Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Si fueras yo por kiyoko kotomi

[Reviews - 35]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola lectores, lamento la demora TToTT, es que mi padre si que me fastidia y me regaña cada vez que me ve escribiendo en mi laptop, por eso me retrase y por la falta de inspiración, no se me ocurrio nada por sus constantes gritos!

 

¡en fin, gracias por leer, hacen que todo valga la pena n.n!

 

Ha pasado casi un año desde aquel “gran error” y de aquella reconciliación,  cabe resaltar que no fue tan fácil. Su relación era de lo más extraña y todos lo sabían, después de cinco años llenos de odio y enemistad, ¡imagínense!, verlos de un día para el otro sin pelear y muy juntos, ya sea por ser ellos o por ser entre ellos. Eso era lo de menos, ¿que importaba la Tierra en este momento si podían estar así?

 

:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:

 

Quizás Zim no le había creído a Dib aquello de la trampa que le tenían sus amados Altos, pero si sabía que quería que quedarse con su humano, fingiendo así una perfecta actuación de muerte.

-¡no te saldrás con la tuya Zim!-se lanza a golpearlo.

-¡¿te atreves a destruir a Zim, humano apestoso?, nadie se mete con la elite irken!-forcejea con el humano.

Luego de ello seguía aquella pelea falsa frente a los líderes, que solo presenciaban la escena estupefactos, y más cuando se rompieron varias cosas, hasta que algo había explotado y solo se veía humo. Era casi tan desagradable como aquella vez en la que vieron el horrible plan fallido de Zim, la primera vez que iban a decirle la verdad hasta que doliera.

De repente la pantalla se manchó con sangre falsa.

-así es, basuras espaciales, Zim fue destruido y ahora siguen ustedes-trató de amenazarlos.

-así que Zim está muerto, que lastima, cortaremos la transmisión para siempre-habló Purpura despreocupado y dicho esto todo se volvió estática. Al fin ya no tendrían a aquel estorbo molestándolos, debían admitir que, al parecer, sí había valido la pena enviarlo a la Tierra.

-¿se la creyeron?-dijo sorbiendo su soda con la insignia irken, éste había salido antes de la explosión.

-claro que sí, eres bueno actuando-sonrió dándole un cumplido.

-¡claro que sí, humano, soy ingenioso!-exclamó victorioso levantando las manos.

-¡espera, yo hice la mejor parte!

-¡mientes!

 

:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:

 

En fin, quizás poseía la libertad de que sus líderes lo creyeron muerto, mas a veces aun sentía nostalgia por sus días como invasor y su misión, pero el estar con este humano cabezón sería una nueva forma de pasar el rato y…quizás también algún día podría invadir este planeta.

-otra vez estás pensando en conquistar el planeta, ¿verdad?-le preguntó el oji miel al ver como Zim estaba con la mirada perdida, pero con una sonrisa de oreja a oreja.

-¡tonterías, pensaba en otra cosa!

-¡Zim, ¿qué te dije de conquistar a la Tierra?!-lo regañó Dib mirándolo con desaprobación.

-¡¿te atreves a ordenarle al gran Zim?!

-¡claro que sí, eres mi novio, ¿o vas a negarlo?!

-…-entrecerró los ojos, cuanto odiaba admitir que aquel humano lo había declarado como suyo desde aquel día de su reconciliación-¡te odio!

-¡pues yo te amo, Zim!-sonrió triunfante dándole un beso rápido en los labios.

-¡mientes!-se ruborizó de nuevo, no sabía si era por el enojo o por otra cosa. Así es, prefería decir que se ponía así por la furia.

 

Todo el día se la pasaron en esa feria, que era nueva en la ciudad, se subieron a todos los juegos mecánicos, pero solo a los extremos y rápidos.

-apuesto a que tendrás miedo-dijo Dib con una sonrisa, ambos ya estaban dentro de la casa del terror.

Solos los dos en aquel lugar no tan extenso.

-¡claro que no tengo miedo, tú tienes miedo!-le señaló acusadoramente.

-¡por favor, si yo he visto misterios misteriosos y películas de terror desde que era pequeño!-replicó presumiendo aquella parte una vez más.

-¡como sea, Zim no le tiene miedo a…ahhh!

De repente y como debía ser, uno de aquellos personajes animatronicos del “Cerdo de la pizza” estaba en la casa del terror, éste había saltado cerca de ellos cantando aquella irritante cancion una y otra vez.

-¡estúpida cosa horrible, suéltame Dib, tengo que acabar con él!-pataleaba por zafarse del agarre para acabar con aquel mísero muñeco robot.

