CAP 31: LO QUE MENOS ESPERABAS
Ambos cantantes se encontraban tensos en la espera de la contestación del Uchiha. El azabache sólo permaneció en completo silencio, sin pronunciar ni una sola palabra, mirando hacia un punto medio entre ambos cantantes, sin hacer contacto visual directo con ninguno de ellos. Las miradas de los presentes estaban enfocadas a él, así como las cámaras y periodistas presentes, que querían saber qué es lo que sucedería de ahora en adelante con los tres jóvenes.
Repentinamente Sasuke se acercó al escenario y tomó fuertemente de las muñecas a ambos chicos, dejando desconcertados tanto al pelirrojo como al de ojos azules. Ninguno entendía que es lo que pretendía hacer, aun sin saber a dónde se dirigían se dejaron guiar por el otro, hasta un lugar apartado del escenario lejos de la vista de todos.
—¿Qué es lo que…? —intentó preguntar Sabaku cuando vio que habían llegado a donde parecía que quería ir Uchiha.
—¡USTEDES DOS SON UNOS MALDITOS EGOISTAS! —les gritó con los ojos casi rojos por la ira.
—¿No vas a responder a mi confesión? —preguntó el de ojos verdes ignorando el grito del Uchiha.
—¿ESO ES LO QUE TE IMPORTA? —le gritó el azabache muy enojado de que no le prestara atención a su reclamo— Creí que me apoyabas con lo de ayudar al orfanato eres un maldito traidor.
—Oh no. —dijo Naruto poniendo una expresión culpable en su rostro entendiendo rápidamente lo que el azabache quería decir.
—No entiendo porque estas tan enojado conmigo. —afirmó el pelirrojo sin saber que tenia de malo su confesión— No hice nada malo.
—En realidad, Shukaku —habló Naruto captando su atención —ambos sí hicimos algo muy malo.
—Hasta tú lo entendiste ¿no? —dijo Sasuke mientras clavaba sus oscuros y furiosos ojos en el rubio.
—¿Qué es lo grave de lo que hice? —preguntó sin poder hallarle lógica al enfado del menor— Sólo te declaré lo que siento por ti.
—Ese es el problema. —nuevamente intervino el de ojos cielo para, al fin, dejarle saber que era lo que habían provocado— Le quitamos el protagonismo a la causa.
—Exacto. —concedió el pelinegro, aun molesto, pero más tranquilo de que al menos ambos supieran que su estupidez estaba arruinando el motivo por el que organizaron el evento en primer lugar— Naruto tiene razón, por la idiotez de ambos ahora los medios están más enfocados en el chisme de un “triángulo amoroso” que en la causa por la que se hizo el concierto.
—Yo lo siento Sasuke. —Se disculpó el de ojos jade al poder entender finalmente que era lo que tenía al otro de tan mal humor— No lo sabía.
—No me vengas con que no lo sabías Gaara, yo odio llamar la atención. —le dijo con los dientes apretados, conteniéndose de no volver a gritarles— Ambos saben que detesto ser el centro de atención, si hice esto fue para ayudar a Iruka y aun así se les ocurrió decir estupideces como esas en el escenario.
—¿Por qué te quejas si tú también aprovechaste para que Hinata le correspondiera a Kiba? —le reclamó enojado Gaara. Si Uchiha cantó una canción para que esos dos terminaran como novios, ¿qué tenía de malo que él también lo hiciera?
—Ellos no son famosos. —le contestó con simpleza— La canción para ellos y su noviazgo sólo quedó como un lindo acontecimiento. En cambio ustedes son muy famosos, son la noticia del momento con cualquier cosa que hagan. ¿O no es por eso que tú también cantaste hoy, Shukaku? —la manera en la que pronunció su nombre artístico, le recordó a la manera en la que se dirigía a su ex mejor amigo. De cierta manera sentía que gracias a lo que hizo, ahora lo estaba poniendo en el mismo lugar que al Uzumaki. Gaara sólo permaneció en silencio intentando evaluar que hacer mientras Sasuke seguía hablando— ¿No era para que los medios se interesaran por este concierto?
