Capitulo 18: En esta noche no existe nadie.
Es importante recalcar como una limosina negra con aspecto escalofriante se acercaba a paso normal por las calles del pueblo más cercano a su ciudad. Una rubia en pleno desarrollo se sentaba de lado mientras cruzaba las piernas para cautivar al hombre sentado al frente sin ningún resultado, este la miraba aburrido concentrándose mas en su vaso de licor, y en sus pensamientos ansiosos de llegar al momento exacto que estuvo esperando por cuatro años.
Este era el fin…
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Eran días difíciles para Sasuke, deambulaba por la canal después del trabajo ya que Naruto lo dejo apenas vio a Hinata. No sabía por cuánto tiempo podría soportar más eso. Si intentaba irse nuevamente, creerían que era un total idiota; además Naruto iría por él como acto egoísta de su parte, aunque prefería que siguieran siendo amigos a que no fueran nada… Lo hacía por mantener su estabilidad mental o eso creía.
El corazón de su amigo se fue amoldando según la situación, convirtiéndolo en alguien tierno y sensible, es como si nunca fuera sido parte de los niños del dolor… realmente lo admiraba por el hecho de olvidarse de su pasado con tanta facilidad cuando el aun mantenía secuelas. Recordaba al principio de todo como lo calmaba en medio de la noche por una pesadilla: Era feliz porque el rubio lo buscaba, lo llamaba solo a él; pero luego fue a Hinata para después intercambiar los papeles y ser él, el niño asustado que necesitaba consuelo por sus intensas pesadillas.
Observo que era de noche y quiso ir a la colina, mas sin embargo un saludo lo interrumpió. Neji acabo en el hospital cuando intento separar a Sasuke de un chico que buscaba problemas, estuvo varios días en coma; a pesar de todo el castaño no le guardaba rencor (Enseñanzas de Itachi). Sasuke saludo apenado bajando un poco su rostro, sentía como Neji le trasmitiera un aura de odio, pero este solo le sonrió.
-Últimamente te ves muy triste-
-Solo algo cansado-
-Sasuke si quieres desahogarte, aquí está un amigo- sonrió para que viera que todo está bien entre ellos, este asintió y siguió su camino encendiendo un cigarro. ¿Desahogarse? ¿Para qué serviría? Para sentirse bien en el momento y luego de un par de horas darse cuenta de lo que perdiste o de lo que no tienes, y caer otra vez en la depresión “Que estúpido termino” pensó para sí.
Subió a la colina, tiro su cigarro y cuando estaba por llegar escucho unas voces muy familiares. Corrió a un arbusto cercano y visualizo que era Naruto sentado muy cerca de Hinata explicando un sinfín de sentimientos.
-Te amo Hinata- soltó de sopetón, la chica mantuvo la calma con sus respiraciones profundas.
-Yo también te amo al igual que la naturaleza y todos los seres humanos-
-Hablo de algo mas allá que un simple cariño…- estaba muy sonrojado, el azabache sin darse cuenta estaba llorando tragándose sus impulsos. La expresión de la chica fue como si ya entendiera algo.
-Naruto eres muy especial para mí. Te doy las gracias por ser mi amigo pero no puedo estar con nadie- una vez mas lo abrazo trasmitiéndole calma –Tengo miedo de lastimarte, no soportaría…-
-Lastímame, no me importa. Solo quiero que…-
-No entiendes Naruto, sabes que por mi condición todo es mucho más difícil. Además no te veo de la manera en que tu quieres- su voz tierna pero profunda mantenía la paz dentro del otro, pero era difícil cuando la chica que amabas te rechazaba –No puedes enamorarte de mí, el tiempo se agota y te lastimare mucho- Naruto sintió como las lagrimas se aglomeraban en sus ojitos, entendía lo entendía perfectamente pero de todas maneras dolía, dolía mucho.
-Solo quiero que sepas que estas confundido y te has enamorado de la persona equivocada, hay alguien que verdaderamente te ama mucho- la niña se levanto y deposito un suave beso en la mejilla del niño. Se disculpo por dejarlo pero necesitaba estar sola, el otro asintió y se quedo sentando en la grama… quería llorar mucho…
Hinata bajo de la colina no sin antes tirarle una mirada al escondite de Sasuke, este se dio cuenta de inmediato y bajo un poco más la cabeza; ella sonrió y se marcho. El azabache quiso ir a donde su amigo, acercarse para consolarlo... pero no pudo.