-¡por Marte, Zim, es solo un muñeco!-trataba de no soltarlo, de solo pensar que alguno de esos muñecos se dañaran…-¡Zim basta!

-¡Nunca!-gritó aún más fuerte soltándose del agarre y lanzándose sobre aquel muñeco atravesándolo con sus patas biónicas una y otra vez con las ventajas de estar en un lugar tan oscuro-¡te arrepentirás de haberte metido con Zim! ¡Yo soy Zim!

 

:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:

 

Al salir del juego tuvieron, o más bien Dib tuvo, que pagar los daños y perjuicios. El propietario del lugar no pudo explicarse el cómo dañaron tanto al muñeco y el amante de lo paranormal tuvo que agradecer el no ser metido en colosales problemas por culpa de Zim, como en el pasado.

-¡¿tienes idea de cuánto me costó pagar por el desastre que hiciste?!-observó su billetera casi vacía.

-¡fue tu idea entrar a ese lugar, Dib-gusano, es tu culpa!-cruzó los brazos sonriendo triunfante por otra culpa evadida.

-¡no pensé que actuarias así!-rodó los ojos cansado, hasta que su mirada fue a parar a un lugar en específico, divisó una perfecta venganza-pensándolo bien, no entramos a esa atracción aún-señaló dicho lugar.

-¿Cuál atracción?-miró hacia donde apuntaba el humano-¡No, Zim jamás entrara a ese lugar!

-¡olvídalo Zim, no me dejaste terminar el recorrido de la casa del terror así que sigue siendo mi turno de escoger el juego!-lo toma de la mano y lo jala contra su voluntad a dicho lugar.

-¡¡¡No, no, no!!!-trató de resistirse inútilmente, de esta sí que no se zafaría de ninguna manera.

 

:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:

 

Una vez terminada la vuelta salieron en un bote con forma de corazón, con un Dib sonriendo triunfante y un Zim temblando y con la ropa ligeramente desarreglada.

-¡¿Cómo pudiste arrastrarme a esta infernal atracción?!

-¡no te quejes que lo disfrutaste!

-¡¿Quién disfrutaría este maldito “túnel del amor”, acaso todos tienen gusanos cerebrales?!

Todos aquellos que estaban en aquella atracción los miraron mal, por lo que el humano tuvo que llevarse a Zim antes de que metiera la pata insultando a aquellas personas y dueños del juego.

 

:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:

 

Más tarde…

Era ya de medianoche y, como todo novio considerado, Dib acompañó a Zim a su base, aunque la mayor razón de esto es porque Zim podía ser bastante destructivo por las noches.

Ambos entraron a dicho lugar y no era sorpresa para ellos encontrarla vacía. Era un viernes y seguramente G.I.R. había salido a divertirse a quien sabe dónde, era completamente impredecible.

-supongo que ya tengo que irme, es bastante tarde.

-Zim habló con Gaz y ella dijo que podías quedarte un poco más.

-espera, ¿y porque Gaz tiene que decidir lo que puedo hacer o no?

-porque ella tiene la autoridad en tu casa, así que deja de hacerte del rogar y hagamos algo.

Dib resignado, se sentó junto a Zim en el sofá, mientras veían la televisión.

 

Transcurrió una hora solo cambiando canales sin nada interesante que ver, hasta resulta que “el programa del mico feo” se transmitía las 24 horas del día.

-…-el irken cambiaba de canal, notó que el humano estaba bastante aburrido y paró su acción-¡¿te aburre el estar con Zim?!-le reclamó.

-no es eso, es solo que...

-ahhh si ahh-se escuchó salir un gemido de la TV.

Ambos miraron la televisión por un segundo. Claro, era una película de clasificación “para adultos”  lo que estaban viendo.

-espera, esa fémina está teniendo sexo, ¿no es cierto?-preguntó Zim con total naturalidad.

-si-se sonrojó bastante por aquel tema-no puedo creer que sepas sobre esas cosas.

-el grandioso Zim lo sabe todo, siempre me pregunte cómo funciona el mecanismo de aquello que los humanos llaman “sexo”.

En ese momento a Dib se le ocurrió algo, era aprovechar esta situación que tanto había anhelado en todo este tiempo o seguir aburriéndose viendo la televisión.

-yo sé cómo funciona y es bastante entretenido, además es la única forma de no aburrirse.

-¿de verdad?, entonces enséñamelo, ¡te lo ordeno!

-…-el humano sonrió, solo bastaban aquellas palabras para hacer sus sueños realidad y apagó la TV-tú lo pediste.

-¿Qué…?

