Y comienza el plan
Takada se quedo muda al escuchar la pregunta del menor, su nerviosismo estaba aumentando tanto que el propio chiquillo lo noto.
-Olvídalo, no tienes que responderme si no quieres-
El resto del trayecto fue invadido por un incomodo silencio que ninguno de los dos se atrevía a romper, hasta que llegaron a aquel bar en un barrio algo lejos de la ciudad.
-Supuse que me traerías a un lugar como este- Dijo el albino al entrar a aquel apretado lugar invadido de personas bailando vulgarmente con un fuerte aroma a alcohol y tabaco.
-Pensé que era buena idea que te divirtieras de vez en cuando- La mayor guio a su primo hasta la barra principal captando la atención de varias personas al pasar.
-Nuestro concepto de diversión es muy diferente- Near miraba algo incomodo y sonrojado como varias parejas se besaban fogosamente olvidando completamente que estaban en un lugar público.
-Relájate Near, mejor dime que pedirás- Takada sugirió pasándole la carta de bebidas y botanas al menor para relajar un poco la tención.
-No tomo ni refresco, ya deberías saberlo- Contesto rechazando la carta.
-Me trae un whisky y un vaso de agua por favor- Pidió la azabache al barman , mientras Near la miraba desaprobatoriamente, no sabía que planeaba su prima pero estaba seguro que él tenía mucho que ver con lo que fuera que estuviera tramando la mayor.
Cuando ambos tuvieron sus respectivas bebidas, Takada supo que era hora de poner en marcha su plan, el cual era romperle el frio pero frágil corazón a su primo menor.
-Supe que tu y Mello salían- Soltó la azabache sorbiendo un poco de su bebida viendo de reojo al ojinegro.
-Te equivocas, es solo un amigo- Suspiro fastidiado, -¿Con que eso era?- Pensó Near al ir uniendo las piezas.
-Me alegro de oír eso, sabes Mello y yo salimos un tiempo atrás- Sonrió con melancolía por la nostalgia que la invadía al recordar ese sexy y dulce olor a chocolate que Mello siempre desprendía de sus cálidos labios cuando la besaba apasionadamente.
-Me lo supuse- Admitió aburrido, sabiendo de antemano que tanto el rubio como la morena eran igual de coquetos, pero no quiso preguntarle nada más porque sentía que si trataba de averiguar mas, saldría muy lastimado.
-Sí, el era muy cariñoso y tierno al principio…. Incluso me dijo que antes de mi el solía ser un chico muy… seductor pero prometió cambiar por mi- Ese último comentario alerto a River quien abrió los ojos algo sorprendió al recordar que Keeh le había prometido exactamente lo mismo.
-¿Es verdad lo que me dices?
-Por supuesto primo, no tengo motivos para mentirte- Sonrió internamente al notar como el menor se alteraba poco a poco. –Muchos compañeros me advirtieron que Mello no cambiaria nunca, me decían que él era solo un Casanova cuyo pasatiempo era jugar con el cuerpo y corazón de las personas, pero no hice caso y confié en las palabras de Mihael ignorando a todos los demás-
Near sintió una presión en el pecho -¿Y si él está haciendo lo mismo conmigo?- Pensaba preocupado al escuchar palabra por palabra de la anécdota de su familiar.
-Por eso Near me alegro de que no estés interesado en Mello, el terminaría lastimándote, por eso te traje primo para advertirte de las malas mañas que tiene mi exnovio-
-Tengo que ir al baño- Camino con pesadez cubriendo sus canos cabellos con la gorra azul que nunca se quito, siendo observado por algunas mujeres que atendían el bar cuchicheando lo lindo que se veía.
La prima mayor aprovecho para mandarle un whatsapp a cierta rubia que observaba la escena desde lejos, rodeada de varios hombres algo mayores.
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Del otro lado del bar se encontraba Mello bebiendo como nunca en sus 18 años había bebido, no acostumbraba beber tanto pero esta vez la ocasión lo ameritaba, no había sido capaz de cumplir con la promesa que le hizo a Near a pesar de que este prometió ayudarle.
Se dejo dominar por sus bajos instintos traicionando la confianza de aquel frágil chiquillo dejándolo plantado quien sabe por cuantas horas, simplemente no tenia perdón. Su plan era conquistar a Near de la forma más honesta y tierna no acostarse con cualquiera que se lo propusiera.
Con las pocas fuerzas que le quedaban se dirigió hasta el baño para llamar a Matt, alguien tenía que recogerlo porque con la cantidad de cervezas que ingirió, no iba a arriesgarse a manejar y el más indicado para llevarlo a su casa era su mejor amigo.
Al entrar su atención fue puesta en una pequeña silueta que lavaba su rostro intentando callar sus sollozos.
-Niño, ¿Por qué lloras?- Con la cantidad de alcohol que tomo no supo reconocer a aquella figura frente a él.
-Mello ¿Qué haces aquí?- A Nate le sorprendió mucho escuchar la vos de la persona por la cual lloraba, todas aquellas palabras que le dijo su prima lograron alterarlo, algo muy inusual en el.
-¿Me conoces pequeño?- Se acerco y puso a la altura del chiquillo, sonriendo con melancolía al acariciar una de sus empapadas y rojas mejillas.
-Mello, hueles a cerveza- Se cubrió la nariz con ambas manos ya que ese olor le producía nauseas. Se preguntaba una y otra vez porque es que Mello había bebido tanto hasta el punto de siquiera reconocerlo.
-Tú me recuerdas a alguien a quien quiero mucho- No lograba enfocar bien el rostro del niñato pero sentía que era muy parecido a Near e igual de suave. –Pero sé que no eres él, el jamás vendría a un lugar como este- Con ese pensamiento tomo al menor bruscamente de la cintura para besarlo con algo de brusquedad aterrorizando al más joven.
-Mello de- detente- Fue lo único que pudo articular cuando el rubio libero sus ahora rojos labios. Mello comenzó a masajear el pequeño pero firme trasero ajeno con lujuria espantando y molestando al pequeño. –Bata MIhael, soy Near- Mello hacia oídos sordos a las quejas, el solo quería disfrutar del placer que sentía al tocar un cuerpo tan perfecto como el de Near,
Una vez más beso al menor introduciendo su lengua para saborear aquel cálido lugar, mientras que la cabeza de Near era una maraña de ideas. -Mi prima tenía razón Mihael, tu solo buscas acostarte con el primer idiota que se te traviese- Pensó tristemente derramando cristalinas lagrimas amargas.