Capitulo 16: Niños psicóticos.
“A su vez de dar una gran información para la esperanza de la evolución humana como son los Niños Cristales, existe una enfermedad que lamentablemente nuestro niños se ven afectados, a pesar de que las posibilidades sean bajas siempre es riesgoso que tu hermanito menor sufra de esto.
La esquizofrenia es un trastorno mental que afecta al 1% de los habitantes. La esquizofrenia que aparece antes de los 5 años de edad tienen rasgos extremadamente comunes con el autismo, y solamente se puede dar un resultado eficaz con la aparición de síntomas psicóticos. Es prácticamente imposible distinguir una esquizofrenia de un autismo, solamente quedará esclarecido con el paso del tiempo.
A partir de los 5 años, el diagnóstico diferencial se va esclareciendo con la presencia de síntomas psicóticos (alucinaciones, delirios entre otros). Una señal de que el niño sufra de dicha enfermedad es por su comportamiento que varia lentamente con el tiempo…Por ejemplo: los niños que disfrutaban relacionándose con otros pueden comenzar a mostrarse tímidos y retraídos, como si vivieran en su propio mundo. A veces, comienzan a hablar de miedos e ideas extrañas, pueden comenzar a aferrarse a sus padres y a decir cosas que no tienen mucho sentido. La esquizofrenia se puede dividir en cuatro tipos: La paranoide, catatónica, hebefrenica y la indiferenciada, en esta ultima entran los paciente que son imposibles de definir”
Kiba: Actualmente ocho años. Su vida es muy corta pero en ese tiempo recibió todo el amor por parte de sus padres, desde pequeño se le fue diagnosticado por los médicos autismo, sin embargo a través del tiempo se dieron a conocer los verdaderos síntomas: se ocultaba de todo, permanecía en su propio mundo, ataques de ira, su forma tan peculiar de hablar, constantes alucinaciones y delirios… como resultado dado tenía el tipo de esquizofrenia hebefrenica con la cual las respuestas son negativas y lentas por parte de la medicación. Aun así sus padres trataron de llevar una vida completamente normal.
A los meses de su enfermedad el niño tenía grandes ataques de pánico al mismo tiempo que pedía perdón a “su padre” el comentaba en tercera persona que su padre era agresivo y lo maltrataba, de vez en cuando raspones, cortadoras, quemaduras y torceduras aparecían en su cuerpo creadas por el mismo pero culpado a su padre. Gritos y llantos procedían por las noches. Tanto fue el problema que las autoridades policiales arrestaron al padre biológico de Kiba pensando que él era el causante, pero inmediatamente lo dejaron en libertad cuando se dieron cuenta que aun así el niño culpaba a su padre durante la ausencia.
Al año de su enfermedad un día por la tarde la supuesta voz del padre le ordeno que matara a dos personas que querían hacerle daño, resultado del asesinato de sus verdaderos padres. Huyo de casa y al poco tiempo llego a la canal donde Itachi lo recibió con amabilidad, pero al percatarse de su estado el líder tomo la responsabilidad de seguir con el tratamiento. Hoy en día Kiba es estudiado por una psiquiatra dos veces por la semana y le suministran un medicamento especial, todo corriendo por cuenta de Itachi.
Las estrellas eran curiosas cuando se trataba de los seres humanos, salían por las noches a enterarse de la cotidianidad de sus vidas. Durante esa larga noche los niños de la calle también conocidos como los niños de la luz desnudaron sus más profundas historias delante de aquella fogata ardiente, mostrando al principio aunque sea por unas horitas que fueron felices… Muy felices… Cada uno con un caso diferente, cada uno con una historia desgarradora, cada uno asustado de volver a pasar por lo mismo, cada uno con un sueño para su futuro.
