CAP 16: CONFIANZA
Los dos pelinegros tenían los ojos abiertos al máximo, parecía que pronto saltarían de las cuencas de sus cabezas, el resultado que hallaron repetidamente en los tres casos era…. NEGATIVO. Sentían que por fin el aire entraba a sus pulmones, su alma volvió al lugar que le correspondía. Una vez que su alivio y asombro los abandono se deshicieron de los test, si los dejaban a mano podrían ser vistos por Itachi y él no era de los que se quedan con la intriga, investigaría hasta obtener la verdad. Si bien a Sasuke no podía sacarle toda la información que quisiera, si podía hacerlo con Hinata y eso no era conveniente, mejor evitarlo a toda costa.
Aun presos de los nervios por enfrentarse a una situación tan complicada, pensaron que lo mejor sería abandonar, al menos temporalmente, sus mentes racionales, verían un poco de televisión y dejarían sus mentes en blanco. Lejos de sentirse mejor por lo que mostraba la pantalla, se sintieron incluso peor que antes, estaban presentando un programa de espectáculos, hablando acerca de los ídolos del momento ¿A quién podían estar mostrando justo en aquel momento? A nada más ni nada menos que al cantante de moda: Yondaime. La reportera hablaba animadamente de sus éxitos y como en cada concierto las entradas quedaban totalmente agotadas.
“Para ustedes chicas que están enamoradas de este sex simbol, lamento informarles que, al parecer, y según algunos comentarios de los allegados a yondaime, éste lleva una relación bastante seria con la súper modelo Sakura Haruno desde hace un tiempo indeterminado. No hay nada confirmado hasta el momento ya que ninguno de los dos ha declarado abiertamente si están o no juntos, pero sí lo están hay que admitir que son la pareja perfecta”. —dijo la reportera de la televisión.
No podía ser cierto, si Naruto estaba de novio con la de ojos jade, ¿por qué demonios se metió con Hinata? La de ojos blancos se sentía realmente idiota por creer que su amor fue correspondido, el pecho le dolía más. ¿Cómo era posible que le doliera más de lo que ya lo hacía anteriormente? Ella no tenía la respuesta a eso, si hace un segundo creyó tocar el cielo, al ver que la suerte no la había abandonado por completo al ver los test de embarazo dar negativo, ahora bajaba al infierno. Se golpeó con la dura realidad, al saber que estuvo de amante para el rubio quien, al parecer, ya poseía una novia a la que si podía mostrar ante todos. Mientras Sasuke sentía mucho dolor en su pecho, ya no distinguía cuales eran los sentimientos en su interior, estaban demasiado mezclados como para darles nombre a cada uno y eso sólo le causaba confusión. Sin embargo, no se quedaría con los brazos cruzados, Uzumaki tendría que responderle un par de cosas.
—Hina-chan voy a salir un momento ¿sí? —le dijo a su amiga mientras se levantaba del sillón— Siéntete como en tu casa y quédate el tiempo que gustes, no tardo en volver.
—¿A dónde vas a ir sasu-chan? —preguntó preocupada ya que no le gustaba nada la cara que tenía en ese momento su amigo.
—No te preocupes, no tardaré mucho.
—Eso no responde a lo que pregunte, Sasuke. —contestó algo enojada.
—Sólo quiero obtener algunas respuestas, eso es todo.
No dijo nada más, el pelinegro sabía de sobra que a Hyuga no le agradaría nada que fuera a ver a quien fue el ex novio de ella, mejor irse sin decirle nada, además no iba a revelar que sabía dónde vivía ni como lo sabía. El menor de los Uchiha se dirigió de inmediato a la dirección que tan bien conocía. Al llegar no necesito ni siquiera mediar palabra para que el portero lo dejara pasar al departamento del rubio, subió con toda confianza y se acercó a la puerta tratando de calmarse.
