Despertó sintiéndose vacío. La cálida cama de la habitación de invitados en la casa de Minho se sentía demasiado cómoda, pero aun así sentía que algo le faltaba.
Se había trasladado a esa casa hace escasos dos días. Había metido algunas de sus cosas a una mochila y había dejado su departamento pues las pesadillas constantemente lo atormentaban; Minho le había invitado a su casa durante algunos días, para que pudiera descansar y relajar su mente.
El alto sabia todo lo que Kibum había estado hecho durante esos días y sabia que eran cambios y situaciones demasiado traumantes y fuertes. El cerrar ciclos después de pasar por una situación como la que atravesó Kibum, sabia que eran cansadas y tristes. Lo que menos necesitaba el rubio era estar solo durante esos momentos y como Kibum no tenia a nadie mas, Minho decidió estar a su lado. Porque lo quería y se preocupaba por su delicado amigo.
Kibum suspiro mirando el techo de la habitación, aun le faltaba ir a un lugar y estaría listo para olvidar, pero había estado evadiéndolo. Ir al cementerio y ver las lapidas de aquellos que alguna vez amo y estuvieron a su lado parecía demasiado doloroso, mas que ir a la casa de los padres de Woohyun, mas que ir por las cosas de su hijo a la escuela donde asistía.
Sabia que al ver aquellas lapidas todo seria mas real, le hecho de que había perdido a sus seres queridos seria mas real y mas doloroso.. No sabia si estaba listo. Pero listo o no, si quería avanzar era algo que tenia que hacer.
Se levanto, acomodo bien las sabanas de la gran cama y salió dispuesto a todo.
-¡Buenos días Kibum!.-saludo Taemin, energético como solo el sabia.- ¿Desayunas?
-Buenos días.-saludo sonriendo.- No gracias, tengo que llegar temprano a la escuela, hay reunión. ¿Minho se ha ido ya?
-Oh si, el ha salido mas temprano debido a que tenia que pasar por un pedido de algo a la tienda de deportes, ya sabes cosas para su equipo.
-Si recuerdo que dijo algo así.. Bueno me voy Taemin.
-Ten.-le dijo el menor tendiéndole una caja de almuerzo.- Tiene frutas picadas y un sándwich vegetal.
El rubio lo miro enternecido y la acepto metiéndola en su bolso rápidamente.
-Gracias Taemin, eres un ángel.
-Lo escucho muy seguido.-le guiño el ojo mientras seguía limpiando algunas cosas en la cocina.- Suerte en tu día.
-Nos vemos mas tarde.-se despidió el rubio saliendo del departamento.
Camino a paso tranquilo sonriendo por Taemin, era tan joven pero al mismo tiempo muy maduro, sin duda alguna Minho se había sacado la lotería con el chico. Sonriendo el rubio recordaba lo idiota que era su amigo por no prestarle atención antes al pequeño.
Entro a la conocida cafetería rogándole a los dioses que Jonghyun estuviera ahí, tenia que comentarle todo lo que había estado haciendo y quería pedirle que lo intentaran de nuevo, que le diera una oportunidad para demostrarle poco a poco que el podía amarlo. Pero al parecer ese día los dioses no estaban de su lado pues Jonghyun no estaba.
O si.
Mientras el rubio se colocaba al final de la fila vio al castaño entrar.. o debería decir peli plata. Abrió la boca al ver el cambio de look del mayor, cabello plateado acomodado en un sencillo fleco. La morena piel contrastando con el claro color.
Kibum trago duro, se veía realmente apuesto.
El mayor camino hasta posicionarse tras de el, sin darse cuenta del rubio pues venia muy entretenido con su celular. Sonriéndole mientras leía algo en la pantalla.
Kibum mordió su labio. ¿Quién estaría mandándole mensajes? ¿Y porque el sonreía así?
-Hola..-saludo tímido haciendo que Jonghyun levantara la cabeza rápidamente.- Te-te vez muy bien..
-Oh.. Hola profesor Kim y muchas gracias.-saludo sin mucha emoción, volviendo su atención al celular.
