No era la primera vez que se escuchaba una disputa en la hora de receso, ya todos estaban acostumbrados.
- te dije que me dejaras en paz mandíbula de tiburón!!!! – grito el más bajito de esos 3 amigos inseparables
- mira idiota enano a mí nadie me calla – grito Kevin, empezándose a dar de golpes con el más bajo.
Los demás solo veían y empezaban a apoyar a sus compañeros incitándolos más hacia una pelea.
-señores por favor, no creo que sean necesarias las peleas, podemos solo hablarlo- Decía el chico de gorra negra intentando llamar la atención… cosa imposible para él.
En un intento desesperado por separarlos, se aproximó demasiado a la pelea, resultando herido por un puñetazo que salió de la nada, el cual lo lanzo lejos de ahí.
Eddy asustado, deja de pelear con Kevin, para ir hacia donde estaba Doble D quien ya estaba siendo levantado por su amigo Ed – Cabeza de Calcetín, como se te ocurre, meterte en una pelea- le decía mientras entre los 2 lo levantaban y lo llevaban a la enfermería.
Kevin se quedó pasmado, el chico bajito, había dejado de pelear con él por ir a ayudar a sus amigos – pff Idiota- escupió el peli naranja, quien ya se dirigía a su asiento, en las mesas del comedor.
La tarde transcurrió tranquila después del incidente, Doble D se había quedado un rato en la enfermería, ese golpe le iba a dejar un gran chichón en la cabeza, sus amigos iban a verlo entre receso y receso en sus clases.
Las clases llegaron a su fin, Doble D con su gran chichón en la cabeza, daba un aspecto gracioso, mas no para él, los 3 se dirigieron a sus respectivas casas, tratando de olvidar el tema.
Edd entro a su casa y se dispuso a bañarse, le dolía la cabeza, así que se bañó con sumo cuidado, salió de la ducha, se cambió y se dirigió a la cocina dispuesto a comer para así, empezar con sus tareas, en eso sonó el timbre, dejo el pedazo de pan ya traía en la boca, sobre un plato, y se dirigió a abrir.
- quien podrá ser, nadie viene a visitarme a estas horas – decía el de gorra negra mientras se dirigía a la puerta.
Abrió la puerta y no había nadie, solo una bolsa colgada en el picaporte de su puerta, la vio, y le llevo adentro.
Se dirigió de nuevo a la cocina, puso la bolsa sobre la mesa, sacando su contenido, un bálsamo y una nota.
“perdón por el golpe que te di, no fue mi intención”
Eso era todo, tomo la pomada en sus manos y empezó a leerla – vaya! Esta pomada es muy buena – dijo para sí mismo y procedió a untársela en el chichón que no se desvanecía.
Unas horas después, el chichón había bajado y la cabeza ya no le dolía, Doble D había terminado su tarea y se disponía a dormir.
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A odia siguiente todos los chicos entran a sus clases, Eddy y Ed ven a Doble D que como siempre, está muy atento a sus clases. Eddy y Ed se miran a los ojos sorprendidos, ese golpe debería seguir ahí, sin embargo, no había rastro.
En la hora del almuerzo los chicos estaban dispuestos a preguntarle que hizo, pero en eso, Kevin se acerca a ellos.
- como sigues Doble tonto? – le dice el peli naranja al chico de gorra negra
- y a ti que te importa idiota???- reto el chico bajito
- a ti no te estoy hablado inútil – vociferó el de cabellos naranja, empezando así otra riña mas
Los golpes iban y venían por todos lados, malas palabras volaban a a los oídos de todos, y siempre terminan en los 2 , cubiertos de moretones, ojos hinchados, cejas partidas, dientes rotos… era lo mismo todos los días
Doble D se levanta de su silla, y se dirige a la salida del comedor, Ed lo mira, melancólico, se dirige a ir por Eddy y de entre montón de golpes y palabras, saca a Eddy de en medio y se lo lleva dispuesto a seguir a Doble D
Kevin se vuelve a quedar ahí solo, tirado, sin lugar a dudas, jamás podría ganarle a Ed por más que lo intentara.