Se contuvo de golpear la puerta, pensando en lo que dirá y haría. Cuando se creyó lo suficientemente calmado y al fin se decidía a tocar, oyó voces del interior del apartamento. No es que él fuera un chismoso o fanático de escuchar conversaciones ajenas, pero pudo identificar ambas voces, eran de Naruto y aparentemente Sakura. Creyó oír el nombre de Hinata, así que se concentró en tratar de distinguir que es lo que decían de ella.
—Te lo digo Sakura-chan esa chica Hinata no era tan zorra como pensábamos. ¿Puedes creer que era virgen? —habló prepotentemente el rubio.
—Eso sólo me hace pensar en lo buena que debe ser para manipular a las personas. —contestó la de ojos jade en un tono bastante burlón.
—¿A qué te refieres Sakura-chan? —la confusión del ojiazul se hizo notar.
—A qué si eres lo suficientemente astuta no necesitas que te lleven a la cama para lograr que te obedezcan. Seguro es una experta trepadora por eso no necesito usar su cuerpo para conseguir lo que quería. —explicó con seriedad— Claro hasta ahora. —agregó con una malvada satisfacción.
—Pero conmigo no pudo, pobre ilusa como si yo le fuese a prestar atención real a alguien como ella, aunque debo reconocer que me la pase muy bien en la cama con esa zorra. —comentó perversamente recordando a su última presa.
Un fuerte estruendo, proveniente de la puerta del apartamento, cortó la conversación que tenía la pelirrosa con el rubio. Aunque, ¿cómo no prestarle atención al ruido? Si fue producido por la patada con la que el pelinegro decidió abrirla.
—¿PERO QUÉ DEMONIOS TE PASA TEME? —gritó el rubio sorprendido de que su amigo estuviera ahí y enojado por la patada a su puerta.
—NO ¿QUÉ DEMONIOS TE PASA A TI DOBE? ¿CÓMO PUEDES HABLAR ASÍ DE MI AMIGA? —gritó el pelinegro muy molesto.
—Pues la verdad. —dijo ya más calmado el rubio, creyendo que su amigo por fin volvería a su lado— Que esa “amiga” tuya no es más que una vil zor…
Antes de terminar la frase recibió un puñetazo en la mejilla derecha, cortesía de un muy cabreado Uchiha. El golpe tuvo tal impacto que logró hacerlo tambalear unos pasos hacia atrás. Haruno sonreía satisfecha, sin que ninguno de los dos chicos se diera cuenta, por estar metidos en su propio mundo.
—No te permito que hables así de Hinata. —la voz del de ojos noche era firme y no daba lugar a replicas por parte del rubio cabeza hueca.
POV DE NARUTO
¿Qué diablos piensa Sasuke? Cómo es posible que venga a mi casa a destrozar mi puerta, bueno la puerta no es tan importante puedo pagarme otra cuando se me venga en gana, pero me molesta que venga con esos ánimos a defender a esa, ojos de huevo, que lo único que quiere es utilizarlo. Debería estarme agradecido y pedirme que volvamos a ser mejores amigos como antes, pero noooo... el teme tiene que venir y defender a esa. Seguro que la muy maldita lo mando para que me reclame por haberla utilizado, si bien sentí algo de culpa por ser quien le quitara la virginidad, cualquier rastro de aquello acaba de ser totalmente borrado. ¿Cómo puede ser tan cínica de hacerse la víctima con el teme cuando sólo lo usa? Me molesta en demasía que lo tenga comiendo de su mano y que Sasuke no se dé cuenta de lo que está sucediendo, como puede confundir con la ternura, la lástima con la que seguro lo mira por su incredulidad. Esa maldita bruja ya tiene mi odio más que jurado por lo que está provocando.
FIN DEL POV DE NARUTO
—Sasuke escúchame ella sólo te estaba utilizando para su conveniencia. —le habló en un tono de seriedad para que vea que no bromeaba.
—¿Y TÚ QUE MIERDA SABES DE ELLA? ¡SI NI SIQUIERA LE PRESTABAS ATENCIÓN CUANDO ERÁMOS NIÑOS! —gritó con todo el enojo que cargaba.