—Sasuke no era mi intención estropear el evento. —le dijo muy arrepentido el blondo.
—Nunca es tu intención causarme problemas ¿verdad, Yondaime? —fue el turno del de ojos azules recibir la mirada cargada de enojo de Sasuke, junto con palabras hirientes— Desde que volviste a Konoha no has hecho nada más que ser un dolor de cabeza para mí.
—Sasuke yo te prometo que esto... —comenzó a decir, ya que las palabras de Sasuke se sentían como dagas a su corazón. Lo último que deseaba era que el pelinegro lo detestara aun más de lo que lo hacía.
—¡NO ME PROMETAS NADA, SIEMPRE ROMPES TUS PROMESAS! —le gritó a todo pulmón completamente encolerizado el azabache— Tú y yo jamás podremos volver a ser mejores amigos después de todo lo que pasó. Así que déjame de buscar de una vez. ¡No quiero saber nada de ti!
—Sasuke, yo te compensaré. —afirmó el pelirrojo luego de meditar mientras el otro discutía con el rubio.
—A mí no tienes que compensarme nada, sino a Iruka y los niños. —le soltó de una manera mordaz, sin ni una pizca de amabilidad en el tono de sus palabras— No sólo actuaste como un egoísta, sino que mentiste descaradamente.
—Yo no mentí, en verdad te quiero. —le dijo indignado Shukaku por tal acusación.
—No me jodas. —contestó el azabache harto de todo este problema— Tú no me quieres de verdad. —aseguró convencido de sus palabras.
—NO. —negó con fuerza el pelirrojo— Yo sé lo que siento.
—Si estas tan seguro, entonces dime, ¿por qué te gusto? —interrogó Uchiha esperando una respuesta que lo convenciera de que esos sentimientos eran reales.
—Me gustas porque eres una persona muy fuerte e inteligente, además de que tienes una bella sonrisa. —le enumeró el de las ojeras con una sonrisa pensando en todo lo que le gustaba de él.
—Eso lo dice todo. —soltó Sasuke, dejando a Naruto al borde del llanto, sabiendo que no había mejor respuesta que la que había dado su rival.
—¿Entonces me aceptaras? —cuestionó ilusionado de que Uchiha lo aceptara.
—¡Por supuesto que no! —contestó enseguida el azabache— Acabas de probarme que no te gusto ni nada más allá de la amistad, idiota.
—Pero si acabo de responderte. —le dijo con molestia el de ojos verdes.
—No lo entiendes aun, —afirmó secamente Uchiha— pero será mejor que reflexiones tu respuesta, sólo lastimas a la persona que de verdad quieres.
—Un momento, —de repente a la mente de Shukaku llegó cierta idea de porque estaba siendo rechazado— ¿Hablas de Sai?
—Eso sólo tú lo sabes. —dijo mientras se encogía de hombros, debido a que no intervendría en asuntos sentimentales de sus amigos, de no ser sumamente necesario.
—Sabes que no me agrada demasiado ese sujeto. —el pelirrojo recordó como ese tipo siempre lo miraba con esa sonrisa falsa, hacia comentarios vergonzosos y un sinfín de cosas más que siempre lo sacaban de sus casillas— A quien quiero es a ti.
—No fastidies. —el de ojos negros estaba hartándose de la insistencia de Shukaku.
—Sasuke, ¿qué puedo hacer para compensarte la idiotez que hice? —preguntó interesado Naruto, tratando de encontrar la manera de enmendar lo que hizo.
—Lo que pueden hacer ambos es largarse de aquí y mantener una buena distancia conmigo. —los señaló a los dos con mucha molestia— Aun debo ayudar en la fiesta de gala para recolectar fondos, a menos que también quieran hacer escenitas para seguir metiendo la pata. —comentó con sarcasmo y reproche por lo sucedido.
