan jodidamente tierno que le aceptaba la primera disculpa ahora mismo.

 

-No, tú tienes razón, debo disculparme como se debe. ¿Cómo entonces podría declararme sin remordimientos?

 

Seungri abrió mucho sus ojos y tragó saliva mientras miraba al moreno. Ahora sí su pulso subió a mil. El moreno sonrió un poco y luego se dio energía mientras inspiraba y votaba el aire. Se giró un poco al menor y le miró fijamente.

 

-Seung Hyun, eres como… Top of the World para mí –Young Bae le sonrió.

 

-¿Cómo es eso?

 

-Me haces sentir como si estuviera en la cima del mundo.

 

Seungri miró fijamente al mayor. El moreno le sonrió unos momentos. Su corazón estaba muy agitado. Era primera vez que él había dejado a Seungri sin palabras y muy nervioso. Eso sólo demostraba una cosa: Seungri le quería, igual que él. Y ya se lo había dejado muy en claro con todas sus acciones. Ahora sólo faltaba que él fuera valiente.

 

-Young Bae…

 

-Te quiero –Seungri abrió sus labios y parpadeó un par de veces. –No, un simple te quiero no me alcanza para decirte todo lo que me haces sentir. Desde el primer momento en que choqué contigo en aquella cafetería, te juro que apenas fueron tres segundos los que estuve ahí y no me bastó más tiempo para amarte como si mi vida dependiera de ello. No sé cómo lo hiciste, pero tomaste mi corazón entero para ti y desde ese momento cada latido te pertenece. Quizás pienses que es muy rápido o apresurado, pero me enamoré de ti.

 

Seungri no podía despegar sus ojos de los de Bae. No podía dejar de mirarle. El mayor sonreía tan maravillosa y brillantemente que casi lo enceguecía.  Y él era un manojo de nervios en estos momentos. Bae se puso serio y pasó una mano delante del rostro de Seungri.

 

-¿No me dirás nada? –Seungri salió de su trance.

 

-¿Qué quieres que te diga? Digo, he esperado tanto tiempo para escuchar esto que ahora que lo escucho no sé cómo reaccionar. –Seungri movía sus manos a todos lados mientras hablaba. –Yo me imaginaba una declaración seria, así bien sexy, pero esto me tome re de sorpresa. Me lo imaginé en todos mis sueños desde hace tanto tiempo que ahora que lo dices suena tan hermoso y cursi que no sé qué decir. Digo, es precioso, y yo… y-

 

Young Bae tomó con ambas manos el rostro del menor y le besó de manera repentina. Seungri se quedó de hielo al sentir los labios cálidos de Bae tocar los suyos. Sintió a Bae acariciar su rostro con tanta ternura que no pudo evitar cerrar los ojos y dejarse llevar por el curso natural del beso. Young Bae sintió la mano de Seungri pasar por detrás de su cuello acariciando su cabello. El menor abrió sus labios en busca de más contacto con el moreno. Bae cerró el beso saboreando lo más que podía los labios de Seungri. Sus labios eran el cielo.

 

Seungri suspiró. Su corazón comenzó a ir más lento, a relajarse poco a poco. Young Bae sonrió entre el beso y entre abrió sus ojos, Seungri todavía mantenía los suyos cerrados.

 

-A veces hablas demasiado –Seungri abrió sus ojos y sonrió también.

 

-Es para que me calles. –Bae se echó a reír.

 

-¿Cómo no voy a quererte? –Bae acarició la mejilla del menor. Seungri sintió el rubor en su cara.

 

-Deja de ser tan malditamente cursi.

 

-No puedo –Young Bae sonrió. –Puedes conmigo, Seung Hyun.

 

-¿Sabes cuánto tiempo estuve rondándote? –Seungri se rió e hizo un puchero. -¡Meses, Bae, meses! ¡Hablo en serio!

 

-¿Por qué nunca me hablaste?

