- primero que nada mi nombre es Mizuki Takahashi – dijo la señora una vez que logro tranquilizarse – si alguna vez escucharon mi apellido sabrán quien soy – continuo, y en efecto aquellos dos muchachos presentes sabían quién era, formaba parte de una de las familias más poderosas de todo Japón, la familia Takahashi, hasta se podría decir que eran más poderosos que la familia Usami
- disculpe Misuki-san, pero eso que tiene que ver con Misaki? – pregunto el pelinegro algo preocupado y confundido
- bueno quisiera que primero escuchen mi historia – respondió la mujer, mientras miraba tiernamente al castaño y sin esperar respuesta empezó
Mi único hijo se casó y tuvo su primer hijo hace 18 años, fue un niño muy esperado, querido y aún más amado, mi esposo y yo queríamos lo mejor para él, era nuestro primer y único nieto los primeros cuatro años lo disfrutamos a lo máximo, pero como sabes somos una de las familias más poderosas y por eso siempre fuimos blanco de atentados, extorciones y chantajes que no tomábamos mucho en cuenta, pero un día nuestro pequeño tesoro fue raptado por un ex trabajador de una de nuestras empresas, él no quería dinero, él quería hacernos sufrir por eso nunca pidió un rescate o recompensa, lo buscamos por todas partes, movimos todas nuestras influencias y aun así no lo pudimos encontrar.
Casi un año después nos llegó información que un niño con las mismas características estaba en un orfanato, cuando acudimos rápidamente a él nos informaron que fue adoptado, tratamos de localizar a las personas que lo adoptaron pero nunca pudimos encontrarlas, era como si el viento se lo hubiese llevado, como si hubiese desaparecido en la nada, la esposa de mi hijo tenía la salud delicada y frágil, con todo lo que estaba pasando se enfermó aún más, después de dos años mi hijo la llevo a Estado Unidos para que se someta a un tratamiento especial pero su avión sufrió un atentado y se estrelló los dos fallecieron, las desgracias no paraban de llegar una tras otra. Mi esposo y yo después de eso seguimos buscando a nuestro nieto perdido, era nuestra única esperanza, pero él también falleció el año pasado por una grave enfermedad.
La esposa de mi hijo era muy hermosa pero muy frágil a la vez, tenía los cabellos castaños largos que pasaban de su cintura, y de ojos color verde color esmeralda, mi nieto nació igual a su madre eran realmente iguales, tanto que parecía mujer…
- por eso lo llamamos Misaki – dijo la mujer mientras se levantó y se dirigió donde el castaño – en su tercer cumpleaños mi esposo le hizo confeccionar una cadenita con su nombre, era de modelo único – dijo mientras sujetaba la cadenita que pertenecía al ojiverde
- Misaki, yo prometí que algún día te iba a encontrar, se lo prometí a todas las personas que amaba y que te amaban – dijo ya con lágrimas en los ojos y lo abrazo y comenzó a llorar desahogando todo el dolor que había soportado, el castaño estaba sorprendido, no sabía que decir ni que hacer, podía ver que aquella mujer no le estaba mintiendo, siempre se había preguntado como era su familia, como eran sus padre, si tenía hermanos o abuelos y ahora su abuela estaba allí contándole cómo sucedieron en realidad las cosas, no derramo ni una lagrima ni se sintió triste, por más que fue una historia trágica sentía que no le afectaba ya que realmente no se recordaba de ellos, era como si fuera que le estaban contando la historia de otra persona, pero sabía que su abuela había pasado por mucho dolor así que solo correspondió aquel abrazo tratando de reconfortarla
- señora ya llame a la casa para informar que no vamos a llegar – dijo al entrar Ryu el chofer y mayordomo, ya desde hace mucho tiempo por generaciones su familia sirvió a la familia Takahashi, era de cabellos negros un poco largos peinado para atrás con algunos rebeldes mechones que caían para adelante, ojos negros y una amable sonrisa que inspiraba confianza, vestido pulcramente como mayordomo con unos guantes blancos, al ver lo que estaba sucediendo quedo algo confundido, su jefa estaba llorando sin parar mientras abrazaba al niño que había rescatado
- que está pasando Misuki-sama – pregunto confundido el mayordomo
- Ryu, ryu, lo encontré – respondió la mujer casi gritando alegremente dirigiéndose al joven pelinegro, la castaña realmente quería a ese muchacho, como a un hijo, el sabia toda su historia, todo lo que había pasado