El menor de los Uchiha estaba muy enojado con ambos por lo sucedido, ahora tendría que lidiar con las cámaras y los periodistas, como los detestaba. POR KAMI, los periodistas eran de lo peor para alguien que amaba tanto el anonimato como él, ya había tenido suficiente de ellos durante el juicio por su custodia, aun no terminaba de quitárselos de encima luego de la causa que levantaron contra Danzou y ahora esto. Esos dos solamente pensaron en ellos mismos, sin importarles cómo se sentiría él al respecto. Ahora mejor dejaba que ambos se largaran y lo dejaran continuar con lo que hacía, tendría que calmar las aguas y hacer que el tema principal, volvieran a ser los niños, sería difícil, pero se esforzaría en que las cosas retomaran su rumbo.
POV DE GAARA
¡NO ES POSIBLE QUE ME HAYA RECHAZADO ASI! Sé que no fue lo mejor hacerlo justo ahora, pero me pareció un momento muy romántico para hacerlo. No creí que se molestaría tanto por esta pequeñez, Yondaime le ha dicho y hecho cosas mucho peores que las mías y ha sido más indulgente con él. Yo cometo este pequeño error y me echa del evento, sin mediar ninguna palabra más.
Me dirijo con el mayor sigilo posible a las afueras del orfanato para ir hasta mi auto y largarme de aquí. No estoy de ánimos de seguir estando en este lugar luego de tremenda humillación sufrida. Encima luego de decirme esas cosas se atreve a decir que yo no conozco mis sentimientos y que a quien quiero es a... ¡Ohh no! Justo a quien menos quisiera ver, me está esperando cerca de mi auto ¡MALDICIÓN!
FIN DEL POV DE GAARA
—¿Qué haces aquí, Sai? —preguntó el pelirrojo acercándose a su vehículo en el que estaba cómodamente apoyado el pelinegro— Creí que tendrías cosas que hacer y por eso no asistirías al evento.
—Ya ves. —se señaló a sí mismo— Terminé y vine a ver el concierto, aunque recién llego. ¿Ya terminaron de cantar tú y Sasuke?
—Sí, ya terminamos todo lo que teníamos que hacer. —contestó molesto tratando de abrir la puerta de su auto.
—¿Por qué estás enojado? —cuestionó con su infaltable sonrisita.
—No estoy enojado. —respondió cortante tratando de zanjar el tema.
—Si lo estas, leí en un libro que el enojo es malo para la salud ya que produce estrés.
—¡TÚ ME PRODUCES ESTRÉS!
—Acabo de llegar, no te hice nada… —dijo inocentemente para luego agregar de manera traviesa— todavía kukuku.
—¡IDIOTA! —elevó la voz el cantante, avergonzado de la manera en que el pelinegro siempre tendía a decir las cosas de forma que terminaban malinterpretándose.
—Vamos, no te hare nada que no quieras. —siguió con su jueguito Sai aumentando el color rojo en el rostro de Gaara.
—Eres desesperante, siempre que estas cerca me altero. —se quejó derrotado por la innata capacidad del pelinegro de sacar a cualquiera de quicio.
—Gracias, es uno de mis dones. —contestó orgulloso.
—No lo decía en el buen sentido. —trató de explicar que lo decía en tono de reproche.
—Igual me lo tomare como un cumplido.
—Mira no tengo ánimos de pelear contigo, me acaban de humillar y yo… —sin dejar que el de ojos verdes terminara de decir lo que pretendía el otro interrumpió.
—Así que de verdad lo hiciste. —afirmó de manera monótona el de ojos oscuros— Te confesaste como tenías planeado.
—¿CÓMO SABES ESO? ¿ME ESPIABAS? —cuestionó entre gritos muy sorprendido que supiera lo que pensaba hacer.
—Te oí mientras le hablabas a tu hermano, fue sin querer.
—Sí, claro stalker —acusó mirándolo con molestia.
—¿Qué pudo ser tan grave como para que te pongas así?
—¿QUIERES SABERLO? ¡ME CONFESÉ A LA PERSONA QUE ME GUSTA DELANTE DE TODOS Y AUN ASI SE ATREVIÓ A RECHAZARME POR ESTUPIDECES!