A pesar de sus cortas edades tenían grandes sueños: Ser piloto, astronauta, bombero, medico, veterinaria, profesora, modelo. Tantas expectativas entre la realidad. Solo querían como todo ser humano en la vida encontrar la felicidad, olvidarse de sus pesadillas y sonreír, no para demostrar su fortaleza si no para demostrar su gozo interior.
Las historias iban y venían de acá para allá, mientras el fuego se extinguía al paso de las horas.
“Un pequeño chico llamado Chouji de unos trece años de edad, contaba de manera nostálgica como su madre junto a su padrastro lo torturaban hasta llenar sus necesidades, tras los efectos del alcohol y la heroína, le privaban de agua y comida obligándolo a ingerir vinagre o sal cuando pillaban a su hermano mayor pasarle alimento, de la cual a este nunca lo maltrataron. Con lagrimas en los ojos narraba como su madre le metía la cabeza en una bañera de agua hasta casi ahogarse o como su padrastro le daba grandes palizas… Escuchaba murmurar a sus profesores cuando rebuscaba alimento en la basura que tenía el aspecto de una de las víctimas de los campos de concentración nazi, aunque no sabía que significaba aquello.
Recordó que su brazo izquierdo se lo partieron y sus maestros se preocuparon y llamaron a las autoridades que inmediatamente allanaron su casa, sin embargo su madre les dijo que no había para que preocuparse de abuso infantil ya que el niño se cayó saltando por toda la sala. Su madre era fría y cruel. Unos años después cuando estaba al borde de la muerte encerrado en un cuarto por más de treinta horas sin calefacción ni comida, fue salvado gracias a su hermano que no aguanto y por desesperación llamo a la policía, en sus recuerdos vagan como fueron arrestados sus tutores y condenados a veinte años de cárcel. Apenas se entero huyo”
“Otra historia era de una joven dulce con aspecto fuerte llamada Ten-ten que narraba como había sido víctima junto a sus dos hermanos los abusos sexuales y torturas de su padre. Decía que el hombre luego de que su madre muriera fue atraído por una secta satánica, las primeras semanas era sorprendente por todo el conocimiento que adquirió, hablaba de la vida, la muerte, la felicidad y lo espiritual, pero luego de meses ella noto que voces extrañas venían del cuarto de su padre, cuando fue a ver deseo nunca haberse acercado aquella habitación. Ha partir de allí el hombre se volvió diferente y la obligaba con doce años de edad a tener relaciones sexuales, no solo eso, obligaba a sus hermanos a participar en ritos satánicos como: Matar pollos, cantar en una lengua extraña y cortarse para que se bebieran su propia sangre. Ten-ten a los trece años salió embarazada y desesperada de que su bebe pasara por lo mismo se enterró un cuchillo en el vientre.
Como consecuencia perdió mucha sangre y estuvo muy cerca de morir, pero una amiga que era testigo de lo que le contaba Ten-ten llamo a la policía y arrestaron al señor. Sus dos hermanos fueron a parar en orfanatos pero ella observando que ellos estaban bien, huyo”
Esa noche fue muy emotiva, unos cuantos con lágrimas en los ojos cayeron rendidos por el sueño, mientras otros suspiraban con alivio por desahogarse y darle ese peso al viento. Que a pesar de que era viejo aun soplaba.
--------------------
-Cuando te sientas solo piensa en la persona que siempre estuvo para ti- decía Hinata un poco apenada por hablar sin que le hayan pedido opinión, Naruto la observo y sonrió.
-¿Por qué siempre me abrazas?-
-Es natural, abrazo y cuido de quien lo necesita- su voz era muy calmada. Hace unos días atrás que contaron sus historias delante de todos y realmente se sentía como si hubieran empezado a vivir de nuevo. El rubio se había levantado temprano para observar aquella niña que se bañaba junto al lago todos los días en soledad.
-¿Por qué te gusta estar sola? Yo siempre estuve solo y no me fue muy bien-
-Necesito equilibrar mi espíritu con el entorno de la naturaleza y el agua. En mi soledad puedo comunicarme mejor con los seres humanos- Naruto nunca entendía muy bien de lo que hablaba esa chica pero debía admitir que lo embobaba completamente. A unos cuantos metros los observa cierto azabache con una llama de celos.
