Capítulo 1.
Negocios.
Young Bae se encontraba sentado en la sala de prácticas con sus compañeros. Habían estado ensayando bastante tiempo. Ji Yong hablaba y hablaba de muchas cosas, Bae ni siquiera lo escuchaba, sólo lo veía mover la boca. Daesung le miraba atentamente y Seung Hyun, bueno, él parecía estar viendo las moscas pelearse.
-¿Me están escuchando? –Ji Yong parecía enojado.
-Sí, claro –El moreno se sentó derecho.
-No les creo nada.
Seung Hyun miró a Dae y le hizo un gesto con los ojos a lo que Dae se rió.
-¿De qué se ríen los dos? –Ji miró a los dos, claramente molesto. –Si van a estarse riendo pueden ir afuera.
-No, Hyung, no te enojes. Es que TOP Hyung hace cosas graciosas.
-Sí, gracioso –Young Bae sintió el ambiente tenso de alguna manera.
-Mira, Ji –Seung Hyun miró a su líder y movió sus ojos hasta que quedaran turnios.
-Ya, deja eso, Seung. Vas a quedar así toda la vida.
-¿No te gusta? –Ji Yong le quedó mirando.
-Y el jodido soy yo, eh –Young Bae se puso a reír y se puso de pie. –Seung Hyun parece más loco que yo.
-¿De qué hablas? –Daesung parecía confundido.
-De nada –Ji Yong también se puso de pie. –Bae tiene problemas existenciales solamente. –Ambos se rieron.
Young Bae sonrió y metió sus manos a sus bolsillos. Una semana había pasado desde que Seungri, (así le nombraban todos) había ingresado a su compañía. Una semana desde que lo vio por primera vez, y todavía sentía que el corazón se le salía cada vez que lo veía entrar en la compañía y en alguna sala. No habían vuelto a hablar. El menor sonreía y hacía pequeñas reverencias cuando le veía y el moreno, bueno, se sentía nuevo y estúpido, no era capaz de buscar un tema de conversación para acercarse a él. Ahora era cuando se maldecía por ser tan introvertido.
Ji Yong le había contado que Seungri había sido un amigo en la escuela, que iba un par de cursos debajo de él, pero era muy divertido y extrovertido. Exactamente todo lo opuesto a Young Bae. También le dijo que por el momento él se comportaba muy tímido y era porque estaba nervioso de entrar a YG. El moreno lo encontró demasiado tierno.
Dejó de pensar en el chico cuando Ji Yong dijo que se tomaran un descanso. Sin decir nada más dejó la sala y comenzó a caminar por los pasillos. Pensaba en una idea de hablarle, de acercarse, pero inmediatamente tachaba aquella idea. Le costaba encontrar una excusa para tenerlo cerca. Se sentí como un chico de quince años enamorado de la niña más linda de su curso. Eso era malo, pero si el destino lo había favorecido poniéndolo tan cerca de él, debía agradecer y provecharlo, ¿no?
-Ah… tan difícil… -Suspiró mientras se encaminaba a la sala de grabaciones. Quería escribir alguna canción mientras. Teniendo a Seungri en la mente sería capaz de escribir diez mil canciones. Paró en seco. Lo único que le faltaba, ponerse cursi. -¿Qué me estás haciendo, Seungri?
Hasta su nombre sonaba bonito. Maldición. Ji Yong tenía razón, estaba jodido. Entró en la sala y cerró la puerta y cuando estuvo dentro vio a la única persona con la que más deseaba encontrarse y a la vez no.
-Ahm… -El menor se puso de pie. –Hola.
-Hola –El menor le miró. Young Bae pensó que no podría sostenerle la mirada y menos con su rostro tan lindo. –No quiero… molestar. Creo que… sí…
Apuntó la puerta para salir y antes de abrir la puerta el menor se lo impidió.
-No, por favor, no te preocupes –Young Bae se giró para mirarle. –Puedes hacer lo que quieras… tú eres el experto aquí. –El menor se sentó en la mesa de adelante. –No haré ruido, lo prometo.
Young Bae no sabía qué rayos hacer. Claramente no estaba preparado para estar con él a solas. No dijo nada y se sentó en la mesa que estaba detrás a Seungri mientras prendía el computador que estaba en el lugar.