—Sé lo suficiente, Sakura-chan me hizo el favor de averiguar quién era ella en realidad a través de sus viejas amigas. —contestó el rubio tratando de convencer al pelinegro que le estaba haciendo un favor.
Uchiha dirigió su mirada hacia la pelirosada por primera vez desde que entró al departamento, cuando sus miradas se enfrentaron no le hizo falta demasiado para ver la malicia y el odio contenido en esos ojos jade. Parecía imaginar varias formas de asesinarlo sólo por estar en frente suyo. Pero no se sentía para nada intimidado, ella no se veía como alguien demasiado peligroso, más bien era como una persona que le gustan las cosas fáciles y odian cuando no se les cumple algún capricho, en resumen, típica niñita mimada.
—Así es Sasuke-kun, yo le pregunté a sus antiguas amigas Ino y Shion Yamanaka, me revelaron tantas cosas acerca de ella. —comentó con sorpresa fingida, parte de su actito— Nosotros sólo queríamos ayudarte a no caer en manos de una persona tan ambiciosa, que es un lobo que se oculta tras apariencia de una inocente oveja. —intervino por primera vez Haruno, a sabiendas de que sus palabras eran totalmente falsas.
—Que estúpida. —murmuró el azabache pensando en qué clase de amigas habían sido su fuente de información sobre Hinata.
—No le hables así a Sakura-chan, ella es una verdadera amiga, a diferencia de la tuya. —exclamó con furia Uzumaki sosteniendo con fuerza el cuello de la ropa del pelinegro.
—Ja yo conozco a Hinata mejor que tú o cualquier idiota. —la última palabra la recalcó mirando alternativamente a Naruto y a Sakura.
—No nos hables así teme, encima que trato de cuidarte y así es como me lo agradeces. —Yondaime estaba colérico por la actitud del Uchiha— ¿Acaso confías más en ella que en mí? Te recuerdo que soy tu mejor amigo. Deberías confiar en mí, que te conozco prácticamente desde siempre, y no en ella que apareció de la nada.
—¿Y QUE HAY DE TI EHH? ¿Confías más en lo que te dicen los demás en lugar de confiar en mí? ¿DUDAS DE MI BUEN JUICIO PARA JUZGAR A LAS PERSONAS? —contestó indignado el ojinegro por los reclamos— Y NO APARECIÓ DE LA NADA LLEVÓ CON ELLA TRES AÑOS.
La chica-chicle, como solían llamarla los amigos de Sasuke, se mantuvo al margen de los gritos que daban ambos muchachos, lo mejor era no intervenir y dejar que ellos mismos se distancien mutuamente. Nunca le agradó la obsesiva necesidad de su amado rubio por velar el bienestar de ese “insignificante” pelinegro. Mientras más lejos estuviera de ellos, más rápido podría cumplir con sus metas de lograr que yondaime fuese totalmente suyo.
Mientras ella se perdía en sus planes a futuro, Naruto sentía retumbar en su cabeza lo último dicho por su mejor amigo “llevó con ella tres años”. ¿Llevaba con ella tres años de qué exactamente? ¿De compañeros? ¿De amigos? ¿De novios? Esta última opción provocó que se le subiera la bilis por la garganta, no le agradaba, cada vez odiaba más a esa pelinegra por estar tan metida con Uchiha. Y de repente volvieron a su mente las palabras del peliblanco acerca de que ella era su prometida.
—Já ¿te molesta que la haya desvirgado antes de que te cases con ella? —preguntó con veneno el rubio.
—¿De qué mierdas estás hablando usuratonkachi? ꟷcuestionó con auténtica consternación Sasuke, no entendía que pensaba su amigo o el por qué de su raro comportamiento.