En esos últimos días Naruto se encontraba mucho tiempo con Hinata, y por la mirada que le daba, el azabache podía deducir que le gustaba. En ese momento quería llevárselo lejos y soltarle de sopetón lo que sentía, pero con el beso que se habían dado era bastante obvio sus sentimientos.
-¿Qué haces allí?- Sasuke dio un salto del susto. Volteo irritado a la persona molesta y se sorprendió que fuera Kiba en un estado completamente normal por así decirlo. El mayor le tapo la boca para que no hiciera ruido y poco a poco salieron del lugar hacia la canal. –Kiba te quería pedir disculpas- dijo el niño en tercera persona luego de un rato caminando.
-¿Ah?- le pareció extraña su forma de hablar.
-Kiba golpeo a Sasuke y Kiba quería disculparse- era muy tierno en realidad, a pesar de su apariencia salvaje y descontrolada. Este refunfuño por lo que iba a decir.
-Yo soy el que debería disculparse, perdí el control- Sasuke quería disculparse desde hace días cuando se entero de la historia del pobre chico y que sinceramente el no tenía la culpa, ahora que lo observaba en su estado pacifico era muy agradable. Era increíble pensar que ese niño había matado a sus padres pero él no tenía ni una pizca de miedo porque el también mato a muchos niños. Kiba le dedico una sonrisa.
-Este lugar es hermoso y amistoso, Kiba tiene muchos amigos- cuando estuvieron más cerca de la casitas visualizaron como los demás jugaban futbol en una cancha improvisada… parecía divertido. De repente Naruto apareció junto a Hinata que al ver el juego se emociono en suprema exageración. Cuando se trataba de jugar el estaba en todo lugar. Inmediatamente exigió ser parte de un equipo.
-Sasuke, Sasuke. He visto este juego en televisión- llamo su atención con la mano, convenciéndolo a que jugara también. Neji apareció junto a Lee y Shikamaru que también querían participar.
-Un novato queriendo jugar- se burlo.
-¿Qué? Tienes miedo a que un niño del dolor te gane Neji-
-Para nada, los niños de la calle son mejor- se rieron y empezaron un amistoso partido de futbol. Kiba grito emocionado y jalo del brazo a Sasuke para que entraran también.
Mientras tanto en la casa más grande se encontraban los cuatro mayores encargándose de la preparación del almuerzo. Yaiko desarrollaba una conversación abierta a la cual Deidara le obstinaba y le lanzaba comentarios fuera de lugar e indirectas, este solo reía y respondía de forma inteligente sacando de las casillas al rubio. Sasori estaba pendiente de la hora, se podría decir que era el segundo al mando. Se preocupaba por la cita con la psiquiatra de Kiba ya que les tocaba hoy y el líder no podía llevarlo por sus trabajos, así que hoy era el turno de asistir como tutor a él.
-Porque nunca tomas mis consejos- comenzó Deidara interrumpiendo la conversación –Kiba es un niño muy delicado Itachi, no puede estar cerca de los niños. Además de que es una gran responsabilidad y gastos económicos, no nos podemos dar el lujo de ayudarlo al igual que con Hinata-
-Por ser así es que necesitan más de nuestra ayuda. Y Kiba ya no representa ningún peligro gracias a los medicamentos y terapias-
-Es una carga- soltó, Sasori lo fulmino con la mirada. No podía asimilar aun el gran cambio que sufrió su amigo, antes era un chico muy tierno, dulce, con gran determinación y con muchas ganas de ayudar a los niños, pero últimamente no sabía lo que le pasaba se había vuelto frio, sin sentimientos y amargado.
