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enmendando lo que creemos incorrecto por Zack Engel

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Notas del capitulo:

hola!

esta vez me demore mucho menos, asi que espero que no hayan esperado tanto  y que les guste este cap.

sin mas los dejo leer tranquilos

Había pasado unos días desde que llegaron a ese “campamento” que parecía mas un segundo castillo que campamento en si.

Si le preguntabas, no era que pudiera decir ‘mira lo que me paso hoy’, pero si era justo ningún día estaba siendo igual que el anterior ya que los mayores se encargaban de hacerlas completamente inesperadas. Sobretodo Narcisa con su ‘es mío, deja de toquetearlo frente a mi… pareces un perro en celo’ y Sirius con su ‘¡soy hombre! Necesito esto y Draco me provoca’.

Soltando un suspiro negó un par de veces con la cabeza mientras se abotonaba la camisa y veía escasamente al chico con el que compartía la habitación, por decisión unánime y  por el hecho de que las mujeres podían dormir con hombres las parejas quedaron así: Draco-Severus (así no iban a poder tener sexo según Narcisa) ; Lily – James (nadie entrara en ese cuarto por obvias razones) ; Lucius- Remus (¿es que solo los mayores pueden disfrutar de su juventud?) ; Regulus –Narcisa (no importa donde lo veas, simplemente Regulus y Sirius se hubieran matado) ; por ultimo  Sirius – Harry (si se llegaba a enterar de que Harry hacia algo con Sirius pues lo mataba, simple y corto).

Cerrando los ojos se soltó un poco la corbata roja con dorado y se levanto, ahora que estaban fuera del colegio seguía ocupando la ropa de este por no tener mas, pero se daba el lujo de ser mas desordenado mientras que Severus optaba por un traje impecablemente formal y elegante traje. Si le preguntaban, Draco aseguraba que al volver al… “¿a dónde tengo que volver?” se pregunto sintiendo la palabra en la punta de la lengua mas no la encontraba “vale, que lo importante es que voy vestirme como mi padrino” finalizo ampliando mucho mas su sonrisa por ese pensamiento.

Notando que Severus se le quedaba viendo con tranquilidad igualmente se sonrojo y bajo la mirada. Posteriormente ambos decidieron en un silencio mutuo salir del cuarto para ir a desayunar. No era que se llevaban mal, sino que ambos disfrutaban de un silencio tranquilizador y relajante por lo que no hablaban mas de lo necesario, ni siquiera caminando hacia el comedor que, siendo mas chico y acogedor, se encontraba siendo ocupado solo por la profesora Mcgonagall. En ese momento Draco recordó los tres días que estipulo la mujer, había cumplido su promesa más aun estaba resentido por haber sido abandonado como un mago de baja estirpe o un muggle así que bufo molesto y agarrando del antebrazo al azabache se fue a sentar una de las mesas sin preocuparle la mirada curiosa de Severus.

Esperando a que su comida apareciera le dirigió una mirada a su acompañante y suspiro suave, se veía demasiado concentrado en alguna poción o algo verdaderamente importante, mas solo Draco comprendía cual era su preocupación porque él sentía lo mismo “no quieres que se hagan mas amigos de lo normal… lo se, yo siento lo mismo” pensó bajando un poco la mirada notando que luego de un tiempo aparecieron los alimentos de manera que su saliva no se controlaba y su estomago empezaba a reclamar con mas ahínco ‘deberíamos comer’ susurro el rubio para sacar de su trance al azabache, quien medio ido solo asintió con la cabeza.

En silencio disfrutaron de su comida hasta que vieron como era que entraban Regulus y Narcissa conversando mucho mas que ellos dos mismos así que les sonrió y la chica no dudo en agarrar a Regulus para que se aproximara y así pudieran sentarse los cuatro juntos. Los siguientes en llegar fueron Remus, Lucius, Lily y James, quienes se encontraban algo ojerosos, pero bastante animados y con un brillo especial “claro, disfruten que pueden” pensó con un bufido molesto por tener que soportar esa humillación de no sentir a su pareja a su lado mientras que todos los otros si lo hacían.

Pasaron los minutos y todos habían terminado de comer, mas esos dos no habían llegado aun cosa que comenzaba a preocupar a la profesora y que decir de Severus quien ya no podía tener el ceño mas fruncido en su cara. Por su parte Draco ya se encontraba resignado a no ver a su pareja “nunca fue tu pareja” pensó con cierta molestia y enojo por aquello, pero era verdad así que solo se levanto y se dispuso a salir del comedor llamando la atención de todos mas, antes de que pudiera dar un paso, entraron dos chicos desordenados y apostaba sudorosos, si hasta Harry traía mal puesto los lentes.

 

- Remus, tu desgraciado tuviste sexo toda la noche y ni te inmutas a despertarme – se quejo Sirius quien evidentemente no podía controlar su boca – creí que iba a quedarme sin comida

-Señor Sirius Black, ¿cree que es esa la manera de llegar al comedor y hablar? Tenga un poco de respeto hacia los presentes – la mujer con el ceño fruncido se acerco y sin preocupaciones le acomodo la corbata al igual que a Harry – deberían quedarse sin comida ambos, mas hoy empezaran un ejercicio así que será mejor que coman bien.

 

Asintiendo ambos algo sonrojados se fueron a sentar y comenzaron a devorar todo lo que encontraban a su paso haciendo a ratos platicas que desde lejos se notaba no entendería ninguna otra persona.

Draco mirando con odio a quien considero su amigo por esos meses no hizo mas que seguir con su propósito anterior, si Sirius ni lo había mirado o saludado él no lo haría así que salió y decidió esperar a todos en el jardín del lugar disfrutando de cómo el viento lo acariciaba. El sol nunca fue de su agrado, pero casi nunca se daba el lujo de sentarse en el pasto y disfrutar de la ociosidad sin que lo molestaran o recriminaran que no era propio de ellos.

