La mansión de la familia Takahashi era del estilo tradicional, con su propio bosque y un dojo donde entrenaban los guardaespaldas de la familia, aunque todos eran fuertes había alguien a quien nadie podía ganar todos la llamaban La Rosa, era una experta en toda clase de artes marciales y además de fuerza tenia belleza esas dos cosas la hacían peligrosa, y si eso no era suficiente ella era la nieta y única heredera de la familia Takahashi, de cabellos largos castaños y hermosos ojos esmeraldas: Misaki Takahashi
Sus ojos eran hermosos pero a la vez fríos, no mostraba ningún sentimiento hacia nada ni nadie, solo a su pequeña hija, no hablaba mucho pero su solo presencia y su forma de ser atraía a muchas personas.
- yo seré el siguiente – dijo uno se los muchachos levantándose, aun sabiendo que iba a perder se arriesgaba solo para estar cerca de La Rosa, la cual que con tan solo unos bellos movimientos y delicados movimientos lo tumbo en unos segundos, mirando al muchacho con desaprobación y antes de que alguien más la rete una pequeña y frágil voz llamo la atención de todos los presentes
- Mama! Mama! – gritaba una pequeña niña de cabellos plateados, y aquel gélido rostro se volvió a uno amable, gentil y lleno de amor
- Violeta cuantas veces te voy a decir que no correr – le dijo con una sonrisa golpeando suavemente la nariz de su niña con su dedo, matando a todos los demás los cuales atacarían si no sabrían lo peligroso que era, los que lo intentaron terminaron en el suelo y otros tuvieron que ir al hospital con algunas fracturas
- pero Mama te estaba buscando por todas partes para preguntarte algo y por fin te encontré – dijo agarrándose del cuello de su madre, la cual la cargo y deposito un beso en su frente y volteo para ver a los demás cambiando al instante el semblante de su rostro
- es todo por hoy, continúen solos – dijo seria con su mirada fría que congelaba a los presente, y luego miro a su niña y se dulcifico su rostro. Salió del dojo con su pequeña en sus brazos
- y dime, que quería preguntarme mi pequeña – dijo el castaño después de bañarse, todos en ese lugar pensaban que era mujer y él estaba bien con eso, podía hacer cualquier cosa por el bien de su hija, al principio llevaba peluca pero se dejó crecer su cabello, era realmente hermoso y delgado que parecía mujer.
- Mama donde está mis otros abuelitos – pregunto curiosa la niña – es que Karin me dijo que todos tienen cuatro abuelitos y yo solo tengo a mi abuelita Misuki y mi abuelito que está en el cielo – continuo bajando la mirada. El castaño la miro un poco dudoso, no sabía cómo contarle sobre sus otros abuelos, pero al ver a su pequeña sabia cuanto le atormentaba eso así que decidió contarle un poco de sus abuelos
- Mi amor, es un poco complicado pero tratare de hacerte entender – respondió con una sonrisa, y al escuchar eso su niña se puso contenta – tu otro abuelito está vivo, es alto y siempre va de negro, tal vez algún día lo conozcas – continuo el castaño
- siii! – grito la pequeña con una sonrisa
- pero tu otra abuelita está en el cielo – dijo lo más tranquilo posible para no poner triste a su niña – pero sabes ella te conoció – dijo con una sonrisa, la niña solo lo miro curiosa – ya tenías 6 meses desde que naciste, eras muy pequeñita – le dijo con una sonrisa – tu abuela era realmente hermosa, te pareces mucho a ella, realmente se puso muy contenta cuando te vio – continuo mientras tomaban un descanso
------------------- FLASH BACK -----------------------
La habitación estaba vacía y silenciosa como casi todos los días, su hijo desde que dejo de trabajar con su padre venía a verla dos veces a la semana, él realmente había cambiado se había vuelto más fuerte, hasta había enfrentado a su padre, el cual no le dijo nada, tal vez en alguna parte de él se sentía culpable. La bella mujer estaba muy medita en sus pensamientos que no se dio cuenta que alguien había entrado en su cuarto.