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Las cosas del rubio ya habían sido recogidas. Itachi entro al techo para darse cuenta que su novio se vestía una vez más como mujer, este solo lo miro y volteo los ojos ignorándolo por completo pero el otro solo se limito a sentarse para observarlo. Pasaron alrededor de quince minutos en lo mismo.
-Itachi te daré otra oportunidad para elegir…-
-Mi respuesta se mantiene firme- lo interrumpió enseguida –Mas tú no tienes porque irte-
-¿Que esperabas? Mantenerme en este basurero para siempre- el mayor bajo la cabeza ocultando sus rojos e hinchado ojos a causa del llanto, Deidara suspiro decepcionado y se fue hasta la salida no sin antes despedirse con un simple adiós de su ex.
-Piénsalo bien, estas tomando el camino que te conducirá a tu cementerio- El rubio bajo la cabeza a la niña cristal que lo miraba con determinación. Este solo sonrió y le paso por un lado. Hinata dejo caer una lagrima al suelo.
A los minutos entro Sasori alarmado, el mayor se encontraba tirado en el suelo llorando sin control. No se había enterado de nada porque paso todo el día en el pueblo buscando un trabajo mejor, a penas pudo entender lo que Itachi decía salió disparado como bala prometiendo que lo traería de vuelta, así fuera arrastras para que pudieran dejar las cosas en claro. Obvio si después de eso se iría lo dejaría porque no podía ser egoísta con su mejor amigo.
Sasuke se acariciaba en forma de consuelo por su sexo junto a la orilla del lago. Recordó como las lagrimas de Naruto descendía, podía soñar muy cruel pero él se sentía feliz de que Hinata lo hubiera rechazado; tenía esperanzas. Recorría de arriba hacia abajo su miembro soltando gemidos pequeños, necesitaba pagar su necesidad.
Aumento la velocidad al mismo tiempo que comenzaba a decir el nombre de su amigo. Naruto… Naruto… mi Naruto. Su respiración se volvió pesada, a una muy corta distancia y al frente lo miraba el rubio un poco sorprendido a la cual el otro ni siquiera lo noto por estar tan sumergido en sus pensamientos lujuriosos.
El rubio no sabía cómo reaccionar había llegado a ese lugar buscándolo para desahogarse, y se encontró a su amigo masturbándose en su nombre. No sabía si interrumpirlo o irse, otras veces fueron diferentes dándole su espacio pero ahora escuchaba su nombre salir de una manera muy excitante de sus labios. Sin darse cuenta pronuncio su nombre en un tono tan alto exaltando al azabache que lo miro sorprendido y asustado.
Por unos segundos las miradas permanecieron firmes sin vacilar.
“Hay alguien que te ama mucho” recordó con exactitud las palabras que dijo su amiga. Sasuke se levanto guardando lo suyo y tratando de huir por la vergüenza, dijo que se iría a dormir. Este lo detuvo.
-¿Qué sientes por mi Sasuke?- el nombrado frunció el ceño un poco molesto por su tono de voz.
-No importa lo que yo sienta- se zafo y trato de irse otra vez, Naruto lo tomo del brazo molesto.
-¡Deja de huir de mí!-
-¡Y tu deja de ser egoísta!- Le grito. El rubio exasperado de repente lo beso.
Sasuke abrió los ojos por la sorpresa pero en ningún momento lo separo, rápidamente tomo el control y atrajo mas la cintura hacia él, Naruto acepto la profundidad enredando sus dedos en los cabellos negros. La dulzura en sus labios era adictiva atacándola con la punta de su lengua y acariciando al mismo tiempo, sus manos no aguantaron mucho comenzando a deslizarse por la espalda del menor quitando un poco de su camisa.
Los labios se movieron al cuello repartiendo besos por ambos lados, el rubio sonrojado aguantaba el placer que recibía solo por ese hecho; su boca la sello evitando que cualquier sonido escapara cosa que no paso desapercibida por su amigo que lo miro desafiante. Le quito la camisa esperando algún rechazo pero no lo hubo, solo el otro esperaba con los ojos cerrados, atemorizado de lo que pasaría.
Sasuke comenzó con besos suaves desde el abdomen arrodillado, hasta las puntas de sus pezones donde comenzó hacer círculos con la punta de su lengua, Naruto gimió bajito pero a continuación no pudo callar el otro que salió con mucha desesperación y profundidad porque su amigo se los estaba chupando y mordiendo.