Habiendo dormitado por un tiempo indefinido sintió como la sombra comenzaba a congelarle el cuerpo así que abrió los ojos y se encontró con sus “amigos” alrededor suyo, quizás ya era hora de empezar a trabajar por lo que se levanto y los siguió en silencio. No tenia ganas de hablar, no sabiendo que aun Sirius estaba pegado como lapa a Harry y este ni se negaba al contacto.

Soltando un suspiro miro al azabache que tenía por padrino y se mordió el labio inferior evitando una risa, su padrino siempre arrugaba su nariz cuando algo lo molestaba, mas el único que se daba cuenta era quien mas pasaba con su persona, ya que siempre tenia el ceño fruncido. Sin pensarlo mucho y para poder tranquilizarlo acerco su mano a la ajena y con cuidado la tomo haciendo cariño momentáneamente con su pulgar. Entendió que había sorprendido al mayor, mas no le importo ni le miró, solo mantuvo una sonrisa en su cara la cual aumento al darse cuenta que aquella mano no fue retirada por nada del mundo.

Al entrar a la sala en que se impartiría la “clase” notaron a Mcgonagall con su varita en mano y a su alrededor dos “¿cascadas mágicas? Esto no pinta nada bueno” pensó Draco poniéndose algo nervioso, mas esta vez fue la oportunidad de Severus de tranquilizarlo al sujetarle la mano con algo de fuerza transmitiéndole su serenidad y valla que lo había conseguido porque ahora no se sentía demasiado intranquilo.

 

- Harry y Draco tendrán la obligación de seguir un par de instrucciones, lo principal es que me pasen sus varitas, durante las siguientes 2 semanas no podrán utilizarla – dijo con un suspiro al ver la cara de desagrado ante eso – en este campamento sino salen no les pasara nada, es imperioso que me entreguen sus varitas

-encuentro esto absurdo y humillante – dijo Draco desenfundando su varita para poder adelantarse y entregarla, sí, como buen cachorro – la necesitamos, somos magos

- no creo tengamos mucha opción – dijo Harry soltando un suspiro y dudando si entregarla – es hora de hacer caso solamente – mirando el ceño fruncido de su compañero solo rodo los ojos y entrego la suya

- ahora bien – ignorando las quejas  guardo las varitas – se tendrán que sentar aquí y concentrarse, según las especificaciones del Director ambos tendrán que volver al inicio, conocen magia pero ahora tendrán que volver a los cimientos

-¿a que se refiere con eso? – Draco al ser entrenado por mortifagos se sentía bastante capaz de controlar su magia – mi educación mágica a sido perfecta, quizás Potter lo necesite, pero yo no

-¡oye! ¿qué tienes conmigo? si los que aprenderán serán ustedes – enojado por salir al baile, James se cruza de brazos y lo mira enfurruñado haciéndole darse cuenta de su error

-chicos tendrán que someterse a las pruebas quieran o no, es imperioso que ustedes aprendan todo lo necesario  - soltando un suspiro las dos cascadas se detuvieron- esto no será lo único que aprenderán, ahora adelante.

-ahh… no queda de otra, yo con suerte conozco los hechizos salva vidas – dijo Harry con un leve tinte de tristeza, el que le recordaran ser malo en la magia no era grato

 

sin mas conversaciones Draco vio como Potter se metía debajo de la cascada soltando en seguida un quejido, el piso era casi hielo, aun así la profesora no le hizo caso y cuando el chico estuvo “cómodo la cascada comenzó a funcionar haciendo que el menor se removiera y soltara quejidos de que era mucho

 

- tendrá que aguantar

-¡me dará hipotermia! ¡por favor profesora! – gritaba casi al borde del llanto  haciendo que los mayores también se sintieran un poco intimidados

-señor Draco

-ni muerto…. ¡ni muerto entrare ahí!

-vamos Draco puedes hacerlo, sabes que esto no es nada – Sirius intentando convencerlo se llevo un buen golpe en la nariz por parte del rubio - ¡¿pero que diablos?!

 

Draco sin tener la intención de entrar, sintiéndose completamente frustrado y además de todo sentir que había perdido contra el “gran Harry Potter” corrió fuera del salón lo mas rápido que podía sin importarle lo que gritaban los demás “las cosas estarán bien siempre y cuando él este aquí… el único que importa es Potter, Potter, Potter… Potter” pensó molesto sin dejar de correr por los pasillos como alma que se la llevaba el diablo. El no importaba y aun así sentía que sufría mas que nadie en ese estúpido campamente al que estuvo obligado a ir “mi vida era perfecta siendo parte de Voldemort… ¿por qué mierda tuve que salvarle el pellejo? Hubieras sido un héroe Draco ¡un héroe!” se recriminaba aumentando la velocidad y cerrando los ojos sin importarle si se estrellaba contra algo y se desmayaba, porque el verdadero ser importante estaba en una sala muriendo de hipotermia, pero a salvo de lesiones o moretones.

Su corrida comenzaba a agotarlo poco a poco y aun no entendía porque no chocaba contra algo si se suponía que ya debió dar contra una muralla de lleno. Medio dudoso abrió los ojos y se encontró en uno de los pasillos que mas adelante daba a una escalera caracol. Sin pensarlo su cuerpo se detuvo momentáneamente y miro a todas partes. Este lugar no lo conocía.

Decidido subió las escaleras para saber que era lo que le esperaba arriba, mas no pudo avanzar  mas de 7 peldaños cuando las escaleras desaparecieron dejando solo un resbaladizo piso que lo hizo caer directo al suelo del primer piso. Si hubiera estado en otras condiciones, quizás si su mente estuviera tranquila y no obstinada lo hubiera dejado de lado y su corrida habría pasado a otro lugar, mas no hizo caso a ese pequeño acto de cordura y se decidió a subir sintiendo que cada vez que avanzaba  se hacia mas difícil “no te metas conmigo”.

