-Flash Back-
Sehun caminaba en un estado zombie-enamorado flotando entre adorables y esponjosas nubes de algodón de azúcar… Si, maldición se sentía tan bien. Había conocido a un chico completamente genial la noche anterior y aunque en su opinión personal <<Es un poco idiota>> es condenadamente guapo.
Sehun suspiró recordando las suaves hebras doradas de su mayor y su promesa de enseñarle a jugar baloncesto, aunque, << El baloncesto puede irse al maldito infierno mientras pueda seguir viéndolo>> Mordió su labio inferior evitando ponerse a saltar ya chillar como una animadora enamorada.
Iba perdido en su mundo, flotando entre adorables unicornios cuando, de la nada, su cuerpo largo impacto con fuerza contra algo duro haciéndolo retroceder un par de pasos.
Gimió adolorido frotando sobre su hombro y levantó la vista de ese par de converse negros que se habían fijado frente a el. Jongin lo miraba con celos contenidos brillando en sus ojos marrones.
Sehun abrió los ojos asustado cuando su cuerpo impactó contra las taquillas del pasillo. Jongin mantenía ambas manos a la altura de su cabeza impidiendo su escape. El de cabellos coloridos quiso reírse al imaginar la escena. ¡Joder… Que el era mucho más alto que el moreno! Pero en ese instante, había algo en Jongin que lo mantenía alerta y en una posición bastante sumisa.
-¿Que se supone que estás haciendo idiota? –Reaccionó empujando las manos del moreno lejos de su camino.
Jongin sonrió de lado de manera amenazante en una expresión, que según el menor, cierta mente lo hubiera tenido hincado dándole la mejor mamada de su vida.
Sehun sacudió su cabeza deshaciéndose de las ideas absurdas que de pronto había comenzado a tener pateándose mentalmente por ello.
-¿Con quien se supone que estabas esta mañana? –Jongin siseo casi en la cara del menor con un gesto caprichoso digno de un niño al que le han quitado su juguete favorito.
Sehun arqueó una ceja divertido. ¿Qué demonios se estaba pensando ese negro? Bufó moviendo la cabeza para sacar un mechón de cabello que se había escurrido por su frente.
-Disculpa… ¿Tu eres? –El menor de los dos se cruzó de brazos mirando al moreno. Casi sonrió cuando vio aparecer un mohín en los labios gruesos de Jongin.
-¡SOY JONGIN! ¡Y ESTOY SEGURO DE QUE LO SABES! –Las miradas de unas cuantas personas se posaron sobre el pequeño jaleo que montaban frente a las taquillas.
Sehun rompió el aire con una carcajada burlándose la cara enojada de Jongin.
-¿En verdad? –se rascó la mejilla derecha. –No te recuerdo.
-Tu… mocoso insolente…
-¿Cómo me has llamado? –Sehun dejó de reírse de golpe.
-M O C O S O I N S O L E N T E –articulo el moreno mostrando sus perfectos dientes blancos.
-Acosador pervertido –Atacó Sehun
-Niñato mal educado
-Uh… a-anciano –Sehun debía admitir que era pésimo para eso de poner sobre nombres.
-Niño arcoíris… -Jongin sonrió triunfante cuando vio la cara descolocada de Sehun. La ceja izquierda del menor tembló con un pequeño tic y su furia exploto dentro de él.
-¡NEGRO!
El pasillo quedó en completo silencio ante el grito del niño. Jongin lo miraba con la boca abierta y poco a poco sus puños se fueron apretando.
-Oh… tú lamentarás haber dicho eso…
-Fin flash back-
POV. Kris
Todo pasó demasiado rápido… Sentí los delgados labios de Sehun posarse sobre los míos en un toque efímero. Mi cuerpo inmóvil en el piso y Sehun guiñándome un ojo en busca de ayuda. No pude hacer otra cosa más que mirar a Chanyeol.