—No tienes cara de haber sido rechazado por la persona que quieres. —dijo con tranquilidad el azabache sin atender a los gritos del otro— Pareces como esos que pierden una competencia.
—¿Cómo dices? —preguntó sin entender a qué se refería con eso.
—Tienes cara de derrota, no de decepción amorosa, esa es la definición que da en mis libros.
—Me voy y no trates de seguirme, no quiero seguirte oyendo. —dijo el pelirrojo mientras ingresaba a su auto.
—No hay peor sordo que el que no quiere ver. —le dijo Sai como consejo antes de que se marchara.
—Era ciego, No hay peor… ¡AGRR! —gruñó enojado sabiendo que de nada valía tratar de explicarle algo a Sai— Dejémoslo así, mejor me voy.
—Que te vaya bien, mapache. —saludó alegremente con la mano mientras veía el auto del cantante alejarse— Yo tengo trabajo que hacer, después de todo no puedo dedicarme a acosarte cuando tengo pendiente seguir a alguien más. —susurró el pelinegro quien tenía una oscura sombra en su mirar, mientras se dirigía al lugar donde se llevaría a cabo el evento para recolectar los fondos para los niños.
Ajeno a todo lo que sucedía, Naruto procedió de la misma manera que su rival Shukaku y se retiró, evitando llamar más la atención de lo que ya había hecho. Nada más ingresar a su auto, condujó sin un destino específico, pero al encontrar una parte poco transitada, se estacionó momentáneamente para poder pensar en lo que hizo y como nuevamente perjudicaba a Sasuke.
POV DE NARUTO
¿QUÉ HICE? Soy todo un estúpido, el teme me detesta más que antes. Yo sentí demasiado miedo al ver como Gaara se le confesaba, sé que me merezco que me rechacé, pero es que mi corazón se negaba a perderlo sin dar pelea, sentía que de no hacer nada me arrepentiría toda la vida. No quiero seguir acumulando culpas, por las cosas que no he dicho o hecho a tiempo.
Hoy estoy pensando en todo
aquello que perdí
bajan lagrimas del cielo
porque no estas cercan
Hace mucho tiempo que no he llorado, ahora tan sólo por unas cuantas palabras de Sasuke siento que mi mundo ha terminado. Me pregunto a mí mismo si sobreviviré, porque sé que sin ti mi conciencia se siente helada y vacía. Yo te juro que haría lo que sea por recuperarte, mi fama, mi dinero, todo lo que poseo no se compara a estar a tu lado.
sé que ya no te merezco
sé que te perdí
sé que tu confianza
no confía en mi
perdóname.
Ya no hay disculpas que consigan recuperar lo que yo mismo destruí, no me queda bien tratar de valerme de mil y un excusas, después de todo tuve la oportunidad de volver a tu lado y la perdí, no supe aprovecharla. Arrastrarte a la oscuridad dentro de la que yo mismo vivía era absurdo y aun así lo intenté, en vez de tomar tu mano y salir del pozo de fango en el que me hundí a mí mismo por mi ambición.
hoy me ahogo en las promesas
que nunca cumplí
y a la compasión le pido
que me compadezca
si naci para quererte como puede ser
que sin tu mirada
ya no pueda ver
Tantas palabras que te dije, tantos “te prometo” que he se han difuminado entre las nebulosas de la confusión que gobernaban mi mente durante tanto tiempo. El cielo pareciera despedazarse cuando no estas cerca, ya que contigo siempre todo iba bien, siempre fuiste mi dulce amigo, aquel que me dirigía sin que lo notáramos. Eres quien me conoce más que nadie, si quererte significa aprender, yo aprenderé a quererte como se debe, velando por tu bienestar, porque te quiero mucho más que a mis deseos.
CORO
(te echo de menos)
tanto que cada momento
que no estás conmigo
es un desafío
(vuelve conmigo)
Ya no sé qué más puedo hacer para soportar el vacío que dejas en mí. Eres lo que más quiero en este mundo, eso eres para mí teme. Sin ti debo enfrentarme a una soledad que desconozco, no entiendo bien que la hace diferente, pero lo es. Estuve muy acostumbrado al rechazo y desprecio de varios, pero el tuyo es el único que en verdad cala hondo en mi alma.
vuelve que no hay otro abrazo
que me desahogue
que me quite el frio
(te echo de menos)
tanto es el dolor que siento
y siento que reviento
el cielo es mi testigo
(lo pido a gritos)
y por este amor te pido
otra oportunidad.