 

-Porque no nos conocíamos. Bueno, tú a mí no, pero yo sí. No podía llegar de la nada y decir: “Hola, soy Seungri y tú me gustas”. No es normal.

 

-Seungri, yo te amé a primera vista. –El menor dejó de sonreír. –En el momento en que te hubiera visto te habría amado de todas maneras, por más anormal que hubiese sido.

 

-Maldición, de haberlo sabido voy y me paseo frente a ti antes.

 

Young Bae no pudo evitar sonreír ante las palabras del menor. Volvió a acercarse a él y besarle. Esta vez Seungri se colgó a su cuello de inmediato. Y luego de darle más de diez besos se separó de él.

 

-Ah, me encantan tus labios –Bae sintió su cara arder. -¿Podrían ser más perfectos?

 

-Son normales.

 

-No son normales, son el maldito cielo.

 

Bae se rió. Seungri hasta había olvidado que se veía “feo” por las mañanas.

 

-Por cierto, Bae. ¿Ya perdonaste a Ji Yong Hyung?

 

-No. –Young Bae se puso serio. Se notaba que le molestaba el tema. –Ji Yong me mintió.

 

-Uhm… Hyung –Seungri le llamó. Sí era verdad que Ji hizo algo malo y merecía el enojo, pero no podría estar enojado toda la vida, sino Ji iba a ponerse en modo depresión por siempre. –En algún momento deberás disculparlo, todos cometemos errores.

 

-¿Sabes qué me molesta? –Seungri le miró atento. –No es que me haya mentido, porque todos pueden mentirte. Me molesta que Él lo haya hecho. Yo nunca le he mentido, ¿por qué mentirme cuando sabe que yo le apoyaré? Yo lo habría apoyado, si me decía la verdad no me hubiera molestado que fingiera que era novio tuyo… siempre y cuando no te besara. Pero, lo habría apoyado, hasta en sus ideas más locas. Pero no me fue sincero.

 

-¿Quieres desquitarte?

 

Young Bae abrió sus ojos y miró a Seungri. Este movió sus cejas varias veces. El moreno frunció el ceño. Por el tiempo que llevaba compartiendo con el menor, sabía que tenía un plan macabro.

 

 

 

 

 

Ji Yong había pensado que si hoy cenaban juntos podrían conversar y arreglar las cosas. No iba a rendirse hasta que le perdonaran. Caminaba de allá para acá esperando a que los demás salieran de sus habitaciones y se dignaran a hablarle. Sintió ruido y entonces vio a Young Bae salir de la habitación. Se removió la ropa, debía hablar con Bae

 

-Young Bae, escúchame unos momentos –Ji Yong le iba a tomar del brazo, pero Bae le esquivó. Ji entonces se fijó que el moreno llevaba una maleta. -¿Q-qué es eso?

 

-Una maleta.

 

-Eso lo sé… pero… Bae, ¿no te irás, cierto?

 

-Sí, me iré –Bae se puso serio. Ji Yong tragó saliva. Sus ojos se llenaban de lágrimas. –No quiero verte.

 

-Bae… -El menor no pudo aguantarlas lágrimas. –Sé que hice mal… pero no puedes irte, tú eres mi familia…

 

-No pensaste en tu familia antes.

 

-Hyung, ¿dónde vas? –Daesung se acercó mirando asombrado.

 

-Me voy.

 

-P-pero, Hyung… -Daesung lo siguió hasta la puerta, pero el moreno no se volteó.

 

Daesung se giró. Ji Yong sólo lloraba mientras tapaba su boca con su mano.

 

-¿Por qué se fue? ¿Qué pasará con nosotros? ¿Nos vamos… nos vamos a separar? –Daesung parecía asustado.

 

-N-no… -Ji Yong soltó sollozos. –No podemos separarnos… ah… es mi culpa…

 

-Él parece no querer volver.

 

-Ah… -Ji Yong no podía dejar de llorar.

