Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Only You por AmeWu

[Reviews - 53]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola de nuevo!(?)
Les traje el segundo capítulo, por que dos preciosas personas me motivaron a dejarlo ya~ Responderé a sus Reviews lo más pronto que pueda <3 

Este es un poco más largo que el primero, pero es más explicativo por que el en siguiente daremos un salto al futuro de nuestro KrisYeol. 

Aún hay muchos muchos secretos que deben revelarse.

-YsevieneelLEMON- *guiño* 

Grcias por leer y por dejar sus reviews <3

Espero seguir leyendolos :3


Sin mas...
A LEER!!

 

PD. Denle una oportunidad y un poquito de su amor a mi primer fic.
:(  "Galaxias y jugo de Uva"  ~ ~

Un nuevo comienzo.

 

Yifan corría de un lugar a otro cargando pequeños recipientes con agua y trozos de su propia camisa sumergidos en ella. Chanyeol se encontraba acostado sobre un trozo de cartón, su frente sudando y un ceño fruncido en dolor.

-Mami…Papi… -Balbuceaba el  menor en sueños, sus manos apretando la delgada manta que lo cubría.

Yifan había salido temprano a conseguir unas cuantas monedas y poder comprar algo de comer. Pero al llegar, en lugar de encontrar al niño esperándolo despierto lo encontró aún dormido sobre el piso. –Channie-ah… Te traje pan al vapor. –Anunció con voz suave mientras se ponía de cuclillas frente al menor y apartaba el rebelde cabello de su frente, sus dedos rozaron la ardiente piel de ahí. Yifan abrió los ojos como platos al notar la fiebre, y dejando caer la pequeña bolsa con su comida, salió corriendo a conseguir agua.

Usando todas las fuerzas que sus manos tenían, arrancó un trozo de su camiseta y la sumergió en el agua fría para después ponerla sobre la frente del más pequeño.  –Yeollie, despierta. –Lo llamaba acariciando sus regordetas mejillas y limpiando las lágrimas que salían de los orbes de Chanyeol...

La luz naranja del atardecer se filtraba por una pequeña ventana rota a lo alto de la enorme bodega. El pequeño Yifan estaba sentado junto a Chanyeol que había capturado los dedos índice y medio de su hyung entre su pequeña manita aferrándose a el con fuerza. El castaño más pequeño apretó los ojos y los abrió poco a poco parpadeando el sueño lejos  encontrándose con la cara pálida del más grande. -¿Hyun? –Yifan dio un salto y su cara viajo inmediatamente a la del menor. –Yeol, ¿estás bien? – La preocupación marcada en todo su semblante. –Hmm –Tarareo en respuesta mirando la camisa de Yifan rasgada y sus dedos entre su mano.  Un suspiro abandonó los labios del más alto y una pequeña sonrisa surcó su boca. -¿Tienes hambre Yeollie? –El niño asintió animadamente, ojos brillantes en emoción y una sonrisa que hizo latir el corazón de Yifan más rápido de lo normal.

Yifan gateó hasta alcanzar la bolsa con los dos pequeños panes en ella y extendió uno a Chanyeol que comenzó a comer inmediatamente. –Aigoo… mira que sucio. –Yifan limpio las pequeñas migas en el rostro del otro cuando este terminó su comida. Estaba a punto de morder su panecillo cuando sintió la mirada del menor sobre él. El niño lo miraba con ojos grandes, su boca formando una pequeña “o” y sus dedos jugando entre ellos.   –Cómelo tú Yeollie. –El niño más pequeño negó pasando saliva. –Tu hyun…  -Sus manos apretaron la tela de su pantalón gris y miró hacia su regazo. Yifan puso el pan sobre las pequeñas piernas de Chanyeol y revolvió su cabello. –Tú necesitas crecer más. –Dijo. –Además, hyung comió cuando tú aún dormías. –Mintió viendo como la mirada del niño se iluminaba. -¿De verdad? –Asintiendo Yifan miró como el menor comía junto a él.

Poniendo un poco más de papel en el fuego, Yifan se sentó junto al bote, mirando como las llamas lo consumían poco a poco. Ante sus ojos cafés desfilaban las imágenes de la ambulancia sacando a sus padres del auto rojo destrozado mientras un hombre con traje azul lo sostenía por los hombros.

