Bang vaciaba un poco de chocolate en la taza que se encontraba delante de la pelinegra quien trataba de sonreír el nerviosismo le ganaba apenas unas horas antes el chico delante de ella le envío un mensaje diciendo que estaba apunto de recuperar a la persona que amaba por esa razón quiso dar un paso atrás pero debía enfrentar sus temores.
—¿Crees que soy una mala persona al decidir abandonar mi hijo? —Le cuestiono dandole un sorbo a su chocolate.— Amo mi carrera de cantante, adoro ser Charli xcx, no tengo la suficiente fuerza para dejar atrás mi carrera profesional y tampoco quiero perder a Ed, sé que con el tiempo debo contarle la verdad.— Levanto la mirada para toparse con los ojos del hombre que miraba atentamente su vientre.— Lamento no haberte dicho antes no estaba segura que hacer en un inicio quería deshacerme de él pero no tuve la sangre fría después pensé tenerlo y darlo en adopción pero en ese caso es un asunto que te concierne por ser su padre.
—Yo lo cuidaré no debes preocuparte por nada, sé que amas a Ed y que ahora él está listo para dar un paso importante en su relación.— Contestó el hombre caminando hacia la mujer y tocar su abultado vientre.— Te ama, estoy dispuesto a ser padre soltero.
Se agacho para colocar su oreja en ese abdomen, Emma el verdadero nombre de la cantante acaricio el cabello de Guk estaba segura que siempre llevaría en su espalda el peso de abandonar a su hijo pero a veces las personas no pueden actuar conforme a sus valores le dictan, hay un momento que deben romper las reglas morales, su egoísmo le estaba ganando pero era su oportunidad para tener lo que tanto deseo, fama y el amor de su vida, tal vez para alguno sea un pecado para ella dejar a su hijo en manos de su padre biológico era solución a sus dilemas éticos.
—Soy de lo peor.— Susurro la mujer.—¿Crees que me va odiar cuando crezca?
—No, eres una mujer muy fuerte al aceptar que no puedes con esta carga al decir hacerte un lado para que él tenga la oportunidad de crecer bajo mi tutela.— Le contesto tomándola por las mejillas.— No eres débil jamas dejaré que te odie porqué sé que un día comprenderá que los humanos somos seres frágiles y que tenemos miedo al futuro.
JunHong despertaba aturdido por los golpes en su puerta se puso de pie caminando en zig zag detuvo el escándalo cuando giro la perilla dejando entrar a su primo quien levantaba lo miraba con suma impaciencia le soltó una lista de cuestionamientos sobre su “reconciliación” con el profesor Bang, Jun abrió los ojos de golpe, recordó su ataque de ira de la noche anterior después de ver como YongGuk subía al elevador con una mujer embarazada por lo cual salió tomó sus zapatos para salir corriendo dejando con la palabra en la boca su primo quien era detenido por un semi desnudo chef, DaeHyun lo abrazaba por la cintura negando con la cabeza para que Jae no detuviera a su primo. JunHong miro de frente a esa mujer que una noche anterior había roto sus esperanzas, despertando su molestia, la pelinegra llevaba una coleta sin ninguna pizca de maquillaje se veía somnolienta rascaba sus ojos cansada pero después de uno segundos reconoció ese rostro una sonrisa se dibujó en sus labios.
—Zelo eres más alto de lo que pensaba.— La mujer estiro la mano para tocar sus mejillas.— Realmente eres muy guapo ahora comprendo por que YongGuk no te puede olvidar, soy muy feliz al saber que se reconciliaron.— Jun enfocaba su vista en su vientre lo cual capto la mujer quien se sonrojo.— Por favor no pienses mal, bueno es una situación complicada, es el bebe de Guk pero.
La mujer jalo del brazo al menor hacia el interior del departamento donde trataba de explicarle la situación le comentó que Bang había salido por cuestiones de trabajo. JunHong se mantuvo sentado toda esa hora en el sillón principal sin inmutarse un segundo la historia que salía de los labios de la chica de cabellos negros lo estremeció no lograba apartar su vista de ese abultado vientre que tanto acariciaba para nadie era sencillo escuchar una bella historia de amor cuando uno de los protagonistas era la persona que tanto se amaba sus manos formaron un puño apretando fuertemente hasta volver sus nudillos blancos, se sentía como el villano en tan hermosa relación ahora comprendía por que Bang lucía tan tranquilo, tan seguro de si mismo su mundo se volvió un caos después de dejar Corea pero la compañía de Charli le ayudó aceptar sus errores más no le dio el valor para volver a enfrentarse con sus demonios
—Debes pensar que soy el peor ser humano por elegir mi carrera profesional a mi vida como madre.— Finalizó sentándose frente al menor quien levanto el rostro sorprendido por su belleza.— YongGuk me comentó lo feliz que estaba por volver a verte que tal vez tenía una oportunidad de remendar sus errores contigo quería decirte que todo fue una mentira.— Tomo las manos del menor guardándolas en las suyas.— Le aterraba que descubrieras que era un hombre cobarde, en el momento en el cual más lo necesitaste huyó.
