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Afrontar realidades. por danielita1999

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Notas del capitulo:

—Diálogos—

De un golpe Ayase abrió sus ojos. Todo su cuerpo se encontraba sudando, tornándose la piel un poco perlada por esa agua salada que salía de los poros de su blanca piel. El menor lentamente comenzó a calmarse, su ritmo cardiaco se había acelerado con tal sueño raro que había tenido. Todos los aparatos que estaban conectados en él lo sorprendió, pues, sus orbes azulinas se abrieron de sobremanera al percatarse que estaba incluso boca abajo con agujas incrustadas en su piel.

Un muy agudo dolor se estaba alojando en su estomago y caderas, su cuerpo se sentía tan débil. Su piel, ahora estaba tan pálida y un poco amarillenta. Por donde estaba la intravenosa de la mano derecha, estaba amoratada esa piel, barios hematomas y  bolas estaban esparcidas con puntos oscuros, que, decían claramente que intentaron una muy mal trasfusión. Su rostro estaba tan blanco cual hoja, unas muy notables ojeras yacían debajo de esos orbes azules. El menor sentía tan pesado su cuerpo, no podía mover ni un dedo, pues, incluso si lo moviese,  se retorcería del dolor por tan amoratadas manos. Ayase no había puesto mucha atención a los huesos que empezaban a sobresalir de su piel.

—…Ah…—. Intentaba Ayase por lo menos formular alguna monosílaba, lo que sea que pudiese emitir sus labios, pero, estos no le daban ahora ese privilegio, puesto que  en ese momento Ayase deseaba que sus preguntas fuesen respondidas cuanto antes. El quería por lo menos saber dónde estaba el prestamista. Pero, esa interrogación en su mente fue desvanecida cuando notó la penetrante mirada del mayor posada en el. Pero, no sólo eran un par de ojos que lo observaban, sino, muchos orbes estaban posados en el.

Barias personas de diferentes edades estaban plantadas a un lado de él, esas batas blancas y estetoscopios colocados alrededor de su cuello decían claramente una cosa: Eran doctores. No había otra razón, pues, todos los instrumentos que estaban yaciendo en ésta blanca habitación, eran y son exclusivamente utilizados para la medicina.

Lentamente el prestamista se acerco al rubio, mostrando en su mirada arrepentimiento, su mirar era tan triste, tan solitario, pero, ni una sola lágrima se resbalaba por esa bronceada piel, pero no obstante, esas orbes oscuras estaban demandando estallar, derramar cada gota salada que se estaba acumulando en sus pupilas. Al plantarse por fin frente del menor, el prestamista con su gran mano acarició lentamente los cabellos rubios que estaban pegándose por el sudor. Ayase no aparto su vista de Kanou.

—Ayase…, de verdad lo siento, no quería que te pasase eso—Pronunciaba el prestamista. Decir alguna disculpa para él era tan difícil—. Yo de verdad me arrepiento, pero, creo que por ese motivo, te detectaron anemia—Con esa última palabra, Ayase se sorprendió. Era verdad que estas últimas semanas no se había alimentado adecuadamente, pero él nunca hubiese creído que tuviera eso—. No te preocupes, al parecer estás bien, la anemia no avanzó a mayores, pero si no te hubiese traído, esa anemia se trasformaría en leucemia.  

El rubio procesaba cada palabra que esos gruesos labios estaban emitiendo, pero, no podía pensar en su salud, eso no le estaba importando en lo más mínimo, porque sabía que el prestamista no lo dejaría atrás. Pero, lo único que a su mente le importaba, era ésa disculpa, ése arrepentimiento en sus palabras, la culpabilidad que estaba reflejando, tanto en esas palabras y su rostro.

—Señor, necesito hablar con usted en privado. Es urgente—. Esas miradas que estaban chocando habían sido interrumpidas por la voz de un doctor que estaba alejado de esa escena tan conmovedora. El prestamista sin que se lo repitiese dos veces, se alejo un poco del menor, yendo donde le estaba indicando el doctor. Ambos hombres salieron de la habitación donde yacía el rubio, dirigiéndose a los pasillos. 

—Seré directo, señor Somuku. Le expliqué al menos el estado en el que está ahora el joven, pero, no sabemos exactamente qué fue lo que le provoco que sus leucocitos disminuyeran. Además que el constante sangrado que tuvo en el recto, fue alarmante, pues, aunque haya sufrido una violación, ese sangrado no es simplemente provocado por eso. Lo que estuvo sangrando fue una hemorragia rectal provocada por otra cosa, intentamos hacer una ecografía, pero primero tiene que tener su vejiga llena antes de prepararlo para hacerla—explicaba el doctor mientras miraba unos papeles que reposaban en sus manos mientras acomodo sus anteojos—. Lo bueno del asunto, es que le estamos poniendo en la trasfusión vitaminas para que los leucocitos incrementen y no corra con riesgo de leucemia. Sería alarmante si eso llegase a ocurrir. Lo único que le podemos decir con la información que tenemos, es que está fuera de riesgo. Por el momento, después le comunicaremos lo que salga en los próximos exámenes.

