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CUANDO TE ENAMORAS por GabyArika

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Notas del capitulo:

bueno me demore un poko pero he aqui el capii.... para todos auellos que se preguntaban por que misaki era asi.... se me hizo un poco largo.... ahmmm gracias a todas las peronas que me apoyan T_T .... ñ.ñ. sin nada mas que decir A LEER... 

Lo primero que recuerda es estar en un lugar llenos de niños, niñas, y pocos adultos la mayoría mujeres, era un orfanato, unos niños se iban y otros venían, tenía 4 o 5 años era muy pequeño pero aún conservaba aquellos recuerdos, tenía un grupo de amigos, siempre andaban juntos, el mayor de todos era Kisa, pero no lo parecía así que consideraban como mayor de todo el grupo  a  Nowaki, seguido por Chiaki, después estaban Misaki y Ritsu los cuales parecían gemelos y por ultimo Shinobu, era el más pequeño pero también el más engreído y gruñon.

Nowaki era un líder amable y cariñoso, por ser el mayor cuidaba de todos, ellos eran muy felices, aunque no tenían padres se tenían a ellos mismos los cuales eran como una familia, pero todo cambio ese día, el cual a pesar de sus cortas edades nunca olvidarían, el día en que vieron por primera ver a su maestro, a su jefe Usami Fuyuhiko.

Se paseaba por toda la sala, todos los niños estaban bien formados, ese señor vestido de negro, con lentes y guantes del mismo color y un abrigo grande, les daba mucho miedo a todos los niños de aquel orfanato y mas aun los señores de atrás que no se movían para nada no tenían ninguna expresión.

- este está bien – dijo señalando al niño más alto de la primera fila – este también – señalo a otro mientras avanzaba, así sucesivamente iba escogiendo niños, la mayoría altos y saludables, que no parecían débiles, hasta que llego al lugar de nuestros queridos niños, todos estaban asustados y se escondían atrás de Nowaki, el cual sin dudar los protegia, el señor miro y no lo dudo mucho – él es el último, dijo señalando y luego se voltio para disponerse a salir

- no!! – se escuchó una pequeña vocecita que llamo su atención, era uno de los niños que se escondían atrás de nowaki, eso lo sorprendió un poco, pero lo que paso después lo sorprendió más aun, todos los niños que estaban escondidos atrás del niño que escogió ahora estaban delante de él, como si quisieran protegerlo.

- es nuestro hermano mayor, no se lo puede llevar – se escuchaba de una de las vocecitas, que lo meraban desafiantes, los guardaespaldas se pusieron alertas si es que su jefe les daba alguna orden de castigar aquellos que lo desafían, aunque sean solo unos niños, el mayor solo levanto la mano para calmar a sus “asistentes” y luego se dirigió a los pequeños

- porque no puedo llevármelo? – pregunto con una amable sonrisa

- porque nosotros hicimos la promesa de estar siempre juntos – gritaron al unisoro, hasta el pequeño Shinobu

- asi que ustedes no quieren que me lo lleve y yo no quiero dejar, que podemos hacer? – se preguntaba en vos alta y todos los niños lo miraban con expectativa – les parece si me los llevo a todos? Asi él no se queda y ustedes permanecen juntos – les dijo con una sonrisa, todos los niños se miraron y tenían una respuesta – es un trato – dijo Kisa, dando la mano al mayor, pues después de Nowaki el líder era Kisa por ser el mayor.

- un interesante grupo de niños, aunque parecen débiles esa mirada en sus ojos me gusta, algo me dice que van a ser muy buenos – pensó el pelinegro, se volteo dirigiéndose a la encargada del Lugar

- esos son todos los niños, son más de los que pensé, no creo que le moleste o sí? –  pregunto en tono sarcástico

- N-no Usami-sama – respondió la mujer de cabellos negros largos, bajando el rostro y conteniendo toda su ira y frustración, pero no podía hacer nada, quería a todos esos niños como sus propios hijos, pero si ella se oponía todos los niños que quedaban y los que recién iban a llegar a aquel orfanato se quedarían en la calle sin nada ya que el gran Usami-sama era su benefactor, asi que por más que no le gustaba tenía que aceptarlo.

- eso pensé – le dijo el pelinegro saliendo del lugar con su característica sonrisa, sus “asistentes” se encargarían de los niños.