“Vamos, iremos a un buen lugar” Le había dicho el hombre dirigiéndolo a una camioneta negra. Caminaba tomado de la mano del hombre cuando una voz llegó a su mente “Nunca dejes que nadie que no sea mamá, papá o yo te lleven… ¿De acuerdo?”

Dando una patada a las espinillas del hombre, se sacó el agarre de encima y salió corriendo perdiéndose entre la multitud de policías, ambulancias y gente curiosa.

 

-Hyun… hyun… ¡hyun! –La pequeña voz de Chanyeol lo hizo reaccionar y apartando los recuerdos mientras sacudía la cabeza miró al pequeño junto a el. -¿Qué pasa Yeol? –Preguntó con ternura. – ¿Hyun está triste?-El pequeño se sentó junto a el atrapando su diestra son su mano. –Solo pensaba en mis padres. –Dijo al tiempo que la cabeza de Chanyeol caía en su hombro y llevaba su pulgar a la boca.  –Su auto hizo boom –Dijo el menor recordando lo que Yifan le había dicho el día anterior. –Si. –Yo cuidare a hyun –Chanyeol sonrío cálidamente a su mayor y este devolvió el gesto asintiendo.

-¿Mañana puedo ir con hyun? –Preguntó el menor acurrucándose junto a Yifan acostados sobre el delgado cartón. -¿Quieres ir conmigo? –El niño asintió y aferró su mano al delgado suéter de su hyung como ya era costumbre. –Esta bien… -El calor de la hoguera improvisada los arrastró al mundo de los sueños, y aunque el estómago de Yifan dolía, estando junto a Chanyeol, se sentía cálido… y le gustaba, le gustaba por que el odiaba el frio…

 

 

La brisa fría del invierno golpeaba contra la cara de los niños que se encontraban entre una multitud de gente que caminaba apurada. –Disculpe, ¿Puede regalarme una moneda? –Yifan pedía a todas las personas que pasaban junto a el sin mucho éxito. Chanyeol lo miraba mientras se encontraba de pie junto a una banca con su oso de peluche bajo el brazo.  -¿Podría regalarme una moneda?-Yifan fue empujado y perdiendo el equilibrio calló al piso. -¡Hyun! –El más pequeño salió escopetado hacia su mayor quien ya se ponía de pie. -¿Estás bien hyun? –Yifan asintió con una sonrisa apenada y continúo con su trabajo.

Chanyeol tomó a su oso más cerca de él y se acercó a una mujer. Jalando de su grueso abrigo llamó su atención. –Nona… -Su voz dulce hizo que la mujer se agachara a la altura del niño. -¿Qué pasa dulzura? –Nona… ¿puedes darnos una moneda? –Los ojos grandes de Chanyeol brillaban en súplica. –La mujer sonrió tristemente y acaricio las hebras del menor. -¿Para que quieres una moneda? – Para que hyun y yo, podamos comprar más pan. –Las palabras del niño salieron rápidas mientras daba pequeños saltitos.

-¿Dónde está tu hyung? –El menor señalo a Yifan, que recibía una moneda en ese momento y dedicaba una reverencia al hombre que se la había dado.

La mujer sacó un par de wons de su bolso y los entrego al sonriente niño.

-Gracias nona…-Dijo con voz melosa y la mujer acaricio su rostro.

Yifan miró la escena desde unos metros atrás, y se puso nervioso. No era normal que aquella mujer siguiera hablando con su niño y menos que ésta le acariciara el rostro. Mordiéndose el labio inferior que amenazaba con ponerse morado a causa del frio se acercó a Chanyeol.

-¿No quieres venir conmigo? –La sangre de Yifan se escapó de sus venas al escuchar la propuesta. El no dejaría que se llevaran al menor y le hicieran daño. -¡Chanyeol! –Gritó cuando estuvo a un paso. –Los ojos grandes de Chanyeol se posaron en Yifan y sonrió mostrando los billetes. -¡Mira hyu…-Las palabras del niño fueron cortadas cuando el más grande lo jaló de la mano caminando lejos de la mujer.

Se adentraron al callejón que llevaba a su bodega y Yifan se posó frente a un sorprendido Chanyeol que lo miraba  con los ojos bien abiertos.

-Yeollie… escucha. –Dijo tomándolo por los hombros. –Nunca, nunca, hables con extraños, ni vallas con alguien que no sea yo. ¿Entendido? –El niño asintió. –No puedes confiar en nadie… solo yo ¿ok? –acaricio el cabello castaño del otro y tomando su mano lo llevó a la bodega.

