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El príncipe mestizo por CielTrancy

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Notas del capitulo:

Hola nuevamente:

Aquí les traigo el nuevo capítulo, he tenido algunos problemas para escribirlo ya sea por detalles  o a causa mía, espero recuperar mi ritmo y mejorar mi nivel de escritura para presentarles algo cada vez mejor.

Gracias por comentar:

Fer: Hola. Gracias por darte un tiempo y comentar, no sabes lo mucho que significa para mí y mil gracias por ser paciente conmigo. 

Espero que les guste el capítulo.

Eso es todo.

Capítulo 21: Calma incierta.

 

 

Un dominante o un submisivo despierta a los 15 años, en raras condiciones la transformación se adelanta o sufre un retraso.

 

Suele suceder que, en ocasiones de estrés considerable ciertas características pueden aflorar, ciertos indicios de lo que sería una transformación completa.

 

Su mano tiembla  y el rojo que se desprende provoca un dolor placentero, mira hacia abajo y nota cómo las garras están enterradas en su piel, cuatro  de ellas hundidas en su palma.

 

¿Cómo? ¿Cómo se supone que las haga desaparecer?

 

Los demás suelen llamarlo cobarde, pero es el miedo quien lo salva, las garras se retraen y nuevamente puede ver sus uñas impecables e inmaculadas.

 

Sus uñas están bien, su mano es diferente.

 

Metió la mano en su bolsillo para luego sacar el pañuelo que le entregó su madre, restregando la tela contra su palma, manchándola en el proceso y desapareciendo el desperfecto.

 

Harry y Nott son compañeros, llamarlos amigos sería demasiado, resulta difícil encontrar personas de confianza en su casa. Ellos forman alianzas, forman grupos que les ayudarán a obtener ciertos beneficios, son uniones que resultan convenientes.

 

La compañía sólo necesita ser tolerable, pero sí beneficiosa.

 

El beneficio puede darse de diferentes maneras, protección, prestigio, poder, placer.

 

Das y recibes algo a cambio.

 

“Un primer año diría, a cambio de qué…”

 

Harry no necesita ayuda con las materias, al menos no que él conociese.

 

No interviene tanto como Granger, pero bueno. Nadie desea tanto la aprobación como ella, nadie desea tanto luchar contra lo inevitable.

 

Los Potter no gozan de una buena reputación, a su madre no le gusta mencionar el tema frente a su padre.

 

Los ojos de su madre se tiñen de nostalgia cuando habla de su familia.

 

“Mi tía Dorea es una bruja admirable pese a lo que otros puedan opinar”

 

Nadie habla sobre lo que sucedió, nadie quiere recordarlo, lo único que él sabe es  que James Potter fue la raíz del problema.

 

Él se enteró cuando su padre lo atrapó hablando de Dorea y Harry.

 

James Potter arruinó a su familia, un desliz suyo contaminó la sangre que por tantos años se había preservado condenándolos al escarnio público y al casi completo ostracismo en el que vivían.

 

El deber de un portador era honrar a sus antepasados trayendo un heredero a su familia.

 

Su padre y los otros temían desaparecer y sus preocupaciones estaban fundadas, sus números disminuían lentamente con el pasar de los años, a este punto casi todos estaban emparentados en algún nivel.

 

No era de conocimiento común, pero estaban muriendo, el futuro no era prometedor.

 

Magos como Nott que con el pasar de los años a pesar de sus muchos esfuerzos perdían sus rasgos  hasta desaparecer completamente. Sólo nacían débiles.

 

El hijo de Theodore sería un mago común.

 

Harry era una anomalía, un mestizo en todo el sentido de la palabra. Él le hacía actuar de forma peculiar y le causaba molestia cuando el aturdimiento pasaba.

 

Madre decía que estaba creciendo que su cuerpo atravesaba cambios, seguramente a eso se debían esas ideas extrañas.

 

Quizás el asunto de Potter tendría el mismo fin que su otro desliz.

 

—Malfoy ya debe estar dentro del tren.

 

Los ojos de Nott lo observaban a través del vidrio de la puerta del compartimento.

 

Nott con un glamour en el rostro, la comisura de sus labios se alzó mostrando una sonrisa burlona.

 

Toda duda desapareció de su interior.

 

—Es un gusto verte Nott.

 

—Supongo.

 

Nott ingresó con Harry detrás suyo  para luego tomar asiento frente a él mientras Harry acomodaba sus pertenencias en el compartimiento superior.

 

Harry se veía diferente.

 

“Harry, la sangre sucia de tu madre se empieza a mostrar en ti”

 

Quería decirlo, pero el asunto con la bruja de Ravenclaw aún pesaba en su mente, él no actuaría tan impulsivamente.

 

—Harry, ¿no piensas agradecerme por guardarles un lugar? —se burló—  Nott es un caso perdido ¿pero tú tienes modales, no?

 

Nott lo miró con cólera, no era su derecho defender ni reclamar.

 

Harry sólo lo ignoró.

 

Lo vio acostarse sobre la mitad restante del asiento, apoyarse contra la ventana y ¿acurrucarse?

 

— ¿Harry, estás bien?

 

Su comportamiento era tan extraño que el enojo que lo embargó al ser ignorado desapareció.

 

—Sí, sólo estoy algo cansado.

 

Nott observó a Harry y no por primera vez le molestó el comportamiento complaciente de Harry hacia Malfoy.

 

—Deberíamos descansar, podremos hablar todo lo que desees cuando lleguemos a Hogwarts.

 

A veces solía cuestionarse por las pobres decisiones que tomaba, quizás lo más prudente era alejarse.

 

Su expresión se endureció, el anillo pesaba en su mano.

 

 

 

 

Los pasillos estaban repletos de estudiantes que intentaban ubicarse, ir a sus habitaciones o dirigirse al gran comedor chocando varias veces entre ellos debido a la prisa.

 

Caminó junto a Theo hacia el gran comedor, las enormes puertas estaban abiertas, la decoración en perfecto estado para impresionar a los de primer año, pero había algo diferente en la amplia estancia.

 

Este año escolar se sentía diferente a los anteriores.

 

 

 

31 de octubre de 1994.

 

Los eventos de importancia suelen ocurrir sin que nos percatemos, los tratos pecaminosos suelen darse a puerta cerrada.

 

El acto ante cámaras, protocolar, milimétricamente planificado, elaborado para los ingenuos ojos del público no puede diferir más de su antecesor.

 

En público frente a los ojos de los diferentes  estudiantes y los susurros que llegan a los padres como una versión única y exclusiva, frente a los periodistas y los flashes de las cámaras, Marvolo Slytherin corresponde a la sonrisa del director y su apretón de manos.

 

Pocos están interesados en saber, ojos avezados en las sutilezas ven con cierto morbo la escena.

 

La cámara se encarga de inmortalizar este momento que en el día de mañana acompañará al titular en la portada del profeta.

 

 

“EL MINISTRO MÁS JOVEN DE LA HISTORIA, MARVOLO SLYTHERIN JUNTO AL DIRECTOR DE HOGWARTS, DUMBLEDORE”

 

Notas finales:

Déjenme un comentario, crítica o si tienen alguna duda, voy a estar feliz de responderles.

Comenten.


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