Una risa irónica y su mueca distorsionada en dolor golpeo mi pecho dejándome sin aire. Aún no habíamos aclarado las cosas y ahora, al parecer, Sehun se había vuelto mi novio.
-Vete al infierno Kris… -Chanyeol golpeó mi hombro con el suyo cuando se alejó de mi arrastrando a Jongin con él.
Sehun se había quedado completamente serio y noté como sus brazos aflojaron mi cuerpo al comprender la escena.
-¿H-Hyung? –Detuve su voz temblorosa alzando mi diestra cortando sus palabras.
Gruñí al tiempo que tiraba de mi propio cabello sintiéndome frustrado y con ganas de golpear a alguien. Miré a Sehun que a su vez me miraba con un brillo de decepción y pánico creciendo en sus pupilas.
Suspiré y cuando estuve a punto de decir alguna otra palabra, Sehun hecho a correr por el camino por el que Chanyeol se había ido.
Me quedé ahí… parado como los tontos. Mi mente era un lienzo repleto de direcciones y colores. Demasiados como para siquiera seguir uno.
Mi celular sonó en mi bolsillo. Ignoré la llamada al encontrarme con un número desconocido. Y subí al auto de Chanyeol resignado.
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Hizo un mohín cuando su llamada fue cortada del otro lado de la línea. Chasqueó la lengua y se encogió de hombros con una sonrisa gatuna adornando sus delgados labios. Aferro el agarre de la mano más pequeña y corrió a buscar sus maletas arrastrando al pequeño niño.
-Vamos a ver a papá… -El más grande dijo con un tono emocionado. El menor sonrió ampliamente mostrando sus pequeños dientes de leche y asintió frenéticamente dando saltitos sobre sus diminutas botas rojas.
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Kris estacionó el maserati azul frente a su casa. Se mordió el labio mirando la puerta negra y golpeando su cabeza contra el volante decidió bajar y enfrentar las cosas.
La sala estaba vacía cuando entro, el silencio era pacifico y la tranquilidad del lugar lo hizo estremecerse. Miró por un segundo las escaleras, pero una carcajada lo llevó hasta la amplia cocina donde se quedó estático.
Sehun, Chanyeol y Jongin estaban sentados a la mesa bebiendo de sus latas de coca-cola. Chanyeol reía de Sehun quien había escupido el contenido de su boca en cuanto Jongin imitó el “crong” del tonto cocodrilo de Pororo.
Kris se aclaró la garganta y pronto tres pares de ojos lo miraron con curiosidad. Una sonrisa temblorosa salió de los labios del más alto.
-H-Hey… Q-Que hay…
Chanyeol lo miró por un momento demasiado largo antes de acercarse a él y rodear su cuello con sus brazos plantando un beso sobre los belfos rosas del rubio.
Jongin cubrió los ojos de Sehun quien miraba la escena con la boca entreabierta.
-Tardaste demasiado… -El pelinegro susurró ahí y luego una sonrisa grande se expandió por sus labios.
Un zumbido sordo atravesó los oídos de un Kris en estado se Shock ¿Había muerto y ahora estaba en el cielo? ¿Se había quedado dormido en el auto y era un sueño?
-¿Q-Que pasa aquí? –Preguntó el rubio con cautela mirando a las tres personas frente a él.
Sehun sonrió levantándose de la mesa y tomando su mochila.
-Creo que dejaré que Chanyeol hyung te cuente. –Kris notó que Sehun evitaba su mirada y notó cuando se alejó lo más posible al pasar junto a él caminando a la salida.
Buscó la mirada de Chanyeol quien se encogió de hombros e hizo una mueca a Jongin indicando que siquiera al niño más joven.
Jongin tomó su lata de refresco y su mochila saliendo disparado en busca de Sehun.
Chanyeol tomó la mano de Kris y lo arrastró consigo escaleras arriba a su habitación. Kris aún no lograba captar la secuencia de las cosas y se sentía incomodo con la mirada que le había regalado Sehun minutos atrás. A pesar de que no tenían más que un solo día de conocerse, sentía que tenia un “lazo especial” con el más joven.