Arrugando mas el entrecejo se apoyo en el barandal y avanzo con cuidado sintiéndose victorioso, mas pronto ese sentimiento moriría cuando bolas de fuego comenzaron a descender y chocaban contra su camisa. creyó que iba a morir al instante, mas no paso mas allá de un calor casi insoportable para luego desvanecerse “y no tengo mi varita” gruñendo por no poder defenderse siguió escalando apoyándose con una mano en el barandal mientras que con la otra se cubría la cara y cabello en cuanto las bolas amenazaban con rozarlo, ya creía que su mano no soportaría mas cuando vio el fin del camino por lo que con una leve sonrisa apresuro el paso y se encontró con algo sorprendente.

Respirando con agitación y manteniendo su cuerpo completo en el piso  miró una vez mas hacía arriba topándose con dos personas imponentes, eran seres que con su sola presencia causaban estragos en la actitud de Draco, no sabia si sonreírles tal como ellos lo hacían en ese momento, si tenerles miedo porque empuñaban sus varitas hacía su persona, si agradecerles de que no se vieran atemorizantes o simplemente salir corriendo a pesar de que su cuerpo no daba para mas.

Con toda la fuerza del mundo se levanto y les hizo frente como todo buen Malfoy ganándose así una buena sonrisa de parte de ambos chicos, aunque también recibió otra cosa.

Un golpe en la cara llego prontamente haciéndolo caer cuesta abajo, mas su enojo y testaruda personalidad actuaron rápido y se afirmo del barandal para no caer tanto, no iba a perder todo lo recorrido.

Logro escuchar un ‘Dry eso no se hace’ mas le resto importancia y volvió a subir, no iba a dejar que ese chico le ganara tan fácilmente, no a un Malfoy como él por lo que siendo atacado nuevamente por bolas de fuego subió  encontrándose con los dos chicos. La mujer al parecer estaba resignada y negaba con la cabeza mientras el otro sonreía y le propinaba otro golpe haciéndolo caer, esta vez fue en su estomago. Esta situación se repitió hasta que Draco no tenia mas fuerza de a sujetarse como para subir por lo que cayo todo el recorrido hasta llegar al suelo en donde el ardor de las “quemaduras” comenzaron a molestarle mucho más, como también el hecho de que los golpes dolían mas que nada en el mundo.

 

-subirás cuando tengas la fuerza de hacerlo niñato, si dejas de ser un hijo de mama quizás te deje estar en mi presencia – hablo el hombre lo suficientemente alto para ser escuchado por Draco

-deberías dejar de actuar así ¡te acusare! – la voz de la mujer se notaba molesta, pero divertida

-malditos…

 

su susurro no fue escuchado por nadie y también tenia claro que la “parejita de oro” no iba a ir en su rescate por mucho que él lo rogara, cosa que no iba a hacer tampoco. Con la mente mas tranquila y el cuerpo adolorido Draco se levanto con dificultad y camino devuelta por el pasillo apoyándose por la muralla, a estas alturas del partido no podría existir mas humillación. Por lo menos no ese día.

Habiendo recorrido una gran parte se sintió nuevamente agotado al igual que atraído por el exterior que se dejaba notar por a través de las murallas de mármol.

Como si fuera producto de un escenario de cuento, el bosque se presentaba de lo mas hermoso bajo el atardecer, ningún animal se encontraba a la vista, pero estaba seguro que si uno se adentraba lo suficiente bestias hermosas se presentarían ante él “esto ya parece un cuento de hadas” pensó mientras se sobaba un poco la mejilla lastimada queriendo pasar de largo, mas un árbol llamo su atención como nunca se lo imagino, este se encontraba entremedio de tanto verde como si su sola belleza fuera única y por lo mismo no le importo ir a su lado a pesar de tener el cuerpo completamente lastimado.

Al llegar a su lado se dio cuenta que la sakura, el árbol que había visto, era mucho más hermoso de lo normal e incluso siendo invierno se encontraba florecido, en ese aspecto la magia tenia cosas buenas que no las cambiaría por nada del mundo, aunque claro no se lo diría a nadie “mas bien no tengo nadie a quien compartirle mis secretos” pensó desanimado apoyándose en el árbol y dejándose caer unos momentos hasta que quedo sentado por completo y pudo sentirse tranquilo.

Así la paso por un momento con el pensamiento de que dormiría ahí hasta que la cena terminara cuando sintió unos labios sobre los suyos. Abrió automáticamente los ojos y se encontró con aquella sonrisa seductora de Sirius que le hizo erizar la piel a mas no poder. No sabia si debía sonreírle, estaba enojado con él, mas tenía que aceptar que eso labios lo hacían querer cambiar de opinión en cuanto su enojo por lo que al recibir el segundo beso no dudo en abrir un poco su boca y así darle el paso a que le besara con mas pasión.

Acto seguido cerro los ojos y lo abrazo con delicadeza sintiendo como era que el mayor le rodeaba la cintura y repartía caricias por su espalda baja casi con descaro. Incluso podía decir que a pesar de tener golpes por casi todo su cuerpo nada le dolía, bueno nada le dolía hasta que Sirius dejo salir su instinto animal y le apego mas contra el árbol. Sin pensar en mucho Sirius se puso entremedio de sus piernas para tener un mejor contacto entre ambos.

 

- ahh… dolió imbécil – se quejo el rubio intentando separarse del mayor – me duele todo el cuerpo

-¿qué te paso? – pregunto analizando la cara del menor y frunció el ceño – te ves horrible

-¿no era que soy sexy hasta dañado? – pregunto alzando una ceja manteniendo una sonrisa para luego esquivar su mirada – solo me golpee… tendré que ir a la enfermería

-¡de eso nada! – molesto se apego mas al cuerpo del menor- no te dejare en manos de ese  maldita serpiente, no tiene derecho a tocarte, con unas cuantas lamidas estarás bien – poniendo su sonrisa galante dio unas cuantas lamidas en su mejilla- te lameré cada una de las heridas y veras que ya te vas a poner mejor

-¿pero de que hablas? Yo no… ahh… pervertido

 

Sonrojado Draco sintió como la lengua del mayor comenzó a descender por su cuello con sumo cuidado, era una sensación tan grata que olvido por un momento todo el asco que sentía por ello y sin mas cerro los ojos dejándole completa libertad. Si el chico quería hacerlo ahí en el jardín pues no se negaría  para nada es mas lo ayudaría en ello, así que sin pudor alguno comenzó a jadear sobre la oreja de su acompañante y repartir lamidas y mordidas hasta que se le hizo completamente inexequible aquella zona.