Todos estaban asustados, lo único que les motivaba era que estaban juntos - gracias – dijo Nowaki, aunque no lo demostró en el momento, él también estaba muy asustado, le alegraba que hayan hecho eso por él, pero también estaba triste de haberlos metido en esto, todos lo miraron y no hicieron más que apegarse para estar aún más juntos y darse valor, por que sentían que algo malo se les aproximaba

Llegaron a una inmensa mansión, pasaron por la casa principal dirigiéndose a la parte posterior más allá de aquel inmenso jardín,  llegaron a un lugar que parecía una escuela entera, llena de niños y adolescentes entrenando, haciendo ejercicios, dirigidos por personas “que daban miedo” según ellos

Bajaron de los autos eran como 12 niños de diferentes edades y seis de ellos eran el grupo de amigos, todos entraron ordenados a un lugar que parecía un coliseo estaban rodeados por varios hombre de traje negro y lentes oscuros, al frente apareció un hombre alto y musculoso parecía el que dirigía todo ahí

- bienvenidos al grupo Harukon, aquí es donde comienza su pesadilla – dijo riendo a carcajadas, asustando a varios – aquí les enseñaremos a ser unos hombres de verdad que no teme a nada ni nadie, nosotros somos un grupo de elite y les enseñaremos a ustedes como llegar a ser como nosotros, aquí no aceptamos llorones, si hay uno aquí, que se valla alistando porque va a sufrir más que los demás – dijo mirando a todos y fijando sus ojos en el grupo de amigos, los cuales parecían débiles y frágiles, es como si específicamente se dirigiría a ellos – una vez que entran aquí nunca más salen – dijo como una advertencia y retirándose de ese lugar, dejando a unos asustados niños.

En ese lugar les enseñaban de todo, los educaban inculcándoles conocimientos de todo tipo, cultura, ciencia, historia, deporte, cocina, limpieza, artes marciales, defensa personal,  poco a poco se fueron adaptando, los cuartos eran cómodos tenían todo lo necesario, entraban dos en cada habitación, todo estaba bien, si no fuera por una cosa, que les enseñaban a “no” sentir dolor, de ninguna manera, ni física ni mental, los sometían a todo tipo de torturas conocidas y por conocer, para que se vuelvan  “más hombres” según ellos, no podían hablar a menos que se lo pedían  o que sea necesario , no risas no llantos, no emociones o expresiones, todo eso estaba prohibido, poco a poco se fueron acostumbrando a su nueva vida, menos uno el castaño de ojos verdes no podía acostumbrarse a ese horrible lugar, era al quien más castigaban por la mas mínima cosa que hiciera “mal”, un día casi medio año después de estar ahí Misaki ya no soportaba más, le tocaba su sesión de tortura, a él no le gustaba y sin que nadie se diera cuenta se escapó, se fue corriendo sin mirar atrás y escondiéndose en el jardín, corrió hasta que se tropezó y cayó al suelo se quedó ahí y seguía llorando.

- quien eres tu? – le pregunto una amable voz, se voltio y se encontró un joven peliplata que lo miraba con curiosidad y lastima, aquel niño le parecía tan indefenso, ese lugar era su secreto y preferido para el peliplata siempre iba ahí a descansar y leer, pero esta vez encontró a alguien mas a un hermoso niño

- seguro se escapo de la academia de mi padre – pensó, el sabía que hacían ahí realmente, su padre engañaba a su madre diciendo que adoptaba niños huérfanos para educarlos y darles una vida mejor en un futuro, pero el vio todo una vez que se infiltro, él realmente repudiaba a su padre no podía creer lo que hacían ahí adentro con esos pobres niños, volviéndolos maquinas, miro al pequeño niño que estaba en frente de el, le parecía tan tierno, lloraba sin consuelo, le daba lastima, sin darse cuenta tenía ganas de salvarlo de librarle de la vida que le esperaba, pero no podía, pero había algo que si podía hacer en ese intentar consolarlo

- como te llamas – le pregunto el ojilila al ver que el castañito no le contestaba

- M-mi- misa – no podía decir bien su nombre aun en sollozos y un poco asustado

- Así que eres Misa-chan le dijo interrumpiéndole con una sonrisa, lo cargo,  lo consoló, eso tranquilizo al menor el cual se apoyó a su hombro

- yo soy Usami – no completo su nombre, porque el menor le interrumpió acariciando aquellos plateados cabellos