 —Está bien, yo me quedare en la habitación—. Concluyo el prestamista mientras se adentraba a la habitación. Con sus orbes  contemplo cómo Ayase se había incorporado y ahora estaba sentado en la camilla. El mayor se sentó en una silla que estaba al lado del menor. Ya habían pasado bastantes horas, era de noche ahora y Kanou no se había movido ni siquiera para ingerir alimento.

Ayase estaba recostado en la camilla sin dejar de observar al mayor, contemplar también su rostro tan demacrado, no igual que el rubio, pero, se podía notar que el prestamista estaba rato sin descansar y, que la desesperación de saber el estado de Ayase le carcomía la mente. Esos ojos azulados no se habían apartado de la gran silueta yaciente a lado de él. El rubio no culpaba al prestamista, incluso en su mente no lo había culpado jamás, tendría que estar enojado, pero eso no se alojaba en él, simplemente no podía odiar al hombre que le había lastimado. Esas sensaciones que sentía, cada vez se volvían más confusas en su cabeza.

El dolor de su cuerpo se mitigaba con la medicina que le estaban dando, en la intravenosa se podía visualizar un poco de sangre por ese pequeño tubito.

Esperar, sólo tenían que hacer eso para al fin saber qué es lo que tenía el rubio. Pasaban los segundos, los minutos y esos se comenzaban a convertir en horas, hasta que Ayase le hicieron la ecografía. Estaban en el mismo lugar, pues, el prestamista no quiso que al menor lo cambiasen de habitación, puesto que tendrían que moverlo y eso le provocaría dolor al rubio.

—Pues, señor Somuku. Al parecer no se puede ver nada, puede estar tranquilo, ya no es nada grave. Con la revisión rectal que le habíamos hecho, sólo vimos que sus paredes anales se habían desgarrado un poco, eso provocó la hemorragia. Podrá darse de alta, sólo tiene que tener cuidado con el medicamento que le recetamos y las pomadas para la infección.

— ¿Entonces puedo llevármelo?—. Preguntó el prestamista arrugando el entrecejo.

—Claro, pero cómo le he de repetir, tiene que tener cuidado con las medicinas. Tiene que cuidar mucho su alimentación para que su anemia no avance y los leucocitos incrementen—. Concluyó el médico mientras limpiaba el plano y blanco estomago de Ayase, los huesos de su cadera sobresalían un poco, cosa que el mayor no paso por desapercibido.

Al haber aclarado todas las cosas, el doctor le quitó todas las agujas que estaban incrustadas en la tersa piel del menor. Kanou ayudo a que el rubio se incorporase en la camilla, estaba el menor un poco adolorido, pero, con lo que le estaban dando en las intravenosas lo calmaba. El prestamista ayudo a que el menor se cambiase con la ropa que le había encargado a Kuba para cuando Ayase se le diese de alta.

Salieron de las instalaciones, mientras que Ayase estaba siendo cargado en brazos por el mayor. Kanou introdujo delicadamente el cuerpo de Ayase en el asiento de copiloto. Ahora era de madrugada y el menor se estaba cayendo del sueño, pues, no había descansado desde que había despertado de la inconsciencia hace apenas una horas. Pero, el sueño le estaba venciendo y cayó dormido.

Notas finales:

Holi!!!! ¿Qué tal? ¿A que soy muy buena por adelantar capítulo? xD

Jejeje, bueno, a lo que va la nota. Cómo sabrán, el capítulo anterior les pregunte si querían M-preg y, como era por mayoría de votos, ganó el M-preg (embarazo masculino, para los que no saben) xD y así fueron los votos (o los que dijeron que sí)

A favor del M-preg:   11.

En contra de M-preg:   0.

Me alegra que a nadie le desagrade esta idea n_n

A mí me encanta…y, sobre el capítulo 5, tranquilas (o tranquilos)  que ya no abra tanto drama, se irán relajando un poco las cosas y empezará lo romanticón. (*-*)/  y por cierto, gracias por las 1K lecturas!!!

Jeje, y les invito a que lean mi otra historia —a quien guste que no obligo—, es un SasuNaru, (Yaoi)  n_n sin más que decir, me voy…


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