- De que estarán hablando – pensaba el castaño mientras estaba parado a lado de la máquina de gaseosas, después que entraron a la oficina el pelinegro pidió a Misaki que le lleve una gaseosa, pero el castaño sabía que eso solo significaba que no quería que estuviera presente en la conversación que iban a tener.
- Tengo un mal presentimiento – pensaba el castaño, cuando de repente un mensaje le llego a su celular, era de Fuyuhiko que le decía que ya podía ir hacia la oficina y sin pensarlo dos veces fue presuroso, quería ver a su amado peliplata, cuando regreso a la oficina el pelinegro ya estaba saliendo de la oficina.
- Misaki-kun nos vemos luego – dijo antes de irse con su característica sonrisa, eso dio un mal presentimiento, hizo una pequeña reverencia y espero a que el mayor saliera, cuando voltio al peliplata parecía un poco preocupado
- Usagi-san le pasa algo? – pregunto preocupado el menor, el mayor lo miro con una mirada indescifrable
- Bueno nada de novedad, como siempre algunos problemas con mi padre – contesto cortante y el castaño capto la señal, el ojilila ya no quería hablar sobre el tema
- que tenemos para hoy – pregunto el peliplata
- Bueno, tenemos que ir a una junta a las 11 – dijo el castaño comenzando con una larga lista de actividades que las decía en modo automático, sus sentidos estaban en el mayor, tratando de descifrar a su actitud
- Bueno tendremos un día agitado, como siempre para variar – dijo el peliplata sin quitar su vista de la computadora.
Todo el día estuvieron de un lado para el otro, era un día más cargado que otros no tenían tiempo para hablar, solo cuando era realmente necesario, el dia acabo y la noche llego, los dos estaban exhaustos cuando llegaron al departamento, el menor esperaba que el mayor lo cogiera con sus fuertes brazos por atrás alegando que necesita de el para recargarse pero no fue así el mayor solo se dirigió a la sala y se dejó caer soltando un gran suspiro el menor solo lo miro un poco sorprendido
- Porque te quedas parado ahí en la puerta – pregunto el peliplata, sacando al menos de sus pensamientos – estoy muy cansado solo quiero comer un poco y luego irme a dormir – continuo el menor como acto de reflejo se dirigió a la cocina para preparar la cena.
En la cena no hablaron mucho solo algunas cosas de trabajo, cuando terminaron el mayor se levantó y se dirigió a su habitación, eso sorprendió aún más al menor porque siempre ni bien acababan de cenar el peliplata prácticamente raptaba al menor y lo llevaba a su habitación para “recargarse” para poder trabajar al día siguiente.
- seguro es algo que le dijo su padre, tengo miedo – se decía para si mismo el castaño – pero mañana le voy a preguntar directamente – pensaba mientras lavaba los platos que habían utilizado.
La noche paso lenta para el menor no podía dormir, en su mente las ideas iban y venían cuando el día llego no había dormido ni un poco, se levantó más temprano de costumbre y preparo el desayuno, cuando termino de preparar todo se disponía a ir al cuarto del mayor para despertarlo pero se sorprendió cuando este estaba bajando ya las escaleras
- b-buenos días Usagi-san – dijo el castaño un poco confundido y asombrado
- que pasa misaki parece como si hubieras visto un fantasma – respondió un poco divertido el peliplata – hasta yo me puedo levantar por mi propia cuenta – dijo pasando por el lado del menor y dirigiéndose al comedor donde la comida estaba lista.
El desayuno transcurrió como la cena del día anterior, el menor estaba cada vez más asustado, no sabía cómo sacar el tema para hablar con el mayor y así el desayuno paso, sin darse cuenta los dos ya estaban por salir hacia el trabajo pero el menor ya no podía soportar, antes de que el peliplata abriera la puerta este se puso delante de él y lo miro a los ojos
- Usagi-san porque se está comportando de esa manera conmigo – pregunto directamente – es por algo que dijo su padre verdad – continuo el castaño, en su voz se podía notar que estaba desesperado, el mayor solo lo miraba con sorpresa
- uhmm… y como me estoy comportando – contesto el mayor
- Usagi-san sabe a lo que me refiero – dijo el castaño un poco exaltado – me esta evitando – dijo por ultimo
- eso no es verdad – dijo el peliplata como si realmente nada pasara – no me digas que te sientes solo porque no te he tocado hasta ahora – dijo el peliplata un poco pícaro, haciendo sonrojar al menor, lentamente se acercó a los labios del menor y le dio un beso, al menor le vino su alma al cuerpo, ahí estaba la persona a la que amaba, ese pensamiento como vino se fue pues cuando el beso termino el mayor lo miro, sonrió cínicamente, bufo y sin decir nada aprovechando que el menor estaba en shock tratando de procesar lo que había sucedió, salió del departamento
- apúrate que vamos a llegar tarde – dijo subiendo al ascensor, el menor reacciono y se dirigió al ascensor
- Ah dijiste algo sobre lo que dijo mi padre, pues no se a qué te refieres realmente – comenzó a hablar el peliplata, asustando un al menor – hablamos sobre el la salud de mi madre, solo eso – dijo el peliplata mirándolo con una sonrisa – pero no tengo porque darte explicaciones, te lo digo solo porque preguntaste – termino justo cuando el ascensor llego a su destino.
