- Usagi-san – dijo tímidamente el castaño entrando a la habitación del mayor, pues ya se iba hacer tarde y el peliplata aún no se levantaba de la cama, lo cual, era muy raro para el menor porque cuando estaba listo el desayuno el ojilila ya está listo
- Usagi-san, levántese el desayuno está listo – continuo al no obtener respuesta de este, miro toda la habitación y se sorprendió un poco, había muchos juguetes, y un oso gigante a lado del mayor, como no respondía se acercó lentamente hacia él, para poder despertarlo
- Usagi-san – dijo sacudiéndolo levemente, pero solo vio como unos brazos lo atraparon y lo metieron dentro de las cobijas
- Misaki hoy quiero dormir un poco más, solo cinco minutos si? – dijo como un pequeño niño engreído, pero el menor solo se quedó estático, no sabía que hacer se sentía muy nevioso bajo los brazos del peliplata, estaba muy cerca, podía oler su aroma, no era el mismo de hace años, era un olor a tabaco y un perfume muy varonil, el rostro del menor se pintó de rojo, una parte de él quería salir rápidamente de hay pero la otra no, solo quería estar asi por mucho tiempo
- Además, hoy me doy permiso porque estoy mal de salud – dijo el peliplata abrazando al menor, sacándolo se sus pensamiento
- Esta enfermo – pregunto preocupado el menor levantándose de golpe, pero el mayor solo levanto su mano y mostrándole su dedo le dijo – no te acuerdas
- Ah, solo es eso – respondió el castaño dejándose caer en la cama, un poco sonrojado, pues se había recordado lo que había pasado el día anterior
-------- Flash Back ---------------------------
Fueron al estacionamiento, pues ya era demasiado tarde y tenían que ir a descansar, el peliplata pensaba que iba ser divertido su trabajo ahora que Misaki era su Misa-chan, pero en todo el día se comportó como siempre, era imposible que los dos se quedaran solo un solo momento, siempre había alguien más.
Caminaban silenciosamente hacia el auto, y el mayor recordó que esa escena se le hacia conocida y cuando mira al menor este solo asintió confirmando las sospechas del mayor, otra vez los iban a atacar, el mayor se preparo mentalmente para pelear, pero cuando se volteo se sorprendio, pues eran el doble de la vez pasada, y todos comenzaron a atacar y como era de esperarse el menor acabo con todos
- Usami-sama está bien – dijo un poco preocupado, pues ahora eran muchos más que la vez pasada y el peliplata tuvo que pelear con dos de ellos
- No te preocupes, yo también puedo protegerme – dijo el peliplata acomodando un poco su ropas
- Pero ese es mi trabajo Usami-sama, darle protección es mi prioridad, ya que usted es la cabeza de esta empresa, muchas personas están atrás de usted– respondió seriamente
- Además ya te dije que no me llames así – dijo despeinándolo, le gustaba como fácilmente podía quitar esa mascara que tenía su niño
- Pero usagi-san – respondió tímidamente – alguien nos puede ver, dijo agachando la mirada
- Aquí no hay nadie – le dijo el peliplata acercándose hacia él y quitándole los lentes, ya no soportaba más tiempo sin ver esos hermosos ojos verdes que tanto le gusta, y solo le pertenecían a él.
- Usagi-san está sangrando – dijo un poco asustado buscando una bandita en su bolsillo, cuando lo encontró quiso ponerlo para que pare de sangrar, pero el mayor se rehusó negando con la cabeza
- He visto en la televisión que en las casa comunes que cuando alguien se corta, se le cura lamiéndolo – dijo el peliplata, levantando su mano hacia la boca del castaño – lámelo por favor – continuo poniendo su dedo en los labios del menor, el cual se sonrojo y lentamente abrió sus labios cerrando sus ojos, el peliplara metió su dedo
- Sabes Misaki eres muy lindo – dijo con una sonrisa, despeinando los cabellos del castaño, el cual lo miro un poco furioso
- Que soy para ti Usagi-san?, a veces pienso que solo juegas conmigo – pensó, mientras ambos subían al auto del peliplata sin percatarse que alguien los observada desde las sombras.
--------------- Fin Flash Back -----------------
- Usagi-san, eso no es excusa para no ir al trabajo realmente se va hacer tarde – dijo preocupado el castaño tratando de zafarse del abrazo pero sin ganas, sino hace rato se hubiera levantado, aunque no lo quería aceptar, le gustaba estar así
- No – respondió el peliplata abrazándolo con más fuerza – prefiero quedarme así todo el día contigo que ir a trabajar – dijo sonrojando al menor
- Pero no puede – dijo seriamente, frunciendo el ceño – ya es tarde para ir al trabajo y el desayuno de va a enfriar – continuo zafándose del abrazo y levantándose de la cama
- Misaki, eres mas gruñon de cuando eras niño – le dijo el peliplata sentándose en la cama – ahorita bajo, no te preocupes, no perdería el delicioso desayuno que preparaste solo para mi – continuo guiñándole un ojo, el menor solo frunció mas el ceño y salió, dejando un sonriente peliplata
- Yo sé exactamente que eres para mi, pero que soy para ti Usagi-san? – se preguntaba mentalmente el menor – solo el Niño que dejaste en aquel lugar?, entonces porque me tratas asi?, solo juegas conmigo? Solo te diviertes? – muchas interrogantes se formaban en su cabecita, muchas interrogantes sin respuesta pues nunca se atrevería a hacer tales preguntas al peliplata.