—Lo sabes muy bien Uchiha, te molesta que me la haya llevado a la cama antes que tú, pero bueno, ¿qué esperabas? si no es más que una regalada. —la ira estaba cegando al rubio, al punto de olvidarse la fuerza con la que estaba apretando el agarre en el cuello de Sasuke, lastimándolo sin percatarse. Para ayudarlo a no darse cuenta, Uchiha se guardaba cualquier quejido de dolor que quisiera escapar de su boca.
Reuniendo todas las fuerzas de las que disponía, se liberó del agarre del de ojos claros, con una cara que demostraba perfectamente el enojo que tenía. Levanto la vista y la fijo en aquellos ojos azules que antes le agradaban tanto, pero que ahora no podía mirarlos sin sentir rencor, por todo lo que estaba pasando entre ellos. Un último golpe en la cara, fue lo que se regalaron mutuamente, antes que el de ojos ónix se fuera del lugar, sin mediar ninguna palabra más. Le dolía, le dolía las palabras de su mejor amigo, le molestaba que confiara en la palabra de aquella modelo antes que en la suya.
Mientras que el cantante tampoco estaba en mejores condiciones, se sentía decepcionado no había logrado alejar a su amigo de aquella aprovechada y lo peor es que sus esfuerzos por ayudarlo sólo consiguieron alejarlo incluso más que antes.
El joven Uchiha volvió a su casa sólo para encontrarse con un panorama que no le favorecía en lo más mínimo, Itachi y Deidara estaban “hablando” con Hinata. Claro, si se le puede decir hablar, a extraer toda la información posible mediante intimidaciones al estilo de la mafia. Apenas notaron su presencia, la chica fue corriendo hasta él y lo observo a conciencia, percatándose de inmediato de los moretones en su cara.
—¿QUÉ FUE LO QUE TE PASÓ? —gritó alarmada la de ojos blancos.
Su grito sólo consiguió alertar a los otros dos que se acercaron a ver el motivo de su grito, apenas acercarse, revisaron, miraron y tocaron por todos lados al menor de los Uchiha tratando de saber si tenía algo roto o fracturado. No encontrándose con otras lesiones más que las de la cara, sólo quedaba una cosa por hacer…
—¿QUIÉN FUE EL BASTARDO QUE TE HIZO ESTO? ¡DIME QUIEN O COMO ES Y YA MISMO VOY A MATARLO! —Itachi estaba realmente molesto, tanto que sus ojos parecían titilar en tonos rojizos.
—Itachi, lo importante es saber el: ¿cómo? ¿cuándo? Y más importante ¿por qué? Hmn. —Deidara no estaba calmado, pero quería respuestas.
—¿A QUIÉN LE IMPORTA ESO? EL CÓMO NO ME INTERESA, CON QUE HAYA LASTIMADO A MI OTOTO ALCANZA, EL CUÁNDO NO DEBE SER HACE MÁS QUE UNAS HORAS CUANDO MUCHO Y EL POR QUÉ, ES BASTANTE OBVIO LO QUISIERON VIOLAR BUAAAA. —Itachi maldecía y gritaba que no protegió como debía a Sasuke, hasta que éste lo golpeó fuertemente en su cabeza.
—Nii-san baka estoy bien, no hace falta que armes melodrama. No fue nada grave, sólo una simple pelea sin importancia. —trato de apaciguar las cosas el azabache.
—Sasu-chan me tenías muy preocupada, pero veo que no te paso nada grave. —suspiró con alivio Hyuga.
—¿Cómo que no le paso nada grave? Lastimaron su linda carita de niña. —comentó frunciendo el ceño el mayor de los Uchiha.
—Repite eso y tendrás peores moretones que yo, ¿me escuchaste? —lo odiaba, más que nada, a Sasuke siempre le molesto que le dijeran que tenía cara de niña.
—Bueno ya se está haciendo tarde para que vayas al dojo Hyuga ¿o te quedaras debido a esos golpes? —preguntó Deidara sabiendo que no les contaría nada de momento, lo mejor era esperar a que Sasuke se le acercara a solas y le contara lo que quisiera, no por nada era su confidente.