—Tal vez en el pasado me hubiera decepcionado un poco su actitud siendo honesto pero ahora no tengo razones para hacerlo.— Contestó el menor tratando de hilar sus respuestas en una frase concreta.— Conozco lo que es tener miedo a lo desconocido tirar a a la borda tu arduo trabajo.— Se soltó de agarre para acariciar ese vientre abultado.— No creo eres cobarde tuviste el valor de enfrentarte a Bang y decirle que no eres capaz de ser madre a su lado porque ambos conocemos a ese hombre honorable y adivinamos que él se haría cargo.
Ambos sonrieron tímidamente se podría decir que los dos conocían las debilidades y fortalezas de YongGuk, era alguien separado, amante de la soledad pero no dejaría a un ser querido caer, Jun sintió una pequeña patada en su mano su reconciliación con Bang ahora más que nunca era complicada debido a que no era solo él sino que también otra vida formaría parte de su relación, el estudiante no se encontraba seguro de estar listo para ser el compañero de un padre soltero, estaba por cumplir 23 años anhelaba comerse el mundo en su futuro no lograba dibujar los deberes de un padre, no conocía la forma de cuidar un bebé.
—Siendo honesto yo me acobardaría si alguna de mis ex novias viniera a decirme que va tener un hijo mío la apoyaría para que lo diera en adopción o que ella eligiera.— Soltó de golpe a la chica poniéndose de pie.— Todos somos cobardes pero existen niveles en mi caso seria de esos que son demasiado débiles para proteger una vida humana, que prefiere que alguien más lo haga a arruinarla he visto tantos niños abandonados, golpeados, violentados que pienso que sus padres fueron demasiado cobardes que prefirieron su dolor a vivir con el remordimiento de acabar con una vida que no iban a poder proteger.—Rasco su cabeza con nerviosismo.— No puedo decirte que fue lo correcto pero entiendo tu posición, tu punto de vista, esta en nuestra naturaleza ser egoístas pero comprendo que también vivirás con la culpa por tu debilidad.
—Tal vez mi caso no están extremo ya que cuento con el apoyo de Bang, quien estoy segura va ser un padre genial que no permitirá que algo malo le pase a nuestro hijo.— La mujer se puso de pie seriamente para enfrentar a Zelo.— Pero tengo miedo que su reconciliación no se lleva a cabo por la intromisión de un bebé.
JunHong no lograba apartar sus ojos de ese vientre no estaba seguro de la respuesta que debía dar a esa duda, era cierto que saber la verdad sobre la relación de Bang con la artista calmó su ira, su molestia pero el enfrentarse al hecho de también ser padre con él le aterraba, como lograría cuidar de otro ser humano si él mismo no descifraba su situación.
—Quiero volver con YongGuk, en verdad quiero que lo volvamos a intentar, lo quiero.— Confeso dando un par de pasos hacia atrás aumentando la distancia entre él y la mujer.— Pero necesito tiempo para aclarar mis ideas, no he terminado la carrera no sé que me depara el futuro debo admitir que tengo miedo a no poder con la responsabilidad.
Jun abrió la puerta para salir corriendo la falta de de aire en ese departamento le prohiba respirar se encontraba arrinconado entre el deseo de ser libre y su anhelo por volver con Yong bajo por las escalares desesperado llego hasta el sótano donde corrió por estacionamiento descubriendo el auto de su ex profesor en su lugar agarro su cabeza desesperado, juro de ese sitio por la puerta sin detenerse no tenia una meta a donde llegar solo pensaba en huir de sus miedos, de sus dudas, del dolor. Charli cerro la puerta por donde el menor había escapado se giro para encontrarse con YongGuk que salía de una de las habitaciones se acerco para darle apoyo.
—¿Que vas hacer? —Le cuestionó guardando al hombre en sus brazos.— ¿Vas a salir corriendo por él?
—No. necesita tiempo.— Contestó con una sonrisa.— Solo el tiempo le ayudará a tomar una decisión.
6 meses después..
JunHong miraba como la cortina de la ventana era movida por la fría brisa del viento que incesantemente se encaprichó en pasar por aquella abertura, el clima en España a finales de año podría ser algo frío pero con los cambios climáticos ahora la llegada del invierno era irregular dejó caer su cabeza hacia atrás para enfocar su vista en el techo, sus oídos escuchaba los pasos de sus compañeros de departamento apresurándose a salir, eran final de semestre por esa razón las fiestas en las fraternidades eran continuas.
