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enmendando lo que creemos incorrecto por Zack Engel

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Notas del capitulo: hola!

todo un día intentando subir un capitulo y nada que me deja, es una joda de verdad, pero no importa ya lo logre así que espero que les guste, lamento mucho el no haber subido la semana pasada, pero tenia muchas cosas que hacer y todo fue caos y desesperación... sin mas que decir las dejo disfrutar el cap~
“es difícil vivir cuando tu padre te odia, es difícil vivir cuando tu madre no te quiere… pero es mas difícil vivir cuando no tienes a nadie a tu lado… padrino ahora te entiendo perfectamente” Draco se dio la vuelta en la cama y espero poder dormir, la noche se lo imploraba con su tenue luz acariciando su sedosa piel, mas no podía porque aun recordaba el golpe que le había dado su padre, aun recordaba el reto que Mcgonagall le dio por atacar a un compañero y aun recordaba la cara de odio de todos sus compañeros “padrino…” nuevamente Draco intentaba llamar a ese ser que no respondía a su petición por que ya no lo recordaba, porque no era su tiempo, porque estaba completamente solo.
Escondiendo su cara en la almohada lloro en silencio un tiempo, necesitaba los cálidos brazos de alguien, pero ya no podía llamar a nadie porque nadie le respondería. Todo se había vuelto como siempre había sido, soledad y oscuridad absoluta, pero tampoco era que se quejara demasiado, no podía hacerlo porque como bien decían todos los Slytherin de sangre pura “si no hay sentimiento no hay dolor y si no hay dolor hay poder”, pero eso era un gran error porque aun no sintiendo nada el dolor sigue ahí.

Un niño de 6 años miraba a través de la ventana con un semblante aburrido, quería correr y saltar como lo hacían todos los niños que estaban mas allá del limite de su mansión.
Como hijo de la familia Malfoy y primogénito no tenia derecho a jugar y ensuciar su ropa, por lo que el chico siempre andaba de malcriado pidiendo juguetes caros o banalidades que realmente no le llamaban la atención, pero le servían para tener la atención de sus padres al menos unos segundos al día. El chico sonrió cansado, su único método de que dejaran de pelear era pedirles juguetes que los mantuvieran alejados.
Ese día no era la excepción, le había pedido a su madre una escoba para principiantes que vio por la televisión, no era que le gustara el hecho de arriesgar su vida, pero si podía volar, podría ser libre de las ataduras de lo que quieren los Malfoy.
-Draco amor, no puede ser hoy tenemos reunión – dijo con un semblante triste su madre, evidentemente ya cansad- mañana iremos los dos a comprarlo
-pero yo lo quiero ahora
-Draco hoy no
-¡pero mamá! –grito haciendo una pequeña pataleta, el quería su libertad ahora, pero nadie quería darsela
-¡Draco te he dicho que no! – termino por gritarle completamente enojada, siempre lidiando con problemas ya no podía soportar a ese niño
el menor se quedo en silencio mirando a su madre por unos instantes e iba a empezar con sus lagrimas y estrepitosos gritos cuando sintió unos fuertes brazos rodear su cuerpo y posteriormente fue alzado haciendo que se giraría y sonriera al instante, su padrino Severus había venido a visitarlo, su salvador estaba sosteniéndolo en brazos.
-Draco no deberías desesperar a tu madre, un niño de tu estatus puede aguanta hoy ¿no? – pregunto el hombre enmarcando una sonrisa para luego saludar a la avergonzada mujer – buenos días Narcisa
-no se que buenos tiene este día – dijo con un bufido para luego salir sin siquiera ver a los dos chicos – Severus te lo encargo
-no te preocupes… - dijo a los dos, Narcisa andaba nerviosa por la visita de Voldemort y Draco ya quería llorar por como su madre se fue sin darle un beso, odiaba que hiciera eso, odiaba sentirse que no era querido – Draco ¿quieres acompañarme y ser mi asistente en las pociones?
-si…
-no deberías desanimarte… tu madre te ama y mucho, es solo que son tiempos difíciles
-siempre lo son tío
-y serán aun peores, tienes que ser fuerte, debes ser el apoyo de esta familia
Sin mas palabras el hombre comenzó a caminar directo al tercer piso en donde entro a una sala oscura y fría, mas era el santuario de los dos hombres que estaban en ese lugar pues las pociones hacia que el momento mágico comenzara realmente y Draco podía sentir que esa magia hacia que el amor lo rozara y tocara con ternura. Era su momento mágico.