Volvió atacar sus labios bajándolo lentamente hacia el suelo húmedo para más comodidad, Sasuke rio para sí mismo cuando veía a Naruto muy sonrojado y apagando sus gemidos, lo obligo a sostener la mirada mientras el bajaba una de sus manos hasta su entrepierna acariciando por encima del pantalón, el otro dio un pequeño salto. Los dedos se fueron colando por el pantalón mientras desabotonaban y bajaban el cierre, Sasuke se alegro un poco al sentir como iba creciendo el miembro de su amigo y como ya había humedecido su ropa interior; Naruto trataba de controlar su respiración y corazón que iban al mil por ciento.
Termino de quitarle los pantalones, observo como el menor tembló a causa del frio y le pareció muy tierno. En estos momentos su mente le decía que parara que estaba haciendo algo realmente mal, que Naruto solo lo estaba utilizando por causa de su despecho pero a decir verdad no le importaba nada en absoluto. Si de esa manera podía sentir más a su rubio, si de esa manera podía hacerle el amor no le importaba ser utilizado todas las veces necesarias. A lo mejor después de todo lo que iba a pasar quedaría destrozado pero le valía, solo quería estar de esa manera más intima con el chico que amaba.
Naruto abrió sus ojos para ver un poco de lo que ocurría, observo como su amigo se desprendía de sus vestimentas quedando solo en ropa interior. Algunas lagrimitas escaparon por lo mal que se sentía, a pesar de que sentía placer, a pesar de que le gustaba lo que Sasuke hacia; a pesar de que no quería parar porque la felicidad lo iba tomando. No sentía amar a Sasuke como amaba a Hinata… se odiaba por eso. Recordaba una y otra vez las palabras de ella.
Esa persona era Sasuke, Sasuke lo amaba y el no se había dado cuenta por ser tan ciego. Realmente no lo merecía.
Sus labios volvieron a unirse esta vez con un poco mas de ansiedad, el mayor recorría con sus dedos todo el cuerpo del menor cautivado por tanta delicadeza y belleza depositando un beso en cada lado. La ropa interior se fue bajando y las piernas se fueron separando, Naruto soltó un pequeño chillido.
-No estés asustado- hablo con tanta tranquilidad mientras le acariciaba su frente con amor.
-Sasuke yo…- fue silenciado.
-Utilízame todo lo que quieras, en esta noche no existe nadie- lo volvió a besar mientras iba buscando la entrada para prepararlo. Acaricio muy suavemente en círculos no sin antes mojarse los dedos de saliva –Te dolerá un poco, solo relaja el cuerpo Naruto- dejo que uno fuera entrando muy despacio para luego hacer un movimiento de entrada y salida… A pesar de que su amigo ya no fuera virgen por esa zona le dolería como la primera vez por todo el tiempo que paso. Sasuke preocupado se tomo todas las molestias para tranquilizarlo y que todo fuera con menos dolor.
Un segundo dedo entrando con dificulta y provocaba salir lagrimitas del menor que gemía de dolor. Tomo unos cuantos minutos para que los dedos sintieran un gran espacio en el interior, un tercer dedo fue llamado para hacer el mismo labor. Otros minutos más para darse cuenta que su amado comenzaba a gemir de placer, volvió a sonreír para sí.
El menor tiro la mirada hacia el cuerpo del mayor para darse cuenta de lo cambiado que estaba, su piel blanca siempre le había parecido misteriosa y ahora lo excitaba de sobremanera. Sorprendido del gran bulto que se formo dentro de la ropa interior de su amigo y de lo mojada que estaba se sonrojo mucho más: Sasuke lo beso en la punta de su miembro causando cargas eléctricas por su espalda. Lleno de la excitación se fue metiendo el glande poco a poco en su boca; el menor se retorció del placer y gimió con más fuerza al sentir algo completamente desconocido, la boca de Sasuke era muy mojada y grande.
No lo dejo llegar al orgasmo, se quito su ropa interior posicionándose de manera que el interior del menor quedara a una altura muy fácil para su entrar. Estaba nervioso al igual que su corazón que latía como loco….Naruto lo miro con los ojos cristalizados buscando un poco de apoyo por parte de sus manos.