-¡NO ES UNA…-
-Itachi que te parece si llevo a Kiba conmigo, podrá recibir de igual manera sus tratamientos- interrumpió Yaiko antes de que gritara molesto. Este volteo y asintió con la cabeza, no sin antes mirar a su novio con gran cólera… ya se comenzaba a cansar de la situación. Luego de que todos comieran con tranquilidad, Sasori se llevo a Kiba a la ciudad.
La tarde caía y los niños del dolor regresaban mojados luego de un largo baño en el lago. Mientras arreglaban sus espacios en la pequeña casita, Sasuke se percato de algo que ya no tenía importancia… La pistola. Su amigo la vio y le dijo que era mejor deshacerse de ese objeto, pero el mayor se negó con la excusa de que en cualquier momento inesperado podía pasar de todo, en ese entonces entro Kiba sin pedir permiso para contarles a sus nuevos amigos como le había ido en la terapia por curiosidades de Naruto que le dijo que apenas llegare de su cita le contara. Sasuke guardo la pistola en el bolso de Naruto antes de sentarse para escuchar al niño.
------------------
-Si siguen siendo tan ingenuos nunca saldrán de aquí- espetaba Ino con indiferencia.
-¡Mira rubiecita ya me tienes cansado con tus tonterías!- Naruto la miro molesto, Sai abrazo a su amiga para que detuviera toda palabra de su boca, en esos últimos días su amiga no era la misma. Los demás la ignoraron dándole la espalda.
-¡Se arrepentirán oyeron, se arrepentirán!- esta se fue dando golpes al piso.
-Piensa bien tu jugada o también perderás- todos los presentes se quedaron atónicos con la niña que hablo con advertencia, Ino no preste atención y se perdió en el bosque. Hinata solo miro al vacio y soltó unas cuantas lágrimas amargas que fueron percibidas por Naruto atrayéndola a su pecho.
-¡YA BASTA!- grito Sasuke muerto en celo, en un par de segundos se arrepintió por haberse dejado llevar, unos cuantos pares de ojos lo miraban confundidos incluyendo un par de ojos azules. Este bufo dando la vuelta para irse a la colina con la esperanza de ser perseguido por su amigo como la última vez, pero nunca paso…
Ya era tarde, incluso Itachi se preocupo y fue a llevarle la cena hasta donde admiraba las estrellas. Se quedaron un rato observando la luna, cuando Sasuke se le vino a la mente la preguntaba que se le formulo hace días, un poco miedoso a que el mayor lo tomara mal pregunto quien había sido su amo.
-Recuerdo perfectamente su rostro, su nombre es Orochimaru- El menor abrió sus ojos por la gran sorpresa que tenia. No podía creer que Itachi además de ser un niño del dolor habían compartido amo.
Así que no era la primera vez que se le escapaba un niño a ese ser repugnante.
Sintió un nudo en su garganta y como muchas preguntas flotaban en sus pensamientos, tenía tantas dudas pero sentía miedo en tocar un tema demasiado delicado por experiencias observaba que aun Itachi mantenía secuelas de su antiguo yo.
Tomo aire para iniciar una gran conversación pero los gritos de Yaiko los interrumpieron. Con pasos apresurados y la respiración que le faltaba informo que no encontraba a Kiba por ningún lado. Itachi se levanto con velocidad y en un abrir y cerrar de ojos llego a la canal buscando sin ningún resultado, como segundo plan ordeno a los demás niños que lo ayudaran en su búsqueda y así fue… Buscaron y buscaron y no hallaron…
Naruto estaba buscando cerca junto a Sasuke, y de repente se quedo paralizado con la mirada vacía comenzando a correr nuevamente hacia la canal. Su amigo confundido por la actitud le siguió los pasos hasta su techo preguntándole que ocurría, para cuando entraron a la casita ya sabia y un gran temor corrió por su dorso.
-La pistola no está Sasuke- salieron con gran miedo a avisarle a Itachi.
Se escucharon disparos cerca de allí.