Pasaron unas horas haciendo pociones simples, a pesar de todo el rubio podía desarrollarse muy bien y Severus estaba seguro que podría ser un buen pocionista sino fuera porque tuviera que pertenecer a esa familia.
De un momento a otro la puerta se abrió estrepitosamente, un hombre calvo y sin nariz entraba en la habitación anunciando que toda felicidad quedaba atrás en un segundo. Este tenia una sonrisa morbosa en su semblante y no dejaba de ver a un asustado niño que se abrazaba y apegaba mas al cuerpo del pocionista mas conocido en el mundo mágico.
-valla valla… pero que tenemos aquí, el primogénito de la familia Malfoy – hablo el hombre con una voz grave y rasposa- y yo que pensaba aun no nacía
-por favor mi lord… el aun tiene 6 años, déjeme a mi cumplir cualquier misión – hablo Lucius arrodillándose frente al hombre, era la primera vez que el menor veía a su padre en estado tan denigrante – seré por siempre su mas fiel mortifago
-pero Lucius tu no puedes entrar ahí como lo hará…¿cómo te llamabas? A si… Draco – dijo el hombre moviendo con su pierna descalza al hombre de su camino para poder seguir avanzando hasta tomar al chico de un brazo- el será un buen discípulo
-¡no!... por favor mi Lord… Draco no sabe nada de esto – dijo la mujer corriendo para tomar a su hijo, mas dos mortíferos la tomaron de los brazos reteniéndola al igual que a su padre
-podrás llegar a ser un buen discípulo… te enseñare a matar, a ser uno de los magos mas poderosos – su sonrisa aumento en magnitud deformando por completo su cara para luego acariciar la piel del menor – carne fresca~
-my Lord, creo que a pesar de ver que es una buena idea, utilizar al chico no será uno de los mejores utensilios para acercarse a Dumbledore, el chico será descubierto y todo su plan será desarmado por culpa del mocoso- vio la cara de asombro de sus dos amigos e incluso del asesino mas nombrado- puedo ser impertinente, pero ofrezco mi servicios para servirle de espía… si le pido el puesto de profesor de pociones estoy seguro que me lo dará… así usted siempre será informado de todo lo que ocurre, no tendré restricciones a nada
Draco por su parte miraba todo asustado sin entender nada de todo ello, mas fue soltado en los brazos de su padrino que mantenía un semblante melancólico para luego ver como sus padres salían junto a los otros hombres que habían entrado. Los tres adultos mas importantes de su vida tenían la misma expresión en los ojos y un pensamiento se coló por su mente “si tan solo no hubieras nacido” si, eso era lo que Draco pudo leer en cada uno de sus adultos. Su escoba nunca la utilizaría ya.

De un momento a otro todo aquello se borro para volverse en una oscuridad absoluta. Sintió como unos brazos lo camorreaban, quería despertar también, pero sus ojos no abrían. Escuchaba su nombre a lo lejos, mas tampoco pudo reaccionar hasta pasado unos minutos cuando vio a alguien sobre suyo con el semblante serio. Sus ojos no los distinguía muy bien, pero aquel cabello negro y algo largo, no demasiado y su piel era blanca le decían que había vuelto a la realidad al fin.