- Usagi-san? – dijo con su dulce vocecita, eso conmovió al mayor  - si, soy Usagui-san pero solo para ti – le respondió acariciando sus cabellos

Se quedaron juntos toda la tarde, el mayor le contaba todo tipo de historia y misaki también le contaba cómo había llegado hasta ahí, el peliplata se sentía tan cómodo con aquel hermoso niño, no quería dejarlo ir, pero todo siempre tiene su final

- No debe estar lejos – se escuchó una voz a lo lejos y luego muchos pasos – debemos encontrarlo a toda costa – dijo otro de ellos

El castaño comenzó a temblar y el ojilila lo abraso – tienes que regresar -  le dijo en un susurro – si te encuentran aquí te van a castigar, yo los voy a distraer, corre – le dijo empujándole levemente, pero el castaño no quería moverse, el peliplata lo miro y le dijo

- sabes este es mi lugar favorito, tal vez nos encontremos otra vez – le dijo con una sonrisa, el menor solo le respondió con otra sonrisa y se fue corriendo y llego a su habitación sin que nadie se diera cuenta.

Misaki siempre se daba su escapadas, cada vez se volvía mas experto, siempre se encontraban en el mismo lugar, el mayor le traía, tortas, caramelos, chocolates, engreía a ese niño, le contaba cuentos, se poda decir ese pequeño lugar era de ellos dos, el único lugar donde podían sonreír y ser felices, pero de repente todo cabio, uno de esos tantos día Misaki fue a su encuentro, pero no encontró a nadie espero toda la tarde pero nadie llego, empezó a caer lluvia y menor no pudo esperar más y se fue, el día siguiente fue igual, no había nadie en aquel lugar, él estaba muy triste, y así paso una semana al quinto día fue sin mucho ánimo pues temía que fuese igual a los días anteriores, pero no,  su corazón palpito y él se alegró muchísimo ahí estaba él, sentado debajo de ese árbol.

- Usagi-san – dijo contento el menor con una gran sonrisa, pues si bien en su “academia” no podía, ahí si – pensé que hoy tampoco venias – le dijo en tono triste bajando la mirada

- pues no iba a venir, pero tenía la obligación – dijo el peliplata con una triste sonrisa, eso confundió un poco al pequeño castaño

- solo vine a despedirme Misa-chan – dijo mirando al cielo, él realmente apreciaba a ese pequeño castaño de ojos verdes, quería llevárselo con él, escapar juntos y salvarlo del futuro que lo espera, pero no podía solo era un adolescente de 15 años, que iba a hacer con un niño?,  solo empeoraría las cosas para los dos

- A despedirte – dijo despacio pero audible el ojiverde

- si – respondió – discutí con mi padre, ya no soporto mas todo esto, lo único bueno de esta casa y me duele mucho dejar aquí, son mi querida madre y tu – le dijo acariciando sus cabellos – yo no creo que vuelva, pero creo que en un futuro nos encontraremos

- y vamos a poder estar juntos por siempre? – dijo inocentemente el pequeño castaño, lo que conmovió al mayor

- pero primero tienes que volverte fuerte– le dijo poniéndose de rodillas para llegar al tamaño del menor – eres muy especial para mí, no lo olvides – le dijo mirando esos hermosos ojos verdes que extrañaría demasiado

- entonces me volveré muy fuerte y después iré a buscarte – le dijo seriamente el ojiverde, eso sorprendió al peliplata, el cual soltó una risita y le respondió – te estaré esperando

A pesar de ser un niño, entendía muchas cosas gracias a su “academia” que se encargaba de educarlo,  ponía en práctica todo lo que había aprendido hasta ese momento para no ponerse a llorar quería despedirse con una sonrisa, aunque no quería despedirse de su Usagi-san, sabía que él no era feliz en ese lugar. Pasaron tosa la tarde juntos, cuando llego la hora el peliplata se fue, dejando un triste castaño en aquel lugar.

Después de eso escasas veces iba a ese lugar, solo cuando sentía que no podía más iba a ese lugar para recuperar fuerzas, el recuerdo de Usagi-san era su fuerza así pasaron días, semanas, mese, años, tuvo muchas experiencias, ese lugar cambiaba personas.