Sintiéndose despojado de su camisa decidió mirar a su pareja y morderse el labio inferior mientras movía su cadera con la única intención de sentir la pelvis de su pareja. Solo así sentía que su enojo menguaba de manera exorbitante y lo hacia incluso agradecer cada golpe que había recibido.

 

-Draco… Draco yo nece…

-solo házmelo- susurro de una forma tan lujuriosa que noto la sorpresa y el sonrojo en las mejillas de aquel don juan haciendo que el mismo sonriera con alegría – házmelo Sirius… aquí y ahora, márcame sin pudor alguno y hazme sentir que este será el mejor día de nuestros días

-ahh… eres mi pecado, pero no te preocupes- recuperándose de la sorpresa se relamió los labios –te hare sentir en el cielo

-mas te vale

 

sin mayor conversación ambos chicos volvieron a unir sus labios y comenzaron una nueva danza entre sus lenguas  mientras que las manos de Sirius se desprendían con habilidad de cada prenda del menor, mas nunca dejo de ser delicado con el rubio, incluso cuando le saco los calcetines. Después de todo a pesar de que mostraba gran confianza el chico frente suyo tenía en sus ojos todo el miedo del mundo.

El momento era perfecto, estaban destinados a tener sexo y a Draco no le molestaba porque aunque no sabia porque tendría que dejar a Sirius en un futuro. El solo pensamiento de aquello hizo que comenzara llorar sin controlarse, tanto que Sirius desistió de su misión con el pantalón y dejo de besar al menor para abrazarlo con algo de fuerza olvidándose de todos los dolores de su rubio preferido.

 

- ¿qué pasa cachorro? ¿por qué lloras? ¿tanto te desagrado? – en su voz se notaba preocupación haciendo que Draco maldijera a cualquiera que haya hablado mal del mayor, no se daban cuenta de la gran persona que era

-no quiero perderte, nunca… no quiero perderte Sirius, por favor prométeme que nunca te perderé – dijo mirándolo a los ojos esperando que lo hiciera, ahora lo recordaba a pesar de que era una visión muy lejana, Sirius morirá en el futuro y nunca tendrán oportunidad de estar juntos – no dejes que nadie te lleve de mi lado

-no se de lo que hablas pero no dejare de estar contigo, eres por quien estoy interesado ahora Draco– dijo con una sonrisa en la cara besando cada lagrima que caía por su mejilla – será mejor que vallamos a la enfermería

-pero… pero ¿no lo íbamos a hacer? – pensando que era su culpa se abrazo mas a su cuerpo – quiero hacerlo contigo de verdad, no amo ni amare a nadie mas en mi vida

-hmmp… Draco yo… - sin poder llegar a decir te amo volvió a colocarle la ropa al menor en completo silencio dejándolo sorprendido

-no me amas… ¿es eso cierto? Me vez demasiado ingenuo –se quejo en cuanto un moretón comenzaba a molestar

-no puedo decir que te amo si no te conozco hace mas de seis meses Draco, no es como con Remus y yo….

-Remus… así que era eso, Remus, el maldito hombre lobo

 

Sin darle oportunidad de hablar ni preguntar nada lo empujo con fuerza y salió corriendo nuevamente, alejándose del lugar que mas lo hizo sentir tranquilo, la tranquilidad era algo efímera para la gente y ahora lo comprendía, mas no aceptaba el no poder estar con la persona que el amaba “siempre tiene que ser otra persona, no es Severus quien me cura sino que Remus, mi padre ama a Remus, Sirius… ve a Remus” arrugando mas el entrecejo apuro su corrida hasta que las piernas comenzaban a fallarle de manera continua. Daba tropezón tras tropezón quedando casi en el suelo varias veces, mas su obstinación de no ser alcanzado era mas grande por lo que no paro hasta que vio la enfermería.

Una suave sonrisa apareció en su cara al saber que podría esconderse ahí hasta que tuviera que ir al dormitorio junto a Severus, ese hombre que seguía siendo todo para él en un buen sentido de la palabra.

Llegando frente a la puerta respiro hondo y la abrió manteniendo su sonrisa, mas al ver el interior pronto esta se borro por completo y dio paso a una expresión completamente sorprendida al ver a su padrino, a su Severus besando a Harry en los labios de forma tan apasionada que lo llego a sonrojar y dejar escapar un jadeo ahogado, no estaba excitado, sino mas bien asustado.

Al darse cuenta que ambos chicos reparaban en su presencia se asusto un poco, mas a Severus le dio igual. “nunca dejare de arrancar de ningún lugar” pensó con resignación mientras decidía que era tiempo de volver a correr y esconderse de todas las personas nuevamente. Emprendiendo su corrida pasó por los pasillos de ese gran Castillo y creyó que lo mejor seria  ir a un despacho o sala que se encontrara deshabitada y pues la primera sala que ocuparon le serviría ya que seguía abierta y dispuesta para cualquiera. Sin pensarlo dos veces, luego de llegar frente a la puerta, se metió y cerrando la puerta despacio se encamino al centro mientras se tiraba de los cabellos con molestia. Le daba exactamente quedar calvo en esos precisos segundos si es que podía evitar volver a sufrir por no ser lo suficiente para alguien.

 

-¿ocurrió algo en tu salida Malfoy? – la voz preocupada y agitada de Harry se notaba a kilómetros – debes estar muy mal para expresarlo

-no te metas en mis cosas Potter – con desprecio y asco pronuncio la ultima palabra, ahí iba de nuevo, el chico no le hacia nada, pero en seguida se desquitaba con él siendo que era la única persona en la que podía “confiar” en cierta manera – vete de aquí

-no me iré, no si me necesitas – manteniendo una sonrisa en su cara miro todo el lugar- ¿tan malo es?