Doble D se sienta en el pasto, dispuesto a seguir con su comida, a los pocos segundos llegan Ed y Eddy quien sigue bajo el brazo de Ed, ambos se sientan a comer
- qué te pasa Doble D, perdona por lo de ayer y hoy, pero ver a ese tipo me desespera- le dijo el más bajito al chico de gorra negra
- lo mejor será, que ya no vayamos a comer ahí, siempre es lo mismo, mira como estas, tu rostro se desfigura todos los días.- le decía el de cabellos negros.
- no te preocupes Edd estoy acostumbrado…-
- solo quiero que dejen de pelear, un día de estos, Kevin podría no soportarlo más y acabara con nosotros- le dijo el chico de gorra negra
- pero que te apuras Doble D, Kevin nunca te ha puesto un dedo encima a ti, al menos no es tan bruto como para pegarte, sabiendo que no podrías defenderte.
- ayer me golpeo…- dijo Edd con tristeza
- eso fue un accidente Doble D, y lo sabes- le dijo Eddy, tratando de animar a su amigo
Hacía poco más de 3 semanas que Edd le había dicho a sus amigos, que estaba enamorado de Kevin, Eddy no lo tomó muy bien… no por el hecho de que a su amigo le gustara otro hombre, si no que ese otro hombre fuera Kevin, el chico que siempre los molestaba desde niños.
Y desde entonces, era de pelearse diario, a Eddy le molestaba que su amigo sufriera por culpa del peli naranja, quien al parecer no se daba cuenta de nada, pero si algo si tenía que agradecerle, era que realmente nunca le ponía un dedo encima a Doble D.
- yo creo que si hablaras con él, podrían terminarse las riñas- Dijo por fin el más alto de los 3
-estás loco Ed, si Kevin se entera es capaz de burlarse de Él, los tres sabemos que en cuanto a golpes estas libre de eso, pero en cuanto a burlas, quizás no sea lo mismo- grito el más bajito
- Eddy tiene razón Ed, además, no sabemos cómo vaya a reaccionar… - dijo el de gorra negra muy deprimido – si él se entera que me gusta, quizás ya ni me dirigiría la palabra, y además, él es el más popular de la escuela, sería una burla para él y no quiero que eso pase.
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Los días pasaban y nada cambiaba, Kevin peleando con Eddy, Ed separándolos, gritos, riñas, peleas, golpes,
Un día repentinamente, Kevin estaba cansado de lo mismo, así que decidió ignorarlos a partir de ese día
Para Edd fue un alivio el ya no ver a su amigo lleno de Golpes, pero, se sentía triste, porque ya nunca vería tan de cerca el rostro de Kevin, tendría que conformarse con verlo de lejos.
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Una tarde cualquiera en uno de los tantos recesos, Edd se encontraba en el jardín, disfrutando de la brisa y la sombra de los árboles, mientras leía un libro, repentinamente una sombra se colocó frente a él bruscamente
- oye idiota, quítate de ahí, nosotros siempre nos sentamos ahí - le decía un chico alto, al parecer de algunos grados más alto, nunca le ponía atención a las personas, así que no sabía quién era, pero podía notar que era de los de tercero quizás, para evitar pelear, se levantó de su sitio y sin decir palabras se retiraba… - oye idiota que no piensas decir nada?- le grito el mismo tipo
-no es necesario caballeros, les dejo su lugar, yo me iré a otro lado- aclaro el chico de la gorra negra, cuando repentinamente siente un brusco jalón
- no me tomes como idiota- lo jalo fuertemente del brazo – a mí no me ignoras basura – levanto su brazo, dispuesto a darle un puñetazo, pero fue detenido a medio camino
- no lo toques! - tomándolo de la muñeca con gran fuerza y con una mirada furiosa que incluso asusto momentáneamente a los presentes – si lo tocas, no sabría que podría hacerte- dijo el chico de cabellos naranjas. Sujetando con más fuerza la muñeca del otro, al punto del dolor.