– no mejor dicho tú lo encontraste, gracias Ryu – dijo la señora son una amable sonrisa
- él es su nieto Misaki – pregunto el muchacho, la mujer solo asintió con la cabeza el joven se sintió muy alegre y aliviado por su jefa, había visto todo el sufrimiento que ella había pasado durante estos últimos años
- lo siento señora, estoy contento que Misaki haya encontrado a un miembro de su familia, pero ahora mismo necesita descansar – dijo el pelinegro mayor, el cual observo en silencio toda la escena que había pasado, y tenía razón por más que había recién despertado el castaño se sentía realmente agotado, últimamente habían pasado muchos acontecimientos y cambios en su vida
- además si realmente es su familia, necesito hablar sobre algunos asuntos con usted – dijo esta vez más serio y la mujer entro en razón, estaba alegre por haberlo encontrado, pero que había pasado para que su querido nieto acabe de esa manera? Donde estaba todo este tiempo?, tenía muchas preguntas que parecía que aquel medico podía responder
- si, como usted diga sensei – dijo la mujer por fin más tranquila alejándose del castaño, aunque eso le costaba un poco, el castaño estaba a punto de caer en los brazos de Morfeo pero algo le vino a la mente: su hijo, busco desesperado la mirada de su hermano el cual solo lo miro con una sonrisa y asintió, haciéndole entender que su hijo estaba bien y fuera de peligro, con esa respuesta quedo profundamente dormido
- Ryu, por favor quédate con él y cuídalo – ordeno la mayor, lo cual obedeció gustoso aquel mayordomo, después de eso Nowaki y la abuela de Misaki salieron de aquella habitación
El mayordomo miraba hipnotizado al castaño, ahora que tenía el rostro limpio se podía contemplar mejor su belleza, al verlo así tranquilo y durmiendo plácidamente parecía un hada, y recordó que ya había vivido esa escena antes, cuando era niño le encargaron cuidar al nieto de la familia por un momento y ahí estaba un pequeño bebe de unos 2 años, durmiendo plácidamente y recordó que pensó lo mismo que ahora, realmente parecía un hada, sin poder evitarlo acaricio delicadamente aquel rostro.
- no puedo creer que alguien haya sido capaz de lastimarlo – pensó mientras recordaba la manera en que lo encontró, su amable sonrisa desapareció por un instante, realmente tenía ganas de buscar al o los culpables y enseñarles algo de modales, no quiso molestar más el descanso del pequeño, así que fue a uno de los cómodos sillones que se encontraban en aquella habitación y se quedó ahí, resguardando los sueños del castaño
-------------------------------------------------------------------
- señora si realmente es la abuela de Misaki, debe tener muchas interrogantes – dijo el pelinegro una vez que entraron a su oficina – yo no soy el indicado de responderle nada, es una decisión que él debe tomar por su cuenta, si alguna vez Misaki quiere contarle lo que le paso – continuo mientras ofrecía asiento a la mujer
- pero si puedo decirle algo, que ahora más que nunca él necesita un apoyo, alguien con quien pueda confiar y pueda protegerlo, él en estos momentos corre peligro y necesita mucha ayuda – termino el pelinegro esperando una respuesta del mayor
- estoy consciente de que mi nieto ya no es un niño y respeto las decisiones que tome y haya tomado, pero no soportaría perderlo otra vez, y él puede contar con toda mi ayuda de ante mano – respondió la mujer muy preocupado por la forma en que aquel médico le estaba hablando
Nowaki solo sonrió y le ofreció algo de beber, aquella mujer llego en el momento justo, Misaki a su lado iba a estar más seguro que nunca, después de un rato le comenzó a contar todo acerca del estado del castaño y sin entrar mucho en detalle le conto los acontecimiento que pasaron últimamente.
-------------------------------------------------------------
Cuando salió de la mansión de su padre, no sabía por dónde empezar para buscar a su niño, así que lo primero que hizo fue ir a su penthouse, tal vez en su cuarto podía encontrar alguna pista, en aquel cuarto que había evitado siquiera ver, porque le hacía recordar a su pequeño, y en aquel entonces pensaba que su castaño lo había traicionado y todo lo que le recordaba a él lo lastimaba.