-Jonghyun..-susurro, haciendo que el peli plata suspirara dejando su celular de lado para dedicarle atención al rubio parado frente a el.- Estos días.. he he estado haciendo algunas cosas..- comentaba viendo la mirada de Jonghyun. El solo lo veía fijo sin alguna emoción.- Eh ido a la casa de los padres de Woohyun.. y.. y fui a la escuela de Yoogeun.
-No entiendo que tiene que ver conmigo.-dijo extrañado.
-Solo quería decírtelo.. Que estoy haciendo muchos cambios en mi vida..
-Me alegro por ti.-le sonrió.- Es bueno que hagas cambios y salgas adelante.
-Yo.. quería decirte que en parte tu tienes mucho que ver.- Jonghyun suspiro.
-Kibum.-decía tomando su café de las manos de la señorita que le sonreía.- Yo ya no soy parte de tu vida, tu te encargaste de eso y..
-No, no es así en realidad..
-Y por mas que me duela tengo que aceptarlo.-salió de la cafetería seguido por el rubio.- Si te lastime de alguna manera lo siento ¿de acuerdo? Y lamento que mis sentimientos te hayan causado tantos problemas.
-Jonghyun, déjame decírtelo.- dijo tomándole la mano.- Quiero que seas parte de mi vida ahora.. Por eso estoy haciendo todo esto, para seguir adelante contigo a mi lado.
-Kibum.-apretó la mano del rubio y después la soltó.- Mi corazón ya no puede creer todo esto.. Esta tan lastimado que te tiene miedo.-suspiro sonriendo levemente.- Podemos ser amigos solamente, adiós.
Kibum se quedo atónito, viendo como el peli plata caminaba lejos de el.
Suspiro por milésima vez en la tarde mientras abrazaba el ramo de rosas que sostenía contra su pecho.
Había estado parado en la entrada del cementerio por casi 3 horas y aun no se atrevía a entrar. Si entraba definitivamente este seria el fin y no sabia como seria, tenia miedo de lo desconocido, tenia miedo de todo.
Sin los recuerdos ya nada de le quedaría, pues Jonghyun parecía que no tenia intenciones de darle la oportunidad de nuevo.
-Tu puedes hacerlo Kibum.- Minho que había accedido a acompañarlo lo alentó.- Todo estará bien, estas listo.
Kibum lo miro asintió decidido gracias a los ánimos de su amigo, mordió su labio y entro al sagrado lugar.
Camino entre las lapidas hasta llegar a dos conocidas, una a un lado de otra.
Nam Woohyun y Nam-Kim Yoogeun.
Kibum rápidamente tapo su boca para reprimir un sollozo que quería escapar de sus labios, no había estado aquí desde que habían sido sepultados el mismo día y ahora estaba parado de nuevo en este lugar, listo para aceptar que ellos no iban a volver y para despedirse como era debido.
-Ho-hola.-saludo después de que se sintió seguro para hablar.- Se- se que no vine anteriormente.-susurraba.- Pero no.. no sabia como enfrentarme a todo esto.-suspiro mirando hacia el cielo, reteniendo las lagrimas traicioneras que querían caer de sus felinos ojos.- T-Tenia miedo.. Pero ya es el momento ¿verdad?.. Tengo que salir a delante ¿Ustedes me apoyaran?..-dijo limpiando sus mejillas, una acción sin sentido ya que estas terminaban mojadas de igual manera.- Yo.. conocí a alguien ¿saben?.. Se llama Jonghyun es alguien muy guapo.. y-y divertido..-sonrió mientras se sentaba en el césped frente a las lapidas.- también es muy inteligente..
Minho que había caminado silenciosamente tras su amigo se recargo en un árbol, o mas bien se escondió detrás de un árbol, escuchando lo que su amigo hablaba con Woohyun y Yoogeun con una sonrisa tierna.
-Le eh causado mucho daño y estoy haciendo muchas cosas para recuperarlo.. Estoy intentando volver a ser ese Kibum de antes..-dijo jugando con unas hojas de césped que había arrancado.-Fui a ver a tus padres Woonie.. Ellos están bien, te extrañan mucho también a ti Yoogeuni.. Pero están bien, ellos han venido a verlos ¿no es así?.. También fui a tu escuelita hijo..-dijo recordando el sobre que traía en el bolsillo de su pantalón, sacándolo delicadamente.- me dieron esto.. Supongo que ahora puedo abrirlo.-Kibum rasgo el papel del sobre con mucho cuidado y saco el mal doblado dibujo de su hijo. La garganta se le cerro y no pudo reprimir un sollozo que se escapo desde lo mas profundo de su pecho.