—Jun ¿Seguro que no quieres acompañarnos? .— Le cuestiono un pelirrojo originario de Inglaterra los chicos que vivían en ese departamento eran estudiantes de intercambio de otro País.— No sé que te paso en las vacaciones de verano pero no eres el JunHong que conocí en Londres pareciera que buscas madurar en poco tiempo.
—Solo estoy cansado.— Contesto tapando sus ojos con su brazo.— Buena suerte con la chica mexicana.
Su compañero despeino su cabello para salir corriendo con el resto de compañeros, al verse solo el ahora rubio salto fuera del sofá donde estaba sentado camino por la habitación, lucía como un león enjaulado con cientos de emociones saturadas en su cuerpo quería salir corriendo su voz se ahogaba en su garganta haciendo un nudo en su pecho imposible de soportar esos seis meses desde que dejo New York se sentía como un pez fuera del agua, solo 24 horas a lado de Bang le bastaron para revivir viejas heridas, abrirlas, hacerlas más dolorosas, más sangrantes, cuando fue despedido por sus amigos HimChan comentó que Bang había decidido viajar a Inglaterra para que su hijo naciera en ese Pais y hacer el papeleo correspondiente, miro su teléfono celular el número de Guk continuaba registrado en sus favoritos solo era cuestión de presionar un botón para escuchar su voz pero dar el primer paso significaba que tenía la respuesta, ser padre, ser una pareja formal, su primo y JongUp a diario platicaban con él por skype, le daban ánimos, le ayudaban a crear listas de pros y contras pero nadie le lograba dar la respuesta correcta, era una cuestión personal, era una decisión que solo él podía tomar sin el apoyo de nadie más.
Golpeo el respaldo de una silla causando que esta cayera camino hacia la cocina donde saco del refrigerador una cerveza la abrió pero al colocarla en sus labios no pudo tomarla por más que deseara ni el alcohol lograba borrar sus dudas, maquillar su realidad, lo intento apenas llego a ese País en una de las bienvenidas pero terminó sentado en la banqueta con la mirada fija en la nada y con cabeza repleta de imágenes de Bang, de aquella noche que estuvieron juntos, un par de golpes en la puerta lo distrajeron no quiso abrir no estaba de humor para hablar, el timbre resonó llevándolo a perder la cordura se dirigió a la fuente de su estres, abrió de golpe aquel pedazo de madera dio un par de pasos hacia atrás a mitad del pasillo se encontraba el causante de tanta frustración llevaba el cabello un poco más largo, una playera blanca con un saco de textura gris con toques blancos, un pantalón de mezclilla oscura a su lado estaba una carrerilla color azul aunque estaba tapada era consiente que otro ser humano estaba dentro de ella.
—¿Puedo pasar? .— Cuestionó, Jun asintió dejando dejando pasar al intruso no aparto su vista de este mini vehículo de cuatro ruedas quiso abrir los labios pero un dedo del contrario lo detuvo.— Deja que primero yo sea quien explique la situación.— Comentó Bang, su tono de voz era tranquilo, paciente, como en los viejos tiempos cargado de madurez.— Mentí hace más de cinco años te dije tonterías porque tenía miedo me pedías dejar ir mi sueño por una relación que no me aseguraba que fuera para siempre cuando huí a Estados Unidos me quede estancado sin el valor de enfrentarte, con el temor de volver y darme cuenta que no me amabas, era un cobarde y tal vez aun lo sea pero debo hablar con la verdad.— Sus manos se posaron en las mejillas de Jun.— Cuando te volví a encontrar en New York pensé que era una señal para volver a estar juntos pero me llene de temores al notar el daño que te cause, tal vez era más doloroso para ti volver a estar juntos que olvidarme.— Acerco sus labios peligrosamente.— Pero no puedo darme por vencido estos meses he intentado borrar mi esperanza pero esta no quiere irse.— Sus alientos se entre mezclaron.— Te amo JunHong, te amo y presiento que a nadie más que a mi hijo amaré como a ti, ahora soy padre y debo ser valiente esconder mi cobardía porque un ser humano depende de mí.— Cerró sus ojos un segundo para sumegirse de aquel aliento a vainilla retrocedió su rostro.— No puedo pedirte que te unas a mi en este viaje porque sigues siendo muy joven para cargar con una responsabilidad como esta pero debía decirte lo que hace años debo gritar, eres el amor de mi vida…