Cuando llego a los 12 años, tuvo una experiencia que no olvidaría jamás, cuando eran niños los miembros de Harukon dio a cada niño una mascota para que lo cuidaran, Misaki se encariño mucho con su mascota el cual era un hermoso perro huski, pero no podía demostrar signos de afecto o seria castigado, pero cuando estaban solos los mimaba y jugaba mucho con él. Pero ese día lo marco de por vida  les pusieron una aprueba, donde debían demostrar que no tenían sentimientos, ellos tenían que matar a la mascota que se les dio, Misaki no podía hacer eso, simplemente no podía, pero si no lo hacía iba a ser duramente castigado, sus amigos estaban muy preocupados por él

- Misaki tienes que hacerlo – le dijo shinobu

- Pe-pero no puedo – dijo lloroso – es mi amigo, como me pides que lo mate

- pero ya sabes lo que te espera – insistía shinobu, pero misaki, simplemente no podía

- toma – le dijo Ritsu alcanzándole unos lentes oscuros, misaki solo lo miraba sin entender – estos lentes te protegerán – le dijo sonriente – mientras lleves estos lentes nadie podrá ver tus emociones o sentimientos y estarás a salvo, cuando te los pongas podrás hacer todo lo que te pidan sin dañarte a ti mismo – le dijo su amigo, el cual era un hermano para él, Misaki solo cogió los lentes, se los pudo y guardo todos su sentimientos y emociones muy dentro de él, agarro el machete y degolló a su querida mascota.

El grupo Harukon, hacia todo tipo de trabajos, era un grupo de elite que siempre cumplían con la misión que les encomendaban, espías, guardaespaldas, hasta de asesinos, todos estaban muy entrenados.  Misaki no volvió a matar a otro ser vivo, él busco la manera de terminar con alguien sin matarlo, estudio demasiado y encontró una forma, pérdida de memoria y practico mucho, la clave era golpear suavemente algunos puntos de la cabeza bloqueando por completo los recuerdo, asi que la persona indicada olvidaba hasta su nombre y solo Misaki era capaz de devolverle la memoria, así desaparecia  a alguien sin matarlo.

Con los lentes puestos Misaki poco a poco se fue convirtiendo en uno de los mejores, era cruel y despiadado, mientras no matase a nadie, y sus amigos no se quedaron atrás  todos a la edad de 18 años se graduaron, como los más jóvenes en ser parte del grupo elite Harukon.

Misaki, muy dentro de él guardaba los recuerdos de su infancia, a veces tenia en mente ir a buscar al peliplata, pero tenia miedo. Un dia mientras cumplía una misión vio al peliplata y lo reconoció al instante, todos sus sentimientos que estaban ocultos salieron, ya no era un adolescente ahora tenía rasgos maduros, su corazón comenzó a acelerarse como hace mucho no lo hacía, todos los recuerdos de admiración y cariño por un adolescente peliplata fueron cambiados por un extraño sentimiento de un peliplata mayor, maduro.

Los recuerdos, le volvieron de golpe, cada vez más le invadían las ganas de ir a buscar y cumplir la promesa de cuando era niño, pensó muchas veces en escaparse, pero no fue necesario, el mismo Fuyuhiko – sama le dio la oportunidad de encontrarse con su Usagi-san.

- Serás el asistente de mi hijo Akihiko – le dijo cuándo le mando llamar a su oficina – se que a él no le gustara que le mande uno de esos gorilas y además tu eres uno de los mejores, tenía en mente mandar a Ritsu, pero el está cumpliendo una misión, siendo asistente de Takano-san – decía el pelinegro sentado en su escritorio, Misaki estaba muy feliz, la suerte estaba de su lado, al fin después de tanto tiempo va a poder estar al lado del peliplata – iras a vivir allí, así que alista algunas pertenencias, solo lo necesario, ahora puedes irte – sin más Misaki hizo una reverencia y se marchó.

Ahora estaba ahí, tendido en esa inmensa cama al lado de la persona  con quien  deseo estar por desde hace mucho tiempo, como cuando era niño y se dormía al lado del mayor, el cual le proporcionaba tanta seguridad y confianza. Pero ahora era diferente, tenía muchas ganas de quedarse ahí junto al ojilila pero no podía, se levando sigilosamente, zafando con cuidado en brazo que lo rodeaba, cogió sus lentes y salió del lugar, dejando dormido profundamente al peliplata.

Notas finales:

uhmmm que les parecio??.... tratare de actualizarlo lo mas pronto posible...

Psdt. si ahy algun horror ortografico sepanlo pasar por alto XD


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