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Los Hijos de la Oscuridad. por mariangel chan

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Notas del capitulo:

Hola!!! ¿Cómo están? Espero que de un humor de unicornios vomitando arcoíris, después de ver el primer capitulo de Junjou Romatica 3 TT_TT por fin podre ver a mi pareja Egoísta (Nowaki  /(*¬*)/ tanto tiempo TT_TT)

 

Muchas gracias a los que me leen y a los comentarios ya que son los que me levantan el ánimo en mis días oscuros, En serio, son los mejores.

 

Bueno iniciando primero con las miles de disculpas… en serio lo lamento se que dije que el cierre de semestre  tardaría dos semanas, pero en realidad tardo mas y se me hizo imposible publicar, hasta ahora es que puedo… Ya que estoy de vacaciones tendré todo el tiempo libre y comenzare adelantar los capítulos.

 

También quiero pedir disculpas ya que tampoco he tenido tiempo de responder sus comentarios, pero ya comenzare pronto. Muchas gracias.

 

Bueno estamos en la segunda parte de esta historia y aquí verán el mundo oscuro de la gran mayoría de los países, aquí tratare de abarcar los temas mas habituales según vaya desplegándose los capítulos. Quiero advertir que en el siguiente capitulo abra información real.

 

Por ahora no digo más y los dejo en paz. Aquí  el capitulo 12 de “Los Hijos de la Oscuridad” que lo disfrutenJ.

 

Saludos y Cuídense.

 

Capítulo 12: Los niños de la calle.

 

 

“Cada año la economía de algunos países subdesarrollados va en decadencia, las necesidades básicas van en aumento y mas familias se suman al mas bajo estatus social, lo que provoca que las entradas de ingreso económico sean de su vergüenza.

 

Entre muchos trabajos donde el capital llega con facilidad tenemos a la prostitución una querida amiga que va de la mano tanto del sexo como del dinero, lujuriosa, seductora, engañosa y adultera. Esta palabra se define en algunos diccionarios enciclopédicos como el comercio sexual que una mujer hace por lucro de su propio cuerpo, también se define como la vida y acciones de una prostituta a la cual se le designa a una mujer de mala vida. Existe el termino prostituto que abarca el genero masculino, y allí llegamos a una palabra como lo es “travesti o travestido” que es una persona que se viste con la ropa propia del sexo contrario y es otra forma de ganarse la vida para los homosexuales. Bien si debemos saber de igual manera, la persona implicada en ésta actividad puede estar obligada a ello mediante engaños o extorsiones de diferentes tipos.

 

En su etimología el término prostitución proviene del latín prostituere, que significa literalmente ·exhibir para la venta·. La palabra mas conocida en los países de habla hispana para referirse a una prostituta es puta, palabra que conlleva una fuerte connotación despectiva, algunos ejemplos serian: España (Chapero- prostituto joven y gay) República dominicana (Cuero) México (trata de blancas y lenocinio- la explotación del comercio sexual y trabajo sexual) O en Venezuela (Puta o zorra)”

 

  • Deidara: Es un joven de 18 años, conocido en los bajos mundo como María: Una mujer rubia, ojos azules y excelente silueta. Comenzó sus servicios por la idea de ganar dinero rápido y afrentar con gran facilidad su homosexualidad, desde pequeño fue abandonado  por su madre que años después murió alcoholizada, enfrentándose así a las pruebas viles de la calle: Ser golpeado, violado, secuestrado desde los cinco años. De su padre nunca supo. Al cabo de un tiempo que comenzó a trabajar de mesero en un restaurante era constantemente abusado sexualmente por su jefe, su desesperación y frustración era tan grande que decidió suicidarse, cuando estaba a solo segundos de tirarse de un puente lo rescataron un par de chicos.

 

            Un par de ojos pequeños parpadeaban sin poder creer lo que miraban. Se habían dejado arrastrar por aquellos adultos sin importar consecuencia alguna, la curiosidad los pudo vencer. Al cabo de unos minutos que comenzaron a caminar, el ambiente se torno pesado, oscuro y desesperante, a ambos les invadió una tristeza y unos fuertes deseos de correr… Todo era tan diferente pero a la vez cercano a sus vidas…

 

            Cualquier persona que se acercara por esos lugares no se lo creería, hasta se suicidaría por sentirse tan mala persona. No existían palabra alguna para su descripción pero los niños se imaginaban un agujero negro putrefacto que no tenía fin. Era increíble el cambio tan drástico que sufría esa parte de la cuidad, hace unos minutos caminaban por el bosque lleno de vida y lleno del color verde y ahora solo observaban muerte, cadáveres vivientes y toda la injustica del mundo. Era otro mundo situado a lo lejos de la ciudad, un mundo donde la vida no contaba, un mundo deplorable, en la miseria, en el vacío de la nada, en la incertidumbre de la verdadera existencia de un Dios…

