Capítulo 5.
¡Mi hermoso profesor!
Young Bae se encaminaba lentamente a la sala de prácticas. Las manos le sudaban. Es cierto que había decidido conquistar a Seungri, pero no sabía qué rayos hacer. Él nunca había pasado por algo así. Nunca se había enamorado tan intensamente de alguien al extremo de querer enamorarlo con todas tus fuerzas.
Se encaminó por el gran pasillo de la entrada, sumido en sus pensamientos. Todavía no estaba seguro de qué hacer exactamente y menos cuando tenía de rival a Ji Yong. Él conocía desde antes a Seungri, él sabía más cosas sobre él. El moreno se sentía en desventaja. Pero de algo estaba seguro, Ji Yong no amaba a Seungri como lo hacía él. Lo sabía. Estaba seguro de ello. Él podía desvivirse por el menor, soñaba despierto con él, le había escrito hasta una canción, que no pensaba mostrarla a nadie. Su corazón estaba que explotaba cada vez que lo miraba y podría jurar que podía ponerse a saltar cuando el menor le sonreía. Él lo amaba mucho más, ¿sería eso suficiente? Claramente debía hacer más. Llamar su atención. Tendría que recurrir a cualquier recurso.
-Hey Hyung, ¡qué serio! –Bae casi se cayó cuando sintió que alguien le saltaba encima, intentó mantener el equilibrio. Se puso recto y elevó su mirada cuando por fin sentía sus pies sobre el piso.
Fue entonces cuando los ojos negros cruzaron con los suyos.
-Oh, Seungri –sonrió grandemente al verlo. El menor pasó su mano por los hombros de Bae y comenzó a caminar a su lado.
Young Bae pensó que estaba en el cielo, o que estaría cerca de morir. Seungri le abrazaba y le hablaba con tanta confianza que sentía su corazón latiendo a demasiada velocidad. Todo el sector que Seungri tocaba con su piel sentía que quemaba.
-¿Qué pasa, Bae Hyung? Estás demasiado serio.
-¿Y-yo? –Mierda, estaba tartamudeando- No, nada.
-No me mientas –Seungri paró de caminar y se cruzó de brazos de pie frente a Young Bae- odio que me mientan y menos cuando ya sé la verdad. Te pasa algo, no sé qué es, pero debes decirme, ¿o no confías en mí?
-Sí, claro que confío en ti.
Las palabras salieron al segundo después. Casi como acto reflejo, como si temiera que el menor se molestara si no respondía.
-Entonces, dime, ¿qué te preocupa? –Ambos siguieron caminando mientras Seungri se movía a su izquierda y derecha esperando respuesta.
-Nada, en serio… no es nada importante.
Seungri no dejaría de preguntar, y Young Bae lo sabía. El menor no pararía hasta que le respondiera, ¿y qué le decía? “Tengo problemas porque me enamoré de ti” No, claro que no. Mala idea. No podía llegar y soltarle la situación así como así.
-Sí, claro, eso es como decir que yo soy feo –Seungri se apuntó con un dedo.
No, tú eres hermoso.
-Es algo complicado de explicar –ambos entraron a la sala de prácticas en ese momento.
-Tengo tiempo.
-¿No te rendirás, cierto?
-Noup.
-Ah, bien –Bae se rió y luego suspiró.
Seungri se sentí en el suelo y le miró atentamente. Al moreno le pareció demasiado tierno, era como un niño pequeño queriendo saber un secreto. Se veía tan lindo ahí que iría y lo abrazaría y lo besaría y… qué cosas no le haría.
-Con Ji Yong hicimos una apuesta, y ahora estoy preocupado. No quiero perder por nada del mundo.
Bien, había mentido. A medias. Si bien no había hecho una apuesta, pero si quería ganarle a Ji Yong. Y no quería perderlo.
-¿Con Ji Yong Hyung? ¿Qué apostaron?
-Te contaré, pero no puedes decirle. Si le dices sabrá que yo te conté y me matará.
-Ji Yong Hyung siempre tan loco obsesivo –Seungri rodó los ojos- Está bien, ahora dime, me tienes nervioso.
-Verás… -Bae comenzó a caminar por toda la sala, se revolvió los cabellos y constantemente miraba al techo- Lo que pasa es que nunca he tenido pareja. Entonces Ji Yong me dijo que yo no sabía conquistar a nadie, y yo me sentí retado. Así que apostamos… debo aprender a conquistar y demostrárselo.
-¿A quién? –Seungri se puso de pie y frunció el ceño. Se cruzó de brazos frente al moreno.
-Pues… no dijimos a alguien, sólo debo aprender, si enamoro a alguien, será suficiente, ¿no? Pero no sé hacerlo.
-¿Y qué ganarás si enamoras a alguien? ¿Debe ser cualquier persona? –Seungri elevó una ceja.
-Sí… nunca especificamos en realidad –Seungri estaba haciendo más preguntas de las que Bae pensó- Solamente me retó a ser un “conquistador”. Y si lo hago bien, ganaré… Oh, ¡podré dormir en la habitación más grande de la casa!
