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Algo de lo que hablar (Newtmas AU) por Kanes

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-II-


 


Para su mala suerte, la alarma de las seis y media de Newt no alcanzó a sonar al ser superada por la llegada de tres llamadas perdidas y cuatro mensajes de Thomas. Luego de obligarse a sentarse en su cama, el chico rubio bostezó, se estiró y soñoliento estiró la mano hacia su celular, puesto en la mesa de luz. Rodando los ojos, Newt abrió los mensajes y entrecerró los ojos ante el brillo de la pantalla.


 


Tommy: deberíamos irnos juntos al cole hoy


Tommy: espera, es lo que hacemos siempre


Tommy: Newt?


Tommy: Holaaaaaaaaaa?


 


Newt sacó sus piernas por un lado de la cama, quitándose las frazadas de encima. Thomas lo había despertado como era usual. Era la rutina de todos los días. Gruñó y resopló lanzando un suspiro, respondiendo a la carrera antes de apretar “Enviar”. Ese chico lo mataría un día de esos.


 


Newt: ya vente


 


El baño sólo le tomó cinco minutos, quitando el shampoo de su cabello. Newt cogió una toalla y la ató en torno a su cadera con firmeza, para ir a cepillarse los dientes. Sus ojos marrones miraron de reojo hacia la pantalla de su celular en la repisa del baño, cuando lo vio encenderse entre el vapor acumulado. Secando el teléfono, lo tomó con su mano libre y movió el cepillo eléctrico alrededor de sus dientes inferiores. El mensaje recibido, sin sorprenderle, lo hizo rodar los ojos de nuevo.


 


Tommy: ooooooh, pensé que no íbamos a tener sexo teléfono.


 


El texto fue seguido de un emoji de shock, lo que causó que una pequeña risita escapara de la boca de Newt antes de toser. Respondió “No es a lo que me refería al decir 'vente'” y caminó de vuelta a la pieza mientras su alarma sonaba. Cliqueó el botón para pararla y sacó del armario algo para vestirse hoy. Decidiendo usar los pantalones y la polera usual, fue hacia el closet. Los estaba sacando cuando el “ping” final sonó desde su celular, alertándolo de un nuevo mensaje.


Newt tomó las primeras ropas que tocó dentro del closet y las lanzó sobre su cama. Sostuvo su toalla con firmeza y fue hacia el edredón, donde había dejado su celular. Leyó lo que decía la pantalla, con sus cejas fruncidas, y lentamente pasó frente a la ventana y lanzó el celular de vuelta a la cama.


 


Tommy: estoy esperando por ti afuera, así que ponte unos pantalones rápido y baja!!


 


Husmeó entre las cortinas cerradas de su ventana, y al abrirlas, allí estaba Thomas, esperando afuera en su auto, con sus brazos cruzados. Newt lo vio sonreir y saludarlo con las manos. Newt abrió la boca para hablar, abriendo la ventana un poco, pero el pelinegro puso las manos alrededor de su boca y gritó primero.


-¡Creí que te había dicho que te pusieras unos pantaones, tío! -Puso una mano delante de sus ojos para bloquear algo de luz soñar, y Newt entonces pudo ver a su vecina dejando de regar su césped por un segundo para mirar hacia ellos. Newt la vio bufar antes de seguir con su quehacer.


El cabello de Newt se meneó mientras negaba con la cabeza con incredulidad, alejándose del umbral de la ventana para cambiarse. Se quitó la toalla y se puso unos calzoncillos limpios, mientras Thomas usaba la llave bajo la planta para abrir la puerta y entrar a la casa. Hizo una parada en la cocina para sacar una manzana del refrigeradory, y luego subió por las escaleras. Newt metió los pies en sus jeans y se los estaba subiendo cuando Thomas apareció en la puerta, apoyándose contra el marco de esta. El rubio dio un saltito de susto.


-¡Hey, golpea antes de entrar! -lo reprendió Newt, mientras Thomas se echaba en su cama sin hacer- ¡Pude haber estar desnudo!


Mordiendo y masticando su manzana, Thomas se encogió de hombros y se apoyó contra la cabecera.


-No me habría importado. Además, debieras estar feliz de que no haya subido por el árbol. Siempre me estás diciendo...


-¡Es inseguro! Podrías caer mal sobre tu pierna y desarrollar una cojera o algo, y ya no podríamos cruzar el país en grupo.


-Lo siento, mamá -lo molestó Thomas antes de dar otra mordida a su manzana. Con la boca llena, dijo:- . Jolo quije guejirte que vamo a cojernoz de laj manoj hoy.


Newt se pasó la polera por encima de la cabeza, sin decir nada en respuesta. Ignoró a Thomas y sus comentarios molestos acerca de su desnudez y acerca de él actuando como su madre... Sólo eran los comentarios usuales de Thomas y él ya estaba acostumbrado -tenía que hacerlo luego de diez años al lado suyo, o su amistad a veces habría sido imposible de mantener- , así que se puso su chaqueta sin abrir la boca.