Yifan volvió a la calle para comprar el pan que comerían y uno más para el niño junto una pequeña sorpresa y regresó junto a Chanyeol.

Comieron juntos, riéndose de cosas tontas y hablando de las caricaturas que les gustaba ver cuando estaban en sus casas.  Chanyeol tomaba con cierta dificultad pequeños tragos de agua de un vaso que iba demasiado grande para sus pequeñas manos.

-Channie… mira lo que traje. –Yifan sacó una barra de chocolate y sonrío ante la mirada de felicidad que le regaló el más pequeño. -¡Hyun compro chocolate! –Chanyeol aplaudió mientras una sonrisa dejaba ver todos sus dientitos y sus ojos formaban medias lunas.

Chanyeol gimió de placer cuando el delicado chocolate se derritió en su lengua. Yifan hizo lo mismo y se dejaron caer sobre el cartón que les hacia de cama. Se encontraban calentando sus manos cerca de la flameante llama del bote de lámina cuando un ruido les hizo levantarse apurados.

-¿Hyun que es eso? –La voz de Chanyeol temblaba de miedo, mientras Yifan aferraba la mano del menor a la suya.  Sonidos de pasos inundaron el lugar junto con un par de voces de hombres.

-Quiero que este edificio esté abajo mañana mismo.

Dos hombres entraron al lugar. Uno de ellos vestía con unos sencillos pantalones de mezclilla   y una chamarra gruesa. El otro usaba un costoso traje negro, zapatos a juego, y una camisa blanca con corbata.

Los hombres guardaron silencio al ver a los dos infantes frente a ellos.

-Hola. –Dijo el hombre del traje negro acercándose unos pasos. Mismos que Yifan retrocedió poniendo al más pequeño tras el. –No tengan miedo. –La vos de mayor era tranquila, suave y amable. -¿Qué hacen aquí? –N…Nosotros vivimos aquí. –Yifan temblaba y su voz se rompía en cada frase. –El hombre abrió los ojos sorprendido y se puso a la altura de los niños. -¿Y sus padres? –Chanyeol se movió incómodo tras su hyung y su voz suave rompió el silencio. –Su carro es… ex… hizo boom. –El semblante del hombre se puso serio. -¿Son hermanos? –Cuestiono al más grande de los dos niños. –S…si –Habló mirando al piso. -¿Cuánto tiempo llevan aquí? –El hombre miró alrededor. El lugar no estaba sucio, pero no había nada, solo pequeñas pilas de periódico y una manta rota junto al cartón más grande del piso. La ropa de los niños no estaba en mejores condiciones, Chanyeol vestía unos pantalones grises, una pequeña playera amarilla y un abrigo negro sucio y con pequeños agujeros. Yifan vestía unos pantalones negros, una playera azul rasgada y un delgado suéter que era más gris que blanco.

-P-Poco tiempo. –Mintió el más grande de los dos, el llevaba viviendo en las calles casi tres meses.  – ¡tres días! –pio el pequeño de ojos grandes parándose junto a su hyung. –El hombre se incorporó y haciendo una seña a su ayudante, pidió algo en voz tan baja que los niños no escucharon.

-¿Cuáles son sus nombres? –Chanyeol sentía que el hombre frente a el no le haría daño, era casi el mismo sentimiento que Yifan le trasmitía. Había algo cálido en los ojos del hombre que lo hacia confiar un poco en el. –Soy Chanyeol. –Se señaló. – ¡Y él es Yifan hyun! –Señalo al niño junto a el. -¿Tienes un nombre chino? –Asintiendo Yifan miró a todos lados intentando encontrar una salida. Algo le decía que esto no terminaría bien.

-Señor están aquí. –El ayudante del hombre habló mirando su celular. –Que entren.

Más pasos pusieron todos los sentidos de Yifan en alerta, y sus ojos casi salen de sus orbitas al ver a dos hombres con los mimos trajes azules que usaban quienes quisieron llevárselo esa vez. Apretó contra su pecho a su “hermano” negando una y otra vez con su cabeza. -¿Hyun que pasa? –Chanyeol podía sentir el miedo de Yifan y se aferró con sus manos a su suéter.