—Eres un idiota.— Le interrumpió JunHong tomándolo por el cuello del saco para besarlo, unió sus labios ansiosamente sus lenguas se encontraron hambrientas.— Eres un imbécil, un hyung tonto,. —Le decía mientras lo besaba y se colgaba a su cuello.— No te das cuenta que por fin estamos al mismo nivel ninguno de los dos tiene idea de cómo ser padre, he esperado tanto por esto.—Lo sujeto por el rostro acercando sus frentes para seguir besando.— No tienes que pedirme nada por que yo me uniré a ti por voluntad propia, sé lo que es tener miedo, sé lo que significa estar en la orilla del abismo con miedo al futuro.— Lagrimas escapaban por sus párpados cerrados.— También tuve la culpa hace cinco años porque no te di el tiempo para tomar una decisión, te presione y tú huiste.— Las manos de Bang se apoderaban de la cintura de Jun pegando su cuerpo.— Pueden pasar otros cinco años, diez años y seguiré sintiendo lo mismo por ti, tú también eres el amor de mi vida, —Se sonrojo bajando la mirada.— Como podemos decir algo tan cursi
Bang dibujó una enorme sonrisa de esas pegajosas que solo él puede expresar continuaron besándose, Jun durante ese tiempo decidió probar lo que significa ser padre así que fue niñero los fines de semana, tomó varios cursos para el cuidado de bebes buscaba desesperadamente saber porque le daba tanto miedo ese paso mientras más lo conocía, más se empapa de la responsabilidad descubrió que nada de aquello le asustaba si Bang estaba a su lado, de hecho la soledad, el verse lejos del ser que amaba era más aterrador e insoportable no había en el mundo evento que llamará su atención, no se sentía con ánimos de tener aventuras estaba cansado de vagar lo único que deseaba era estar como en los viejos tiempos encerrado en el departamento de su profesor de Arte, escuchar canciones de antaño, jugando alguno que otro videojuego, pelear con él, leer los aburridos títulos que le recomendaba, un nuevo integrante al grupo no le vendría mal, ser padre no era una mala idea si es concient que la responsabilidad va ser compartida.
—Eso significa que regresaras conmigo a Corea.— Afirmo el mayor mientras tomaba asiento en el sofá con el rubio en su regazo.— Comenzaremos de cero veras que tener como novio a un papá soltero no es tan complicado.— Jun negó con la cabeza.— ¿Qué?
—Para el bebé no quiero ser el novio de su papá.— Le susurró al oído mordiendo su cuello.— También quiero ser su padre, YongGuk no pienso dejarte ir.— Su lengua lamió la comisura de sus labios.— Volver a estar juntos es para toda la vida así que es mejor que nos acostumbremos a decir que somos una Familia.— Beso sus labios cerrados para pegar más su cuerpo, los dedos de Bang ya arañaban su espalda.— Tu eres el papá y yo la mamá.
A YongGuk no le desagradaba la idea sus dedos iniciaron un recorrido por la espalda blanca el contrario lentamente lo fue despojando de ella trataba de dirigir su movimientos debido a que unos dientes se clavaban en su cuello provocando perder el control de su cuerpo cuando alcanzo su objetivo se separo un poco del menor para admirar su belleza, esa piel de porcelana, textura de durazno se dirigió a su pecho para lamerlo, besarlo, sumergir su rostro en su olor a caramelo, sus labios se encontraron unos botones rosas, los mordió causando que se erizaran al contacto, gemidos se hicieron presentes, Jun echo la cabeza hacia atrás disfrutando de esa tortura después de unos segundos continuo también con su ataque a la piel morena del mayor, lo despojo de su saco, de su playera, sus dedos delineaban una vez más esos trazos negros jamás se cansaría de tocarlo, de lamerlos, sus entrepiernas rozaban peligrosamente era evidente su excitación Bang fue el primero en introducir sus dedos por la ranura del pantalón no sin antes quitar el cinturón y bajar el cierre lograba notar esa ropa intima humedad al tocarla por encima se levantaba con ansia sin previo aviso medio la mano para aparecer ese miembro e ir masajeando, el volumen de gemidos subo varios decibeles ahora dos voz voces se unían aunque los labios se besaran, las lenguas se acariciaban el sonido era evidente, Zelo también dirigió sus manos al borde del pantalón extasiado por su reencuentro mientras más se tocaban el deseo aumentaba, la respiración se entrecortaba sus pechos bajaban y subían esa noche harían su reconciliación un evento repleto de lujuria con toques de placer sus miradas se encontraron hambrientas cuando de pronto el llanto de un bebe los despertó, su fantasía desapareció en un solo segundo Bang lanzo a un lado a su mente para destapar un poco la carreola para levantar guardar en sus brazos al bebe.
—Tal vez tiene hambre. —Dijo en un suspiro el rubio poniendo de pie junto al peligro busco en la pañalera los ingrediente necesarios los puso en la mesa de la sala para después quitarle el niño al mayor. — Tú sabes como le gusta ve a prepararla. —Por primera vez miraba de frente a ese pequeño. —Eres hermoso. —Le comentaba tocando su mano. — Soy papá JunHongie.