Por un momento creyó que se trataba de su padrino hasta que lo escucho hablar y se dio cuenta que en realidad se trataba de Sirius Black intentando despertarlo. No supo por cuanto tiempo lo estuvo haciendo pero pronto empezó a sentir dolor en su cuello, quizás por el camorreo, así que decidido movió su cuerpo débilmente con la única intención de que dejara de moverlo y lo consiguió, mas no esperaba el que después de eso lo abrazaran fuertemente como si su vida dependiera de aquello “se siente cálido… no entiendo porque este hombre es tan cálido”
-no debes llorar… ya termino la pesadilla – hablo el chico recostado sobre su cuerpo
-yo no… - instintivamente llevo una mano a sus mejillas y sintió como las húmedas lagrimas caían suavemente – yo no… sabia… yo…
-todos tenemos problemas Draco – susurro el hombre con una tranquilidad enorme poca característica de él- dije que volvería a odiarte por golpear e insultar a mi mejor amigo… pero me dividiste, así que tendrás que hacerte responsable
-¿dividirte? – pregunto confundido mas pronto se sonrojo al sentir la lengua del mayor quitando sus lagrimas – yo no hice nada… eres tu el que funciona con la parte de abajo y no piensa nada… típico de un Gryffindor
-oh y lo vuelves a hacer –dijo con una suave risita mas la callo cuando escucho el quejido de su amigo James por el ruido- ahora que se que estas bien te dejo
-Sirius… solo por hoy…
-aceptaría pero te haría gemir muy fuerte, todos despertarían y nos quitarían puntos –dijo casi despreocupado dándole un beso en los labios- quizás mañana des…
-no es eso idiota – sonrojado a mas no poder le dio un golpe en las costillas, suave obviamente, y luego volvió a abrazarse al hombre, aunque esta vez el quedo sobre el mayor – solo un poco de calor… quiero compañía nada mas
Sin ninguna palabra mas, solo un quejido divertido del pelinegro ambos se acomodaron en la cama y volvieron a dormir, pero esta vez fue mucho mas distinto que el sueño tormentoso de Draco, sino que esta vez el rubio por fin pudo conocer lo que era volar en una nube después de tantos años.
A la mañana siguiente Draco despertó refregándose los ojos. Vio al frente encontrándose con la sonrisa pervertida del pelinegro, ni siquiera tuvo tiempo de decir algo porque ya los labios ajenos lo estaban apresando. No podía quejarse ya que después de todo seguía sintiéndose como si estuviera en las nubes con el hombre mas increíble, después de su padrino, así que solo se acomodo en la cama y continuo con el beso cerrando los ojos.
Sin pensar en la hora Draco abrió instintivamente su boca y dejo que aquel beso se hiciera mas profundo, pero solo duro unos cuantos segundos porque tan pronto como escucharon voces ambos se separaron y Sirius se escabullo por debajo de las camas para asustar a su mejor amigo cosa que le funciono, con unos percances claro, porque recibió una patada en la cara haciendo que todos, incluso Draco, se rieran del pelinegro y las estupideces que hacía.
En la comida no paso nado, todos seguían como siempre mas el rubio sentía la intensa mirada de su padre sobre su nuca, como también sentía el inmenso odio que el mismo hombre le otorgaba sin piedad alguna.
Ese día no tenia clases con Slytherin así que no vio a Harry hasta el final del día, era una obligación encontrarlo en la biblioteca para poder seguir averiguando sobre un método que les sirviera viajar en el tiempo y así volver a su presente. Aunque ya a estas alturas del partido, en donde un mes se paso volando, los estaban dejando sin esperanzas y sin ánimos de seguir.
El heredero de los Malfoy suspiro y siguió leyendo sin darse por vencido, realmente quería encontrar esa poción mas nada le serbia “de seguro Severus aun no lo inventa” pensó desganado para luego acomodarse con la intención de dormir. Había tenido una mala noche y necesitaba recomponer energías si se quería mantener bien como siempre
-no encontré nada… esto es una mierda no encontraremos nada aquí - dijo un molesto moreno mirando a todas partes –oye hurón despierta – dijo enojado pateando la silla – tenemos que encontrar esto
-¿para que? Ni siquiera sabemos el sello de la magia… ¡esta fuera de nuestro alcance!- se quejo tumbando nuevamente la mitad superior de su cuerpo en la mesa
-¡tenemos que volver! Seguiremos cambiando el pasado con solo ver a nuestros padres y… si no volvemos Voldemort se apoderara de todo el futuro
-mira estúpido Potter ¡ya desaparecimos! Hemos estado un mes interviniendo y nada nos da indicio de que podamos salir de aquí – espetó molesto el chico mientras se paraba para increpar a su “amigo”
-en el santuario del saber no se pelea ni se grita… la respuesta esta frente ustedes, pero su osadía y ceguera no los deja ver
Ambos chicos quedaron pasmados al ver a la mujer que estaba frente suyo, sabían que existían fantasmas y que estos merodeaban por todo el lugar sin siquiera pedir permiso, pero nunca habían visto en persona a Rowena Ravenclaw sin que un mismo Ravenclaw estuviera a su lado, era sabido que ella solo se presentaba si la persona tenia la intención de adquirir conocimiento por el simple deseo de aquello.
