Capítulo 11.
Las piernas largas de Sehun se movían automáticamente a paso rápido por la acera mientras en su mente se repetía una y otra vez la escena de Kris siendo besado por Chanyeol. Su mochila rebotaba contra su espalda a cada paso y en su mano, la lata de coca-cola casi llena temblaba.
No se había percatado de lo rápido que estaba respirando hasta que sus pulmones ardieron al igual que sus ojos en los que pequeñas lágrimas brillaban estancadas luchando por ser derramadas.
-Maldición… -Susurró para sí mismo deteniéndose y mirando su entorno. Suspiró profundamente a la jugada que su mente y piernas le había hecho. Se encontraba de pie frente a la cancha de basquetbol, esa donde había conocido al rubio más alto. Donde había pasado una excelente noche jugando y en donde había notado lo atractivo que su hyung era.
Se dejó caer con pesadez sobre el concreto del lugar, quejándose cuando alguno de sus cuadernos se clavó contra su espalda; Por lo que lanzó su mochila junto a él posicionando la lata a su lado antes de tirarse por completo sobre el suelo, cerrando los ojos para que los rayos del sol no molestasen sus sensibles ojos que se encontraban algo rojos por el llanto contenido.
-Eres idiota Sehun… ¿Por qué estás tan triste? –Se dijo en voz alta, colocando su antebrazo sobre sus ojos.
-Eso quisiera saberlo también…
Una voz masculina y un poco grave sonó junto a él haciéndolo saltar e incorporarse hasta quedar sentado. Mirando con ojos desorbitados al moreno de quien no se había percatado. Colocó su mano izquierda sobre el lado derecho de su pecho asustado.
-Oh mierda… Negro ¿Intentas matarme? –Dramatizó soltando un suspiro y removiéndose inquieto. Jongin rodó los ojos a su nuevo apodo bufando resignado.
–El corazón está del otro lado idiota… -Murmuró formando un mohín en sus gruesos labios acto del que era más que inconsciente. El moreno se abrazó a sus piernas, recargando su cabeza sobre estas mirando al menor, estudiando sin vergüenza alguna su rostro pálido y afilado mientras Sehun le devolvía la mirada.
-¿En verdad te gusta así de mucho? –La pregunta descolocó un poco al menor haciéndolo removiéndose de nuevo con una mueca y soltando un bajo quejido porque no quería hablar de eso y menos con alguien como Jongin; Sin embargo, finalmente asintió desviando su vista a otro lado.
-No tiene mucho que lo conozco pero en verdad me gusta… Incluso dormí con él anoche…
Jongin no pudo evitar el vuelco doloroso que dio su corazón dentro de su pecho ni el que sus ojos se ampliaran lo más posible.
-¿D-Dormiste con él…? -Preguntó atónito para luego aclarar su garganta. Sehun asintió con un largo suspiro y, por supuesto que nunca le diría que en realidad solo hicieron eso… Dormir.
El moreno rascó sobre su nuca, eso en realidad no se lo esperaba. Tiró un poco de sus cabellos y como pudo se acercó un poco más al menor sentándose lo más prudentemente cerca de él.
-Bueno… Lo siento pero, Chanyeol hyung sale con Kris desde hace años. Ellos se aman más que demasiado.
Sehun abultó sus labios entonces, provocando que el corazón de Jongin diera un nuevo vuelco y que sus labios hormiguearan ansiosos por besarle. El moreno relamió sus labios en un intento por calmarse y respiró profundo.
Un silencio un poco incomodo a parecer de Jongin, se instaló entre ellos entonces. Sehun seguía perdido en sus pensamientos con la vista fija a la nada y suspiraba constantemente. La naturaleza hiperactiva del moreno lo tuvo chasqueando la lengua un par de minutos más tarde. Se puso de pie y se colgó la mochila del chico multicolor al hombro caminando hasta este.
Sehun saltó en su sitio cuando sintió una mano tomarle por el antebrazo derecho obligándole a levantarse y caminar fuera del parque. Frunció el ceño a Jongin tironeándose pero el moreno solo apretó un poco más su agarre.
-¡Hey! ¡Idiota, ¿Qué crees que haces?!