-¡no te metas en mi vida!

 

Aquel grito sorprendió al azabache quien no dudo en dar un paso hacia atrás para después tragar con fuerza, el rubio se veía colérico y lo peor de todo es que estaba moreteado.

Negando con la cabeza por la testarudez que presentaba cerro la puerta con llave manualmente y luego se fue a sentar en medio de la salara para poder disfrutar de todo el espectáculo del rubio sin distracciones. Veía como maldecía y pateaba el viento, como se tiraba de los cabellos y se quejaba de sus golpes, como se movía de un lado a otro y miraba todo como si fuera a asesinarlo hasta que su cuerpo ya no dio mas y se desplomo. Fue en ese momento que sin dudar ni tener miedo se acerco gateando al rubio, mostrando su flojera de caminar, y se sentó a su lado enmarcando una sonrisa.

Noto la extrañeza que mostraba en los ojos grises, mas no dijo nada y se acomodo para poder dejar que Draco recostara su cabeza en su regazo para así hacerle, con mucha precaución, rulos en el cabello.

En algún momento de su tranquilidad escucho un ‘no te vallas a excitar Potter’ haciendo que soltara una risa suave y divertida antes de poder devolverle el comentario con una sonrisa picara ‘tu padrino ya me provoco, relájate Malfoy’ eso simplemente molesto al rubio y le dio un golpe en el estomago para luego con una sonrisa cerrar los ojos. Así siguieron por un tiempo mas hasta que Harry creyó que el rubio estaba durmiendo plácidamente por lo que soltando un suspiro y sin borrar la sonrisa de la cara saco un frasco de su bolsillo y unas vendas dispuesto a curarlo.

Harry no se encontraba un mago experto en la mediagua, si le llamaba la atención, pero eso no quería decir que fuera lo suficientemente bueno para dejar bien vendada una herida, eso lo había comprobado cuando tuvo que rehacer el vendaje por una cuarta vez hasta que estuvo satisfecho. A pesar de todo ello, Harry seguía creyendo fervientemente que el rubio no aceptaría ayuda y que ahora mas que nunca tenia que tener compañía por lo que a pesar de su ignorancia termino de vendar cada una de las heridas e incluso coloco bien el ungüento “quizás luego se lo diga a Severus, estoy seguro que se sentirá orgulloso de mi” pensó cerrando los ojos y volviendo a acariciar aquel cabello sedoso tal y como lo hacia Narcisa con é. Era una sensación tan placentera y tranquilizadora que de seguro el rubio despertaría con buen humor

 

-necesito que me digas algo Potter- la voz de Draco lo tomo desprevenido – sí, estoy despierto, no lo dudes.

-¿qué quieres que te diga? Sabes que soy un libro abierto – sonriendo por no ser corrido siguió dando las pequeñas caricias

-demasiado abierto – por primera vez en ese momento Draco sonrió con malicia por la cara que puso el azabache, mas este no dijo nada y siguió con lo suyo - ¿qué tipo de relación tienen Remus y Sirius en nuestro tiempo?

-¿Moony y Padfoot? ¿qué van a tener ellos? Eran aman… - Harry abrió con sorpresa los ojos y luego miro al rubio quien volvió a cerrar los ojos con resignación – tiene que haber un error…

-no lo hay, tal como mi padre esta con mi madre, Sirius se quedara con Remus – comento con un suspiro agotado

-pero el te ama, se le nota en los ojos – dijo bajando la vista, no lo podía creer

-no me ama, ahora ama a Remus, pero como no puede tenerlo pues soy una buena distracción –mordiéndose el labio inferior decidió esconder su cara con sus manos, mas no interrumpió las caricias en su cabello, era lo que mas necesitaba ahora– solo soy su puta…

-¡nunca digas eso! – Draco no era de sus mejores amigos, mas en ese corto periodo le agarro gran cariño, por lo que no iba a dejarlo auto lastimarse – eres un hurón insoportable a veces, pero eres un Malfoy, nunca serás una puta.

-ni siquiera alcanzo a ser un Malfoy, entiéndelo Potter, entiéndelo de una vez – dijo mordiéndose con mas fuerza el labio inferior – soy nada

- ¡que no eres nada joder! Todo tiene una explicación yo también dude ser algo de Severus, pero mírame ahora… soy feliz

-porque no sabe que eres hijo de James- comento para bajarlo a la realidad – de esto en realidad nada quedara… caímos por error aquí, no somos de su generación y mucho menos lo seremos en el futuro… es mas te apuesto de que ni siquiera los fundadores saben porque nos mandaron,  matar a Voldemort es algo que nosotros dedujimos

-pero… - la verdad es que no sabia como reaccionar ni responder, lo que decía el rubio tenia bastante valides, aun así era feliz siendo el personaje de adoración de Severus en ese momento– ahh… cambiándote de tema el castillo tiene una biblioteca, quizás tengan libros útiles

-entonces mañana los empezaremos a ver – sin dar mas oportunidad a charla se levanto y acerco a la puerta – cuidado con Severus y Narcisa, pueden ocupar la oclumancia así que no nos delates

-pasado mañana es Navidad Draco…

 

Harry sorprendido y algo cabizbajo por todo lo que acababa de acontecer vio como el cuerpo del rubio desaparecía por la puerta dejándolo completamente solo y algo melancólico. Ni siquiera le respondió a lo ultimo mas no le dio importancia a esas alturas del partido.

Él tenia claro que Severus no lo amaría tan fácil, pero ese ultimo beso que le dio, tan apasionado y lleno de cariño no iba dirigido a Lily, no, claro que no, ese iba para él solito y es por ello que no podía bajar los brazos.

