Chanyeol los observo perderse en las enormes escaleras de mármol negro, los escuchó reír y quiso golpear el piso bajo él.
Se levanto del suelo donde estaba casi tirando la laptop que su padre tenia sobre la pequeña mesa. -¿Qué pasa Channie? –Su padre lo miró con ojos curiosos, Chanyeol se veía enojado y eso era algo completamente raro. –No es nada… saldré con mis amigos… -El señor Wu asintió con una ceja alzada y un rastro de incredulidad en el rostro. –Ve con cuidado… -Chanyeol tomó las llaves de su auto y abandonó la casa. Azotó la puerta del maserati azul y se abrochó el cinturón de seguridad. -¿A dónde debería ir? –Se preguntó repasando la lista de contactos en su celular. -¿Jongin? –tronó la lengua. –seguro que está acosando al pobre niño de primer grado. -¿Chen? … -Lo descartó de inmediato y sonrió al ver la fotografía de su mejor amigo.
Baekhyun y el se habían vuelto amigos cercanos cuando Kris se fue a estudiar a Vancouver. El pequeño castaño había sido trasferido a su escuela y se habían vuelto amigos casi de inmediato. Baek era una persona divertida, y cuando Chanyeol y él se conocieron tuvieron que agregar un nuevo nivel en la escala del sonido.
El peli negro puso el auto en marcha y poniéndose el manos libres espero hasta que su llamada fue contestada. –hola Yeollie… -La voz melosa del castaño se escuchó del otro lado. –Baek ¿estás en tu casa? –Chanyeol se detuvo frente al semáforo. –Hmm –Baek tarareo en respuesta. –Abre la puerta… llego en algo así como tres minutos. –Chanyeol casi pudo ver como el pequeño castaño rodaba los ojos. -¿Y ahora que pasó Chanyeol? ¿Papá volvió a castigarte por intentar criar una medusa en la bañera? –Una risita se escucho y Chanyeol sonrió ante ese recuerdo. -¡No Baek! Te contaré cuando llegue… Puedo ver tu casa. –Y yo puedo ver tu estúpido y ostentoso auto. –La llamada fue finalizada cuando Baekhyun saludó al pelinegro quien estacionaba su auto frente a él. Chanyeol bajó del vehículo guardando su celular y sus llaves en el bolsillo de sus jeans azules. –Hola TontoYeol -Baekhyun saludo al alto quien le guiñó un ojo.
Ambos hombres entraron a la casa de Baekhyun, ésta era pequeña pero Chanyeol se sentía como en su propia casa. Baek y él tenían confianza infinita entre ellos. Se dejó caer cuan largo era en el sillón marrón y abultó sus labios. -¿Vas a contarme que pasa? –El castaño se sentó en el suelo frente al pelinegro que parecía ser un niño al que dejaron son postre.
-Hyung volvió… -El brazo de Chanyeol se posó sobre sus ojos. –ohhh… pero eso es bueno ¿o no? –Baek sabía todo lo que había pasado en la vida de su mejor amigo. Se sorprendió cuando el pelinegro le contó que estaba enamorado de su hermano, pero luego de que este le contara toda historia compendió. –Ese no es el punto –Chanyeol pataleo en el sillón y miró con ojos de cachorro a su amigo. -¿Entonces? –Baekhyun se rascó la cabeza confundido. –hyung trajo a alguien más… y no solo eso, ese tal Tao se está quedando en el cuarto de Kris y parecen cercanos.
La boca de Baekhyun se abrió dramáticamente y puso su mano derecha sobre su pecho indignado. –Maldito desgraciado… -Chanyeol rió de las reacciones de su amigo y se acomodó sentándose.
-No se que hacer Baek… hyung me cambió. –El rostro de Chanyeol se tornó serio y triste. Baekhyun se levantó y tomó asiento en las piernas del más alto. Los delgados dedos del castaño encontraron su camino entre las hebras negras de Chanyeol quien cerró los ojos ente el toque.
-Mi pobre Chanyeol… -Baekhyun arrullo y Chanyeol rió por que eso era algo que hacían entre ellos cada que tenían un mal día.
