Kris arrojo su móvil contra su cama, su respiración agitada y furia liquida corriendo por sus venas. Podía sentir surcos calientes de lágrimas deslizándose por sus mejillas y su pulso temblaba cuando despeinó su cabello en un acto de desesperación.
Se dirigió con zancadas grandes a su armario lanzando una maleta hacia el piso, arrancó con furia un par de prendas, mismas que amontonó en la maleta. Verificó su cartera mirando sus tarjetas y el dinero en efectivo con el que contaba.
Cerró la maleta negra casi rompiendo el cierre y con pasos pesados buscó en su escritorio el pasaporte. –Maldita sea… -Casi gritó al verlo, su fecha de vencimiento había pasado hace dos días.
Se dejó caer junto al escritorio, pegó sus piernas a su pecho y abrazando sus piernas lloró en silencio. El “te amo” de Chanyeol repitiéndose una y otra vez en su cabeza.
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POV. Chanyeol.
Los brazos de Baekhyun me empujaron haciéndome rodar fuera de su cuerpo. Sus ojos achocolatados me miraban confundido y sus dedos tocaron sus labios.
-¿Qué se supone que estás haciendo Chanyeol? –Su voz temblaba y había enojo en ella.
-Baek… Yo… -Levantó su mano indicando que cerrara la maldita boca.
-¿Te das cuenta de lo que pasó? ¿Qué pasa si Kris entra por esa puerta? –Sus ojos se llenaron de lágrimas y sus labios temblaban.
Mi corazón latió dolorosamente imaginando la escena, pero seguía confundido.
Estreché a Baekhyun en mis brazos y besé su cabello. –Yo de verdad te amo Baek… -Se removió en mis brazos logrando que lo soltara.
-Tu no me amas idiota, me tienes lástima… -Su voz se ahogó con sus lágrimas y mi corazón se rompió otro poco. Levanté su rostro y ataqué sus labios de nueva cuenta, esta vez él no se separó. Fue un beso salado, y algo se movió inquieto en mi pecho. Sin embargo, yo no sabia de otra manera de cuidar de mi amigo más que quedándome junto a él de esta manera.
El sonido de alguien aclarándose la garganta nos hizo brincar y separarnos. Mi padre nos miraba con dulzura.
-¿Dónde está Kris? –Preguntó descolocándome por completo. -¿Kris? –Repetí sin entender.
-Dijo que vendría por ustedes para cenar. –Sus palabras cayeron sobre mí como un balde de agua helada. Baekhyun se levanto a toda velocidad de la cama y colocó una playera sobre su cuerpo.
-Yo iré a ver si está en su cuarto… -Dijo el pequeño castaño y salió por la puerta.
Me dejé caer en la cama y gemí frustrado. -¿Todo está bien Chanyeol? –La mirada de mi padre ahora era preocupada.
-Eso espero… -Murmuré más para mí que para él.
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POV. Kris
Me levanté del suelo limpiando mis ojos con la manga de mi sudadera. Necesitaba salir y respirar para poder pensar claramente.
Mis ojos estaban seguramente rojos e hinchados.
Un leve golpe en mi puerta me hizo mirar hacia mi puerta. Baekhyun apareció frente a mí, sus ojos grandes me miraron asustado.
-¿E-estas bien? –Cuestionó entrando a mi habitación. Respiré hondo e intenté calmarme. –Estoy bien… ¿Querías algo? –Mi voz sonaba agresiva y el lo notó, por que dio un paso hacia atrás en cuanto mis ojos encontraron los suyos.
-C-Chanyeol y yo… - Reí con sarcasmo y asentí. -¿Se quedaron sin condones? –Pregunté casi riendo de lo ridículo que parecía todo aquello. –No es… -No lo deje hablar, me acerqué a mi mesa de noche y lancé un par de condones contra su pecho. –Dile que se valla a la mierda… -Tomé mi celular y salí de mi cuarto. No soportaría estar un minuto más dentro de la casa.
-¡Kris! ¡Kris! –Escuché la vos de Baekhyun llamándome a lo largo de pasillo intentando alcanzarme.
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POV.Chanyeol.
Había convencido a papá de que todo estaba bien y logre que volviera a su despacho. Miré la puerta entreabierta de mi cuarto con cierta duda.
Baek había salido hacia unos minutos y no había vuelto.
Me levanté de golpe cuando escuché la voz de mi mejor amigo gritando el nombre de mi hermano. Al salir noté que Kris pasó caminando a toda velocidad sin detenerse siquiera a mirarme.
Baek caminaba lo más rápido que sus piernas se lo permitían intentando alcanzarlo sin éxito cuando Kris bajó las escaleras perdiéndose por la puerta de la casa.
Caminé hasta mi amigo quien se había quedado parado mirando con ojos tristes y preocupados las escaleras de mármol negro.
-Baek… -Lo llamé y al girar sus ojos se clavaron en mi cara como dagas.
-Lo lastimamos Chanyeol… -Murmuró con los dientes apretados.
