Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Afrontar realidades. por danielita1999

[Reviews - 73]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

—Diálogos—

 

 

 

Apurado el joven Ayase arreglaba las cosas que tendría que llevar con su doctor, puesto que ya tenía tres semanas de embarazo y obviamente tenía que tener un estricto control de la pequeña criaturita que crecía dentro de él. Esa abrumadora sensación de tener en su vientre una vida lo hacía moverse torpemente mientras preparaba todos los análisis clínicos que se le han hecho en el trascurso del embarazo.

Él y el prestamista iban cada semana con un doctor privado, donde no hubiera personas alrededor que pudiesen delatar esa anormalidad que tenía el joven rubio; porque eso era, una anormalidad en su cuerpo que había creado en su vientre, una matriz fértil…, algo que nunca había pasado, ni siquiera a los ocho jóvenes que presentaban en su cuerpo una matriz, pero a diferencia de Ayase, las de ellos eran infértiles. Por ello, el prestamista había contratado a los dos doctores que habían atendido al principio a Ayase, procurando que todo saliese correctamente en su embarazo.

   El menor al tener listos sus papeles, sonrió cálidamente a su pequeño vientre que aún se encontraba plano; lo acarició con sus delgados y blancos dedos, sin desvanecer esa radiante sonrisa de su angelical rostro.

Caminó hasta sentase en la cama que ahora compartía cada noche con el prestamista. Ya habían declarado abiertamente lo que sentían; pero, aún así el mayor no se mostraba tan afectuoso con en rubio, ya no había mencionado esas palabras que llenaron de calidez el pecho de Ayase, ahora oprimiéndolo en una amarga sensación. Ayase sabía que era difícil para el prestamista demostrar sus sentimientos, porque a él también se le había complicado al hacerlo, pero ya no. El menor sabía cuánto amor le tenía el mayor, lo sabía.   

Una pequeña risilla salió de sus carnosos y rosados labios, recordando cuán de preocupado y nervioso se ponía el mayor con cada consulta que tenía por su embarazo, eso lo ponía tan feliz. 

— ¿Estás listo ya, Ayase?—El menor dio un pequeño brinco en su cama cuando el prestamista lo llamó desde el umbral de la habitación, recargado el mayor con sus fuertes brazos cruzándolos.

—Sí,  ya estoy listo, Kanou-san—Contestó Ayase enseguida tomando el sobre donde contenía toda la documentación necesaria. Al plantarse Ayase frente al mayor y, contemplarlo elegante, se sonrojó enseguida agachando su cabeza. El menor aún se avergonzaba de verlo directamente a la cara, pues siempre se venían los recuerdos cuando él y el mayor se habían declarado; un recuerdo tan alegre para él.

El mayor sonrió de medio lado al percatarse de las mejillas sonrojadas de Ayase.

—Entonces vamos, se hará tarde—.El mayor caminó enseguida para salir del apartamento, siendo seguido de un sonrojado Ayase.

Los dos al llegar donde estaba aparcado el auto del prestamista, subieron. El menor se sentó en el asiento del copiloto, y a lado del él estaba el mayor tratando de encender el auto. Extrañado el mayor, volvió a intentar encenderlo, pero no obtenía ningún resultado.

—Kanou-san, ¿qué pasa?—Preguntó preocupado el menor, al notar la expresión de extrañeza que tenía el prestamista.

—Al parecer el auto no quiere encender—Contestó Kanou—; pero, es extraño, el auto es nuevo, no pudo haberse averiado tan pronto—.Enfadado el mayor salió del vehículo, dejando a un confundido rubio dentro.

El rubio observaba cómo el mayor revisaba el auto, abriendo la cajuela y perdiéndolo de vista. Suspiró, tal vez llegaría tarde a su cita con el médico. Desesperado el menor, desató el cinturón de seguridad para salir del auto e ir con el prestamista; pero, se quedó congelado al ver por el retrovisor unos cinco hombres con armas, caminando en su dirección. Alarmado se ocultó en los asientos de atrás, para que esos hombres no divisaran su cabeza.

—K-Kanou-san—Llamó el menor, preocupado, pues sabía que el prestamista no tenía alguna oportunidad con esos hombres, ya que el mayor sólo portaba una pequeña pistola por precaución. El menor preocupado, volvió a llamar al prestamista, pero él no aparecía, preocupándolo aún más de lo que ya estaba. Ayase confundido sólo se limitaba a esconderse más en el auto, sabía que algo había pasado con el mayor, no contestaba a su llamado. Además de que tal vez ésos hombres estaban ahí por algo que hizo el prestamista, algo que los haya hecho enfadar.

— ¡Ayase, ven!—Llamó el prestamista quedamente al abrir la puerta trasera del auto, sorprendiendo al menor, pero logrando formar una sonrisa en su rostro. Ayase enseguida salió del auto, agachándose como lo hacía el prestamista. Los dos caminaban procurando que esos hombres no los vieran, aliviados que los demás autos los taparan.

— ¿Qué pasa…K-Kanou-san?— Preocupado el menor seguía al prestamista, que se había detenido y escondido detrás de una camioneta.

—No lo sé—contestó el mayor—. ¡Ayase, mírame!—El menor preocupado obedeció al mayor, viendo esas oscuras pupilas que demostraban  preocupación—Esos hombres que has visto, no son los únicos, hay más. Yo no puedo con todos ellos—Decía el mayor, viendo momentáneamente cómo los hombres se habían enfurecido de no encontrarlos ahí, eran demasiados. Volvió su vista al menor, que ahora se encontraba tan pálido como una hoja, traspirando y temblando descontroladamente.