-¡Tengo una idea! –La mano del pequeño se cerró sobre el cabello negro de Chanyeol haciéndolo chillar -¡Baek, Baek! ¡¡¡Duele, duele!!! –Ops… -De un salto Baekhyun se acomodó en el lugar vacio junto a su amigo. -¿Cuál es tu idea? –Chanyeol acariciaba su cabello con ojos llorosos. –Uhh ya verás Chan Chan… Dos pueden jugar este juego. – El castaño le giñó y Chanyeol se estremeció en su sitio. Las ideas de su amigo siempre terminaban con ellos en problemas.
Baekhyun se levantó estirando sus brazos. –Debo salir por un rato. Debo ir a comprar algunas cosas… ¿Quieres venir? –El pelinegro negó acurrucándose en el sillón. –Dormiré en tu cama por un rato. –Okay… ¿Quieres que te traiga algo? –Baekhyun tomó su casco de bicicleta y comprobó si llevaba tus llaves en los bolsillos traseros de su pantalón. –Chocolate… -el más bajito asintió con una sonrisa tierna en los labios y salió de su casa.
Chanyeol se arrastró hasta la habitación de su amigo y se dejó caer entre las sábanas blancas. El suave olor a flores de Baekhyun inundando sus fosas nasales. Sus grandes ojos marrones se cerraron sintiéndose cansado mentalmente y suspiró. Una cortinilla de imágenes se proyectó en su mente.
-Flash back-
El viento frio de noviembre soplaba haciendo temblar la casa de campaña ubicada en el jardín trasero de la enorme casa. Chanyeol con 16 años recién cumplidos reía mientras devoraba una barra de chocolate. Kris los miraba de manera dulce mientas le lanzaba patatas fritas.
-Feliz cumpleaños Yeollie. –Kris se lanzó sobre el cuerpo de Chanyeol tumbándolo contra las mantas que les hacían de cama haciéndole cosquillas. –Hyung… hahahahaha… ¡basta, basta! –El pelinegro se retorcía bajo el cuerpo de su hermano mayor. El rubio se detuvo con la respiración agitada riendo y deteniéndose cuando su mirada estudio el rostro de Chanyeol. Sus mejillas estaban coloreadas de rosa, sus ojos grandes lo miraban con algo brillando en ellos, en sus gruesos labios rojos brillaban pequeños trozos del dulce que había estado comiendo.
-Chanyeol… -Kris se inclinó un poco más sobre el delgado cuerpo del pelinegro y acaricio su mejilla sintiendo el dulce aliento del menor sobre su boca. – ¿H-hyung? –El corazón latía con fuerza contra su pecho casi dejándolo sin respiración. –Shhh… sólo… déjame comprobar algo. –La voz de Kris fue apenas un susurro antes de que sus labios acariciaran los de Chanyeol abriéndose y cerrándose en un beso tibio y dulce. Cuando se separaron las respiraciones de los dos niños era irregular. La cara de Chanyeol siendo de un furioso color carmín y en los ojos de Kris brillaba el deseo.
-Chany… -Las palabras del rubio murieron contra los labios de su hermano cuando este lo tomó por la nuca deshaciendo la distancia entre ellos de nueva cuenta. El beso que compartían ahora era rápido, descuidado y necesitado.
Chanyeol gimió cuando la lengua de su hyung penetró en su boca. –Tan dulce… -Kris dijo volviendo a besar al niño cuyas manos encontraron la tibia piel de Kris bajo su pijama.
Las manos de ambos recorrieron el cuerpo del contrario bajo la luz naranja de la lámpara. El sonido húmedo de sus besos y los suaves gemidos de Chanyeol cuando Kris encontró el cielo dentro de su cuerpo golpeándolo una y otra vez.
Tibio semen manchando el pecho de ambos, y marcando a Chanyeol en lo más profundo de su cuerpo como propiedad del rubio que yacía jadeante sobre su cuerpo.
-Hyung… -Kris rodó quitándose de encima del cuerpo del moreno, suspiró cerrando los ojos y su mano derecha apretó su cabello. –Mierda… -Maldijo entre dientes y se golpeo mentalmente. –hyung ¿estas bien? –Los ojos profundos del rubio miraron a Chanyeol atrapándolo entre sus brazos y besando sus cabellos. –Yo debería preguntar eso Chanyeol. –El moreno se acomodó en el pecho de su hermano, escuchando el latido acompasado de su corazón. –Esto está mal… Nosotros no debimos. –Me gustas hyung… desde que tengo uso de memoria… -Kris estaba seguro de que Chanyeol había notado cuando su corazón se disparo a mil por minuto tras decir aquellas palabras. –Somos hermanos… -Solo de apellido. –Chanyeol se aferró con fuerza al más alto.