Seungri quería aprovechar la oportunidad de practicar algo, pero terminó por escribir algunas letras que le gustaría que fueran canciones, pero realmente no sabía si servirían. Cuando el mayor entró se sintió nervioso, claramente él sabía mucho más en el tema que Seungri, pero quiso liberar la tensión y comportarse normal. Un día estaba en la escuela y al otro estaba con artistas, claro que era para ponerse nervioso. Se sentó tranquilamente e intentó concentrarse en lo que hacía, pero sentía su mirada fija en su espalda y se sintió más nervioso aún. Quizás debió irse.
Young Bae no podía apartar sus ojos de él. Hasta si lo veía desde atrás le parecía perfecto. ¿Era eso posible? No podía creer todavía que le gustara tanto aun cuando llevaba apenas una semana de verlo. El menor estaba calando hondo en él y no estaba seguro si eso era sano. Se sentía torpe.
¿Debía hablar algo? Un profundo silencio reinaba en la sala. Se sentía curioso hacia qué estaba haciendo el menor, pero no quería hablar, si lo hacía, temía tartamudear o algo. Miró unos minutos sin decir nada y entonces tomó una de esas notas adhesivas que hay al lado de la computadora. Tomó un lápiz y entonces escribió rápidamente y la dobló, luego la lanzó hasta la mesa de adelante para que llegara al menor. Inmediatamente después concentró su vista a la computadora sintiéndose estúpidamente nervioso.
Seungri miró el papel a su lado y frunció el ceño. Se giró, pero sólo vio al mayor apoyando su mentón en su mano mientras miraba la computadora serio. Tomó el papel y lo abrió tranquilamente.
“Te veo muy serio y concentrado…
¿qué se supone que estás haciendo?”
Seungri se rió. Mientras miraba el papel. Al parecer el cantante era alguien muy curioso. Tomó uno de sus adhesivos y comenzó a escribir. Luego se dio la vuelta. Era gracioso porque el mayor fingía ignorarlo. Le lanzó el papel en la cara y luego le regaló una sonrisa mientras el mayor le miraba algo sorprendido.
Sin duda no había esperado que el menor le lanzara el papel. Una vez que se dio la vuelta se rió. Maldición, sentía un zoológico entero en su estómago. Abrió el papel muy rápido, sin poder aguantar la curiosidad.
“¿Acaso no está trabajando?
Pensé que hacía cosas importantes! Al parecer estáa perdiendo tu tiempo por ser curioso, eh!
Deja de espiarme!”
A Young Bae le agradaba mucho la confianza con que Seungri le hablaba, no se molestaba en llamarse Hyung, ni Sunbae ni ningún apodo que dejara en claro que había diferencia de edad. Lo trababa con total confianza y eso al moreno le gusta mucho. Se rió mostrando sus dientes grandemente y mordió su labio inferior mientras respondía a la nota.
“Claro que hago algo importante… ayudarte, ¿no?
Quería saber qué hacías, así puedo ayudarte, pero ya que no quieres…
Pues no se puede hacer nada.”
El menor leyó tranquilamente y entonces sonrió. Se quedó ahí unos minutos y entonces tomó sus papeles y se puso de pie. Se paró frente al moreno. Young Bae pensó que se le iba a salir el corazón del pecho, realmente no esperaba que el menor se acercara. Se obligó a sí mismo a calmarse, a respirar. El menor se sentó frente a él apoyó sus rostro entre sus manos mientras ladeaba el rostro con una sonrisa divertida. Young Bae le miraba atentamente, sin saber qué hacer.
-Intento escribir alguna letra –el menor suspiró. –Pero no creo poder mostrártela. Claro que quiero que me ayudes en este campo, pero me da tanta vergüenza mostrártelas, que prefiero esperar a cuando escriba algo decente para enseñártelo.
Young Bae lo escuchó a medias, veía su boca moverse y su voz hablar, cualquiera de las dos, era una electricidad recorriendo su cuerpo. ¡Debía calmarse!
-Ya veo… -El menor sonrió.
-Sabes, me pregunto si eres un hombre de pocas palabras o si soy yo el que habla mucho –reconoció Seungri. –Sea lo que sea, haré que hables un poco más, me siento ignorado si hablo mucho y tú sólo dices dos palabras cada vez que te veo.