—Pero, ¿Por qué? ¿Qué pasó…? yo…, Kanou-san, que fue lo que hiciste—Preguntaba el menor desesperado, no obteniendo respuesta del mayor. El prestamista sólo frunció sus labios,  chasqueando su lengua, volteó su cabeza en dirección de aquellos hombres armados.

Ayase no obtuvo respuesta, sólo veía cómo el mayor intentaba marcar en su celular, pero no había señal para pedir ayuda.

— ¡Maldición!—Dijo bajo el prestamista para que esos hombres no  lo escucharan, tomando bruscamente del brazo de Ayase y caminando ahora rápido fuera de los estacionamientos.

Ayase asustado sólo dejó que el prestamista lo tomara del brazo y jaloneara. Sabía que el mayor estaba preocupado también, por ello no protestaba ante ese brusco agarre que ejercía el mayor. Al salir un poco del estacionamiento y pasar por los pasillos, unas ganas de vomitar terribles lo invadieron, puesto que en esos pasillos, se encontraban los cuerpos sin vida de los guardias. Una escena tan grotesca, ver cómo la sangre escurría de esos cuerpos, sus extremidades desgarradas y cortadas seguramente con cuchillos, cómo las entrañas estaban regadas por el suelo…, todo era espeluznante.    

El mayor estaba sorprendido por lo que veía; ahora sí que estaban en problemas. Kanou preocupado por el bienestar del menor, lo abrazó y cargó, tapando sus cristalinos ojos para que no viera esa desgarradora escena que traumatizaría al menor, tal vez el estuviese acostumbrado, pero el rubio no. Además, sus vidas seguramente están en peligro.

El menor se sentía tan mareado, todo daba vueltas a su alrededor,   no lo soportaba. Sus sollozos aumentaron, pero se escuchaban tan lejanos al igual que cada paso firme que daba el prestamista, mientras el yacía abrazado a su pecho. Todo había pasado tan rápido, que sólo deseaba que fuera una terrible pesadilla, anhelaba que lo fuera. Por ello, cerró sus ojos y todos los sonidos se iban mitigando con cada segundo, mientas las luces se esfumaban… se había desmayado.

***

Una gran pesadez en su cuerpo sentía, pero también una fuerte jaqueca. Ayase abrió sus ojos, viendo una habitación en completas penumbras, y claramente desconocida, no era su habitación y la del mayor. En cuanto el mayor apareció en sus pensamientos, se sentó enseguida en esa gran cama.

— ¡¿Kanou-san?!—Gritó Ayase desesperado, situando su borrosa vista en cualquier lugar de esa oscura habitación, divisando en la esquina la silueta que más deseaba ver en ese momento. El mayor se levantó del pequeño sillón en el que yacía sentado cómodamente, para observar el angelical rostro de su rubio durmiendo. Al levantarse, prendió una pequeña lámpara situada al lado de la cama, sentándose en ella.

Ayase frunció un poco su ceño al notar que en el labio del mayor, estaba hinchado, con una cortada y un poco morado.

—Tranquilo, Ayase. No es nada.

—Pero…—Calló un momento, viendo minuciosamente cada parte del mayor; estaba herido, eso sólo confirmaba que no era una pesadilla lo que había pasado— ¿Qué, qué pasó…Kanou-san? ¿Estás bien?

—Tranquilo—Trató de calmar el mayor—, ya dije que no es nada—Suspiró el prestamista, tratando de ordenar todo pensamiento y poder explicar con coherencia lo que quería decir.

El menor se coloco enzima del prestamista, sentándose en horcajadas mientras estiraba sus delgados brazos, posándolos alrededor del cuello del mayor. Ayase comenzó a sollozar.

— ¿Qué fue lo que pasó Kanou-san? dímelo.

—Mira Ayase, no podremos regresar por un tiempo al apartamento, y tampoco iré a trabajar. Estarán vigilando los dos lugares, esperando que volvamos—pausó un momento, acariciando los rubios cabellos de su chico—. Ayase, al parecer… se han enterado de tu estado.

— ¿Q-Qué? ¿Cuál estado?—Preguntó confundido el menor, separándose un poco para observar los ojos oscuros del prestamista.

—…Saben que estas esperando, Ayase. Saben que estás en cinta, eres el único chico que ha podido quedar embarazado y, te quieren a ti. No conozco muy bien a esas personas, pero harán lo que sea para tenerte en sus manos, no lo permitiré—Concluyó el prestamista, viendo cómo los ojos del menor se cristalizaban aún más.

— ¿P-Para qué me quieren?

—Te quieren para estudiarte, no es algo normal que seas fértil. Seguramente te venderán a alguna persona que le intereses.

—Si…si me llagan a encontrar…el bebé…

— ¡No te encontrarán! por eso nos alejaremos por un tiempo del lugar, he apartado boletos para irnos a  Estados Unidos.

— ¿Qué?

   

 

   

      

 

 

      

     

Notas finales:

 ¿Se esperaban algo así? (0u0)/

 

De verdad, PERDÓN!!!! Prometí actualizar, pero mi mamá (otra vez) me castigó la computadora, y cuando quise actualizar la historia, me di cuenta que mi hermano… formateó la computadora donde estaban TODOS mis documentos, borrando el capítulo de más de 3000 palabras (lo doble que éste)  ( T n T) shore musho!!!

 

Espero me disculpen…

Ahh, y pues, esto se me ocurrió… (0u0) quería hacer más drama...(?) xD

Bueno, si más que decir, me voy…

 

 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).