-El va a estar bien Baek. –A pesar de que una alarma roja sonaba dentro de mi cabeza indicándome que corriera detrás del amor de mi vida, me quedé ahí parado. Intentando convencerme a mi mismo de que esto estaba bien, de que Baek me necesitaba.
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POV. Kris
Me relajé cuando el viento de la noche golpeo mi rostro.
Todo era demasiado confuso, demasiado doloroso, demasiado absurdo…
Caminé y caminé hasta que me adentré en el parque, miré la hora en mi celular y noté que ni siquiera pasaban de las ocho.
Joder, que ni siquiera era tan tarde.
Maldije entre dientes y me dejé caer en una banca cerca de las canchas de basquetbol. Me ahogaba a mi mismo con mis pensamientos hasta que el sonido de un balón estrellándose contra la cancha llamó mi atención.
Miré a ese chico, su estatura era alta, pero su rostro, aún desde donde yo me encontraba delataba que era muy joven.
Estaba botando el balón naranja contra sus manos y lanzándolo con todas sus fuerzas a la canasta fallando en cada intento.
Mis piernas se movieron solas, antes de que me diera cuenta, ya estaba robando su balón retándolo con la mirada a jugar conmigo. El chico pálido sonrió divertido y comenzó a perseguirme intentando quitarme el balón. Me reí de él cuando fracasó en todos sus intentos.
-¡YAH! –Hizo una pataleta digna de un niño de tres años cuando anoté en su contra dando por terminado el juego.
-Eres muy malo… -Me reí dejándome caer el suelo, cansado y de mejor ánimo. El desconocido se dejó caer junto a mí haciendo una mueca extraña y tierna con sus labios. –Estoy intentando aprender… -Murmuró fijando su vista en el suelo. –Por cierto, soy Oh Sehun. –Su pequeña sonrisa apareció de nueva cuenta en sus labios mientras me tendía una botella con agua.
-Kris Wu. –Me presenté aceptando el agua.
-Gusto en conocerte Kris –Dijo de manera tímida. –Oye mocoso… ¿no te educaron bien? ¿Donde están los honoríficos? –Lo regañé falsamente y un tinte rosa adornó sus mejillas.
-L-lo siento… No me di cuenta… -Me reí de él y di un par de golpes amistosos en su hombro. –Está bien, puedes llamarme como gustes. –Le guiñé y el solo asintió.
-¿Puedo preguntar algo? –Dijo rompiendo el cómodo silencio en el que nos habíamos sumergido. Moví mi mando indicándole que continuara.
-¿Por qué estás triste? –Sus ojos, que en ese momento no supe identificar si eran grises o miel me miraron preocupado.
Suspiré derrotado, los recuerdos golpeando con fuerza de nueva cuenta. –Problemas con el amor… supongo… -mi mirada se perdió en la lejanía.
-Oh… Perdón por hacerte recordarlo. –Negué restándolo importancia. –No te preocupes Sehun.
-Se levantó de un salto y me tendió su mano, misma que tomé mirándolo con una ceja arqueada. Me sorprendí al notar que solo era más bajo que yo por unos centímetros. -¿Quieres ir por ramen? –Me preguntó –El ramen es lo mejor para los corazones rotos. –Bufé girando los ojos. -¿Tu que sabes del amor mocoso? ¿Cuántos años tienes? ¿Tres?
-Hyuuung~- Alargó la palabra de forma mimada. –Esta bien, Esta bien… vamos.
Lo empujé por los hombros caminando fuera del parque.
–Pero en serio, ¿Cuántos años tienes?
–Tengo 17
-¿Seguro que no son tres?
-¡Kris!
Me reí a carcajada limpia y el golpeo en mi hombro comenzando a reírse.
Las dos latas de cerveza que habíamos comprado para acompañar la sopa instantánea que terminamos comiendo sentados en la banqueta a las afueras de una tienda de 24 horas, se convirtieron rápidamente en ocho latas para cada uno.
Estábamos en ese momento en el que nos reíamos por absolutamente todo. Sehun sacó su teléfono celular y entrecerrando los ojos miró la hora comenzando a reírse. Me reí junto a él sin saber la razón.
-Jajajaja… Mis papás van a matarme. –Las palabras salieron atropelladas de su boca. –Jajajajajaja ¿Por qué? –Recargué mi cabeza contra mi mano sintiéndome mareado. –Es más de media noche. –Dijo mirándome con ojos desenfocados.
Me levanté tambaleándome –Vamos. –Le dije. –Te llevaré a casa… Tus papás no pueden regañarte por que estabas con un adulto responsable.
-Pff… JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
Los dos nos reímos caminando o más bien tambaleándonos, con Sehun indicando el camino.
Entramos a su casa haciendo todo el ruido que, se supone, no deberíamos estar haciendo.
Fue extraño que la casa estuviera tan vacía y sola, si Sehun había prometido que su padre me correría a patadas del lugar.