 

            “Luego de caminar por un tiempo en el bosque, muy alejados de las edificaciones se encontraban unas cañerías muy grandes. Para la década de los 80 y 90 fueron de gran utilidad para la comunidad, sin embargo con los cambios de autoridades municipales, las corrientes de aguas negras se removieron de forma que ayudara con el medio ambiente. Con el tiempo ese lugar pasó a ser un basurero, el hogar de indigentes que se tiraban a morir y algunos niños que buscaban un lugar para no ser expuestos a la policía. En el 2004 se había proliferado la llegada de niños entre las edades de 6 a 15 años afectando el nivel de pobreza en el país, las autoridades mayores gubernamentales para maquillar la situación delante de la comunidad ignorante mandaban a limpiar, por así decirlo, ese lugar, ya para el 2007  los niveles volvían a bajar”

 

            Deidara agarraba de los brazos a ambos que miraban con lastima a su alrededor: Niños durmiendo en cajas o sobre bolsas, algunos dándose un poco de calor con un fuego que salía de un bote de basura, otros peleaban por un trozo de pan, arañándose, golpeando, mordiendo hasta casi quedar inconscientes, otros estaban sentados llorando, mientras otros aspiraban y exhalaban de una bolsa para apaciguar su hambruna, otros consumían y algunos solamente miraban a las persona que pasaban como si fuera su presa.

 

-¿Dónde estamos?- Naruto mantenía sus ojitos  fijos.

 

-En el hogar de los miserables-

 

-¡Deidara!- Regañó el rojizo -Aquí se resguardan los niños que han tirado a la calle-

 

-¿Por qué nos trajeron aquí?- Preguntó Sasuke con altanería.

 

-No tienen a dónde ir, así que este lugar les servirá de refugio.

 

-¿¡A esta porquería le llamas refugio!?-

 

-No tienes comida- Un pequeño como de unos cinco años jalaba de la camisa de Naruto, Sasori se acercó y sacó de su cartera un trozo de pan, el niño lo tomó mientras sus ojitos brillaban.

 

-¿A dónde vamos?- ya habían pasado varios minutos.

 

-A dónde vivimos, un poco cerca de las montañas-

 

-Mejor vámonos por el bosque- Recomendó Sasori -No quiero que el sector infectado nos agarre-

 

-¿El sector infectado?-

 

-Si lo que vieron les pareció horrible, más adelante les parecerá peor. Así que les hago un favor desviándonos-

 

-Allí están los jóvenes que viven para las drogas, sida y esquizofrenia- Naruto quiso preguntar qué era lo último pero decidió hacer silencio y seguir a los mayores. Más adelante los cuatro se desviaron.

 

            El silencio de los cuatro era abrumador, al cabo de unos cuantos arboles bajaron de nuevo encontrándose otra vez con el camino sin fin, la diferencia era que estaba amaneciendo, el sol latía tras las montañas… Algo hermoso de admirar y lo único bueno en ese lugar.

 

              Siguieron caminando hasta que comenzaron aparecer cajas y ramas que hacían forma de unas casitas con niños que dormía bajo de ellas. De la nada apareció un joven alto de cabellos negros largos, ojos del mismo color y unas bolsas negras debajo de sus ojos.

 

-No saben la alegría que me da verlos- habló con dulzura, le dio la mano a Sasori y abrazó a Deidara, no sin antes concentrar la mirada en el par de niños que tenían sus miradas perdidas  -Hola ¿Cuales son sus nombres?- Sonrió mientras bajaba el torso a sus alturas.

 

-Soy Naruto- Sonrió el rubio, miró a su amigo que ya había cruzado sus brazos y le dio un codazo entre las costillas, este lo fulmino con la mirada para luego suspirar

 

-Sasuke-

 

-Mucho gusto, mi nombre es Itachi- Ofreció la mano a ambos de la cual solo el mas pequeño se la dio.

 

-Son niños del dolor- Susurró Deidara al oído de Itachi.

 

-Deben tener muchas dudas- Comenzó con su discurso. -Todos los niños que ven a su alrededor son como ustedes, hasta nosotros también, en este lugar todos somos como una gran familia; nos ayudamos y cuidamos uno al otro…-

 

-¡Naruto nos vamos!- Jalo del brazo al pequeño.