- Mi-Misaki-kun? – pregunto algo sorprendida e incrédula, pues llevaba un hermoso kimono y una peluca, realmente parecía una mujer, pero no podía confundir esos hermosos ojos esmeraldas
- Violet-sama buenos días – dijo con una sonrisa y una leve reverencia ya que llevaba algo entre sus brazos, primero la bella mujer lo miro curioso y luego cayó en cuenta: era su nieto
- lo prometido es deuda Violet-sama, es su nieta– dijo con una sonrisa y se acercó donde la peliplata y se la dio para que la cargue
- Es tan hermosa, se parece tanto a Akihiko – dijo sin pensarlo, eso hizo cambiar el rostro del menor, la peliplata se dio cuenta de lo que había dicho y trato de rectificarse y a la vez tratar de ayudar a su hijo – discúlpame Misaki-kun, lo siento sé que sufriste mucho por culpa de mi hijo pero … - no pudo terminar lo que dijo
- no se preocupe Violet-sama, pero le agradecería que no me hable de él – dijo en un tono más serio, la mujer no quería hacerle daño y tampoco arruinar el ambiente asi que solo sonrió y asintió, después de todo él también era como un hijo para ella
- está bien, pero al menos prométeme que alguna vez le darás la oportunidad de que conozca a su hija – dijo la bella mujer, el castaño la miro receloso no le agradaba esa idea, aún estaba temeroso
- Por favor Misaki-kun prométemelo – dijo la peliplata – sabes siento que ya no me queda más tiempo y al menos quiero tener la tranquilidad de que mi hijo va a conocer a si hija, por favor – le dijo suplicante, el castaño con solo verla sabía que estaba muy mal y no quería que por su culpa empeore
- está bien Violet-sama, pero no ahora necesito tiempo – dijo al fin resignado, y la peliplata lo miro aliviada y él le respondió con una sonrisa, pero el sonido del teléfono interrumpió aquella tierna escena
- bueno? – contesto la peliplata
- Madre estoy en el primer piso, quieres que te lleve algo de la cafetería? – pregunto del otro lado de la línea, era su hijo, esto sobresalto a la bella mujer y el castaño capto la señal y se alteró, no estaba preparado para encontrarse con él todavía
- N-no hijo esta, estoy bien – respondió un poco alterada, estaba nerviosa, por una parte quería decirle que Misaki estaba ahí con ella, pero al ver al castaño sabía que no podía
- que paso? estas bien madre? Pareces nerviosa – dijo el mayor del otro lado preocupado
- s-si estoy bien no te preocupes – respondió la mujer lo más tranquila posible
- bueno, ya estoy subiendo – dijo el mayor cortando
- Es él verdad? – Pregunto el castaño, pero no encontró respuesta – lo siento Violet-sama, usted sabe que la aprecio mucho pero no estoy preparado – dijo acercándose a ella para levantar a su hija
- despídete de tu abuelita – le dijo a su pequeña con una sonrisa, la mujer solo la miro con los ojos llorosos y le deposito un tierno beso, el castaño la cargo y se dirigió a la salida antes de salir se dio la vuelta
- Mi pequeña se llama Violeta en su honor, espero que no le moleste – dijo el castaño, la mujer solo le sonrió dándole a entender que no le molestaba en absoluto, más bien le encantaba la idea – Adiós Violet-sama – dijo con una pequeña reverencia y salió del cuarto , seguido por unos cuantos guardaespaldas que su abuela lo obligo a llevar
La bella mujer se quedó sola otra vez, alegre por haber conocido a su nieta y saber que Misaki estaba bien pero y triste porque sabía que no le quedaba mucho tiempo de vida
--------------------- FIN FLASH BACK ----------------------------------
- Asi que aquí estaban – dijo la mujer castaña de avanzada edad
- Abuelitaa!! – grito la niña corriendo a su lado muy alegre
- Violeta, cuantas veces te voy a decir que no corras – dijo en tono un poco severo el castaño
.- Lo siento mamita, no volverá a pasar – dijo acercándose y aferrándose a sus pies, el ojiverde solo sonrió, simplemente no podía enojarse con ella y mucho menos regañarla