-Sólo cuando lleguemos al colegio, ¿sí?


El chico de pelo oscuro tosió y se levantó de la cama, tragando todo lo que le llenaba la boca antes de tomar la mano de Newt con la suya.


-Por favor, no es como si no lo hubiéramos hecho antes.


Newt lo dejó tomarle de esa forma por un rato, para luego suspirar ante la visión de sus ojos de cachorro suplicándole. Bajaron por las escaleras y Thomas lanzó su manzana a medio comer en la papelera antes de salir al porche de los Isaacs.


-Te estás tomando esto con seriedad -le dijo Newt, soltando la mano de Thomas para cerrar la casa. Puso la llave bajo la planta, pero en un azulejo diferente al anterior. Miró hacia arriba y vio a Thomas cambiando el peso de un pie a otro, con una expresión seria.


-Debemos ser convincentes en esto -Miró hacia Newt mientras caminaba de espaldas y Newt continuaba caminando hacia el carro, delante suyo. Luego se adelantó para abrirle la puerta a Newt.


Riendo por lo bajo, el chico enchuecó la cabeza y alzó las cejas.


-Hey, salte del personaje, Tommy. Puedo abrir la jodida puerta de mi propio carro.


-Sólo estaba siendo caballeroso -le dijo Thomas en tono de broma. Cerró la puerta, y se dio la vuelta por delante del capó para deslizarse en el puesto del conductor y sentarse junto a Newt. Ambos se pusieron sus cinturones y el motor saltó a la vida, permitiéndoles manejar en reversa para bajar hasta la calle y conducir hasta el colegio.


Condujeron en silencio y Newt se sintió extremadamente nervioso ante la perspectiva de no saber qué ocurriría cuando llegasen al instituto. Tal vez estoy exagerando, pensó mientras jugueteaba con sus pulgares. Tal vez nadie recordaría la fiesta del pasado viernes y no sería tan malo.


Thomas miró a Newt pronto en el camino al verlo inquieto, pero las miradas se volvieron más frecuentes durante los últimos tres minutos. Quitó su mano del freno y la puso sobre la pierna de Newt.


-Newt, no te preocupes demasiado. Prometo que estaremos bien.


-Tommy, ¿Qué pasa si nos descubren y lo que resulta de esto es lo opuesto a popularidad?


Newt tomó una honda inspiración y aparcaron en el instito. Thomas se volteó a mirarle.


-Si hacemos esto bien, nadie lo sabrá. Lo prometo -Quitó su mano de la rodilla de Newt luego de apretar levemente. Ambos asintieron antes de bajar del auto. Cuando comenzaron a caminar hacia los pastos centrales, notaron entonces que la gente los miraba.


Los nervios de Newt lo noquearon una vez más, humedeciendo de sudor sus palmas. Thomas deslizó su mano hacia la suya y apretó una vez más, apegándolo a él un poco mientras caminaban con sus hombros rozándose. Una chica que sostenía una foto de ellos los detuvo en el acto.


Newt tomó uno de los flyers que esta repartía y sus ojos escanearon la foto de sus caras puestas a photoshop sobre dos cuerpos vestidos para un baile. Las palabras rodeando la “obra de arte” brillaron en oro, y leyeron “¡Vota por Newt y Thomas para Reyes del Baile!”


Thomas tragó y preguntó qué significaba ese flyer, mirando por encima del hombro de Newt. La chica se limitó a sonreir, sosteniendo el montón de flyers contra su pecho.


-Minho nos dijo que les diéramos esto a todos. Tienen mi voto.


-Ahá -Thomas asintió mientras la chica se iba, dejándolos entrar al instituto, sólo para encontrarse con que adentro aquellos flyers estaban siendo repartidos de la misma manera, y con que algunos estaban siendo pegados a las paredes en formato poster. Habían posters grandes, pequeños, banners colgando de las luces del techo, algunos incluso estaban siendo pegados sobre los carteles promocionales de los otros candidatos.


Newt no supo qué pensar. Gente de diferentes grados que ni siquiera conocían se acercaron a ellos, diciéndoles que eran el uno para el otro y que tenían sus votos. Fue una gran confusión hasta que Thomas tomó su mano una vez más, calmándolo y haciéndolo sentir como si todo en el mundo estuviera bien de nuevo.


Fue extraño, sin embargo, cómo el mero tacto de Thomas hizo el corazón de Newt comenzar a latir más rápido. No obstante, lo ignoró, ligándolo a la mezcla de nervios y adrenalina que lo estaba atravesando de la cabeza a los pies, mientras caminaban entre la multitud de estudiantes, en dirección a su primera clase.


 


A la mitad de su lección de Historia acerca de los años veinte en América, Thomas sintió un papel arrugado dar contra él inesperadamente. Su cara se frunció cuando se volteó a mirar, dando con la persona sentada detrás suyo.


-¿Y? -dijo Minho con una amplia sonrisa- ¿Te gustan los posters? Hice que Zart, el del Anuario, los editara especialmente.