¿Qué es lo que necesito para no volver a equivocarme? ¿Dónde se haya la respuesta? Siempre que creo estar haciendo lo mejor sólo lo empeoro, ya usé todo lo posible mi mente para encontrar maneras de disculparme y acercarme a ti, pero ninguna sale como espero. Me has arrebatado todo sin darme cuenta, me has robado el corazón y dejaste un recuerdo en mí que arde. No quisiera dejarte ir, pero tu decidiste dejarme, aun así, no me arrepiento de quererte, he aprendido tanto de las heridas que me has hecho que, aunque hayas derrumbado todo lo que soy, te lo agradezco.
Hoy estoy perdiendo todo
por lo que viví
conversando con la pena
y su amiga tristeza
Todo lo que me hacía feliz, está ahora lejos de mi alcance. No sé cómo proteger lo que alguna vez nos unió, nuestros lazos ahora parecen estar rotos, pero creo, y espero no equivocarme al creer en esto, que aún seguimos entrelazados, sólo que nuestra unión es menos visible que antes. Este lazo que me ata a ti es lo único que me mantiene con los pies en la tierra.
que el camino de esta historia
no termine así
dale moraleja y un final feliz
¿Podré hallar mi propio final feliz o mis errores del pasado me perseguirán por siempre? Las promesas que jamás debimos sellar hoy vuelven para intentar arrebatarnos el futuro. Tal vez esa sea la razón por la que, aunque obtengo todo lo que deseo, no puedo sonreír de manera natural. No me queda más que irme lejos y dejar de causarte problemas.
FIN DEL POV DE NARUTO
El gran astro que ilumina en el día dejó de hacerse vigente en el cielo para darle paso a la noche y con ella el inicio de la gala que se llevaría a cabo. Si mantener a raya a los periodistas que insistían una y otra vez con el asunto de las dos confesiones lo tenían agotado, lidiar con la hipocresía de los ricos no sería de mucha relajación. Allí no estaban las personas más adineradas por “amor a la caridad” sino para presumir su dinero.
Donar fuertes cantidades de dinero no eran en el caso de algunos de los presentes la razón de su asistencia, sino presumir ante los demás que ellos podían dar cantidades exorbitantes de dinero, y que para ellos sólo significaría una mísera limosna sin importancia. Sea como sea y pese a que los motivos de varios eran cuestionables, la ayuda era necesaria y no podían darse el lujo de desperdiciarla, por mucho que no les gustara la actitud del benefactor.
El lugar donde se llevó a cabo fue un lujoso hotel que Minato y Kushina se encargaron de reservar para el evento. Lamentablemente, ninguno de ellos podría estar presente, debido a que tenían un vuelo fuera de la ciudad para firmar un contrato muy beneficioso para la empresa. El matrimonio se decidió ir en lugar de Itachi para facilitarle la dirección del evento.
Iruka fue siempre una persona que lo apoyo en sus decisiones y que hasta le permitió irse del orfanato sin la edad necesaria, sólo por su confianza en sus habilidades. Lo cubrió varias veces en documentos oficiales, pese al riesgo de una denuncia por mentir en papeles gubernamentales. Se lo debía, pero el contrato era también muy importante para la empresa, así que agradecía enormemente que Namikaze se hiciera cargo de eso. De esta manera no tendría que poner en la balanza su profesionalismo al dirigir la empresa y su parte sentimental para ayudar al Umino.
Transcurridas unas pocas horas del inicio del evento, el mayor de los Uchiha se cuestionaba si haberse quedado a ayudar valía la pena, eran varios los que le daban indirectas acerca de Deidara y eso estaba terminando con su paciencia. Los muy cínicos se justificaban diciendo que sólo bromeaban y que no se lo tomara en serio, pero era más que evidente que esos comentarios estaban lejos de ser comentarios graciosos, claramente eran insultos dichos por lo bajo y EN SU PROPIA CARA.