Los dos casi temblorosos se volvieron a ver para luego fijar su vista en la mujer que seguía observándoles tranquilamente, era claro que quería decirles algo, pero no se lo sacarían callados por lo que se pusieron frente a ella sin tener ya como separación la mesa para luego hacer una reverencia digna de una mujer de su educación.
Rowena les sonrió con elegancia e hizo una reverencia también como saludo, pero mucho mas corta. Finalizada esta se acerco a los chicos quienes estando deseosos de conocimiento no se daban cuenta de la respuesta, pero era obvio porque los muchachos aun no estaban listos para adquirirlos.
-“una inteligencia sin limites es el mayor regalo de los hombres” susurro entremedio de las orejas de los menores para luego desaparecer poco a poco.
Ninguno de los dos entendió a que iba eso, pero sabían que no resolverían nada ese día, prácticamente les habían dicho ‘viven preocupados de saber poco así que no los ayudare mequetrefes’ así que guardaron los libros y decidieron que era tiempo de ir a cenar, por separados obviamente.
Harry soltó un suspiro y siguió caminando mientras veía por las ventanas de los pasillos en busca de algo entretenido, mas la única escena con la que se encontró fue nefasta a sus ojos, no dudaba en que aquel chico ahora era alguien feliz, se notaba en sus ojos, pero también sentía cierta envidia de que su madre pudiera tener una cercanía de tal manera y que incluso sacara hermosas sonrisas del mismo “si fuera yo, ya hubiera recibido un golpe… o peor… hubiera sido abandonado” pensó soltando un suspiro, no era su decisión y si tenia que vivir aquel sufrimiento para que ellos fueran felices pues entonces se haría a un lado.
Con el corazón medianamente roto siguió caminando, mas no se dirigió al gran comedor, no quería conocer de esa nueva relación y ver como los demás presumían de ellos mientras Severus se ponía rojo “hmp… ahora es Severus… no te hagas falsas ilusiones Potter, tu nunca tendrás cercanía a el como todos los demás” esa voz molesta volvía a atacarlo y lo peor de todo es que tenia razón.
Escapando de los obstáculos Harry se dirigió a aquel lugar secreto que tenia con el azabache, era un buen lugar para escapar y estaba seguro que podría lograr permanecer en paz en ese sitio mágico.
Haciendo una reverencia al lugar mismo sonrió plácidamente y camino rítmicamente a la mesita que solía ocupar con el mayor para tomar el libro de pociones avanzadas. La teoría era fácil si le preguntabas, pero la practica era totalmente distinta a pesar que dijeran que revolver con delicadeza y ritmo era algo sumamente difícil.
-¡soy idiota ya! Gryffindor de corazón así que no pidáis que revuelva como una serpiente – dijo divertido leyendo las instrucciones, en ese lugar estando solo podía ser como quisiera, incluso auto engañarse de que nada pasaba- la paciencia no es lo nuestro, la tracción tampoco, rojos de valor, vamos cantando esta canción
pasados unos minutos su animo disminuyo considerablemente por lo que cerro el libro con fuerza y parándose nuevamente se dirigió a observar las estatuas dispuestas en el lugar.
-hermosas… sois hermosas – susurro sonriendo ampliamente
con extrema curiosidad se acerco a Salazar Slytherin notando que había una inscripción tapada por polvo y maleza. Intento quitarla, pero no podía hacerlo cosa que le extraño por unos segundos hasta que recordó “todo aquí se basa en la magia Harry”
-hmm… quizás… muéstrame tus secretos Salazar Slytherin – pidió en parsel solo para recibir un golpe proveniente de la estatua que ahora lo miraba con severidad
-inteligente… usar parsel te hace merecer conocer mis secretos- hablo moviendo su mano para que su serpiente pudiera moverse libremente- pero no por ello te los daré
- entonces.. ¿cómo lograre hacerlo? Necesito saberlo-dijo mirándolo retadoramente
-tu sangre… demuestra ser hijo de mi casa con tu sangre pura, solo un mago completo puede acceder a mis mas oscuros secretos – sonriendo como todo Slytherin movió su mano y a los pies apareció una copa de oro – intercambia tu sangre por conocimiento muchacho y serás poderoso
Harry quedo pasmado, aun le dolía su mejilla por recibir aquel golpe de la estatua y lo peor de todo es que no se podía quejar porque sentía que esa serpiente de piedra lo mordería “no podría explicárselo a Madame Pomfrey…” pensó desviando la mirada y sintió la risa irónica de Salazar, aunque fuera un pedazo de mármol sabía muy bien los pensamientos del menor frente suyo.