El menor se rió fuertemente y se puso de pie. Bae pensó que dejaba de respirar y le siguió con la mirada. El chico había hablado con tanta confianza y por lo que entendía de su última frase, iba a seguir hablándole, ¿no?
-Nos veremos luego –El menor paró antes de salir por la puerta. –Por cierto, si vas a fingir que trabajas, por lo menos prende la computadora…
El menor se rió y salió de la sala.
¡Estúpido! ¡Estúpido! ¡Estúpido! ¡Estúpido! ¡Estúpido! ¡Estúpido!
Ji Yong tenía razón, él estaba jodido, y Seungri sí era muy inteligente, audaz y bueno para bromear. Se maldijo por ser tan tonto y descuidado.
-¡Young Bae!
El moreno salió de su trance cuando la puerta del estudio se abrió y vio entrar a su mejor amigo.
-Sabes, estoy comenzando a pensar que esa persona debe ser mucho más importante que tu madre como para tenerte en la luna todo el santo día.
-Ja ja, que gracioso. Ya dime qué quieres. –Young Bae se pasó con rapidez sus manos por su rostro como queriendo despertar.
-Yang quiere que veamos la práctica de los nuevos. ¿Vienes, no? –El moreno se puso de pie casi al instante en que su mejor amigo le dijo aquello. Claro que iría, no se lo perdería por nada.
Se adentró con sus compañeros a la sala de prácticas de YG y se sentaron. Ji Yong se cruzó de piernas y observaba muy seriamente todo, como si fuera el jurado, cosa que a Young Bae le causó risa. Él sólo se dejó caer sobre la banca y miró al frente. Sus ojos simplemente fueron hasta Seungri, y es que desde que lo vio por primera vez no había podido quitarle los ojos de encima. De hecho, sería un milagro si no pensara en él por lo menos cinco minutos del día. Estaba loco, quizás por fin había perdido la cabeza. Ese chico debía tener algo, porque le había hecho perder la maldita razón. El menor le miró, Young Bae quiso golpearse y desaparecer, se sentía realmente muy avergonzado de haber sido descubierto mirando al menor, pero para su sorpresa Seungri sólo le sonrió.
Maldición, maldición, maldición, maldición, maldición, maldición
Su corazón latía mucho y pensaba que su cara estaba roja como tomate. Tenía que comenzar a controlar sus emociones.
El presidente Yang observaba en una esquina de la sala. El grupo de chicos comenzó a moverse apenas la música comenzó, el silencio se hizo para poder asimilar mejor todo lo que sucedía, y Young Bae todavía no podía despegar sus ojos del menor.
Young Bae abrió sus labios a la par cuando se dio cuenta que el menor bailaba demasiado bien. El chico tenía movimientos muy limpios y buenos, de hecho, si él no fuera tan bueno en el baile, pensaría que era mejor. Ok, eso había sonado muy ególatra. Sintió que alguien le daba un golpecito y miró a su lado.
-Te hace la competencia. –Ji Yong se rió. Young Bae sin querer sonrió mirando al menor. –Deberían bailar juntos para comprobarlo.
El moreno inmediatamente miró hacia otro lado, sabía que se estaba poniendo rojo como tomate de nuevo. Esto era malo, Seungri le gustaba más de lo normal.
La práctica pronto terminó y con ello Yang dijo algunas palabras, como siempre dijo que tenían mucho talento y que lo hacían bien, pero que aún les faltaba. Todos sabían que no les faltaba casi nada, pero al presidente le encantaba decir que sí para que se esforzaran mucho más. Algunos de los chicos se fueron y otro se quedaron conversando en la sala. Young Bae no sabía exactamente qué hacer, ¿debía decirle algo?
-¡Mi panda, eres el mejor! –Ji Yong abrazó a Seungri de manera efusiva. El moreno no pude evitar mirar la acción de cariño y un sentimiento de molestia con su mejor amigo le invadió.
-Luego vas y le dices lo mismo a Taeyang. –Daesung se rió y entonces Young Bae prendió todos sus sensores cuando escuchó su nombre. Su mejor amigo y el chico que le gustaba le miraron y él realmente quiso desaparecer.