—Claro que iré, estos golpes no son nada para mí. —una media sonrisa asomó en sus labios, dándoles tranquilidad a los presentes, sin sospechar que lo que más quería el menor era golpear algo para calmar sus emociones.
—Eso sí que no. —habló Itachi nuevamente— Estás herido, no irás a ningún lugar, ¿me entiendes? Y no intentes replicar nada, que aún no me dices quien fue el maldito que te los hizo.
Sasuke sabía que no podía alegar nada, no le contaría sobre lo de Hinata, ni mucho menos lo que sucedía entre él y el rubio. Sin alegar más nada, sólo suspiró derrotado, lo único que le quedaba era ir a encerrarse en su cuarto y reflexionar lo ocurrido ese mismo día. Antes de marcharse, Hinata le dijo que no se preocupara le explicaría a su padre el por qué de su ausencia ese día y que mañana quería hablar seriamente con él acerca de lo que sucedió. Ella podía apostar a que los golpes se los dio Uzumaki y quería asegurarse que las cosas entre ellos no hayan pasado de la indiferencia al odio o al rencor por su culpa, aunque la culpa de los últimos sucesos la tenía cierta modelo. Las calumnias y conspiraciones que armaba la pelirrosada comenzaban a hacer sentir sus consecuencias por la ingenuidad del rubio al creerlas.
Al día siguiente había total indiferencia entre ambos al igual que antes, sólo los tres presentes durante el conflicto sabían de la tensión que existía entre el azabache y el rubio. La añoranza entre ellos era palpable para quien los conociera lo suficientemente bien, como para ver a través de la sonrisa de plástico que usaba Uzumaki y la máscara de absoluta indiferencia que portaba Uchiha. Ese día prometía ser aburrido, desde que ambos jóvenes entraron al establecimiento con los marcados golpes en su cara, que ni el maquillaje pudo ocultar de la cara de Naruto. Las fanáticas maldijeron y amenazaron con asesinar al responsable de haber golpeado a yondaime. Fuera de eso, creían que pasaría sin novedad, hasta que, durante las clases de literatura de Ebisu-sensei se les presentó a un nuevo alumno.
—Bien chicos, como seguro ya estuvieron chismoseando, les informo que es cierto que tenemos a un nuevo alumno que se une a las clases el día de hoy, por favor pasa adelante y preséntate. —habló el maestro callando a todos los alumnos del salón.
Al salón de clases ingreso un chico de apariencia demasiado… formal. Algo de lo más extraño y desconcertante, debido a que, a pesar de ser un colegio de élite, no se implementaba ningún tipo de uniforme. Era ridículo poner un uniforme escolar, si todos los alumnos tenían dinero e influencias como para hacer su santa voluntad, por lo cual para ahorrarse ese tipo de problemas los dejaban vestirse como quisieran. En cambio, este chico estaba vestido como si estuviese yendo un domingo a la iglesia, si hasta para ir a la misa las personas se vestían menos formal que este chico. Llevaba puesta una camisa blanca, con un suéter negro sin mangas y una corbata negra anudada en el cuello. Un pantalón de vestir negro ceñido al cuerpo y unas zapatillas total y absolutamente blancas. En sus manos llevaba un libro que se titulaba “como hacer una buena presentación en sociedad”
—Hola mi nombre es Sai. —dijo escuetamente el recién llegado sin dirigirse, a nadie en particular y portando una sonrisa demasiado falsa— Y espero follarme bien a algunos de ustedes.
El chico nuevo se veía muy alegre por las reacciones que consiguió sacar de todos sus compañeros ante su presencia, sin duda se divertiría de lo lindo en ese lugar. Además, él estaba en ese colegio con un objetivo que nadie jamás se imaginaría, Sai estaba dispuesto a todo por cumplir su objetivo ¿Cuál era el motivo de su presencia allí? ¿Qué sucedería de ahora en adelante? ¿Qué sorpresas traería Sai con su llegada?
CONTINUARÁ….