-Papá no lo sabe… -Kris también amaba a Chanyeol. Lo había comenzado a amar desde el primer momento en que vio sus ojos marrones salpicados en lágrimas. –Tampoco tiene por que enterarse de esto hyung… -La mirada del menor era suplicante. Por fin lo que llevaba sintiendo por años había sido correspondido.
Kris dejó un suave beso en los gruesos labios de su hermano.
-Te amo Chanyeol…
-Fin flash back-
Comprendió que se había quedado dormido, cuando al abrir los ojos vio que los rayos del sol comenzaban a ocultarse. La pequeña habitación de Baekhyun era iluminada por los últimos matices luminosos del día. Se levantó de la cama desperezándose y caminó fuera. Su cabello negro apuntando en todas las direcciones posibles y la marca de la almohada de corazón de su amigo grabada en su mejilla.
La casa estaba en silencio y completamente vacía. En la mesa de café estaba una barra de chocolate y un post-it color violeta.
“TontoYeol, tuve que salir a entregar unos libros. ¡Ve a tu casa! Y prepárate para lo se viene baby *giño* Siempre tuyo Baekhyunnie”
Chanyeol comió el chocolate y salió de la casa. Su reloj marcaba las siete de la noche cuando encendió su auto de regreso a casa. El la radio su canción favorita era tocada y tarareo al ritmo de 2ne1 hasta que se adentro en el enorme jardín de su casa.
Adentrándose en el comedor se dio cuenta de que tres hombres cenaban mientras una plática ligera se llevaba a cabo. Sonrió recordando la nota de Baekhyun hasta que sus recuerdos se vieron interrumpidos. – ¡Chanyeol! –La voz de su hermano sonó en sus oídos. -¿eh? ¿Dijiste algo hyung? –Chanyeol evitó mirar a Tao, pero podía sentir la mirada de este sobre él. Kris frunció el ceño. –Que si quieres cenar… -repitió el rubio. –Solo tomaré un té. –Tomó asiento junto a su padre y este sonrió. – ¿No tienes hambre? –El rubio más joven preguntó. Chanyeol lo miró con una pequeña sonrisa en los labios. Se sentía de buen humor después de platicar con su mejor amigo. –No… -un mohín apareció en sus labios. – ¿Volvió a darte dulces antes de la cena? –Su padre preguntó con una sonrisilla pícara en los labios. El sabía donde había estado el más joven de sus hijos toda la tarde. Kris fijó toda su atención en la escena frente a el. –Solo un chocolate… -Chanyeol sonrió apenado. El no tenia la culpa de que los dulces lo hicieran sonreír a todos y le dieran buen ánimo para después tenerlo durmiendo como un tronco. - ¿Quién? –Kris preguntó con una ceja arqueada. Chanyeol estuvo a punto de contestar cuando su celular sonó en su bolsillo. Una foto de la cama de Baekhyun con este sentado en ella y una cara triste llegó a su celular, rió al leer el mensaje. “¿Tenia que despertarme solo?” Rodando los ojos y bufando divertido el pelinegro contesta el mensaje al tiempo que su taza de té es dejada sobre la mesa. Dando pequeños sorbos nota la mirada de su hermano viéndolo fijamente. -¿Pasa algo? –Pregunta confundido. –Kris truena la lengua levantándose de la mesa, enojado por la indiferencia de Chanyeol. –Nada… iré a dormir…-Anuncia y ZiTao se levanta dando las gracias. Chanyeol asiente y dando el ultimo sorbo de su té da las buenas noches a su padre –Yo iré a dormir también… me duele todo. –Por alguna extraña razón Kris se enoja aún más cuando el señor Wu ríe escandalosamente dando pequeñas palmadas sobre el hombro de Chanyeol. Y se enoja aún más cuando su padre toma la palabra de nuevo. –Ese chico terminará con tus fuerzas un día… -Eso quisieras tu papá… -Chanyeol sonríe amplio y se dirige a su cuarto. La energía que el chocolate le había dado se esfumó y ahora solo quiere volver a dormir.
Se acuesta en su cama, la ventana de su balcón está cerrada con llave evitando que Kris brinque desde el suyo para infiltrarse en su habitación. Está a punto de quedarse dormido cuando la voz de su hyung lo hace abrir los ojos y sentir como su corazón se aprieta en su pecho. Kris está cantando “Tian mi mi” a una persona que no es el. Está seguramente arrullando entre sus brazos a alguien a quien seguramente quiere más.