Automáticamente lo miró y vio como volvía a su posición junto con la serpiente para quedar completamente inmóvil aunque la copa de oro seguía estando a los pies.
Soltó un suspiro y se levanto sobando su mejilla con tranquilidad, tendría que pedirle la sangre a un Slytherin y no podría ser Severus porque sino el chico empezaría a cuestionarlo.
Sin mas Harry paso a ver a Gryffindor viendo que las letras solo estaban desordenadas, aquello le extraño por lo que iba a acercar su mano cuando los pasos de otras dos personas se escucharon en el lugar haciendo que el menor dejara lo que hacia para ver a los recién llegados, Lily y Severus lo estaban mirando con un gran gesto de curiosidad.
-Harry, no te vi en el gran comedor, pensé que te había pasado algo – empezó ella con una sonrisa tierna acercándose al chico
-Narcisa quiere hablar contigo, estaba preocupada – el chico mucho mas reacio a mirarlo se fue a sentar observando los libros – estabas estudiando…
-¿eh? Diablos le prometí a Narcisa comer con ella – dijo exaltado para poder correr en busca de la mujer, pero los brazos de su madre lo detuvieron
- ¿estabas estudiando pociones Harry?
-si… - aun no podía mantener la vista a su madre por lo que bajo la mirada un poco y se sonrojo muy suave – me falta aprender un poco… no soy tan bueno
-te corrijo, no eres bueno
-¡Severus!
-dios Lily no puedes decir que esa cosa puede ser buena en pociones
-¡aun así! Es ofensivo y ¡no le digas cosa!
-es mi alumno
-¡Severus!
En medio de esa pelea el oji verde noto como la chica lo soltaba para ir a pelear con su amigo, mas los dos mostraban una sonrisa en los labios demostrando que solo era un juego que disfrutaban tener, un juego en donde Harry no participaba mas que como un utensilio para comer.
No lo podía negar, Harry se sentía completamente anexo a esta situación y lo peor de todo que su corazón aun latía con tranquilidad “¿será por la magia del lugar?” se pregunto a modo de escape mirando las figuras de mármol que aun permanecían intactas. El chico volvió su vista al dúo que conversaba animadamente y soltó un suspiro, “la teoría es mas fácil que la practica… lo mismo va para el corazón” pensó retrocediendo unos pasos para poder irse, pero Lily le insistió en que tenían que hablar un momento los tres juntos.
Harry quiso negarse, de verdad lo quiso, pero no pudo hacerlo ante aquella mirada angelical llena de ansias de aventuras del momento, por lo que accedió y al poco rato se enfrasco de las buenas aventuras que su madre y el azabache tenían en las vacaciones. Le resultaba increíble, pero aquella había sido la única forma de conocer una parte del amor de su vida.
Cuando la conversación termino solo en monosílabos y luego en un silencio incomodo la chica se excuso de tener que irse, a lo cual ambos chicos se levantaron para salir también. Severus la llevaría a la casa de los Gryffindor y Harry inventaría una excusa en el camino para poder dejar el lugar y volver a su tranquila soledad.
Sabiendo las consecuencias de aquella sala Harry salió sintiéndose intranquilo nuevamente, su corazón volvía a agitarse y su magia oscilaba entre lo estable y el caos total, no podía culparla después de todo se había estado aguantando mucho en todo el momento por lo que después de pasar los obstáculos se excuso de sus dos compañeros mayores y salió corriendo hacia el patio estando seguro de que nadie lo siguiera.
Una vez fuera Harry respiro hondo y se recostó en el pasto frente el lago negro recordando una escena que ya bien conocía. Aquello le daba un poco de gracia, mas no tenia pensado hacer una locura como lo había hecho anteriormente ya que se lo había prometido a su madre por sobre todas las cosas.