- quédense con su estúpido lugar – dijo el más alto, retirándose él y sus compañeros, a sabiendas que el chico de cabellos Naranja era conocido por su fuerza brutal.
Doble D abrió los ojos por fin, viendo la espalda de Kevin justo frente a él, quien seguía viendo cómo se retiraban los de tercer grado.
- mu… muchas Gracias Kevin – dijo el de cabellos negros
Kevin volteo a verlo aun con la mirada llena de furia, - y tú!!... tu… - el de la gorra roja no dijo nada más y se retiró.
Doble D se sorprendió por esa mirada que jamás había visto, ni siquiera cuando peleaba con Eddy, Kevin jamás se había visto tan enojado, como lo vio en ese momento.
Lo que había ocurrido no podía salirse de su cabeza, así que en el siguiente receso sin falta iría a buscarlo.
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El receso por fin llego, Doble D estaba dispuesto a hablar con Kevin y darle las gracias, no se lo conto a sus amigos, así que se fue solo a buscarlo, escucho por ahí, que estaba en el patio trasero de la escuela, se dirigió hacía allá, y pudo verlo a lo lejos, estaba parado frente a un árbol, se acercó lentamente a él, estaba asustado, pero debía hacerlo.
Se detuvo en seco… al notar que una chica estaba frente a él, le dio una carta, Kevin la vio, le dijo que algunas palabras que no alcanzo a escuchar y la chica se puso a llorar, se acercó un poco más y alcanzo a escuchar “me gusta alguien más” la chica lloraba, y se retiró del lugar
Doble D instintivamente se escondió detrás de un árbol, jamas se había puesto a pensar en esa posibilidad…. Kevin era un chico popular en la escuela, era de esperarse que muchas chicas estuvieras detrás de él, y si no andaba con ninguna… era porque ya tenía alguien especial, su rostro se llenó de lágrimas al darse cuenta de aquello, se quedó ahí sentado, con su cabeza entre las rodillas, mientras escuchaba como se alejaba de ahí.
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Era de mañana, Edd no había dormido muy bien, sus ojos estaban rojos, haberse dado cuenta de sus situación actual lo había desalentado, sin embargo debía continuar, se preparó para ir a la escuela y salió de su casa, era muy temprano, así que no había nadie en el camino, empezó a caminar lentamente, aun tenía mucho tiempo para llegar, por hoy… no le importaba ser el primero en llegar, solo quería sentir la fría brisa de la mañana en su rostro caliente de tanto llorar,
- Hey doble tonto! Si no te apuras llegaras tarde- le dijo el chico de la gorra roja, quien seguía avanzando en su bicicleta, mientras lo miraba de reojo.
Doble D se sorprendió, fijo su vista en su reloj y vio que faltaban escasos 5 minutos, para que timbraran, nunca supo cómo se consumió una hora de camino, en lo que normalmente hace 15 minutos,
Llego justo a la escuela, entro a sus clases y tomo empezó a tomar su rutinario tiempo, los cambios de clases transcurrían tranquilos, desde que Eddy y Kevin habían dejado de pelear, los tres chicos comían tranquilamente y Kevin solo los ignoraba.
Llego la hora más aterradora para Doble D… educación Física, se dirigió a su locker para ir por sus tenis, y vio una nota sobre estos… sintió curiosidad, pero no la abrió, se dirigió a los baños y ahí la abrió.
“te veo en el jardín trasero a las 2:25, es importante”
Era la misma letra que escribió la nota cuando le dieron la pomada… sin lugar a dudas era de Kevin
Pero… para que lo quería?, no quería verlo así, sabía que no traía el mejor rostro ahora, y con el corazón todavía roto, no sabía si podría soportarlo.
Aun tenía tiempo para pensar en si iría o no, mientras seguiría con su tortuosa clase de Educación Física.