-Ya veo… -Seungri puso su mano en su barbilla, pensando unos minutos- ¡Vale, siéntate, yo te enseñaré!
-¿Ah? –Young Bae abrió mucho sus ojos.
-Hyung, te diré un secreto mío –Seungri se acercó peligrosamente al mayor. Pasó una mano por su pecho y acarició el cuello de su camiseta. Bae evitó respirar en esos momentos, de hecho pensó que su corazón dejó de latir también. Seungri pasó una mano por su cuello y le acarició lentamente. Bae se derretía, iba cayendo… Seungri rozó su oído- Yo soy el rey de la conquista y seducción, Hyung.
¡Su voz! ¡Su jodida voz!
Había sonado más serio y más ronco que de costumbre. Young Bae estaba en el cielo, estaba seguro. ¿Cómo sería un gemido de Seungri? ¡Despierta Young Bae! Seungri se separó y le sonrió. Acababa de tener un pensamiento sucio con Seungri. ¿Y cómo no tenerlo? ¡Lo estaba volviendo loco!
-Ah… ¿Te gusta andar conquistando por ahí, eh? –Young Bae intentó sonar casual. Seungri se largó a reír.
-¡Claro! AJAJAJAJAJ –Seungri le miró. Bae se sentó en el suelo ahora- Me gusta que todos sepan de mi hermosura, pero mis tiempos de seductor y gigoló pasaron hace mucho.
-¿Eras gigoló? –Bae le miraba asombrado.
-No, tonto, era una broma. Pero sí salía bastante. Ahora lo he dejado, debo ser más maduro, ¿no? –ambos se miraron y entonces se largaron a reír- ¿A quién engaño? AJAJAJ es sólo que ahora que estoy en YG no quiero entrar en problemas. Así que dejé las fiestas y las mujeres. Bueno, las fiestas no tanto.
¿Así que había dejado a las mujeres? Ahora que las había dejado, ¿podían ser hombres? Podía ser él, ¿no?
-Préstame atención, Hyung. Te enseñaré. Seré tu profesor, así como tú me enseñas a mí, ahora te toca a ti aprender –Seungri le guiñó un ojo- Sólo mírame a mí.
“Sólo mírame a mí”
“Only look at me”
Bae sonrió. Al parecer, ahora su canción tenía dueño.
-Lo primero es lo primero –Seungri apuntó con su mano- Debes vestirte como si fueras a dar un concierto. Todos los días, a cualquier hora, aunque debas salir a comprar pan, no importa, debes andar de punta en blanco las 24 horas del día.
-Las 24 horas, entendido.
-Ponte de pie –Bae hizo caso y Seungri le tomó de los brazos. Bae comenzaba a sentirse nervioso- Debes aprovechar de mostrar tus brazos, están demasiado perfectos, son muy atractivos. Créeme.
¿Le acababa de decir atractivo? ¿De verdad lo había hecho?
-Es bueno mostrar tu cuerpo, pero recuerda dejar para la imaginación. No puedes mostrar todo de una vez, Hyung. Debes dejar que imaginemos el resto.
-Entiendo. –El moreno apenas hablaba.
-Por cierto, usa pantalones ajustados a tus piernas. Tus piernas están bien formadas, si usas un pantalón apretado, créeme, se te verá un trasero y piernas geniales.
¿Estaba elogiando indirectamente su trasero? Young Bae se sentía demasiado aturdido. ¡Alerta! ¡Debes parecer rojo como un tomate!
-Y-ya veo.
-Bien, ahora pasamos al siguiente –Seungri sonrió- Debes mantenerte serio y juguetón. Debes decir indirectas de forma seria, para que la otra persona se ponga nerviosa, vas a lograr un sonrojo en el otro de inmediato. Y luego sólo sonríe. En menos de tres segundos estará poniéndote toda la atención del mundo. Inténtalo.
Young Bae miró fijamente a Seungri. Este miró hacia cualquier parte de la sala, fingiendo que estaba distraído. Bae se acercó un poco dejó que su cuerpo se moviera por sí solo.
Pasó sus brazos delicadamente por el cuerpo de Seungri y lo apretó contra su pecho. Sus manos acariciaron su espalda. Apoyó su mentón en su hombro y cerró sus ojos mientras sentía el estrecho abrazo. Seungri se quedó mudo. Sus ojos estaban muy abiertos y no sabía qué hacer exactamente, no veía venir esto. Young Bae se separó lentamente y miró fijamente a Seungri.
-Sólo mírame a mí.
Usó las mismas palabras de Seungri momentos antes. El menor abrió sus labios para decir algo, pero los cerró inmediatamente. Young Bae lo soltó. Luego sonrió.
-Estás rojo como tomate.
Seungri se tocó el rostro y luego se comenzó a reír nerviosamente.
-¡Me pillaste desprevenido, Hyung! –Ambos se rieron- ¡Lo haces bien!