-Uhh… Creo que me abandonaron. –Las mejillas de Sehun estaban rojas por causa del alcohol. Y lo seguí a la cocina, donde encontró un post-it que intentó leer tambaleándose a horillas de la encimera.
-Básicamente dice que llegarán… -Botó el trozo de papel y me arrastró con el a su habitación. ME dejé caer en su cama y él junto a mí cerrando los ojos.
-Oye mocoso… -Le di un golpe en las costillas. – ¿No sabes que no debes traer extraños a tu casa? –Su voz comenzaba a perderse en el sueño cuando me contestó. –No eres un extraño idiota… Eres Kris. –Me quedé pensando en ello un momento. –Oh… tienes razón. –Me acurruqué en su cama y poco a poco me fui perdiendo en el sueño.
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POV. Sehun
Me desperté de golpe cuando escuché la pesada música metal de un celular sonando en alguna parte de mi cuarto. Me caí de mi cama, cuando noté una figura alta y rubia dormido junto a mí. Me relajé cuando reconocí a Kris quien se movió inquieto por el ruido.
Busqué el celular que seguía sonando y lo encontré tirado debajo de la cama. Mis ojos se deslumbraron sin que pudiera leer el nombre de quien sea que estuviera llamando. Deslicé mi índice contestando la llamada.
-¿Hola? –Un punzante dolor de cabeza comenzaba a golpearme. Al otro lado de la línea solo se escuchaba silencio. -¿Hola? ¿Quién habla? – Pregunté de nuevo y cortaron la llamada. Gemí al levantarme y me dejé caer de manera despreocupada junto a Kris volviendo a quedarme dormido.
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Chanyeol se removía inquieto en la cama, Baekhyun había decidido quedarse en el cuarto de invitados y lo había dejado solo.
Se mordió el labio inferior y levantándose salió por su balcón brincando al cuarto de Kris. La ventana estaba abierta así que entro con cuidado.
-¿Kris? –Llamó son obtener respuesta.
El pelinegro caminó prendiendo la luz y notó que la habitación estaba vacía. Sacó su teléfono de su bolsillo y se preocupó cuando notó la hora. El reloj marcaba las cuatro en punto de la mañana.
Pulsó el botón de llamada y puso en teléfono en su oreja escuchándolo sonar cuatro veces.
-¿Hola? –Una voz aniñada y desconocida respondió del otro lado. Un nudo se formo e su garganta impidiéndole hablar. -¿Hola? ¿Quién habla? –Miró su celular asegurándose de haber marcado el número correcto. Pulsó el botón rojo cuando lágrimas comenzaron a picar en sus ojos.
-¿Dónde estás Kris?...
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POV. Kris.
Desperté con el estómago revuelto, con dolor de cabeza y con un Sehun enredado contra mi cuerpo quien despertó minutos después y me pateó por la cercanía que, seguramente, el había provocado.
Después de una ducha rápida, y de que él mocoso me prestara algo de su ropa, caminamos fuera de su casa, con un par de lentes de sol adornando nuestras caras para evitar morir por el sol contra nuestros ojos sensibles.
Nos detuvimos en un Starbucks y ambos pedimos un bubble Tea, con el que tómanos un par de aspirinas.
-¿Qué se supone que eres? –Me burlé de su colorido cabello jalando un mechón. -¿Un arcoíris?
Un mohín apareció en sus labios y golpeo mi mano fuera de su cabello cuando volví a jalarlo.
-¡Yah! Eres un odioso por las mañanas. –Contestó infantilmente. –Y tu un amargado.
Caminamos haciéndonos bromas tontas, empujándonos y golpeándonos hasta que llegamos a la puerta de la escuela, una que yo conocía bien.
-¿Estudias aquí? –Pregunté algo sorprendido. –Sip… -Yo estudiaré aquí a partir del lunes… solo que, la universidad. No sabia que tenían un jardín de niños… -Me reí cuando golpeo mi brazo de nueva cuenta.
Miré la hora. -Creo que deberías ir a clase. -le dije y acomodé su cabello atrás de su oreja haciendo que un sonrojo cruzara su cara.
-Tienes razón. –Dijo balanceando sus pies.
-Esto uh… -Me rasqué la nuca. –Gracias por lo de anoche. –Una enorme sonrisa se posó en sus labios y negó. –Cuando gustes. –Se mordió el labio inferior.
-La próxima vez, espero que no me patees cuando despiertes.
-¿YO? –Me miró indignado. –Eres la peor persona en la cama. –Un par de personas se miraron hacia nosotros y rieron por el comentario.
-Tú… mocoso…
- Me voy ahora… ¿Me ayudaras con basquetbol cierto? –Asentí sonriendo.
-Solo dame tu numero de celular… -Sonrió de manera coqueta.
-Lo anoté mientras te estabas bañando. –Negué falsamente indignado.
-Ve a tu clase antes de que te golpee… -Asintió y corrió mientras se despedía con su mano.
Suspiré dándome la vuelta, debía volver a casa.
Me quedé estático cuando noté a Chanyeol parado atrás de mí…