En más de una ocasión fue el rubio pelilargo, quien lo detuvo de cometer una tontería, constantemente tenía que recordarle que era por una buena causa que debía soportar. Los comentarios y el hecho de que, si bien tenía la custodia de Sasuke, de no salir bien el juicio volvería a pasar lo de la vez anterior y eso era algo que no estaba dispuesto a repetir, pero era demasiado irritante que constantemente atacaran a Deidara como si tuviera la culpa de que ellos fueran separados. Como si ambos no se sintieran lo suficientemente culpables por aquellas dos infernales semanas que tuvo que soportar el menor de los pelinegros.
Un poco cansado de tanta falsedad, Sasuke se alejó de todos, usando la excusa de querer ir al baño, fue a remojarse un poco la cara para calmarse un poco. Con lo sucedido durante el día, su paciencia estaba sobrepasada y que los periodistas lo acosaran, que los ricos tuvieran tanta hipocresía y descaro para hablar de Deidara, sentía que pronto estallaría. Y no quería protagonizar una escena escandalosa otra vez en el mismo día.
—Creí haberte dicho que no te quería cerca de mí. —dijo Sasuke a la persona que se encontró nada más salir del baño de hombres.
—Es que no lo puedo evitar, necesitaba verte. —contestó aquella persona de manera cínica.
—No me fastidies, yo no te debo nada así que lárgate. —ordenó Sasuke tratando de deshacerse de la inoportuna persona que amenazaba con terminar con lo último de su paciencia.
—No, sin llevarme lo que vine a buscar. —afirmó con una sonrisa.
—Tsk busca lo que se te dé la gana, yo me largo. —luego de decir eso Uchiha le dio la espalda y emprendió su camino de regreso a la molesta gala, aunque no avanzó mucho antes de ser detenido.
—Antes de irte te quiero decir algo: —sostuvo al azabache fuertemente de ambas manos— Que tendrás que venir conmigo quieras o no.
—Olvídalo. —se soltó bruscamente de su agarre, pero pronto comenzó a ver borroso— ¿Qué... de… demonios… me hiciste?
—¿Sabías que la escopolamina o también conocida como burundanga se puede administrar de manera cutánea? Te la acabo de dar al tocarte.
—Me... las... pagarás… —tartamudeó sintiendo como le costaba respirar.
—No lo creo, lo mejor de esta droga es que borra la memoria a corto plazo, no recordarás nada del camino por el que nos iremos. —le dijo aquella persona acercándose a él.
—Demente.
—Lo sé, pero tengo un par de cosas que hacer contigo, ahora vámonos.
La persona que drogó a Sasuke lo hizo pasar su brazo por su hombro dando la impresión de que ambos se llevaban muy bien y que estaban pasando un rato muy agradable. Nada más alejado de la realidad, debido a que Uchiha no podía manejar sus acciones, esa maldita cosa era conocida como la droga “mata voluntades” y ahora entendía la razón. Para su desgracia, la estaba aprendiendo en carne propia, no podía hacer nada para negarse a lo que le ordenaban hacer, ni siquiera gritar por ayuda o correr lejos de ese sospechoso auto negro al que lo hicieron subir.
El auto sin que nadie se percatara de su llegada, desapareció de la misma discreta manera, sin testigos y sin nadie que socorriera al pobre azabache que iba rumbo a quien sabe qué lugar. ¿Cuánto tiempo tardarían todos en darse cuenta de su ausencia? ¿Alguien podría ayudarlo a salir de esta situación? ¿Qué planeaba hacer con él? La persona de quien menos pensaba que le pudiera hacer un daño real, estaba demostrando totalmente lo contrario y eso era algo que él mismo se culpaba por no prever. Aun con la boca reseca, la vista borrosa y la parálisis en su cuerpo en general, logró pronunciar una única palabra:
“DOBE”
CONTINUARA….