 

Daesung se fue rápidamente a su habitación. Ji Yong se quedó inmóvil. No podía dejar de llorar. Estos días había llorado el doble que en toda su vida. Young Bae era alguien especial para él, era su hermano, era su partner, era su familia. Esto era peor que cualquier otra cosa que le pudiera suceder. Sintió unos brazos rodearle y entonces subió su rostro. Seung Hyun acarició su cabello y entonces Ji Yong se largó al llanto en el pecho del mayor mientras se aferraba a su camisa.

 

Luego de unos minutos, Ji Yong parecía haberse calmado. Se separó un poco del pecho de Seung Hyun y secó su cara mientras negaba con la cabeza.

 

-Lo siento.

 

-Está bien, Ji –Seung Hyun acarició su mejilla. –Va a estar bien.

 

-No… -Ji hizo un puchero. –Yo hice mal, Seung. Bae no me va a perdonar nunca.

 

-Es porque debes mostrarte arrepentido de verdad.

 

-De cierta manera… -Ji Yong alzó su vista. –No podría arrepentirme, porque pude escuchar tus sentimientos hacia mí. Eso me hace sentir peor. Soy tan malo.

 

-No eres malo –Seung Hyun le abrazó. –Eres humano, Ji Yong.

 

Ji Yong se abrazó al cuello del mayor. Su corazón latía muy rápido. Había dejado su camisa mojada, pero a Seung Hyun parecía no importarle.

 

-Lo siento –Ji Yong aclaró su garganta. –Lo siento por mentirte, Seung. De verdad. Pero nunca, nunca he mentido acerca de mis sentimientos por ti. Siempre te amado mucho. Es que estaba celoso de verte tanto tiempo con Dae.

 

Seung Hyun sonrió y tomó el mentón de Ji para depositar un casto beso sobre ellos.

 

-Tonto –Ji Yong cerró los ojos y volvió a unir sus labios con los del mayor. Seung Hyun abrazó la cintura del menor. –Yo queriéndote siempre y tú sintiendo estúpidos celos.

 

-He sido tan tonto.

 

-Sí.-

 

Ji Yong frunció el ceño.

 

-Deberías decir que no.

 

-¿Para qué decir que no, si sí?

 

-Maldito.

 

Ji Yong se relajó un poco y se sentó en el sofá. Bajó su rostro unos minutos. No podía sentir feliz, no después de ver a Young Bae irse.

 

-Seung Hyun.

 

-¿Qué sucede?

 

-¿Podrías enviarle un mensaje a Bae y preguntarle dónde se quedará?

 

-Claro que puedo –Seung le sonrió. Sacó su celular y escribió un mensaje.

 

“Todo marcha bien.”

 

Realmente no quería mentirle a Ji. Y no lo estaba haciendo. Sólo estaba encubriendo a Bae. Él había sido sincero con sus sentimientos hacia Ji Yong. Se sentía mal por Ji, le hubiese gustado decirle, pero eso ya era entre Bae y él. Y él no podía meterse en la pelea de ambos.

 

-Dice que se quedará con un amigo.

 

-Uhm… -Ji Yong asintió. –Necesito verlo, Seung pregúntale cuándo irá a YG. Pero no le digas que yo te pregunté.

 

-Está bien, pero por favor, descansa. Ya tienes ojeras,  Ji.

 

-Sí –Ji Yong sonrió. –Gracias, Seung.

 

-Lo que tú quieras Ji –Ji Yong sonrió. –Te quiero. Te quiero mucho.

 

-Ah… -Ji sonrió, sintió su rostro calentarse. -¿Puedes… puedes dormir conmigo?

 

-¿Quieres que te abrace mientras duermes? –Seung Hyun elevó una ceja.

 

-Sí, bueno… si quieres…

 

-Claro que quiero –Seung Hyun sonrió.

 

 

 

 

Notas finales:

Young Bae de verdad está dolido, pero tiene un plan (? jahsbdguyashgdjh Espero que les haya gustado, ahora hay amor askjhdgusyhg <3 Gracias por leer! 


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