 

-¿No estás escuchando o eres sordo? este lugar es una familia, este lugar nos entiende- Se soltó con fuerza. -Sasuke por favor, es un refugio perfecto-

 

-Y muy expuesto a que nos atrapen, además podemos conseguir algo mejor-

 

-Lo dudo, Sasuke tú me prometiste…..-

 

-Solo busco nuestra seguridad-

 

            El amanecer se ilumino en lo alto de las montañas, dándole la bienvenida al calor acogedor del nuevo día. Los pequeños seguían durmiendo mientras los más grandes se levantaban para irse a trabajar y otros llegaban. Itachi los recibió con una gran sonrisa y les daba un abrazo, los jóvenes con caras tristes informaron que la venta de rosas esa noche no les había ido muy bien, Itachi en un papel de padre les dijo que no se preocuparan y los mando a descansar.

 

            Deidara llevaba rato escuchando la discusión de los niños que trajo y comenzaba a arrepentirse por lo ruidosos que eran, suspiro y se fue para descansar de esa agitada noche. Sasori hizo lo mismo dándole la responsabilidad al mayor de la situación, el azabache quiso detenerlo pero se le escapo. Naruto llevaba rato tratando de razonar con su amigo, debía hacerlo entender que ese era un buen lugar, mucho mejor al que vieron al principio… Era su única y mejor opción.

 

-Sasuke porque no nos das una oportunidad- Itachi se acerco a ellos hablando con ternura.

 

-Si, prometo que me iré contigo si luego no te gusta el lugar- El rubio curvo su boca en un puchero infantil y este solo lo miro – No seas amargado-

 

-No seas un niño-

 

-Cuantas veces tengo que decirte que soy un niño- reclamo, el azabache menor acepto con mal humor. Itachi alegre de que por fin el niño amargado aceptara les dio la bienvenida y comenzó a mostrarles el lugar. En si ese espacio consistía en una canal ancho y largo cubierto de cemento que terminaba al pie de una montaña a unos kilómetros, en los costados habían casas improvisadas con palos, cajas, y palmas eran lo suficientemente espaciosa como para cuatro niños la mayoría cubiertas por telas sacada de la basura, obviamente la decoración de los potes quemados que otorgaban calor por la noches, y lo mas bonito de ese lugar era el gran arbusto de rosas rojas que estaba junto a las montañas.

 

            Itachi mientras caminaban por el lugar explicaba que los más grandes decidían trabajar para aportar dinero y así facilitar la compra de los alimentos diarios, al igual que solo unos pocos que tenían formación académica ayudaban a los pequeños, a leer, escribir, sumar y restar. El trabajaba  en las mañanas en un supermercado como ayudante para bajar la mercancía de los camiones, en las tardes de mesero en un restaurante y parte de la noche y en una tienda. Así que casi no lo verían, pero esa mañana la tendría libre.

 

-¿Eres el jefe?-

 

-Yo no me consideraría así, todos aportamos en algo… y bueno yo solo trato de que todos se sientan a gusto-

 

            Luego de un rato, Itachi propuso buscar algunos troncos y palmas para construir el techo de sus nuevos niños, luego de un par de horas volvieron al canal con todo lo recolectado. Deidara levantaba a los niños informando que el desayuno estaba listo, poco a poco una fila se fue formando al frente de una mesa cerca de una casa improvisada pero que era un poco mas grande, el azabache les explico el sistema de las comidas y se fueron a formar, niños de todas la edades daban los buenos días al igual que Naruto que ofrecía su mejor sonrisa, Sasuke solo se limitaba a observar a su amigo pensando en lo irónico.

 

            Como era posible que esos niños fueran tan amables cuando estaban viviendo en condiciones lastimosas, como era posible que aun se le observara un brillo y un rastro de inocencia en sus ojos cuando fueron abandonados o maltratados. Un ejemplo era Naruto, el siempre ofrecía sonrisas a todos, cuando su vida fue una verdadera porquería, gracias a esa sonrisa tan cálida es que el mantenía paz en su interior ¿Pero porque? ¿Por qué sonreír?

 

            Un pedazo de pan relleno con un poco de queso y un vasito de limonada era el desayuno de esa mañana.

 

-Es poco lo se pero…-

 

-¡No!- se apresuro Naruto – Muchas gracias y disculpe las molestias causadas- “Naruto porque mantener esa amabilidad cuando la vida a sido injusta contigo” pensaba Sasuke en silencio.

 

-¡Chicos nuevos! Expreso con entusiasmo exagerado un chico de unos diez años con cejas enormes y corte de pelo en forma de hongo –Mucho gusto mi nombre es Lee- agito la mano de ambos niños -¡NEJI! Ven a saludar- se fue a buscar al mencionado, Itachi formo una sonrisa.

