Habían llegado sanos y salvos al Deny´s, ya que nuestros protagonistas por un milagro no habían peleado ni una sola vez, aunque si estaban en un mundo paralelo (en la mente de todos) ya que la distribución en los asientos había quedado Hana entre Ana y Rukawa y por increíble que parezca no estaban peleando, sino comiendo tranquilamente.
Así que en principio sólo conocías a Noma por cartas y de ahí decidiste venir y ¿Cuánto tiempo vas a quedarte Ana chan? – preguntó Ryouta.
Dos semanas – respondió Ana – había querido conocer Japón desde que Noma me platicaba sobre su cultura, costumbres y todo, me parece un maravillo país y estoy encantada de haber venido.
Mientras Ana contaba sobre ella y su país, cierto Zorro, estaba perdido en sus pensamientos – “así que no era amiga de mi torpe, pero si es así por qué se llevan tan bien, por qué se tienen tanta confianza, mejor que se quede con el bigotudo, total, ellos son los amigos” - mientras el Zorro seguía perdido en sus pensamientos, sin percatarse, por unos segundos observo al pelirrojo con una mirada de enamorado a más no poder, que no paso desapercibida por dos personas: Ana y Youhei, la primera viendo una oportunidad para confirmar si el Zorro sentía “algo” por su amigo maquinó un plan que inmediatamente puso en marcha.
Hana kun, recuerda que prometiste pasar a la tienda de dulces antes de que vayamos a casa – dijo Ana con toda intención. En seguida pasaron dos cosas, Rukawa que estaba bebiendo de su soda, escupió todo en la cara de Mitsui ya que estaba frente él, el cual no reaccionó a ser empapado y junto con Ryouta voltearon a ver a Hanamichi con los ojos abiertos como platos preguntando a su vez - ¿CÓMO QUE A CASA? ¿ESTAN VIVIENDO BAJO EL MISMO TECHO?
Rukawa sintió como una furia asesina se apoderaba de su cuerpo y viendo a Hana con una mirada de furia, levantó una ceja, cómo preguntando de qué cuernos hablaba la chica. El pobre pelirrojo no sabía porque esa mirada lo ponía nervioso y sintió algo raro en el pecho, sin embargo siendo tan inocente y despistado, sólo atino a juntar sus deditos y jugar con ellos, mientras contestaba con un susurro – si, está viviendo conmigo – y agrego en un tono más alto queriendo explicar y que no se prestará a malas interpretaciones – pero también está mi mamá.
Rukawa comenzó a tranquilizarse, y Ana queriendo ver su límite de paciencia y sus reacciones agregó – sí, me hospedo con Hana kun, pero cómo no quise incomodar a su mamá ya que trabaja desde muy temprano y llega muy tarde, duermo en el cuarto de Hana kun, ¿verdad? – preguntó poniendo la cara más angelical que pudo. Rukawa se levanto de golpe y tomando al pelirrojo de su playera lo alzó a la altura de su cara para verlo directo a los ojos y preguntó con la voz más afilada y peligrosa que le hayan escuchado - ¿Cómo que está durmiendo en tu cuarto?
Hanamichi que no entendía nada de lo que estaba pasando, volteó a ver a sus amigos, quienes tenían unas caras de poema dignas para una foto, reaccionó soltándose y encarar al pelinegro - ¿QUÉ TE PASA ZORRO APESTOS? No tengo porque dar explicaciones de qué pasa en mi casa, pero no quiero que tengan una idea errónea, si, Ana chan duerme en MI cuarto, pero yo duermo en la sala, ¿pues quién crees que soy? – Y luego cambiando de expresión agregó - no pensé que fueran unos pervertido ustedes tres cómo para pensar en esas cosas – y después de eso se volvió a sentar para seguir comiendo.
Mitsui y Ryouta imitaron al pelirrojo y siguieron comiendo, Rukawa, se quedo un momento de piedra y luego también se sentó y siguió comiendo, mientras en su mente su Zorro interno se daba de topes en la pared, por haber reaccionado de esa forma, había demostrado sus celos, que no pasaron desapercibos para los demás (excepto Hana que pensaba que el Zorro estaba loco) y además había quedado como “pervertido” ante los ojos de su pelirrojo, por lo que en contra de toda lógica (según él) dijo un escueto – lo siento.