En el dibujo estaban dos personitas dibujadas uno mas grande que el otro. Kibum se pudo relacionar con el hombrecito mas grande que tomaba la mano del menor, que era Yoogeun. La carta tenia una letra que casi no se entendía pero Kibum lo pudo hacer a la perfección.
“Soy feliz si tu lo eres, te amo omma.”
Kibum lloro y lloro sin poder contenerse, esa seria la ultima vez que lloraba por ellos, a partir de ese momento el los recordaría con una sonrisa. Ahora sabia que Woohyun y Yoogeun en el cielo querían que el fuera feliz.
-Ustedes siempre serán parte de mi vida pero saben que tengo que avanzar, aun así no dejare de amarlos ¿lo saben verdad? Estarán en mi corazón siempre y no los olvidare..- dijo en voz entre cortada acercándose a las lapidas para darles un abrazo y soltarlas.- Vendré mas seguido, lo prometo. Los amo..
Se levanto, limpio sus lagrimas y se alejo manteniendo el dibujo contra su pecho.
Camino de regreso al auto de Minho y al ver al mas alto salto hacia sus brazos.
-Muchas gracias Minho, gracias por estar a mi lado y aconsejarme siempre.-decía con ojos cristalinos.- Por ti estoy sanando y volviendo a vivir, muchas gracias por ser mi amigo.
-¡Oh vamos Kibum!.-le devolvió el abrazo con una sonrisa.- Me harás llorar..
-Gracias Minho.-le dio un suave beso en la mejilla notando como esta estaba húmeda.- Te quiero.
El mas alto le sonrió limpiando su rostro de una manera brusca.
-¡Mira lo que me haces hacer!.-lo empujaba juguetonamente para después revolver su cabello.- Ahora.. ¿Tienes algo mas que hacer?.- le sonrió cómplice.
-Hay que ir a la universidad.-dijo decidido.
Iría por Jonghyun y si era necesario le rogaría por esa oportunidad.
-Entonces vamos.-subieron al auto y el mas alto lo encendió.- Por cierto.. Me alegra recuperar a mi mejor amigo.. Y también te quiero.
-Hasta mañana profesor Kim!.-decían sus alumnos mientras salían del aula.
-Hasta mañana y estudien para la prueba por favor.-los despidió con una sonrisa cansada.
Al quedarse solo en el aula, acomodo sus materiales, tomo una manzana y salió al patio ya que era la hora de descanso. Tenia pensado caminar hacia una banca situada bajo un árbol y ver el tiempo pasar, tal vez leer algún libro bueno. Se dirigía tranquilamente metido en sus pensamientos.
-JONGHYUN!!! JONGHYUN!!.-un grito lo saco de sus cavilaciones y al girar en si pudo ver como Kim Kibum corría hacia el desesperado, aun no reaccionaba del todo cuando un cuerpo choco con el, haciendo que diera pasos hacia atrás.- J-Jjong..
-¿Kibum?.-dijo viendo al rubio respirar agitadamente a causa de la carrera.- ¿Sucede algo malo?.-pregunto asustado.
-Jonghyun.. por favor.-dijo aferrándose al peli plata.- Perdóname, por favor!
-¿Qué estas di..?.-Pero no pudo terminar la frase cuando el rubio se lanzo hacia el y lo beso bruscamente. Pero solo un momento ya que el castaño reacciono un poco tarde, pero lo hizo y lo aparto.- ¡¿Qué estas haciendo?! No puedes hacer eso, estamos en la escuela por dios!.- dijo exasperado volteando hacia todos lados, muchos alumnos los veían con la cara alucinada.
-¡No me importa!.-dijo el delicado rubio.- Jonghyun te amo! ¡Te amo te amo te amo te amo!.- Jonghyun lo miro con los ojos casi a punto de salírsele de las cuencas.
-¿Qué estas diciendo?..
-Te amo.-dijo con una sonrisa.- Te amo.-repitió.
-Pero.. Tu..