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- Madre se que ahora estas en un lugar mejor donde no hay sufrimiento, pero como quisiera que estés a mi lado apoyándome y animándome a renovar mis fuerzas – dijo el peliplata en voz baja, realmente extrañaba a su madre y no olvidaba la última vez que la vio con vida ni sus últimas palabras
------------------- FLASH BACK -----------------------
- Madre quien es la señorita que salió de tu habitación? – pregunto el peliplata curioso, pero se asustó al ver a su madre con lágrimas en los ojos – que paso, esa persona te hizo daño? – dijo tratando de salir en buscarla, pero su madre lo detuvo
- no hijo, no me hizo nada, es alguien que conozco desde hace mucho tiempo, también es alguien a quien tú conoces – dijo con una sonrisa, pero no quiso decir más, sino su hijo la iba a descubrir, el peliplata solo la miro muy confundido, eso le causo gracia, pero su rostro cambio por completo otra vez, otra vez tenía ese presentimiento
- hijo sé que tu padre y tú piensan llevarme al extranjero para hacerme pruebas, pero no estoy de acuerdo con eso - dijo sin más la bella mujer, dejando perplejo al ojilila – tengo el presentimiento que no me queda más tiempo y prefiero pasarlo con las personas que amo – continuo la peliplata
- No digas eso Madre, te vas a poner bien – dijo el peliplata preocupado
- Hijo los dos sabemos que eso no es verdad – dijo resignada – los médicos me dieron muy poco tiempo de vida y mírame aquí aún viva, pero ya no tengo más fuerzas, se me agotaron todas – dijo en un tono cansado, la verdad es que solo estaba resistiendo porque quería conocer a su nieta y ahora que ya la conoció podía descansar en paz
- no, Madre no puedes dejarme – decía el peliplata casi al borde del llanto, él sabía que su madre estaba sufriendo pero no se resignaba a perderla
- Hijo, tu sabes cuánto estoy sufriendo con todo esto, por favor solo déjame ir y no te culpes de nada – dijo cada vez más cansada, le entraron ganas de dormir y poco a poco sus ojos se fueron cerrando – prométeme que buscaras a Misaki, él es el único que puede hacerte feliz – dijo por ultimo cayendo en un sueño eterno
- no, no, noo!! Madre!! Despierta Madre!! – comenzó a gritar el peliplata aun incrédulo de lo que estaba pasando, las enfermeras y los médicos comenzaban a llegar y lo sacaron de la habitación, trataron de reanimarla pero fue inútil, había muerto.
------------------ FIN FLASH BACK ---------------------------
Poco a poco se fue recuperando de ese golpe, que su madre muriera le choco demasiado pero tenía que seguir adelante y cumplir con lo que su madre le había pedido, encontrar a su niño, la verdad es que a pesar de que se hacia el fuerte, se sentía muy solo extrañándolo, no podía imaginar cuán difícil había sido decir adiós a su pequeño y él ni siquiera volteo a verlo, ahora no sabía dónde estaba, si al menos pudiera verlo una vez más para pedirle perdón, para decirle que lo ama, para decirle que no puede vivir más sin él, que poco a poco se está muriendo silenciosamente.
No sabía cuánto había sufrido él también con todo lo que había pasado, sintiéndose morir cada noche por su ausencia, todas aquellas noches que eran unas más largas que otras sin saber que hacer tan lejos de la persona que amaba y pensar que lo tenía tan cerca de él y ahora cada vez que ve sus brazos se encuentran vacíos.
- Usami Akihiko? – llamaron desde la puerta, sacándole de sus pensamientos, se limpió las rebeldes lagrimas que le comenzaron a salir y se dirigió a la puerta, era el investigador que había contratado hace una semana por recomendación de la pelirroja para buscar a su niño
- Usami Akihiko-san ya encontré a su Rosa – dijo el detective dejando confundiendo al peliplata.