 

-Ese chico siempre me hace reír- disimulo su burla –Lee tiene cinco años con nosotros, al igual Neji que fue salvado de las bandas de narcotraficantes por el- se sentó en el suelo al igual que todos los demás para comenzar a desayunar.

 

-¿Banda de narcotraficantes?-

 

-Algo muy común en el sur de la cuidad: Los niños de la calle son reclutados por estas bandas, que les  inyectan heroína para volverlos adictos y así buscarles una excusa, además les dan armas ligeras para su protección. Los chicos son utilizados como correos de la droga entre compradores y vendedores, obviamente que les pagan con porciones de su adicción… Tardamos mucho tiempo en recuperar la salud física y mental de Neji, tenemos que darles las gracias al centro de rehabilitación donde estuvo internado ¡Claro! Tuvimos problemas porque era menor de edad y no tenia representantes, pero aquí lo tenemos- un chico de ojos lila y cabellera marrón larga se fue acercando por el arrastre de su amigo aparentaba tener unos quince años pero en realidad tenia nueve.

 

 

-Buenos días ¿Cómo te sientes hoy Neji?- la voz de Itachi sonaba a la de un padre amoroso –Deidara me dijo que no comerías hoy- el chico solo se limito a mover la cabeza en forma de respuestas, Itachi suspiro y termino su comida.

 

            Luego de que los chicos terminaran de comer, el azabache les dijo que comenzaran a construir el techo antes de que el se fuera. Al cabo de un buen tiempo cuando el mayor terminaba de amarrar los palos, noto a un pequeño niño que estaba a escondidas “Kiba” pensó, volteo su mirada a los chicos e iba a correr para atrapar a Kiba pero ya era tarde. El escondido se había tirado a dar golpes como loco contra Sasuke.

 

-¡TE MATARE! ¡ME VENGARE MALDITO!- gritaba mientras daba grandes golpes, Naruto trato de quitarlo pero en el acto recibió un gran golpe en la cara partiéndole el labio… Luego todo pasó muy rápido… A Sasuke se le apagaron las luces de la razón. Su mirada se volvió tétrica y oscura.

 

-Sasuke…- el rubio poso una mano en el hombre de su amigo –Estoy bi…- Era muy tarde. Tomo al pequeño agresor y lo sacudió contra el suelo con una fuerza sobrenatural, un chillido de dolor salió del conocido Kiba, muchas patadas fueron a llegar en toda su cara que derramaba un liquido rojo… Sasuke sonrió con placer al recordar dicho elixir que mantenía al cuerpo con vida y como a muchos les quito eso preciado… la sangre… la sangre, recordó la sangre ajena que el mismo buscaba para calmar su dolor, la extrañaba tanto.

 

            Quería mas… mas… mas dolor por parte de su victima, quería escuchar esas suplicas, suplicas que llenaban sus oídos de satisfacción. Agarro al chico de los cabellos arrancándolos en el hecho, otro grito… “Que delicia” pensó la bestia llamada Hebi.

 

-Lo siento padre,  no lo volveré hacer… perdóname- lloraba desesperadamente la victima.

 

-¡Sasuke detente!- Itachi intento separar al chico de Kiba pero le resulto imposible, su fuerza era inmensa. El rubio corrió, si no hacia algo rápido terminarían por matar al pequeño, empujo a su amigo que cayo al suelo.

 

-¡DETENTE!- le grito, tomo al mas pequeño cubierto de sangre y sofocado del llanto entregándoselo a Itachi. Sasuke bufo cuando su amigo se puso delante de el –Por favor…-

 

-¡QUITATE!- gruño.

 

-No- se mantuvo firme, si nunca le tuvo miedo a Hebi porque le tendría miedo ahora.

 

-Si así lo quieres- tomo impulso comenzando a correr hacia el pecho del rubio, este rápidamente se planto en el suelo, agarro a Sasuke por los brazos y recibió el impacto no sin antes deslizarse un poco. Aprovecho el agarre para tirarlo, pero el otro fue más rápido y metió un pie provocando que este cayera, allí lo agarro del cuello de la camisa para tener mas accesibilidad de meterle una gran mordida. Naruto apretó los dientes aguantando el dolor, Itachi de un empujo los separo.

 

-¿Estas bien?- ayudo a levantar al menor.

 

-Si, pero hay que volver a Sasuke a la normalidad- Hebi aprovecho esa oportunidad para sacar la pistola que siempre guardaban dentro de su pantalón y apunto en la frente del mayor, este se sorprendió volviendo sus pupilas profundas, inmediatamente y con agilidad mando a volar la pistola de una patada.