-Ellos siempre serán parte de mi vida.-dijo adivinando lo que Jonghyun estaba a punto de decirle.- Pero también te amo a ti.
-Key..
-Esta vez voy muy enserio Kim Jonghyun.-dijo firme.- Estoy muy decidido y no dejare que te alejes de m..
Pero esta vez el fue el silenciado y no el silenciador, Jonghyun lo había besado importándole una mierda que estuvieran en su lugar de trabajo, que fueran dos hombres, que los alumnos, maestros y el director los vieran, que lo despidieran.
Solo le importaba que Kibum lo amaba, su amor al fin era correspondido.
Kibum sonrió al sentir los brazos de Jonghyun acercando su cuerpo desnudo al contrario, despertar así era una de sus partes favoritas del día: Junto al cuerpo cálido de su amado después de una noche de pasión siempre lo hacia muy feliz.
Volteo solo para ver la mirada enamorada que Jonghyun le dirigía, estaba mas dormido que despierto pero siempre lo miraba fijamente. Kibum le sonrió y deposito un pequeño beso en esos labios gruesos antes de levantarse.
-¿A dónde vas?..-pregunto un somnoliento peli plata sin tener la intención de levantarse.- Quédate en la cama un poco mas..
-Hare el desayuno, sigue durmiendo y después te llamare.-le dijo suavemente.
El peli plata obedeció, sus horas de sueño eran preciadas.
Kibum bajo las escaleras hacia la cocina y no pudo evitar sonreírle como cada mañana al dibujo que estaba enmarcado de una de las paredes.
Jonghyun había tenido una muy buena idea al proponerle el poner el dibujo de Yoogeun en un cuadro y colgarlo en la pared. Cada vez que Kibum lo veía le sacaba una sonrisa.
Ya habían pasado tres años desde que Jonghyun y el se habían dado otra oportunidad y todo iba demasiado bien. Se habían mudado al departamento del mayor unos días después de comenzar su relación y al cumplir el año Jonghyun había llegado con unas llaves diciéndole que tenían una casa nueva. El rubio no podía estar mas contento.
Después había llegado otra sorpresa mas.
Kibum mientras preparaba panqueques le sonrió al sencillo anillo de oro blanco que se encontraba en su mano. Jonghyun había llegado un día con una cachorrita llamada Roo, esta tenia el anillo en su collar. Kibum al darse cuenta lloro todo un rio abrazado de Jonghyun y la nueva integrante de la familia.
Kibum estaba encantado con la personalidad del mayor.
Era atento, fiel, divertido, comprensivo, extremadamente amoroso y cuidadoso. Estaba mas que enamorado de su Jjongie. Claro, tenían peleas como cada pareja, pero siempre eran insignificantes. Nada que no se pudiera arreglar con una sesión de besos y algo mas..
Key estaba enamoradísimo de su Puppy, pero también tenia un lugar especial para otras personas en su corazón y eso Jonghyun lo respetaba fuertemente. Ambos visitaban el cementerio juntos, el peli plata siempre le daba un poco de privacidad al rubio, dejándolo solo para que platicara y le contara de su día a día a aquellos que perdió.
-Cariño.. Cariño despierta.-el rubio removía despacio al peli plata.- el desayuno esta servido, se enfriara.
-Kibum..-susurro el mayor.
-¿Qué sucede Jong..? ¡Jonghyun!.-grito el menor al verse envuelto en un abrazo cálido pero muy brusco.
Jonghyun le había jalado la mano y lo puso bajo el, las blancas sabanas cubriéndolos completamente a ambos.
-No tienes una idea de cuanto te amo.-el peli plata le sonrió provocando una risa divertida en el rubio.
Kibum había vuelto a ser ese rubio sencillo y risueño, reía por todo y siempre andaba con una sonrisa de aquí para allá.
Jonghyun estaba enamorado, embobado, atontado por esa perfecta risita. Ya no mas sonrisas falsas, todas eran autenticas y cada una le pertenecía a el, solo a el. Kibum era de Jonghyun y pobre alma que se atreviera a decir lo contrario.
-También te amo Puppy..
Kibum beso a su amante.. el desayuno podía esperar unos minutos.. Tal vez incluso unas horas.