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Eran las 2:20, Edward se dirigía hacia el lugar que le señalo la nota, aun no quería ir, pero, si dejaba plantado a Kevin, quien sabe que pasaría, camino hacia el lugar y lo pudo ver a lo lejos, pero lo más extraño de todo, es que ahí estaba otra chica más… acaso la nota no era para él?... no podía ser, estaba en su locker… su locker tenía unas letras enormes que decían Edd, así que no podía haber confundido, siguió caminando, entre más se acercaba, noto que la chica se retiraba lentamente.
Eso alivio un poco su alterado corazón, se pone nervioso con terceros.
Por fin llego a donde estaba Kevin, y este se volteo a verlo
- para… para que soy bueno Kevin- le dijo el de gorra negra, notoriamente nervioso
- y como sabes que fui yo- cuestiono el de gorra roja
- bueno, tú me escribiste la nota con la pomada y era la misma letra- dijo entre dientes el de gorra negra
- jajajaja tan inteligente tu- le dijo el de cabellos naranja
Doble D sintió una calidez cuando escucho la risa de Kevin… sin duda estaba muy enamorado de él.
- bien, como sea, solo quería saber, que te pasa?, esta mañana estabas muy decaído y tu rostro no se ve muy bien que digamos…- dijo el de cabellos naranjas, mirando al Doble que seguía nervioso y con las manos apretadas
- yo… yo estoy bien, kevin, imaginaciones tuyas, yo creo – musito el chico de cabellos negros
- imaginaciones?... si no te conociera tan bien, quizás si pensaría que son imaginaciones mías, pero no es el caso, así que dime, que te pasa?- interrogo el chico de la gorra roja
- no es nada en serio, kevin – murmuraba el de la gorra negra, mientras apretaba más y más sus manos
- ya basta Edd! Dime que tienes- grito un poco fuerte, soltándole las manos, y presionando una ligeramente sobre el árbol, mientras con la otra lo obligaba a mirarlo.
Edd lo vio, directamente a los ojos, pudo notar preocupación en los ojos de Kevin, pero no no quería hacerse ilusiones, no podía decirle que la noche pasada estuvo llorando pensando en que quizás el ya tenía novia.
Sus ojos temblaban al verle, apretó sus labios, indicando que no quería hablar.
Kevin, acerco su rostro al de Edd, mirándolo fijamente a los ojos, con su mano libre, le obligo a aflojar los labios que mantenía apretados, y lentamente se acercó a darle un pequeño beso. – dímelo Edd- le dijo despacio, colocando su frente junto a la suya.
Edd estaba completamente sorprendido por ese beso, su nerviosismo aumento al máximo, era imposible para él articular palabra alguna
- bien!, entonces te diré para que te cite aquí- le dijo el chico de gorra roja – una era, para saber que te pasaba, porque me preocupas, y la otra… porque quería pedirte… que fueras mi novio – termino el chico de gorra roja
Doble se sorprendió de manera inimaginable, no esperaba eso
- ayer se me declaro una chica- continuo el de cabellos naranjas – le dije que me gustaba alguien, y me dijo que como era posible, si no andaba con nadie, me dijo que le mentía, le dije que era verdad, y me dijo “ entonces porque no te declaras?, es muy triste amar a alguien y no declararse por miedo, lo mejor es saber si le gustas o no, y así poder avanzar” después me dijo que estaba contenta de habérmelo dicho…. Aunque se marchó llorando – dijo el de cabellos naranjas rascándose la nuca – así que , me decidí a decírtelo… podrías darme una respuesta?- interrogo el de gorra roja
Doble D apretó su mano con la de Kevin y con la otra se repego mas a él en un intento por abrazarlo, kevin noto ese gesto, y soltó su mano, para poder abrazarlo gentilmente.
Yo escuche cuando dijiste que te gustaba alguien- musito el de gorra negra – por eso estuve llorando toda la noche
El de gorra roja lo estrecho aún más entre sus brazos, dándole un largo abrazo, hasta que ambos pudieron calmarse.
-Prometo no hacerte llorar nunca más- le dijo el de gorra roja, dándole un tierno y corto beso en los labios.
A lo lejos 2 pares de ojos miraban la escena con una leve sonrisa en sus rostros, retirándose para dejar solos, a la nueva pareja.
Owari