-Aférrate a mi Naruto, aférrate a mi cuello- el otro obedeció pasando sus manos por detrás del cuello. Sasuke aun temía que el dolor fuera inmenso así que espero que su humedad goteara para pasar su cabeza en círculos y hacer que entrara un poquito para que humedeciera el interior. Hecho una mirada a su amado con todas las olas de amor que sentía y fue introduciéndolo muy lentamente dejándose envolver por esas telas de placer de lo estrecho que era el interior.
El otro cerró los ojos con fuerza para apaciguar su ardor, sentía como alguien le abría paso a sus entrañas y eso le causaba molestia, pero no tardo mucho en sentirse completamente lleno de aquel miembro. Sasuke se acostó con delicadeza en el pecho del rubio e hizo su primera embestida con torpeza… El otro gimió y el era realmente feliz por primera vez.
Aquella coreografía tan características de los amores pasionales dio inicio, la temperatura aumento la cual el sudor no tardo en resbalar por sus cuerpos. Cerraban sus ojos para abrigar con dulzura esa plenitud que experimentaban, se abrazaban para más profundidad… Aquella intimidad era tan especial tan única…
-Sasuke- gimió su nombre. El volvió a sonreír y una lágrima cayó en su pecho. Esa noche era para recordar por toda su vida
Esto en realidad estaba pasando, no era un sueño. Estaba haciendo el amor con la persona que amaba, y eso no tenía palabras para describir lo que se sentía.
Los grillos sonaban sus patas traseras, las luciérnagas iluminaban el ambiente y una niña no muy lejos de allí observaba con vergüenza mientras formaba una risa triste en sus labios.
Ninguno de los dos llego al clímax pero había sido estupendo. Sasuke aun permaneciendo dentro de Naruto se acostó en su pecho mientras este le acariciaba la espalda.
-Naruto te amo- susurro para caer agotado del sueño, el rubio miro al cielo estrellado dejando que el viento respondiera su silencio y también cayo dormido.
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Sasori caminaba por las calles desoladas de aquel ambiente que alguna vez fue parte del, buscaba a Deidara de arriba para bajo pero ninguna señal. Muchas de las prostitutas se le acercaban a ofrecerles sus servicios con preservativo incluido ¡Ja!
Mientras tanto con unos tacones rojos y falda negra movía sus caderas Deidara como una diva para disfrutar de su última noche de puta. Se reía de sus propios pensamientos… Caminaba por las aceras de los locales buscando algún cliente para enganchar.
-Hola Deidara ¿Cuánto tiempo?- el mencionado volteo hacia la voz que lo llamaba. Observo como del otro lado de la calle estaba estacionada una limosina de color negro, sin embargo no podía ver de quien se trataba porque de ese lado de la calle le faltaban focos de luz.
Algo en su mente le grito que no fuera y que huyera lo más pronto. Pero no le hizo caso porque se dejo llevar más por lo material que tenia al frente, y se trataba de un cliente no podía perder esa oportunidad.
Cruzo la calle y vio que esta se encontraba muy oscura. Cuando se acerco se sorprendió al ver a la chica que lo saludaba a través de la ventanilla.
-¿Tu eres…-
-Lo siento cariño, bienvenido a tu muerte- la chica bajo la cabeza y un hombre parecido a la muerte lo apunto con una pistola.
Todo fue tan rápido… En un segundo observo la risa de Itachi que le decía que lo amaba y que lo protegería para siempre, vio como ambos tenían una familia a la cual cuidaban… Deseo con todas sus fuerzas ese futuro pero nunca llego. Sus lagrimas bajaron, pidiendo perdón y misericordia.
Cayó al pavimento muerto.
-Lastima era muy guapo- el hombre le ordeno al chofer que se fueran de allí. Sasori observo cómo alguien sospechoso se iba del lugar, siguió buscando con la mirada cuando escucho gritar a una mujer del otro lado de la calle.
Su corazón se acelero y por un momento temió lo peor, obedeciendo a su corazón corrió al lugar donde se aglomeraban las personas. Apenas vio de quien era el cuerpo tirado en la calle cayo arrodillado.
-Tú sigues dando las instrucciones ¿Ahora a donde vamos?- el señor encendió un cigarro.
-A mi antiguo hogar-
“Hay dos momentos tristes en la vida: el nacimiento y la muerte. Todo lo demás es rodar por tierra”