-Son ellos dos.-Explicó el hombre del traje sin apartar la vista de los niños. -¿Hubo algún accidente de tráfico por aquí cerca hace poco? –Uno de los hombres de azul asintió revisando una libreta. –Hace tres noches, un hombre y una mujer perdieron la vida luego de que su auto volcara y explotara. Había ropa y juguetes de niño, pero nunca encontraron al menor.

-Son ellos. –Señaló el hombre del traje negro tomando del brazo a Yifan y a Chanyeol y poniéndolos frente a el. – ¿Son dos niños? Solo había una silla infantil. –Yo creo que el no la necesitaba más. –Apuntó el otro hombre de azul a Yifan.

El oso de felpa de Chanyeol colgaba de su mano izquierda cuando fue separado de su hyung. -¡Chanyeol! –Sollozo Yifan viendo como alejaban al pequeño niño de sus brazos. -¡Hyun! – ¡Yo debo cuidar de el, dénmelo! -El oso cayó al suelo cuando el pequeño castaño intentó agarrar la mano de Yifan.  Gruesas lágrimas bañaban la cara de ambos  y fueron arrastrados lejos el uno del otro en diferentes camionetas. Donde fueron encerrados mientras el hombre con el traje negro hablaba con los del uniforme azul y recogía al oso del suelo regalándoles una ultima mirada a los niños antes de que se fueran.

 

 

Chanyeol fue llevado a un gran edificio de paredes altas y blancas. A su alrededor más niños de su edad y un poco más grandes corrían y jugaban entre ellos. Pero el solo quería a su “hyun”.

Fue bañado y enfundado en un suave pijama azul con pequeñas estrellas amarillas, su cabello castaño relucía bajo las luces del lugar y su piel lechosa lo hacia ver aún más pequeño.  Estaba asustado y solo, el oso que su madre le  había regalado se había perdido en aquella bodega y Yifan no estaba más junto a el para cantarle aquella canción que entonaba cada noche.

-Hola. –Una joven de rostro amable se acercó a el dejando una bandeja con comida en la pequeña mesa de la sala de juegos. El niño miró a otro lado sin contestar y se abrazó a sus rodillas. -¿No tienes hambre? –La joven intentó de nuevo pero obtuvo el mismo resultado.

Chanyeol fue llevado a una sencilla habitación que solo contaba con una cama y una mesita de noche.  Se metió entre las sábanas y se hizo un ovillo entre ellas ignorando a todo aquel que intentara hablarle.

Habían pasado más de cinco horas, desde que Chanyeol  sollozaba en silencio desde la cama. La bandeja con comida estaba junto a el pero seguía intacta. La puerta de la habitación se abrió de nuevo y el niño se tensó en la cama. El no quería ver a nadie, ni hablar con nadie. Se acurrucó aún más bajo las mantas hasta que sintió un pequeño peso junto a el.

-Yeollie… -La suave voz de Yifan lo hizo sentarse inmediatamente y rodear al castaño con sus pequeños brazos. -¡H…Hyun! –La voz del más pequeño se hizo oír por primera vez desde que había llegado a ese lugar y los cuidadores sonrieron ante la tierna escena. -¿Estás bien? –Yifan inspecciono al menor. –Si hyun… -Yifan tenía un pijama igual al de Chanyeol, solo que en lugar de estrellas había pequeñas naves espaciales en ella, estaba limpio y olía a vainilla suave. -¿has comido?- El menor abultó sus labios y negó con ojos llorosos. Yifan salto de la cama y trajo la bandeja más cerca de su pequeño niño para comenzar a alimentarlo poco a poco.

-¿Ambos están bien? –Una voz familiar tuvo a Yifan agarrando la mano del menor fuertemente entre las suyas.

-Si señor Wu… Las pruebas médicas indican que están bien. Solo Yifan está un poco bajo de peso. –El hombre del traje negro estaba de pie frente a ellos mirándolos dulcemente y con una sonrisa en los labios.

-Ya no es más Yifan. –Dijo acercándose a los niños y sentándose junto a ellos. –Ahora son Kris y Chanyeol Wu…

Notas finales:

¿Que tal?

 

gracias por leer!!

Espero sus comentarios, consejos, dudas y/o sugerencias(?)

 

¿quieren el proximo?

 

Escenas del proximo capitulo(?)

"-Ah...Ah...¡Kris! ¡Ahí! 

-Mie-rda Chanyeol... eres tan apretado"


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).