----------------- En el trabajo -------------------
- Que ha pasado Misaki, parece que hoy no estas de humor – dijo el peliplata, pues en casi todo el dia estaba que molestaba al menor pero este no le hacía caso, solo lo ignoraba y esto solo lo molestaba a él.
- No, estoy bien usagi-san – contesto cortésmente, lo llamo así porque estaban solo en la oficina – si me disculpa iré un momento a los servicios – dijo el castaño saliendo sin esperar respuesta, cuando abrió la puerta, alguien estaba a punto de entrar
- Buenas tardes Ijuuin-san – saludo haciendo una reverencia el castaño
- Oh, Buenas tardes Misaki-kun – respondió sonriente, el menor no le prestó atención pero otra persona que estaba viendo la escena si se percató de eso y no le gusto para nada
- Disculpe voy de salida – dijo haciendo otra leve reverencia y saliendo de la oficina dejando a los dos mayores ahí.
Misaki entro al baño, y se refresco con agua, en realidad no tenía ganas de ir al baño pero ya no quería estar en ese lugar, se sentía un poco incomodo
- Misaki, que estás haciendo? – se preguntaba mentalmente – lo buscaste por tanto tiempo y ahora que estas a su lado, te comportas así?, solo lograras alejarlo – se decía a si mismo
- Esta bien – dijo mirándose al espejo dándose ánimos – mientras este a su lado seré feliz, aunque él no sienta lo mismo que yo- dijo secándose y dispuesto para regresar a la oficina
Cuando regreso sin querer abrió la puerta y se encontró una atmosfera aún más intensa que cuando salió, miro la escena y parecía la pelea de dos titanes los cuales solo con la miraba se desafiaban, eso asusto mucho al menor, pero por supuesto no lo demostró
--------- 5 minutos antes en la Oficina ---------
- Usami-san, o debería decirle Usami-sensei – dijo sonriente el pelinegro
- que hace aquí – dijo malhumorado el peliplata, estaba molesto por que Misaki no le hacía caso, pero cuando vio como el pelinegro le sonreía a su niño lo enfureció más aún.
- Porque esta tan molesto? No debería estar así, solo se volverá más viejo – le contesto de una forma burlona
- pero eso Ud. que le im.. – no pudo terminar su frase el ojilila, porque fue interrumpido
- Sabe ayer cuando estaba en el estacionamiento, por casualidad vi que tan efectivo es su asistente – le dijo con una sonrisa el pelinegro, el ojilila recordó lo que paso el día anterior en el estacionamiento hasta “eso”, cambio su cara ana aún más furiosa, si es que se podía.
- Sabe, yo también quisiera un asistente como él, no – se corrigió – mejor dicho lo quiero a él, no creo que encuentre a alguien como él, se ve tan diferente sin lentes – dijo como si estaría hablando con él mismo, el peliplata estaba muy furioso tenía ganas de agarrarlo a golpes y así hacerle olvidar todo lo que había visto, pero tenía que controlarse
- pues tendrá que aguantarse las ganas – respondió el peliplata – ya que ahora mismo él es “MI” asistente – dijo sonriente y triunfante resaltando ese MI, haciendo denotar que era suyo y no pensaba entregárselo
- Pero no esté tan seguro, él le dijo que está bien que este con usted – dijo lanzando el contrataque el pelinegro – tal vez si le pregunte quiera cambiarse a ser mi asistente, lo trataría mejor que usted lo trata – continuo mirándolo directamente como quien lanza un desafío, pero el peliplata no se quedó atrás y respondió la misma intensidad con la mirada, pero sin que se den cuenta el culpable de esa pele había entrado a aquella oficina
- Disculpen, hay algún problema – dijo Misaki con su característico tono de voz
- Misaki-kun – dijo volteándose el pelinegro y cambiando su rostro por uno alegre y sonriente – no me dí cuenta cuando entraste – continuo dirigiéndose donde el peligrosamente, el peliplata se dio cuenta y rápidamente rodio su escritorio tratando de alcanzar más antes a misaki, pero estaba más lejos
- Misaki-kun estas ocupado esta noche?, quisiera invitarte a cenar – le pregunto el pelinegro sin borrar su sonrisa del rostro, esta propuesta confundió demasiado al menor, antes ni siquiera lo veía y ahora lo estaba invitando a comer, pero antes de que pudiera contestar alguien le gano
- Lo siento, pero Misaki y yo ya tenemos un compromiso para esta noche y todas las noches que siguen – respondió seriamente el peliplata poniéndose en medio de los dos, sorprendiendo a los dos – Así que si no tiene más que decir se puede retirar – dijo abriendo la puerta
- Bueno le dejo esos papeles en la mesa, para que los revise y los firme – respondió mirando fijamente al peliplata diciéndole “esto no acaba aquí”
- Nos vemos Misaki-kun – dijo dirigiéndose al menor guiñándole el ojo
Cuando salió, el peliplata fue a su sillón y se dejó caer, estaba muy furioso, pero no sabía porque, y eso lo ponía aún más furioso – Por que me puse asi, cuando hablo de Misaki? – se preguntaba - es como si estaría Celoso?, pero si el solo es un niño al cual quiero proteger, o no? – estaba muy confundido, puso su mirada hacia el castañito el cual solo se sobresaltó, porque le daba miedo aquella mirada
- La culpa es tuya – murmuro el peliplata, pensando en voz alta, pero el menor lo escucho y esto no hizo más que confundirlo más – es tu culpa por ser tan lindo y cualquiera que te vea sin lentes se lanzaría sobre ti – continuo en sus pensamiento – pero yo no voy a dejar que eso suceda, se dijo firmemente aun sin entender porque que eran esos sentimientos confusos.