 

            Se levanto tomando a Sasuke, enredando con ambas manos su cuello. Sintió las inútiles tragadas del chico y por un momento recordó todo su pasado, volviendo en si esa maquina destructora que tenía sed de venganza y odio… Habían pasado tantos años que solo mantenía recuerdos vagos… lo tenia bajo su merced, haciéndolo sonreír con malicia y aun mas cuando el pequeño trataba con todas sus fuerzas de apartar sus cadavéricas manos de el “Que inútil”… Lo estaba ahorcando y sentía gran emoción al ver como poco a poco el rojo de sus mejillas se iba perdiendo. Ahora mismo su cordura estaba encerrada queriendo salir desesperadamente ¿Cómo podía esconder su verdadera naturaleza?

 

“Es completamente estúpido que trates de aparentar cosas que no eres, es idiota que rías cuando cargas un gran peso encima, es idiota querer ayudar cuando en el pasado traicionaste… Deja esa mascara Itachi”

 

            Aplico mas fuerza, para terminar con aquello, si el lo deseaba en ese momento acabaría con su miserable vida. Respiro hondo, sus pulsaciones estaban aceleradas mientras calculaba los segundos que le quedaban de aire al pobre niño. Los papeles se habían invertido ahora la victima era Hebi.

 

-Tus ultimas palabras- su voz ya no era dulce y paternal se había vuelto fría y aterradora.

 

-¡ITACHI BASTA! ¡REACCIONA!- Deidara apareció de la nada corriendo hacia ellos      – ¡NO LASTIMES! ¡HAY GENTE QUE TE AMA! ¡YO TE AMO!- El mencionado lo soltó, al instante Sasuke comenzó a toser y a buscar aire, Naruto se tiro al suelo y lo abrazo con gran anhelo, este solo lo miraba confundido.

 

-Sasuke…- junto su mirada azulina con la de el, inspeccionando de que estuviera normal     –Volviste-  el acaricio su mejilla donde observo que en sus labios sangraba.

 

-Sigo siendo peligroso Naruto- alzo sus manos pálidas decoradas con rojo, se levanto enojado –No puedo estar ni un minuto mas contigo o yo te…-

 

-Cállate- lo abrazo –Me insultas Sasuke, piensas que soy débil, que no puedo defenderme. Recuerda que yo era Kyubi-

 

-Me refiero a que…-

 

-Cállate de una vez, prometiste que estaríamos juntos. No puedes dejarme- Sasuke quiso replicar pero se dejo vencer por esa persona que hacia que su corazón se acelerara. –Veras como todo estará bien y te curaras-

 

-Esto no tiene cura- los niños que se encontraban abrazados miraron a la otra pareja, Itachi tenia una mirada fría mientras Deidara lo miraba con ojos llenos de tristeza. El azabache bufo y tapo su rostro con la  palma –Deidara por favor carga a Kiba hasta la casa para curarlo, fui irresponsable al olvidarme de su problema-

 

-¡Oye! ¿Qué quieres decir…-

 

-¿Están bien?- interrumpió, el rubio asintió –Sasuke en verdad discúlpame yo…yo- no podía hablar, no sabia que decir sin que se le quebrara la voz.

 

-Disculpen a Itachi niños, el esta un  poco cansado. Ven amor- lo tomo de los hombros y lo obligo a caminar –Los veremos mas tarde- alzo a Kiba y ambos se fueron caminando hasta la casa que era mas grande. Los otros quedaron confundidos por la actitud del mayor.

 

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            Un poco alejado de las cañerías se encontraban dos niños corriendo por sus vidas, habían logrado escapar de ese lugar sofrió y oscuro, pero no se esperaban que los dueños se dieran cuenta de sus ausencias tan rápido… tenían que sobrevivir a esto…

 

-¡Ino por aquí!- se metieron por un camino súper estrecho.

 

-Sai tengo mucho miedo- se apretó a el.

 

-Yo también, pero no permitiré que mas ningún hombre te vuelva a tocar- al final del camino se encontraron con el bosque, y no dudaron en comenzar a correr para adentrarse a el –Hare cualquier cosa por nuestra libertad-

 

“La prostitución de menores es frecuente en muchos países de renta baja que se han convertido en destino preferente del turismo sexual”

Notas finales:

 

Bueno hasta aquí el capitulo, espero que lo hayan disfrutado. Cualquier duda que tenga me la hacen saber inmediatamente.

 

Como siempre estoy abierta a críticas, observaciones u opiniones.

 

Nos vemos el próximo martes.

 

Paz y Besos Mariangel J


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