 Apenas acaba con esa palabra y fue interrumpido por un fogoso beso que lo tomó por sorpresa, mas al irken no le molestaba en absoluto, sabía que Dib siempre hacia eso, así que se limitó a corresponder a aquella muestra de cariño rodeándole el cuello con sus brazos, profundizando el beso, aunque le tomó por sorpresa que el humano frotara una de sus lisas antenas, causándole así un estremecimiento y más al sentir como la otra mano del humano se paseaba por debajo de su playera.

-¿Qué haces?

-te estoy enseñando como se hace, ¿te gusta verdad?-frotaba más rápido su antena, sacando así más gemidos por parte de su amante.

-ngh, Dib, no hagas eso, se siente extraño-trataba de pararlo, pero era placentero en cierto aspecto, aquel roce simplemente lo volvía loco y extrañamente lo hizo ronronear.

-aprendí mucho de tu cuerpo aquella vez y sé como hacerte “feliz”-sonrió pícaramente, mientras besaba después el cuello del irken.

A base de caricias que nublarían la mente de cualquiera, el irken jamás creyó que viviría algo semejante con su antes archienemigo, ni siquiera sabía cómo era lo que estaba por venir, después de todo, los de su raza jamás se habían dedicado a algo así.

Aumentaron los gemidos y jadeos, aferrándose aún más con aquel beso, despertando sus instintos, crecía la necesidad de mayor contacto, así que se deshicieron de las estorbosas playeras y gabardina, que impedía aquello, acariciándose y explorando el cuerpo contrario con sus manos.

Aquel roce de piel se hizo más demandante, simplemente producían nuevas sensaciones que eran realmente placenteras, trataban de apegarse más al contrario, tratando de tenerlo lo más cerca posible y sentir sus respiraciones mezcladas.

Pocos minutos más y ya estaban lo bastante encendidos como para dar marcha atrás, mirándose ya con deseo y pura pasión. Oh si, Dib ya se moría por hacerlo suyo y trataba de controlarse por no ser brusco y es que el maravilloso cuerpo del irken era bastante único, su piel tan suave y su “amiguito” ya siendo presente, saliendo de aquella ranura, seguramente característica de la raza irken, siendo luego en lo demás parecidos.

-sabes lo que sigue, ¿verdad?-le susurró.

-si vas a hacerlo…hazlo ya…antes de que Zim cambie de opinión-dijo secamente, tratando de sonar normal, a pesar de su respiración agitada y sus mejillas encendidas.

-pensé que dirías que me detenga, como cualquier chica-se burló.

-¡Zim no es una chica!-gritó enojado.

-ya lo noté-sonrió, penetrándolo luego lentamente, no podía esperar más.

-¡ahhh!

Ambos soltaron un gemido en respuesta a tal acción, uno de dolor y otro de placer. Poco después el irken se acostumbró a la intromisión.

Las embestidas se hicieron presentes, primero lentas y adquirieron después más velocidad. El irken no pudo contenerse ante tal roce arremetiendo contra su ser, limitándose así a arañar la espalda de su amante mientras gemía una y otra vez.

Los minutos pasaban, el sofá rechinaba, los movimientos no cesaban, tratando de controlarse para que la magia no acabe rápido, sumergiéndose en aquel mar de placer que los consumía y los quemaba, devorando sus labios y jugando con sus lenguas para maximizar el placer, explorándose aún más.

-¡ya no aguanto!-gritó Zim sintiendo que colapsaría en cualquier momento.

-¡espera un poco, ya casi!-Dib también colapsaría.

Llegando así al tan ansiado clímax con el que vieron las estrellas, definitivamente fue la mejor parte. Ambos ahora se encontraban acostados en el sofá, abrazados y muy juntos uno del otro. Al irken le gustaba sentir que renunciar a sus sueños, no había sido del todo en vano.

 

 

 

 

 

 

FIN

 

 

 

 

 

 

¿O no?

-así que estas con ese humano, que encantadora noticia, aunque…no comparto la misma ideología-hablaba alguien cuya voz se oía bastante molesta a pesar de su sonrisa fingida, seguramente buscaba algo que nadie más podría saber.

 

:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:-.-:

Notas finales:

De verdad lo lamento Khé? ¡:3!, no pude cumplir tu petición, pero como ves, la historia aun no acaba XD, seguro creyeron que se desharían de mi!...ok no. En fin, gracias por leer y seguir mi fic.

 

¡En la siguiente parte todo puede pasar, recuerden eso y quizas haya… ¿TaGr?, esta por verse y me gustaría saber que opinan sobre eso!

 

Nos vemos hasta la siguiente parte. Hasta luego


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).