Fue lo más rápido que pudo, entro al hotel y se dirigió al cuarto de su hermano, la puerta estaba semi abierta, toco un par de veces y nadie atendió, entro un poco temeroso ahí estaba el pelinegro, no se podía distinguir en su rostro si estaba molesto, angustiado o triste.
- siéntate aquí – dijo por fin el pelinegro señalando el sofá que se encontraba delante de él
- Hace algún tiempo me entere de una organización mundial que hace experimentos con seres humanos, los usan peor que conejilla de indias, los someten a distintos tipos de tratamientos si se puede decir, para mí no son más que torturas, al principio no podía creer en los rumores, hasta que lo vi, yo estuve ahí mi padre me llevo, después de todo era parte de mi entrenamiento, todo lo que hacen en la academia no es nada comparado lo que hacen con ellos – dijo el pelinegro de golpe
- Misaki sabes por qué te cuento todo esto? – preguntó el mayor, el menor solo negó con la cabeza estaba algo confundido – pues porque tú eres un candidato para ir a ese centro de tortura, sabes quienes van? – pregunto otra vez, el ojiverde estaba cada vez más confundido y asustado, porque su hermano le estaba diciendo todo eso, que tenía que ver con él?
- Allí van las personas, bueno mejor dicho aquellos hombres que son capaces de crear una vida dentro de ellos igual que las mujeres, no se sabe aún porque, pero lo son y ahora tu eres uno de ellos.
- Aniki estás diciendo que y-yo… yo estoy… que yo puedo…- no podía terminar lo que decía no salía de su boca, su hermano solo asintió y le mostro unos papeles que estaban en la mesa ahí se podía leer: Análisis de embarazo, Misaki Kusama, POSITIVO
El menor no podía creer, como era eso posible, miraba a su hermano para que le diga que no es verdad, que es una confusión pero no encontraba la respuesta que quería.
- te puse mi apellido e hice los análisis una y otra vez con algunos amigos que son de mi entera confianza, esto es 100% verdadero, antes que me preguntes como sucede esto , te lo voy a decir – dijo serio, eran pocas las veces en que su amable hermano tenga esa actitud
- el primer componente es tener un amante varón, segundo tener una relación mayor a los cuatro meses y por último que los genes de esa persona sean realmente fuertes, la célula que parece al ovulo de una mujer no es fuerte para concebir a un hijo, pero si tienes relaciones por un largo tiempo se vuelve fuerte y es capaz de procrear – termino el pelinegro con un suspiro, el menor solo se sonrojo, cumplía con todos los componentes
- sabes qué pasa cuando un médico encuentra uno de esos caso? – Pregunto, y antes de esperar una respuesta continuo – deben informar inmediatamente a esa organización, y la persona desaparece
- Misaki, yo no quiero que te lleven, solo tienes dos meses así que aborta – dijo el mayor sorprendiendo al castaño, esa propuesta no se lo paso ni por un instante por su mente, estaba realmente, sorprendido, confundido, pero sea como sea no iba hacer eso
– tu vida es más importante, por favor , por favor – lo miro suplicante
- No – dijo firmemente – no hermano, aunque no me creas yo realmente amo a esa persona y lo que llevo en mi vientre es el fruto de nuestro amor, no me puedes pedir eso, que pasa contigo, pidiendo que termine con una vida inocente? – dijo molesto pero a la vez triste, se sujetó su abdomen, tenía que proteger esa vida que era muy importante para él
- pero Misaki date cuenta, tu vida corre peligro, por más que quieras mantenerlo contigo, corres un grande riesgo, en la mayoría de los casos él bebe muere antes de nacer, en otros casos mueren ambos, es muy difícil que salgan con vida las dos personas, requieren cuidados especiales – dijo suplicante el pelinegro agarrándolo de los brazos y sacudiendo, tratando de hacerle entrar en razón, realmente quería mucho a su hermano y no quería perderlo