Cuando llego a su departamento fue directamente al cuarto del castaño presuroso, todo estaba bien ordenado, pero no había ninguna pertenecía del pequeño en aquel lugar, es más si no fuera por la hoja que se encontraba en la mesa, se podría decir que el ojiverde nunca había estado ahí
Se acercó lentamente algo curioso a aquel papel y comenzó a leerlo, a medida que iba avanzando sus lágrimas comenzaron a caer, su niño le había escrito una carta de despedida, leer aquellas palabras desgarraban su corazón, realmente iba a volver loco por todo lo que estaba pasando
No, noo, nooo!! - comenzó a gritar casi al borde de la locura cuando termino de leer la carta, recién se había dado cuenta lo mucho que lastimo a su amado niño por lo cegado que había estado, tiro todas las cosas que tenía alrededor de rabia, de frustración, de odio consigo mismo, cayo de rodillas con lágrimas en los ojos, cada palabra que dijo, cada acto que hizo, todos los recuerdos le vinieron a su mente, tenía que buscarlo, tenía que pedirle perdón mil veces si era posible para tener siquiera una oportunidad para el perdón de su castaño
Después de un momento ya más calmado recordó que Ijuuin le había dado una tarjera del hermano de Misaki, fue a buscar la tarjeta y cuando la encontró se dirigió presuroso a aquel hotel
------------------------------------------------------------------------
- Misaki, misaki, despiértate dormilón – dijo delicadamente el pelinegro haciéndole despertar acariciando sus cabellos, el castaño abrió lentamente sus ojos, era su hermano
- que paso hermano – dijo el ojiverde despertándose mejor
- hable con tu abuela te iras a vivir con ella, por el momento es lo mejor para ti y tu bebe, no te puedes quedar más tiempo en el hospital, por ahora estas internado por una anemia leve, pero aquí hay médico que pueden descubrir tu estado, lo cual puede ser peligroso – dijo el pelinegro lo más calmado posible, para no preocupar al castaño
- hermano si tú crees que es lo mejor para mí, lo voy a hacer – respondió el castaño
- sí es lo mejor, tienes que hacer todo lo que te digamos, siempre voy estar contigo no te preocupes – dijo el pelinegro depositando un tierno beso en su frente, por más que el pequeño no lo demostraba, él sabía que estaba asustado - ahora ya estas más estable así que podrás viajar sin problemas – continuo el pelinegro, le daba nostalgia separarse de esa manera de su pequeño hermano, pero era algo que tenía que hacer por su bien
Le dio de alta esa misma noche y se dirigieron al hotel del pelinegro, ahí le estaba esperando su abuela y unas personas más, tenían varios trajes y especialistas en bellezas, eso confundió un poco al menor aunque no lo demostraba
- de ahora en adelante vas a ser Misaki Takahashi, la nieta de Misuki-san, los únicos que sabremos la verdad seremos, tu abuela, Ryu-san, tu y yo – le dijo su hermano para sacarlo de su confusión, el castaño no dijo nada, solo obedeció a todo lo que le indicaban aquellas personas
Le pusieron un hermoso y elegante quimono color naranja floreado, le pusieron una peluca de color castaño y para que se más creíble (si no lo era ya) le maquillaron un poco, su belleza era realmente inigualable
- Realmente eres la viva imagen de tu madre – dijo emocionada su abuela casi al borde de las lágrimas, todo había pasado tan rápido pero no le importaba, lo único que quería era estar con su nieto y recuperar esos años perdidos
- creo que ya no hay tiempo para más – dijo el pelinegro interrumpiendo a la mujer – tienen que irse ahora, me aba de llamar un amigo del hospital y parece que hizo un estudio de tu sangre y sospecha tu estado y ahora mismo se dirige para acá – continuo el mayor
- Misaki vas a ir a Kyoto, a la casa de campo de la familia Takahashi, allí te quedaras el tiempo que sea necesario, siempre estaremos en contacto – dijo mirando tiernamente al castaño – te quiero pequeño – continuo depositándole un tierno beso
Después de eso salieron presurosos, la belleza de Misaki no pasaba desapercibida en aquel lugar ni por hombre ni por mujeres, Ryu les esperaba en la entrada, entraron y se fueron, Misaki dejaba atrás todo, su vida hasta ese entonces, sus hermanos, Violet-sama, quien era una madre para él, y a su amor, a quien se había prometido a él mismo olvidar
-------------------------------------------------
Cuando llego al hotel ya era de noche, en la entrada se encontraba un grupo de gente, parecía que era alguien importante una actriz tal vez había salido del hotel, era hermosa y estaba subiendo a una lujosa limusina, pero él no le presto mucha atención. Pregunto en la recepción por Kusama Nowaki, el hermano de su niño subió hasta su habitación y comenzó a tocar, pero al ver que nadie respondía comenzó a tocar cada vez más fuerte, y de repente la puerta se abrió pudo ser testigo como una mirada de confusión se transformó en una de desprecio
- Usami Akihiko-sama que lo trae por aquí – pregunto el pelinegro conteniendo su ira, tenía ganas de hacerle pagar por todo el sufrimiento que había pasado su hermanito, pero tenía que contenerse, lo había prometido
- como sabes mi nombre – pregunto algo confundido el peliplata
- todos saben el nombre de los hijos de nuestro jefe Usami Fuyuhiko – respondió el pelinegro – pero no me dijo aun que lo trae por aquí – dijo otra vez el pelinegro
- bueno vine a preguntarte sobre Misaki – respondió el peliplata, el solo pronunciar su nombre le dolía – por favor, tengo que encontrarle – continuo el ojilila, el pelinegro no podía tener más que sentimiento de odio hacia aquel bastardo que lastimo a su hermanito, así que estaba loco si pensaba que le iba a decir donde estaba el castaño
- Lo siento Usami-sama, llega muy tarde misaki ya se fue y realmente no sé a dónde, esta mañana me llamo para decirme que se encontraba bien pero que se iba a ir fuera de Tokio pero no me dijo a donde, lo siento mucho pero no puedo ayudarle – dijo el pelinegro seriamente, había sido muy bien entrenado así que decir esa mentira no le costó mucho, para cualquiera que lo hubiese escuchado aquello le habría creído
El peliplata se quedó en shock, realmente ya era tarde para poder encontrarse con su amado niño?, tal vez sea mejor dejarlo ir como dijo su padre, después de todo él no merecía el amor de aquella persona, en su cabeza comenzaron a girar muchas ideas y pensamientos, no dijo nada mas solo se dio media vuelta y se fue.