Sintiendo un pequeño rencor contra su padrino por dañar a Draco se levanto y vio nuevamente la cascada. Había sido dificil poder sobrellevar aquel martirio y si le preguntaban pues no quería repetirlo, mas si deseaba vencer a Voldemort tenia que ocupar todo lo que se encontrara a su paso por lo que tragando fuerte se acerco a la cascada y se saco zapatos, calcetines, corbata y camisa. Pensaba sacarse el pantalón, pero la verdad es que seria ilógico si igual iba a quedarse frio por lo que abrazándose a si mismo entro en ese pequeño cuadrado y cerro los ojos quedando sentado esperando a que la cascada volviera a funcionar y lo hizo, a los pocos segundos de su posición el agua helada comenzó a atormentarlo.

El agua estaba tan congelada que su cuerpo comenzó a tiritar y removerse de un lado a otro, tenia que soportarlo mas no sabia como hacerlo “piensa en algo feliz Harry, Minerva dijo que era como tu patrones, piénsalo” se recalco a si mismo una y otra vez intentando borrar la sensación de frio.

Cuando veía que no lo podría conseguir comenzó a sentir un pequeño calorcito que nacía de su interior al recordar como fue que su madre y padre lo abrazaron felizmente en el campo de Quidditch y como era que se había prometido nunca olvidarlo, básicamente eso fue lo único que basto para que una sonrisa apareciera en su boca y luego, de a poco su cuerpo comenzaba a tranquilizarse.

Su mente comenzó a vagar de recuerdo en recuerdo sacando lo mejor de si en cada uno de ellos y aunque no había ninguno del futuro mas allá de las sonrisas que había tenido con sus dos mejores amigos pues no se quejaba de nada, porque al fin podía decir que tenía tantos recuerdos, aunque no fueran normales, como un niño con una familia normal.

Sin dejarlo alegar en ningún segundo su mente quedo en un negro absoluto y pudo divisar dos cuerpos al frente suyo, una mujer y un hombre que a pesar de no saber quienes eran le daban confianza para no arrancar.

De ese modo mentalmente se comenzó a acercar a ambos chicos con la intención de reconocerles la cara, mas una muralla invisible no lo dejaba seguir avanzando a lo que los dos seres extraños sonrieron con soberbia y prepotencia sin mover en ningún momento sus manos, al parecer no creían necesario ocupar sus varitas contra él y eso lo enfurecía un poco

 

-aun te falta mucho que aprender Potter – dijo uno de voz masculina haciendo que Harry arrugara el entrecejo, lo odiaba

-no creas que estas pruebas son tan fáciles de llevar, solo tienes un peldaño subido, pero solo… solo no lo podrás lograr nunca – la de voz mas fémina negó con la cabeza y cerro sus ojos o eso creyó Harry- estas perdido

- entonces ayúdenme a encontrar el camino – golpeando la muralla comenzando a sentirse algo asfixiado, en eso se dio cuenta que el agua estaba subiendo y ya le tenía cubierto todo el cuerpo hasta el mentón – ¡¿pero que demonios?!

-no es nuestro trabajo guiarte, tampoco el darte un camino fácil, tendrás que trabajar por ello… si sobrevives

 

Asustado a mas  no poder Harry comenzó a patalear para poder subir a la superficie, pero aun así el agua cubrió su boca y nariz por lo que no le quedaba nada de vida según él. No quería morir aun, no sabiendo que aun podía conseguir a Severus a pesar de que en el futuro le repudiara por lo que cerro los ojos con fuerza y sin darse cuenta de en que momento fue, una mano lo agarro del brazo y tiro con fuerza haciendo que sintiera un tirón en todo su cuerpo agarrotado.

Al abrir los ojos noto como el lugar había cambiado por la sala de clases en la que se encontraban las cascadas y ahora en vez de estar envuelto por una fría cascada de agua se encontraba cálidamente reconfortado por unos brazos y cuerpo que apreciaba mucho.

Fue Severus quien lo saco de ese principio de hipotermia y ahora lo estaba abrazando para transmitirle el calor suficiente “eres demasiado helado Severus” pensó con diversión mientras se acurrucaba cual cachorro en el cuerpo ajeno mientras escuchaba un leve gruñido por parte del azabache que no lo dejaba de abrazar.

Harry no entendía que era lo que estaba haciendo en ese lugar, mas lo agradecía enormemente ya que pronto su cuerpo dejaba de estar helado para dar paso a una pequeña calidez que si bien no era tan grande como la que sintió en sus recuerdos si podía decir que esta era agradable, a demás estaba en los brazos de Severus así que no se quejaba para nada. Sin pensar en nada, cerro los ojos y se apego mucho mas a su cuerpo.

El tiempo paso lentamente, cosa que Harry no paraba de agradecer a cada segundo, aun así tuvo que separarse y darse cuenta que el azabache marcaba un ceño fruncido en su gesto, mas no demostraba verdadero enojo, sino que era preocupación “jejeje creo que estoy empezando a saber como leer tus gestos” pensó divertido y con autosuficiencia para luego ver como era que mostraba su varita y de un movimiento dejaba aparecer dos toallas, una se la paso a Harry para que se sacara mientras que la otra se la quedaba el ojinegro con la intención de secarle el cabello al menor. A pesar de que no hablaban Harry podría decir que estaba mas que feliz, el obrar bien durante esos 15 años le sirvieron demasiado.

Sin pensarlo mas y no queriendo molestar al mayor por su aprovechamiento se seco las piernas junto a los pantalones esperando que no estuvieran tan fríos, aunque era imposible por lo que empezó a secarse el torso, no podía negar que sentía vergüenza, pero la vergüenza la sentía recién ahora que podía estar consciente de su cuerpo desnudo.

 

-no deberías hacer algo tan estúpido como practicar solo – comento el ojinegro sin preocupación alguna mientras seguía secándole el cabello – pudiste desmayarte

-de hecho… creo que estuve a punto de desmayarme si tu no llegabas Severus –dijo con una sonrisa nerviosa al recordar su “sueño” – pero como siempre, llegas a salvarme

-cállate mocoso – molesto seco con mas fuerza haciendo que el menor se quejara

-¿tanto me odias? – poniendo una cara de perrito abandonado tomo las manos del mayor para que se detuviera y se giro a verlo – yo no te dejare de seguir, por mucho que todos me digan que soy tu perro o que eres mala persona… pero ¿no puedo hacer nada para que no me odies?