Jongin lo ignoró dirigiendo el camino hasta el centro comercial. Las quejas de Sehun se detuvieron eventualmente dejándose arrastrar aunque con una permanente mueca inexpresiva.
Se adentraron en el lugar y Sehun fue arrastrado hasta una pizzería. Cuando se encontró sentado en una colorida silla roja se cruzó de brazos, mirando al moreno con el ceño fruncido.
-¿Qué hacemos aquí? –Siseó enojado.
-Vamos a tener sexo salvaje sobre la mesa y frente a todos. –Jongin respondió sarcástico ojeando el menú.
-Estoy hablando enserio Kim… -La amenaza brilló en los ojos del rubio y una sonrisa en los labios de Jongin porque, después de todo, Sehun sabía su nombre e incluso su apellido.
-Vamos a comer idiota…
-No tengo hamb… -El estómago de Sehun rugió vergonzosamente y en sus mejillas explotó una gama de rojos.
Jongin reprimió su risa y solo le dedico una mirada incrédula al más bajo quien se quedó quieto en su sitio, gimiendo avergonzado.
Luego de devorar una pizza familiar entre los dos junto con una orden grande de papas y refresco se encontraban caminando por la calle. El sol se había ido de pronto y los anuncios de neón brillaban en los escaparates de los anuncios. A pesar de la noche, el verano seguía siendo caluroso y abrasador.
-Vendría bastante bien un helado ahora… -La voz de Jongin sonó rompiendo el silencio ahora más cómodo que antes. A pesar de que esas palabras eran más para él que para el chico pálido caminando a su lado, Sehun lo escuchó atento y algo se movió dentro de su pecho. “Gratitud… quizás..” Pensó para sí mientras mordía su labio inferior.
Inconscientemente, tomó la mano de Jongin llevándolo a la tienda de veinticuatro horas más cercana. El moreno se dejó llevar embelesado por la forma en la que sus manos encajaban tan perfectamente.
-Espera aquí… -Musitó Sehun adentrándose en la tienda haciendo al moreno esperar fuera, quien se balanceaba nerviosamente sobre sus talones. Pocos minutos más tarde, el menor volvió llevando consigo una pequeña bolsa, misma que tendió al moreno.
-Gracias por… lo que sea que hicieras hoy conmigo…
-U-Uh… No tenías porque molestarte… -Jongin susurró tomando la bolsa, descubriendo en su interior un par de paletas heladas dobles.
-Tu tampoco tenías porque. –Sehun se encogió de hombros mirando al otro destapar una de las paletas mientras él colocaba su bolso escolar sobre su hombro izquierdo.
-Debo irme ahora Jongin.
El nombrado levantó la vista mirándolo con ojos tristes, pero asintiendo porque en realidad el también debía volver a casa.
-Yo…También debo irme. –Murmuró tendiendo la paleta al menor esperando a que tomara la otra parte. Sehun tomó lo que se le ofrecía tirando del dulce helado para separarlo. Sonrío cuando la paleta se cortó justo a la mitad.
-Parece que seremos buenos amigos… -Dijo mostrando su paleta y sin más se acercó al moreno inclinándose mínimamente a dejar un suave beso sobre la mejilla ajena muy cerca de la comisura de sus, rozando estos por escasos milímetros.
-Te veré mañana Kim.
Sehun colocó la paleta entre sus labios, succionándola un poco cuando comenzó a derretirse y agitando su mano emprendió el camino de vuelta a su casa dejando a un Jongin descolocado e inusualmente feliz.
El moreno sonrío volviendo en sí luego de un par de segundos demasiado largos, su paleta se derretía mojando sus dedos pero eso no podía importarle menos. Con su mano libre palpó sobre la comisura de sus labios donde los otros se habían posado brevemente. Viendo claramente la imagen de Sehun correr por su mente yendo a guardarse permanentemente ahí.
-Joder… -Susurró y prácticamente corrió a casa porque, además de la sonrisa y labios de Sehun, había otra imagen del menor a la que podía sacarle provecho…
La sensual manera en la que ese maldito mocoso había colocado esa cilíndrica paleta entre sus labios succionando para evitar que el dulce derretido escurriera por entre estos lo estaba poniendo en aprietos… Muy, muy apretado…
Principalmente en la parte delantera de sus jeans…