Eh – Hanamichi volteo a ver al Zorro como si fuera un marciano, pero inmediatamente recompuso su expresión y dijo – bueno, pero no lo vuelvas a hacer zorro – el mencionado lo vio a los ojos y luego regreso la vista a su plato y siguió comiendo. Los demás comenzaron a intercambiar miradas. Youhei miraba de reojo a Ana la cual dándose cuenta le guiño un ojo y sonrió, Youhei le regreso el giño y la sonrisa, tratando de adivinar cuales eran las intenciones de la chica hacia los “rivales”.
Al terminar de comer, Mitsui y Ryouta se despidieron y tomaron diferentes caminos, el Zorro se debatía entre irse o quedarse y estar un poco más a lado de su adorado tormento, Ana dándose cuenta de esto, se adelantó diciendo – chicos porque no vamos a dar una vuelta al parque donde venden esos helados tan deliciosos, ¿Qué dicen? - los chicos estuvieron de acuerdo y cuando estaban por dar un paso Ana continuo - Rukawa kun ven con nosotros por favor aun no he podido platicar contigo y conocerte.
El Zorro ni lento ni perezoso asintió con un movimiento de cabeza, así podría seguir junto a su mono un rato más, y hablando del mono, éste estaba extrañado de que el Zorro estuviera con ellos, y lo más raro a su parecer es que no se sintiera incomodo con su presencia, es más podría asegurar que le agradaba pasar la tarde con él. Sin percatarse caminaba a su lado casi rozando sus hombros. Esto no pasó desapercibido por la Gundam y Ana, quien acercándose a Youhei, susurró – hay que dejarlos solos – Youhei, le guiño un ojo y gritó – ¡Ohkusu, Noma, Takamiya chiva el ultimo! - Y comenzó a correr, siendo seguido por los mencionados, mientras Ana con una gran gota tipo anime en la frente pensaba “que técnica tan madura y discreta”, pero siguiendo el juego corrió, alcanzándolos y pasándolos, gritando - ¡El último paga!
El tiempo pasaba de una manera lenta pero amena para los chicos, estaban comiendo sus helados (los cuales fueron pagados por Ohkusu, quien lloraba discretamente por quedar sin dinero para la semana), la Gundam y Ana estaban un poco alejados del Zorro y Mono hablando entre ellos. - ¿Bueno y qué piensan de todo esto?, ¿Tienen algún problema en que haya algo entre esos dos? – preguntaba Ana a los chicos mientras los observaba. - No, en realidad mientras él sea feliz, nosotros no nos apondremos, es nuestro amigo y sólo queremos lo mejor para él – contesto Noma.
Aunque eso no quite que lo sigamos molestando y nos burlemos de él - dijo Takamiya mientras reía alegremente.
O que celebremos cada vez que se peleen o Rukawa lo golpeé por menso – completo Ohkusu.
Pero también lo defenderemos si es que se llega a pasar con Hana – tercio Youhei.
Ana sonrió hacia los chicos y dijo – tiene tanta suerte de tener unos amigos como ustedes, aunque ustedes también tienen suerte de tenerlo de amigo - mientras ellos le regresaban la sonrisa y asentían con emoción.
Mientras ellos seguían platicando, el Zorro, estaba en el paraíso, en su cine mental Hana y él eran novios y estaban en una cita, después se darían de comer helado mutuamente y después se besarían y abrazarían, oh si, era tan bella su fantasía, que sin darse cuanta empezó a babear y un hilillo de baba recorría su barbilla. Despertó de su cine mental, cuando sintió un roce cálido en su cara, era Hana que le limpiaba la baba con una servilleta, mientras hacía eso, lo miraba divertido para después decir - ¡Ay, Zorrito, ya te estás durmiendo! Si haces eso tendré que llevarte cargando hasta mi casa, ya que no sé dónde vives, jajajajajajajaja – Rukawa para sorpresa de Hana adquirió un color rojo carmesí en las mejillas mientras en su cine mental se imagina en brazos de su mono, entrando en brazos a su cuarto. Pero despertó de sopetón a la realidad cuando comprendió que no sabía si Hanamichi sentía algo por él, por lo que armándose de valor, lo vio a los ojos y dijo – Hanamichi, hay algo que quiero decirte…