-¿por qué? ¿por qué te intereso tanto teniendo a ese estúpido de James, incluso tienes a Narcisa, Lucius y a Lily  de  tu lado? –pregunto algo aproblemado mirando directamente a esos ojos verdes, aun no comprendía al menor

-porque Severus es quien me interesa ayer, hoy y mañana puede que los demás sean geniales, pero tu tienes algo especial y único a lo cual nunca podre decirle que no – dijo con un leve sonrojo bajando su vista – supongo que soy mas idiota de lo que sueles decir

-eres el idiota mas grande del mundo – ganándose un golpe en el pecho por parte del menor sonrió y sin previo aviso le beso en los labios notando como los ojos se abrían de par en par

-Lily tendría un gran partido contigo – dijo sonriendo con melancolía queriendo ponerse la camisa, mas las manos del mayor lo detuvieron

-¿por qué siempre sacas a Lily en todo? ¿Lily esto, Lily aquello? – molesto dejo ver al menor sus sentimientos, pero no quedo satisfecho con ello por lo que giro al menor por completo dejándolo cara a cara y se acerco tanto que choco su frente con la ajena- ¿tanto me quieres ver emparentado con ella a pesar de que te estoy escogiendo a ti?

-ah… - las palabras lo tomaron por sorpresa, no sabia que responder y por un momento le iba a abrazar y a besar de la felicidad, mas recordó los incontables momentos en que su madre le hizo falta, en los que todos recordaban con amor a sus padres y comprendió que no quería arrebatarle a nadie ese sentimiento de pertenencia, el todavía no nacía así que no había problema, además sabia que en el futuro Severus lo odiaría por ser el quien viviera y no Lily – si… deseo que estés con ella Severus

 

vio con tristeza la manera en que su amado lo miraba sorprendido y abría los ojos para querer protestar, para querer decirle que estaba diciendo estupideces, mas no lo dejo en ningún momento por que le puso las manos sobre la boca con delicadeza y luego se acerco para poder depositar un beso en la mejilla, con eso quería decirle que siempre lo amaría y que deseaba su felicidad eterna. Así debían ser las cosas y él tenia que ser lo suficientemente fuerte para poder soportar todo ese asunto, mas al parecer no estaba dicho todo por parte de Severus quien con el característico ceño fruncido lo tomo de las manos y se acerco al cuello para poder darle un beso-mordida. No sabia muy bien que era porque en un momento lo disfruto y en otro momento solo pudo soltar un quejido por lo doloroso que resultaba, al parecer el mayor aun no sabia hacer chupetones como correspondían, pero el propósito quedaba explicito.

 

-esta bien, desde mañana Lily y yo pasaremos a estar en pareja o algo por el estilo – manteniendo un pequeño nerviosismos  Severus le dio una ultima mirada al menor en su cuello y se paró – pero que recuerdes tu lo has decidido

 

Quiso responderle algo, quería alegarle por el hecho de que le había dejado una marca en su cuello, mas las palabras no salían de su boca en ningún momento y eso le produjo mas vergüenza de lo que se podía imaginar por lo que llevo una de las manos a su cuello y  se acaricio la marca. No sabia si sentirse feliz o triste “somos los únicos en este castillo… creo que por descarte todos sabrán  quien me a hecho esto” pensó con mucho mas nerviosismo para luego terminar de vestirse, tenia que salir de ese lugar ahora mismo y olvidar todo lo ocurrido.

Mientras caminaba por los pasillos no podía evitar tocarse el cuello y sonrojarse  ante el recuerdo, no podía negar que le dolía un poco aun, por como lo había hecho, pero a la vez se sentía feliz de haber sido el primero que Severus había marcado en su vida “definitivo, soy un maldito masoquista, soy un masoquista” pensaba riéndose leve sin ya prestar atención a nada ¿qué importaba si los demás lo molestaban? ¿si le decían una y otra vez que el hombre era malo? Esa inocencia que mostraba y solo Harry podía comprender le bastaba para amarlo mas que cualquier otra cosa en el mundo y la verdad es que nunca se arrepentiría de amarlo en su vida. Ya era un hecho y hasta el fin de los tiempos sentiría lo mismo por el hombre.

Sin darse cuenta sus pasos lo llevaron a chocar contra una puerta que recién se abría y en ese momento maldijo a todo lo que conocía en su vida, amaba sentirse enamorado mas sabia que por culpa de aquello pudo romperse su nariz por lo que sobándosela asomo su cara y se encontró con un Sirius confundido por chocar contra él. Solo en ese momento se dio cuenta de que había llegado a su cuarto “increíble, ni se cuanto camine” pensó moviendo su mano  para que se apartara y poder entrar.

Adentro se dio cuenta que el mayor entro con él y ahora ambos se encontraban en un silencio algo incomodo, cosa extraña para Harry quien estaba acostumbrando a escuchar conversación tras conversación de Sirius  “ahora no Harry, estas molesto con él… la ley del hielo, la ley del hielo” pensó mirándolo con los ojos entrecerrados a ver si daba alguna señal de preocupación o estupidez, mas solo pudo obtener una imagen de un ser completamente confundido y aproblemado “si te estas pensando lo que pasa con Draco” pensó con una sonrisa nuevamente en su cara, si el hombre lo pensaba no tenia porque estar metiéndose en problemas ajenos, después de todo el rubio había demostrado ser autosuficiente y nunca evadía un problema, además que si tenia algún problema el oji verde estaba seguro que recurrirían a su persona para poder tener ayuda.