-Pues, los dos bailan muy bien. –Ji Yong miró a su mejor amigo y luego al menor. –En serio, Ri, cuando te digo que Bae es el mejor cantando, es cierto. Y cuando te digo que es el mejor bailando, también es cierto.
-¿En serio? –Young Bae sentía su corazón latir mucho. El menor le miraba medio sonriendo.
-Pues, tú bailas muy bien a decir verdad… -el moreno se acarició su nuca mirando hacia el piso. Odiaba mostrarse tan tímido, pero es que estaba más cohibido imposible.
-Ya te dije, Ri, cuando necesites, ve con él. –Ji Yong le sonrió al menor. –Además, es mi mejor amigo, así como yo te cuido a ti, estoy seguro que él también cuidará de ti si necesitas.
Young Bae se sentía algo molesto. Le gustaría él tener tanta confianza como para decirle “Ri” como lo hacía Ji Yong. Le gustaría ser tan cercano como para cuidar al menor sin la necesidad de que su mejor amigo lo dijera. Maldición, ¿se estaba enojando con Ji Yong por eso?
Sintió que alguien hacía ruidos a su lado. El moreno salió de su trance y entonces miró a su mejor amigo con el cual ahora se sentía algo incómodo sólo por ser cercano al menor. Y eso era estúpido, porque él ni siquiera había tenido una conversación realmente con Seungri. De verdad estos sentimientos le estaban matando. Young Bae miró a Ji Yong, este le sonrió.
-Estás en tu mundo de nuevo, ¿nunca me dirás quién es? –Young Bae sintió que todos sus mecanismos de alerta en su cuerpo se prendían. Instantáneamente miró al menor, este miraba curioso, pero no dijo nada. –Vale, dímelo cuándo estés listo, pero dímelo. No me dejes con la intriga de saber quién te tiene en las nubes.
-Yo no he dicho que me tuvieran en las nubes… -Young Bae se quería morir. No quería que el menor pensara mal. No quería decirlo tampoco. En estos momentos odiaba más a Ji Yong que antes.
-Sí, claro. Como si fuera normal andar todo el día con cara de idiota pensando-
-Ji Yong. –Su mejor amigo le miró. Seungri también le miró.
-Debemos seguir con las prácticas, ya hemos tomado mucho descanso. –Young Bae agradecía eternamente a Daesung por interferir.
-Dae tiene razón. –TOP se acercó y entonces Ji Yong se dio la vuelta. Miró a los demás unos segundos y luego hizo un gesto con su mano para que se fueran.
-Adelántense. –Los demás comenzaron a caminar, el moreno por su parte quedó mirando a su mejor amigo. –Anda, Bae. Ya después voy yo. Necesito hablar algo con Ri.
Young Bae quiso tomar a Ji Yong del brazo y llevárselo con él, pero no tenía una excusa normal para aquella acción, así que sólo se mordió el labio inferior con enojo y salió de la habitación.
Ji Yong se aseguró de que no hubiera nadie y entonces miró al menor. Seungri le miró con el ceño fruncido, no tenía ni idea de qué sucedía con su Hyung.
-¿Por qué los has echado?
-Porque quiero pedirte un favor –Seungri frunció el ceño. No le gustaba eso.
-¿Qué gano yo a cambio?
Ji Yong sonrió. El Maknae era inteligente, podría convencerlo si es que le daba lo que le pedía. Siempre que fuera algo que pudiera darle y que no se pasara de los límites, todo estaría bien.
-¿Qué quieres a cambio?
Se mantuvo el silencio unos momentos, ambos se miraban como desafiándose.
-Te diré cuando lo necesite.
-Mmm… -Ji Yong sabía que en algún momento tendría que devolverle un favor al Maknae, en el momento en que lo necesitara y tendría que hacerlo aunque no quisiera. –Está bien. Haré lo que quieras cuando tú lo pidas. Pero es un solo favor, y lo haré sin importar qué sea.
-Bien, estamos a mano –el Maknae le miró cuidadoso. Ji Yong lo sabía. Seungri no era su amigo por nada, Seungri era astuto. -¿Qué es lo que quieres de mí?
-Necesito que me ayudes a parecer cercanos.
-Ya somos cercanos.
-No cercanos así –Ji Yong se acercó al menor y le miró seriamente, arqueó sus cejas. –Tenemos que parecer cercanos, en todos los sentidos.