Lágrimas pican en sus ojos amenazando con correr libres por su rostro. Pero el es fuerte, tragando el nudo en su garganta se coloca sus casquillos escuchando a las Girls Generation hasta que el sueño lo vence.
Esa noche sueña con Kris besando unos labios delgados, mientras él los mira reírse en su cara.
*
La mañana del sábado es brillante y tibia. Chanyeol se da una ducha rápida antes de bajar al comedor donde su padre y hermano lo esperan. Toma siento en el lugar de costumbre y siente la mirada penetrante de Kris traspasar su cráneo. –Buenos días… -murmura al tiempo que da un sorbo a su taza de café. Mira alrededor y se sorprende al no ver al intruso cerca. –Los dedos de Kris tamborilean sobre la mesa de caoba. Su padre ajeno a todo con el periódico en las manos. – ¿Y tu amigo? –El moreno pregunta pero no es contestada por que Tao entra desde la cocina con una bandeja en las manos. –Buenos días Chanyeol Ge-Saluda el rubio más joven y pone un plato frente a Chanyeol.
El desayuno transcurrió en silencio, una tensión creciendo a cada segundo que transcurría.
*
Los cuatro hombres se encuentran sentados en la amplia sala, el señor Wu revisando asuntos del trabajo, Tao y Kris hablando acerca de un partido de básquetbol y Chanyeol mirando fijamente a la nada. A pesar de eso la atmosfera tensa continua flotando entre ellos, y es tanta que el hombre más grande no se atreve a preguntar que pasa con temor a desatar la tercera guerra mundial.
El silencio se hizo presente intentando devorar a las cuatro personas. La atmosfera casi podía tocarse. Fue en ese instante en que la puerta de la sala se abrió de golpe sorprendiendo a todos.
Un joven de cabellos castaños y ojos perfectamente delineados irrumpió en el lugar. Enfundado en unos jeans azules perfectamente pegados a sus piernas y una camisa negra sin mangas que lo hacían ver extremadamente guapo. -¡CHANYEOL! –Gritó al tiempo que corría a sentarse en el regazo del nombrado y plantando un suave beso sobre los labios rosas del pelinegro. Kris miró la escena con los ojos como platos, la sangre corría a toda velocidad por sus venas.
Chanyeol estaba sorprendido, Baekhyun nunca lo había besado antes… luego recordó lo que el castaño le había dicho el día anterior. “Dos personas pueden jugar este juego”
-¿Qué pasa Baek? –Preguntó mirando de manera tierna al niño en sus piernas. Ignorando la mirada de odio que se posaba sobre el. –Te extrañe…~ -El castaño abultó los labios en un puchero tan tierno que podía derretir los polos.
-Ayer estuve todo el día contigo Baek. –Recordó el moreno. En su mente una risa malévola sonaba.
Tao se movió incomodo en su sitio y tomó la gran mano de Kris en la suya intentando llamar su atención fracasando inmediatamente.
El señor Wu sonrió al recién llegado.
-Baekhyun… ¿Cuántas veces debo decirte que no debes irrumpir así en mi casa? –Preguntó el más grande. Kris lo miró en estado de shock. –¡¡Papá!! A usted también lo extrañaba –Pió el castaño quien miró con una sonrisa felina al hermano de su amigo. Se bajó de las piernas de Chanyeol sentándose junto a él y entrelazó sus dedos. -¿Eres Kris? –Preguntó dulcemente. El rubio quiso molerlo a golpes. –Si. –Contestó fríamente. -¿Tu eres? –El es Byun Baekhyun. –Contesto Chanyeol. Una mirada dolida se pintó en el rostro de su hyung, pero nadie lo notó.
-Estoy enojado contigo Chanyeol… -Anunció el castaño, el señor Wu miró la escena más que entretenido.
-¿Por qué? No recuerdo haberte hecho nada malo… todo lo contrario. –Tao escuchó como los nudillos de Kris tronaron cuando apretó las manos. -¡ME DESPERTÉ SOLO ANOCHE! ¡SOLO ME QUIERES PARA USAR MI CUERPO! –Kris se tensó en su lugar, sus ojos abriéndose como platos ¿Qué era lo que había dicho el castaño? …