-Claro que lo hago bien. –Seungri se rió.
-Bien, lo siguiente –Seungri se cruzó de brazos- Debes invitarle a salir, pero que no parezcas desesperado. Debes hacerte de rogar también. Invítale a salir como si no fuera algo con tanta importancia.
-Sin importancia. Entendido.
-Y por último, cuando salgan, no debes por nada del mundo verte ansioso. Debes guardar la compostura, como si nada estuviera pasando. Como si fuera lo más normal. Y debes intentar rozar sus manos, y hacer acercamiento, pero no lo suficiente. Entonces, cuando llegue el final de la cita, ¡PUM! Vendrá a ti. No tendrás que ir tú, vendrá a ti desesperadamente. Y ya la tendrás en la palma de tu mano y Ji Yong Hyung deberá darte la habitación gigante.
-Seguiré tus pasos entonces. ¿Me dices que resultará?
-¡Absolutamente! Estás hablando con el maestro, tengo un doctorado en esto.
Young Bae se puso a reír. Entonces sintió una canción. Seungri revisó sus bolsillos y sacó su celular. Apretó un botón y se lo llevó al oído.
-¿Hyung?
-¡Seungri! ¡¿Dónde estás?! ¡Te dije que era ahora! –Era Ji Yong. Young Bae podía escuchar sus gritos a millas- ¡Dijiste que vendrías conmigo! ¡Ven de inmediato!
-¡Hyung, me dijiste viernes, es jueves! –Seungri se quejó.
-¡No me importa, sólo ven! –Claramente la estrategia de Ji Yong para conquistar a Seungri no era muy amable- ¡Me debes ayudar en esto! ¡Va a llegar en 15 minutos, necesito que estés aquí y me des un abrazo! ¡Y que me traigas chocolates! ¡Estoy en la heladería de la esquina!
La forma de Ji Yong de conquistar a Seungri era muy retorcida. Tú no le pides a la persona que te gusta una cita casi obligado y le pides regalos. Claramente Seungri debía rechazar esa salida.
-¡Ya entendí! ¡Ya voy! -¡¿Qué?! ¡No! Young Bae no podía dejar que Seungri se fuera con Ji Yong, no podía- Llego en cinco minutos.
¡No podía dejarlo irse! Si lo dejaba irse, iría a una cita con Ji Yong. De ninguna manera podía dejar que Seungri saliera por esa puerta, y menos para encontrarse con su rival.
-Hyung, lo siento. Ji Yong Hyung se equivocó de día, me dijo que era mañana, pero era hoy. Quiere que le acompañe –Seungri guardó su celular y luego le sonrió al mayor- Hazme caso, ahora, debo irme. ¿Podemos practicar mañana, no? Llegaré temprano, lo prometo. Nos vemos más tarde.
-¡S-Seungri!
El menor antes de salir se giró. Young Bae se sentía desesperado. Aunque Ji Yong estuviera muy enamorado de Seungri, no se lo dejaría.
Perdóname, bro. Pero eres tú o yo. Y yo no puedo dejarlo ir.
-¡AH!
Young Bae se tiró al suelo. En su desesperación y descuido, se tiró y le dolió, aunque eso hacía más creíble todo.
-¡Hyung! ¡Hyung! –Seungri corrió y se arrodilló al lado de Bae- ¡Hyung! ¿Qué pasa? ¿Qué te duele?
-Seungri… -Young Bae cerró sus ojos y tomó su estómago con fuerza- Me duele…
-¿Qué te duele, Hyung? ¡Dime! ¡Debemos ir a un doctor!
-¡No! –Seungri dio un salto- Si voy, habrá problemas con YG. Necesito… ir a casa… me duele…
-¡Hyung! –Seungri miraba por todas partes a Bae. Estaba preocupado, el mayor parecía fuerte, y de repente se desplomaba así.
-Mi estómago… cofcof, no me estoy sintiendo bien… cofcof…
-Necesito buscar a alguien-
-No, no pueden saber…
Seungri lo miraba y no sabía qué rayos hacer. ¡Claramente debía ayudarlo! Entonces le quedó mirando.
-Hyung, ¿tienes auto? –Bae frunció el ceño y le miró.
-Sí… ¿por qué?
-Dame las llaves.
-¿Sabes manejar?
-¡Sólo dámelas! ¡¿Estás enfermo o no?!
-¡AH! Me duele… -Young Bae volvió a cerrar los ojos y sacó de su bolsillo las llaves de su auto. Seungri las tomó y entonces lo ayudó a ponerse en pie. Pasó uno de los brazos del mayor por su cuello y comenzó a caminar al estacionamiento del edificio.
Young Bae quería sonreír, quería reír, quería saltar como loco. Young Bae 2 – Ji Yong 0-
Seungri lo ayudó a sentarse en el lado del copiloto y luego subió al volante.
-Tú me dices donde queda la casa. Abre un poco la ventana para que te lleve viento y puedas respirar mejor.
Young Bae asintió. Giró su rostro a la ventana y sonrió brillantemente.