Tomando la decisión de ya no pensar en cosas que podrían hacerlo infeliz decidió revisar sus ropas que no eran mas que dos pares de uniformes y tomo uno para así poder ir a bañarse con agua caliente, si que necesitaba un poco de una tranquilizante ducha en donde podía aclararse

 

pudiste tenerlo a tu lado, pero aun así lo dejaste ir, el te demostró sus sentimientos” – el pensamiento que no quería dejar escapar de su cabeza lo ataco sin previo aviso

- él estará mejor con Lily, yo no necesito nacer y aun así todo estará bien, además si yo no estoy y fallamos estoy seguro que Neville junto a Lily y Severus sabrán arreglar las cosas – comento con una pequeña sonrisa en sus labios mientras se lavaba el cabello – las cosas estarán mejor así, yo se porque vine

-“¿aun cuando quieres que te vuelva a marcar? el te ama y tu lo amas, lo sabes y aun así lo obligas a estar con otra persona”

-Severus nunca a estado obligado a estar con alguna persona en su vida, el puede hacer muchas cosas por si solo – soltando un bufido enjabonó su cuerpo – sino recuerda como me marco el cuello

-“no siempre te estará esperando”

-¡que ya lo se por Merlín! Se lo que debo hacer ahora déjame o si no yo… ¡auch! – por andar de alterado le entro un poco de lavasa en el ojo así que lo  comenzó a refregar con fuerza

-¿Harry estas bien? – Sirius preocupado toco la puerta

-si, no te preocupes Sirius, todo esta bien – sonriendo suave a pesar de que no lo veían decidió terminar de bañarse –no me hables mas

 

se sentía un poco estúpido de hablar con su conciencia, mas decidió dejarlo de lado para poder vestirse nuevamente y salir del cuarto del baño mientras secaba sus cabellos con una toalla notando que Sirius miraba con el seño fruncido un pergamino “el mapa del merodeador” pensó con sorpresa. Se supone que era Draco quien tenia ese mapa, la capa la habían devuelta sin que sospecharan para nada, pero el mapa no para que nadie supiera donde estaban.

Ante el solo hecho de que Draco lo había devuelto y Sirius sabía cada uno de sus pasos lo hizo tragar con fuerza y acercarse lentamente hasta quedar en la espalda de este y mirar mas detenidamente. Ya no había duda alguna, ese era el mapa que ellos mismos se suponía que tenían por lo que soltó un quejido y llamo la atención de Sirius, por un momento pensó en que este le iba a preguntar que era lo que pasaba, mas la mano del chico lo atrajo y lo boto al suelo quedando debajo de canuto “esto no augura nada bueno” fue lo único que pudo pensar en ese momento.

Harry no le tenia miedo a Sirius, sabia que este amaba a Draco, mas se sentía un poco nervioso al tenerlo encima suyo con una miraba que no demostraba juego alguno. Eso lo hacia pensar que no estaba muy bien de la cabeza y pues que tenia que salir de ese encierro si no quería problemas. Luchando un poco se dio cuenta de que la fuerza del mayor era por mucho, mas elevada que la de él así que trago fuerte y le miro a los ojos suplicante mientras que una de las manos del mayor destapaba el cuello ajeno y dejaba ver la marca de los dientes que tenia.

 

-fue Quejicus ¿cierto? – con un semblante de que estaba dispuesto a matar no dejo de mirarlo a los ojos mientras fruncía el ceño – Respóndeme Harry

-¿qué importa si fue Severus o no? Tu tienes a Draco – dijo casi tiritando y sonrojado por pensar en la escena, aunque algo en su mente le decía que pensara mejor en que debía escapar

- ese maldito llorón hijo de puta – arrugando mas el entrecejo apretó con fuerza el agarre que tenia contra las dos manos del menor - ¿qué es lo que ven todos en ese idiota

-¿Vemos? ¿quiénes vemos Sirius?

-Lily, Remus, Lucius, Tu y por sobretodo Draco, ¡porque Draco se enoja conmigo y corre a sus brazos!

-… - maldiciendo a Draco negó un par de veces con la cabeza – no están juntos si es lo que piensas, Draco no tiene nada con Sev, ellos solo…

-¿Sev? Que asqueroso – dijo mas que molesto para luego con su mano libre alzar el mapa del merodeador - ¿puedes explicarme porque están tan juntos esos dos?

-eso es… eso es que… amm… Sirius córrete por favor – sabia que Draco no se metería por nada del mundo con Severus, pero el nerviosismo, la presión y la tristeza de que quizás mañana estuviera con Lily lo hacia olvidarse de la razón del porque nunca Draco estaría con Severus- Debe haber una explicación…

-ese maldito me a robado lo que mas me a interesado en la vida… ahora yo le quitare todo lo que tiene, partiendo por su juguete personal

 

Con ojos casi descolocados miro a Harry quien ya no podía pensar bien y ni siquiera tenia fuerzas para negarse a lo que se venia, estaba confundido mas los labios lo tocaron de igual manera y pronto se sintió ahogado de sentir como era que Sirius le besaba.

Nunca había besado a otra persona, es mas el primer beso que tuvo con Cho no era algo que gozara de recordar, ni siquiera sabia quien era esa chica “no me gusta, Severus, no me gusta” pensaba intentando liberarse, pero no podía, sus manos no respondían. Lo único que podía hacer y se sentía orgulloso de ello es que su boca no cedía, no la abriría para nadie mas que para Severus o eso había pensado en cuanto no pudo negarse mas y a la fuerza su boca cedió dejándolo completamente molesto  de que todo cambiara en un abrir y cerrar de ojos. El sentimiento de asco creció en su interior ante cada movimiento que osaba hacer la lengua ajena, pero no podía hacer nada para separarlo. Su ultimo beso con Severus había sido borrado rápidamente ese día. 

Notas finales:

aqui finalizamos

espero que les haya gustado, el proximo capitulo ya tenemos navidad asi que espero la disfruten porque se vienen algunas felicidades.

en otros terminos les digo que sigo en pruebas, pero aun asi me esforzare por actualizar pronto

ya sin mas uqe decir espero sus comentarios, criticas y peticiones. siempre es bien recibido los comentarios. obviamente agradezco cada uno de los comentarios.

un abrazo, un beso y espero que tengan una buena semana.

bye bye

Zack Engel


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