- Aniki, sé que estas preocupado por mí pero esta es mi decisión, esa organización no se va enterar de nada, a menos que tú les cuentes y sobre el riesgo que hay que correr yo no tengo miedo, voy a seguir las indicaciones que me des y lo cuidare como al mayor tesoro – dijo el castaño con lágrimas en los ojos acariciando su aun plano abdomen, el pelinegro al ver esa escena solo suspiro resignado, sabía que no podía cambiar la decisión de su pequeño hermano, solo se le acercó y lo abrazo, dándole a entender que pase lo que pase él siempre iba estar a su lado
- tranquilízate, si esa es tu decisión no me queda más que apoyarte – dijo tiernamente para tranquilizarlo, y poco a poco lo logro, le dio un poco de agua para que este mejor
- si realmente quieres cuidarlo, tienes que cuidarte tu primero, trata de no alterarte asi, aunque los primeros meses no son peligros – dijo el mayor acariciando su rostro – de hecho tu llevas 2 meses el siguiente tampoco es muy riesgoso pero igual debes cuidarte y seguir mis indicaciones al pie de la letra – le dijo con una sonrisa que de repente desapareció y su rostro se puso serio otra vez
- y que pasa con el desgraciado que te dejo así – dijo serio el pelinegro, eso tomo de sorpresa al menor, no sabía cómo iba a reaccionar su querido peliplata, antes de seguro lo iba a recibir con mucha alegría, pero ahora… pero ahora
- ahora con esto todo puede cambiar – grito sin pensarlo el castaño, el mayor solo lo miro curioso
- hermano tengo algo que hacer, te juro que después te cuento todo – dijo el menor saliendo por la puerta, dejando a un confundido pelinegro.
- Seguro que si le cuento lo que está pasando todo va a ser como antes – se decía emocionado, llevaba en sus manos el papel que su hermano le dio, iba ser un poco difícil explicarlo, en un rincón de su corazón tenía la esperanza que su usagi era el mismo de hace dos semanas, y que con esto lo iba a querer aún más e iban a ser felices juntos
Se dirigía a la empresa, miro su reloj y ya era muy tarde, seguro que el ojilila ya estaba en el penthouse, cambio de dirección, tenía una mezcla de emociones, la adrenalina corría por su cuerpo, se sentía emocionado, tenía miedo pero a la vez se sentía feliz, subió por el ascensor cuando salió cada paso que daba hacia latir su corazón del nerviosismo, no pudo más y comenzó a correr, entro al departamento no había nadie en la sala, sabía dónde estaba, corrió hacia el estudio del mayor, su corazón latía cada vez más fuerte parecía que se iba salir por su garganta, puso su mano a la perilla, abrió la puerta y ahí estaba el peliplata, su peliplata
- usagi-san - dijo emocionado, casi gritando
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Toda la tarde no pudo pensar en otra cosa que no sea eso, su mente maquinaba de muchas maneras a su niño junto a esa persona, ya no soportaba más, cada vez sus pensamientos eran peores, se estaba envenenando, su odio crecía hacia el menor
- como pudo ser capaz de traicionarme – pensaba molesto – yo muriéndome para darle la libertad y él me paga de esta manera, nunca se lo voy a perdonar – se decía para si mismo, vio la hora era demasiado tarde y el menor no regresaba – seguro sigue revolcándose con su amante – pensó, agarro sus cosas y se fue a su casa
Tenía la esperanza que su niño ya lo esté esperando en su casa, con la cena lista y le explique todo fue una simple confusión y que solo lo amaba a él, pero cuando entro todo era silencio, no había nada, cogió una botella de ron que tenía guardado y subió a su escrito y se puso a tomar y fumar como loco, sus malos pensamientos lo estaban carcomiendo.
- usagi-san – escucho que lo llamaban, reconoció esa voz, era la voz del castaño, el escucharlo hizo que su sangre hirviera de amargura, el licor y el cigarro nublaban sus pensamientos...