Se dejó caer en la cama y miró a Chanyeol con duda. El pelinegro tomó asiento junto a él y tomó su mano acariciando con la punta de sus dedos sobre la palma.
-Sehun… -Comenzó Chanyeol sonriendo apenadamente. –Es un buen chico. Él me contó lo que pasó…
Kris cerró los ojos suspirando y sintiendo como parte de la tensión se iba.
-Sin embargo. –Chanyeol se subió a horcadas sobre el regazo de Kris plantando besos por todo su rostro. –No voy a perdonarle el haberte besado.
Kris rió sobre los labios de Chanyeol
-Es que soy irresistible… ¡Auch! –Chanyeol mordió con saña los labios de Kris antes de lanzarse sobre él devorando su boca.
-Oye… aún me debes explicaciones. –Su voz salió distorsionada a causa de los labios del contrario.
Chanyeol sonrió rodando fuera del cuerpo de su hermano quedado acurrucado en sus brazos dispuesto a hablar.
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Kris acariciaba el brazo de Chanyeol mientras el terminaba de contar lo que había pasado con Baekhyun. Se sintió miserable al recordar lo hostil que había sido con el bajito y quiso moler a golpes al tal Kyuhyun.
-Dios… eso es horrible Yeol…
Chanyeol tarareo en respuesta sintiéndose triste.
-Es decir… un padre debe amar y proteger a su hijo, cuidarlo y evitar que le hagan daño…
-Hablas como si tuvieras un hijo… -Chanyeol sonrió imaginando a Kris con un pequeño niño colgado a sus piernas.
Kris no respondió a aquello removiéndose un poco en la cama.
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El señor Wu, Chanyeol y Kris estaban sentados en la sala después del desayuno. El más grande de los tres sentía paz en la atmosfera después de quien sabe cuantos días y se relajó en el mullido sillón negro.
Sus hijos parecían más felices y animados que antes también.
Kris estaba toqueteando a Chanyeol cuando su padre no los miraba. Sus manos se deslizaban accidentalmente entre los muslos del más joven haciéndolo reír. Chanyeol daba manotazos a Kris e intentaba responder a sus notificaciones de Weibo sin éxito.
El timbre de la casa sonó en ese momento.
Unos pequeños pasos comenzaron a retumbar por el lugar acompañados de unos pasos más grandes y los sentidos de Kris se pusieron alerta, su corazón bombeando a toda velocidad en su pecho. Chanyeol y el señor Wu miraban expectantes el umbral.
-¡Appa! –Un pequeño niño de no más de dos años de edad corría por la sala. Su cabello castaño un poco largo caía sobre su frente y parte de su nuca haciéndolo ver angelicalmente hermoso. Sus grandes ojos cafés estaban abiertos adorablemente y sus mejillas sonrosadas en contraste de su piel pálida lo hacían perfecto.
Kris soltó en ese instante la mano de Chanyeol y en un jadeo se levantó del sillón a toda prisa ante la mirada atónita de los dos hombres junto a él. Abrió sus brazos y en un sollozó atrapó al pequeño cuerpo entre sus brazos.
-Yi Jong… Mi bebé… -Murmuró con voz ahogada contra el suave cabello del niño.
-Appa… -El niño escondió su cara en el pecho amplio de Kris y comenzó a llorar abrazado a este.
Chanyeol sintió como el aire abandonaba sus pulmones, y se quedó congelado mirando la escena.
Una figura adulta apareció entonces en la sala. Su cabello negro brillante, sonrisa gatuna y compleción pequeña. Sus ojos acuosos mirando la escena.
-Hola cariño…
Kris se levantó con el pequeño niño aún sollozante en brazos y apretó contra su cuerpo al recién llegado.
-Chen… Mi Chen…