Cuando le encontraron salió en carrera con Yaiko como yendo a las fueras del lugar. Hinata solo miro a los niños del dolor y menciono que Kiba estaba en la zona infectada. Ambos siguieron a los mayores junto a la niña que también quiso ayudarles.
No paso mucho tiempo al llegar a esa zona. Era como un mundo completamente nuevo, tan diferente a donde ellos vivían como el de la primera etapa. Un olor putrefacto invadió sus fosas nasales causando el subir del vomito, no hubo mucho tiempo para observar con gran detalle ese entorno, porque las personas de ese lugar venían en dirección contraria con caras de horror. Sucias, enfermas, adictas, infectadas corrían con sus pies descalzos llenos de llagas al borde de la locura, sus harapos apenas tapaban sus sexos y la suciedad de sus cuerpos era realmente asquerosa, la noche ayudaba perfectamente con ese escenario digno de una película de terror.
Hinata inmediatamente cayó al suelo aferrada de su pecho que le ardía, le afectaba el ambiente en gran manera… se llevo las manos a sus oídos mientras gritaba y comenzaba a llorar.
-¿Por qué? ¡¿Por qué?! Ustedes son más que esto- se repetía así misma, antes de caer en la inconsciencia.
Naruto busco con la mirada a los demás… otros disparos retumbaron en el lugar…
-¡KIBA, NO!- se escucho la voz de Itachi. Ambos niños corrieron, el rubio cargando en brazos a Hinata. Observaron a un niño de cabellos marrones reírse como maniático alrededor de un baño de sangre con personas muertas de un tiro en la cabeza.
-¡ESTAS ORGULLO PADRE!- carcajadas que sonaban como el chirrido de uñas en un pizarrón. Yaiko se acerco con lentitud pero fue apuntado, el niño que se encontraba sentado en un cadáver se levanto. –Le estoy haciendo un gran favor a toda esta gente, acabo con su sufrimiento- dijo mientras se debatía en disparar o no.
-¡Kiba tú no eres esto! No escuches a esa voz- suplicaba Itachi.
-¡CALLATE! ¡NO SABES NADA!- grito, su mirada era tétrica ¿A dónde se había ido el niño alegre? -Si dices algo de mi padre te mato- su enfermedad se desato con los últimos medicamentos dados. El rubio bajo a Hinata con mucho cuidado.
-Kiba suelta el arma. Recuérdanos, somos tu amigos- Naruto se acercaba, el niño lo miro con indiferencia.
-Dios sabe tu dolor Kiba, el mismo te lo quitara- el chico observo el suelo lleno de sangre y comenzó a llorar.
-¡¿POR QUE PADRE?! YO NO SOY ASI… NO QUIERO ESTO- recordó como les corto el cuello a sus padres y vio como salía la última gota de sangre de sus cuerpos. El llanto aumento.
-Kiba nosotros podemos ayudarte. Nosotros te queremos mucho- continuaba Itachi. Los recuerdo suprimidos atormentaron al niño en un abrir y cerrar de ojos.
Las ilusiones vinieron con más intensidad.
“En un instante Kiba se tele trasporto a un claro con muchas flores de todos los colores como a él le gustaba, comenzó a correr respirando el dulce aroma del ambiente y jugo un rato con las mariposas que se enredaban en sus pequeñas manos. Observo a lo lejos como su madre le sonreía con los brazos extendidos esperando por él y como su padre se agachaba a su altura. Corrió, los abrazo y beso con todo el amor que sentía, les pidió perdón por sus actos llorando y ellos solo lo abrazaron y le dijeron que lo amaban para luego desaparecer.
-Gracias por ser mis amigos- dedico una pequeña risa antes de apuntarse a sí mismo.
-¡NO!- Naruto grito y se abalanzo hacia el… Pero era muy tarde. El disparo impacto en su cabeza cayendo muerto al instante.
“Existe un pequeño caso donde tus decisiones incorrectas son las correctas”