Cerrando sus ojos el chico pudo sentir el canto del viento susurrarle al oído, muchos podrían decirle afeminado, pero le encantaban esos pequeños placeres de la vida, era la mejor magia muggle para poder contrarrestar el desequilibrio en tiempos de cólera y no se equivocaba porque prontamente comenzó a tranquilizar su corazón para posteriormente calmar su magia.
Sintiendo que el frio ya estaba jugando mucho con su cuerpo se abrazo a si mismo y decidió sentarse en el pasto para ahora pasar a mirar esa bella imagen que le otorgaba el lago “sublime” fue lo primero que cruzo por su mente antes de sentir la presencia de otra persona.
Girándose algo descontento porque sabia que le reducirían puntos por estar ahí se encontró con la imagen paternal de Dumbledore que no dejaba de mirarlo con una sonrisa en la cara a lo cual Harry no dudo en devolvérsela con completa honestidad, el hombre se merecía su cariño y mucho mas.
-Harry… el frio esta calando tus huesos, pero aun así sigues aquí – hablo el hombre sentándose a su lado como si fuera un niño de su edad - ¿algo atormenta tu cabeza?
-profesor Dumbledore yo… - bajando la mirada busco las palabras correctas antes de volver a hablar- creo que me gusta sentir esta especie de dolor… me hace sentir como en… hmm… casa
-extraña casa tienes pequeño
-ni se imagina – susurro ensombreciendo su rostro –lo peor de todo es que esos recuerdos dolorosos los tengo presentes muy adentro de mi mente, de mi cuerpo… mas otros que son mas importantes, no los recuerdo con precisión
-¿otros mas importantes? Harry todos los recuerdos son importantes
-no lo quería decir pero… - abrazando sus rodillas el menor escondió la cara para no ver al hombre- olvide a mi mejor amigo… se que tengo uno pero ya no lo recuerdo, no recuerdo su cara ni tampoco como nos conocimos… se que es importante para mi pero… no lo recuerdo
-valla valla… - el hombre sintió lastima por el chico, mas aun mantenía una sonrisa en el rostro – me temo decirte que a medida que pase el tiempo esos recuerdos se escaparan de tu lado hasta el punto que no los recuerdes en absoluto
-entonces ¿por qué no logro olvidar los malos?
-dime algo Harry, cuando recuerdas un acontecimiento ¿en que te fijas primero? ¿en lo bueno o en lo malo?
-depende del hecho… me he metido en problemas, pero recuerdo con orgullo las cosas buenas
-¿entonces porque dos veces tuviste que desahogar tus frustraciones contra el árbol hasta el punto de arriesgar tu vida? – pregunto completamente calmado
-entiendo… - soltó un suspiro y miro al frente – eso quiere decir que pronto olvidare todo lo que viví aquí
- en toda oscuridad hay luz Harry, solo necesitas tener valor para encontrarla
-gracias profesor…
-te sigo viendo insatisfecho ¿otra cosa que quieras decirme?
-yo solo quiero… hmm… no profesor, nada en lo absoluto – no podía darle mas preocupaciones al hombre que siempre lo ayudaba, tenia que encontrar la solución el solo para demostrar que todo estaba bien
-esta bien, si no hay nada mas que decir – comento viendo al menor unos instantes como si le estuviera dando el ultimo chance para que hablara sobre sus preocupaciones - entremos que se me esta congelando el cuerpo y para un viejo como yo esta situación no es la mejor te diré
con la risa del chico se dio por finalizada la conversación entre los dos hombres, se levantaron y comenzaron a caminar nuevamente al castillo a paso tranquil y casi pausado, nadie los apuraba después de todo. Al llegar los dos se despidieron con una leve inclinación de cabeza y Harry se dirigió a la sala común a paso lento, ahora si tendría que volver a enfrentar a todos.