El castaño se sentía más confundido, que significaba la actitud del mayor, porque lo trataba así, porque había cambiado de un día para el otro, tenía cada vez más y más preguntas, pero tenía miedo de preguntarle al peliplata. Llegaron a la oficina y el menor se armó de valor para encarar al ojilila pero antes de que pudiera decir algo una el teléfono sonó, era una mujer que preguntaba por el mayor
- hola Yuna de tiempo – contesto el mayor con una amplia sonrisa
- Si me parece bien encontremos en el restaurant de siempre, yo también quiero recordar viejos tiempos – dijo el peliplata alegremente parecía muy feliz, ver esa escena lastimaba al castaño tenía ganas de irse ya no quería estar ahí, quería despertar de ese horrible sueño en el que estaba, el ojiverde estaba tan metido en sus pensamientos que no se dio cuenta que la conversación por el teléfono había terminado
- Quien era Usagi-san – pregunto un poco temeroso
- una amiga – respondió el peliplata – porque preguntas, estas celoso? – pregunto el mayor mirándolo con una sonrisa
- s-si así fuera – respondió el menor
- no tienes porque – dijo el ojilila, y sin decir más se puso a trabajar, dejando confundido con esa respuesta al castaño, no tenía por qué estar celoso porque él era su pareja? o no tenía por qué estar celoso por que no era nadie?, tenía miedo de sacar esas preguntas de su mente, el día transcurrió rápido, como siempre una agenda muy ocupada y sin que lo notaran llego la noche
- hoy cenaremos fuera – dijo el peliplata mientras subían al auto, el menor quiso preguntar pero prefirió callar, después de un tiempo llegaron a un lujoso hotel entraron al restauran que había allí, el mayor busco con la mirada y se detuvo en la mesa donde se encontraba una hermosa mujer de cabellos negros largos, vestida muy elegante, sus miradas se encontraron y se sonrieron
- quieres acompañarme a cenar – pregunto el peliplata al menor, pero este solo negó con la cabeza
- bueno entonces puedes pedir una mesa y cenar – sin decir más se fue al encuentro con la bella mujer
- los dos juntos hacen una hermosa pareja – pensó misaki, no pidió una mesa solo quería ir a casa y descansar, dormir, pero no podía ir a interrumpir al peliplata, solo lo vía a lo lejos
- quién es? – pregunto la mujer
- solo un asistente que me puso mi padre, no le prestes atención – dijo el peliplata, conversaron amenamente, reían el mayor veía al castaño y sonreía a veces cogía su vaso y le mostraba como si estuviera brindando con él, parecía que disfrutaba hacer eso, la cena duro una eternidad para el castaño el cual solo esperaba parado muy serio, como lo habían entrenado sin mostrar expresión alguna por más que por dentro se estaba muriendo, pero que podía hacer?, una escena de celos?
- Misaki, la señorita y yo nos vamos a otro lugar un poco mas privada, si quieres te puedes ir a casa para que descanses – dijo el peliplata
- pero mi trabajo es estar siempre a su lado – respondió el menor, realmente no quería dejar que su peliplata se vaya con otra persona
- no te preocupes por mi, solo ve a casa – dijo el peliplata
- señor mi traba.. – no pudo terminar su frase por que fue interrumpido
- trabajas para mi, asi que te ordeno que te vayas a casa – dijo el mayor más serio, el castaño solo asintió e hizo una reverencia, el mayor salió con la mujer la cual sonrió al ver a misaki y sujeto el brazo del mayor y se fueron en su auto.
El castaño se sentía sin fuerzas, tenía ganas de dejarse caer y dejar caer las lágrimas que pedían a gritos salir, pero como lo entrenaron todo se lo guardo y se fue a casa, estaba cansado y no había comido nada, pero eso no le importaba estaba esperando a que el peliplata llegue ya eran las tres de la mañana se escuchó el sonido de la puerta abriéndose, era el mayor estaba un poco ebrio
- que haces ahí misaki? – pregunto el peliplata
- solo lo estaba esperando Usagi-san – respondió el menor mientras se acercaba a él
- no tenías porque no soy un niño, ni tu eres mi madre – dijo el peliplata riéndose
- no, no soy tu madre pero soy… soy tu amante – dijo el menor, ya no soportaba mas, quería aclarar todo
- ahh… sobre eso quería hablar contigo – dijo el ojilila, mientras se dirigía al sillón de la sala y dejándose caer, el ojiverde lo siguió y se sentó frente a él
- lo he estado pensando bien y no quiero hacerte daño – dijo el peliplata, mientras bebía de la botella que traía en mano – no quiero hacerte daño así que es mejor que terminemos todo esto – dijo el mayor levantándose y dirigiéndose a su habitación
- porque? – dijo el castaño con una delgada voz – Porque Usagi-san? - Pregunto otra vez pero mas seguro el mayor se detuvo por un momento pero luego siguió con su camino
- ya te dije por qué – dijo entrando en su habitación, el menor solo se dejó caer de rodillas, no aceptaba eso, el mayor le había dicho muchas veces que lo amaba y él sentía que todo eso era verdad, no podía ser posible que de un día al otro todo eso desapareciera, pero el sabia o creía tener la respuesta, todo esto comenzó con la visita de Fuyuhiko-san y él tenía algo que ver, no aceptaba que el mayor le digiera esas palabras.