A medida que se acercaba su corazón comenzaba a saltar con mucha mas fuerza, no sabia como podría llegar a enfrentar a una mujer como Narcisa, tampoco sabia como lo haría con los tres chicos, lo mas seguro es que lo enjuiciarían y criticarían por desaparecer todo el día “no te creas tan importante Harry” pensó con molestia para posarse frente a la muralla
-sangre pura – dijo casi con orgullo
-¡Narcisa que ya estoy bien! – el grito de Lucius sorprendió al menor, quien corrió a ver lo acontecido- no me hizo tanto daño
-tienes un aspecto lamentable Lucius, deberías dejar que te revise – la voz monótona de Severus hizo gruñir al rubio
-no la tomes con Sev, el tiene razón, has mas como él
-¿insinúas algo Black?
-nada que no se sepa, Sev
Harry impresionado vio las miradas de ‘odio’ que se daban Regulus y Severus mientras que en una parte algo cercana, pero libre de todo peligro estaba Lucius sentado en un sillón dejándose limpiar un moretón por Narcisa, quien por cierto no dejaba de sonreír y decir pequeños comentarios irónicos.
El chico trago y a paso lento fue acercándose, no era que quería entrar a esa batalla que se estaba formando, sino mas bien que no le quedaba de otra para poder subir a su cuarto “el todo por el todo” pensó moviéndose sigilosamente, mas no se dio cuenta que frente a su pierna se encontraba un pequeño mueble al cual golpeo e hizo un estrepitoso ruido por romper un vial.
Sonriendo con nerviosismo miro a los dos chicos que se decían cosas mordaces, estos lo miraron por un segundo y siguieron en lo suyo. Paso su vista al grupo de mas atrás y noto que el infierno se estaba empezando a gestar.
Quiso retroceder y escapar, pero ya era demasiado tarde. Narcisa, con gran rapidez y agilidad, lo tomo del cuello de la camisa y comenzó a gritarle un par de cosas que no entendía muy bien, mas si supo comprender la palabra comida y cena, “estoy jodido” pensó desviando la vista, a lo lejos escuchaba la risa maliciosa de Regulus y no le quedaba mas que bufar.
Luego de ese sermón la mujer movió su cuerpo hasta donde estaba Lucius y siguió con su trabajo. Harry ya no le quedaba mas por hacer así que se acerco con cuidado y sentándose al lado de Severus miro directamente a la pareja.
-golpearon a Lucius… esta vez fue en la nariz – anuncio Severus quien volvía a su lectura tranquila
-¿esta vez? – preguntó confundido mirando al azabache, no se había dado cuenta que a pesar de ser u sillón amplio se había apegado mucho al mayor por lo que se sonrojo muy leve
-si, ya le han golpeado otras veces – intervino esta vez Regulus
-¿quién se atrevería a golpearlo?
-buena pregunta Talbot… buena pregunta – dijo Lucius mordiendo su labio inferior y se quejo por la brusquedad de la chica – fue ese chico que llego contigo
- ¡¿Draco!?
-¿te sorprende? Es un Gryffindor, no existe escoria mas desagradable que esa, los únicos que podrían meterse conmigo sin pensar en las consecuencias
-es imposible, Draco nunca te golpearía, no a ti por lo menos
-dice la verdad Harry, no se porque, pero ese lindo y tierno chico lo hizo – comentó Narcisa dejando al fin la nariz de su prometido
-eso es… wow…
Harry bajo la vista unos momentos y se puso a pensar en todo lo sucedido, no sabia que la relación entre esos dos había empeorado tanto, mas debía saber intervenir para que aquello no volviera a pasar nunca mas. Soltando un suspiro, el oji verde dejó de pensar en aquello y decidió seguir con aquella platica de grupo, nadie le pregunto nada, ni tampoco le cuestionaron lo tarde que había llegado por lo que se despreocupo sin darse cuenta que Severus en vez de estar leyendo lo miraba analíticamente. El azabache sabia que ocultaba algo y no dejaría en paz al menor hasta descubrir la verdad.
Notas finales: y aqui llegamos al fin~

espero que les haya gustado y cualquier cosa ya saben pueden decirlo simplemente~ os quiero mucho y bueno tengo mucho enojo por que no me dejaba subir el cap la pagina así que no les quito mas tiempo.... solo que les quiero mucho y que disfruten del resto de la semana, si puedo por compensación de la semana pasada subiré un cap el viernes, bueno solo si quieren así que ustedes dicen...
sin mas que decir me despido... un abrazo y besos

bye bye
Zack Engel~

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