Su sonrisa era tan grande que Thomas se sintió mal ante su intención de decir no, por lo que forzó una sonrisa y asintió.


-Son grandiosos, sí. Realmente nos están promocionando para esta mierda.


Minho le mostó el dedo pulgar con aprobación.


-No seas un sopenco y reconoce que la atención te agrada.


-Sí -Thomas acercó su rostro al de Minho un poco- , pero al pobre de Newt no.


-Sí, bueno, él haría todo por ti. Lo superará -Minho sonrió una vez y apoyó la espalda en su pupitre para poner atención a su libro de texto.


Sin embargo, antes de volver a poner atención a la clase, Thomas miró hacia Newt, quien estaba descansado su cabeza sobre un montón de papeles que estaba usando de almohada. El pelinegro no pudo evitar sonreír ante eso, y entonces notó una mano agitándose desde detrás de Newt.


Era Teresa, y Thomas sintió su corazón latir más rápido mientras una sonrisa involuntaria aparecía en su rostro.


-¿Todo bien, señor Murphy? -preguntó el profesor a Thomas, quien movió su mano a su mesa rápidamente.


-No, eh, señor. Quiero decir sí, todo está bien. Sólo estaba... nada.


Pudo oír la ligera tos de Teresa y risa contenida desde su puesto en la parte trasera de la sala.


-Señor Murphy, que sea el candidato más popular para Rey del Baile no quiere decir que pueda escaquearse mi clase, ¿Entendido?


Thomas asintió rápidamente y veloz miró hacia Newt, quien había levantado su cabeza de la pila de papeles, con un papel arrugado pegado a su mejilla hasta que se lo quitó con sus delgados dedos. El pelinegro se encontró sonriendo a su mejor amigo, y novio de mentira, de nuevo. Le lanzó un guiño al rubio una vez que el profesor estuvo escribiendo en el pizarrón nuevamente, causando que unos pocos alumnos -principalmente chicas- que estaban mirando a Thomas, chillaran elocuentemente.


Newt miró alrededor, notando a las chicas mirando a Thomas, y se hundió en su puesto hasta que el timbre sonó, señalando el término de la clase. Reunió todos sus libros y trabajo no completado, metiéndolos en su bolso antes de reunirse con Thomas de camino a los casilleros. Por suerte ese año se les habían asignado casilleros cercanos.


Entraron al sector de casilleros y metieron sus libros en estos antes de ser interrumpidos por una voz familiar detrás de ellos. Newt y Thomas se voltearon al mismo tiempo, momentáneamente confusos al no encontrarse a nadie a su alcance visual. Un tirón en la manga de Newt los hizo mirar hacia abajo y encontrarse con el cabello ondulado de un chico que estaba allí, sonriendo.


El estudiante de segundo año, Chuck, dio un paso atrás y puso sus manos en sus caderas.


-¡Hey, chicos! Mi equipo representante me dijo que les dijera que, como candidatos para reyes del baile, tienen que presentarse para promocionarse hoy en el auditorio durante el almuerzo.


Cerrando sus casilleros al mismo tiempo, Newt y Thomas asintieron hacia Chuck, a quien conocían a través de varias juntas estudiantiles hechas durante el año, y de quien conocían su entusiasmo y positividad.


-Hey, Chuck -Thomas le devolvió la sonrisa, acercándose a Newt- , eso es genial. Estaremos allí.


La mano del pelinegro tomó la de Newt nuevamente, mientras Chuck les daba un signo de aprobación y se iba a su siguiente clase. Lo siguieron con la vista hasta que su figura desapareció. Thomas sonrió para sí mismo mientras se dirigían a la siguiente clase. Alrededor, chicos y chicas los miraban a ellos y a sus dedos entrelazados. Newt intentó parecer cool, pero sus mejillas se enrojecieron de vergüenza... aunque no porque estuviera tomando la mano de Thomas. Por supuesto que no.


-¡Se ven tan tiernos juntos! -dijo una chica.


La clase terminó rápidamente, y una vez que estuvieron fuera de Geografía, Newt y Thomas fueron afuera. Casi inmediatamente ubicaron a Minho entre un grupo de chicas, hablando y riendo mientras ellas vitoreaban a cada movimiento que él hacía. Newt no estuvo seguro de si aproximarse o no, pero Thomas lo arrastró de la mano cerca del grupo, dando por hecho que este estaría hablando de ellos.


-¡Chicos! -los llamó Minho, parando a media frase- ¿Han preparado su discurso para hoy? ¡Le dije a Chuck que les avisara!


El rostro de Newt se contorsionó en una mueca de confusión y nerviosismo.


-No. Chuck sólo nos dijo que teníamos que presentarnos, no que debíamos dar un discurso. Fuimos nominados el viernes...


Saliéndose del grupo, Minho puso los brazos alrededor de los hombros de la “pareja”, dándoles palmadas.


-Lo harán bien. Es decir, estarán hablando delante de todo el instituto, versus Brenda y Aris. ¿Qué tan difícil puede ser?


Minho debió sentirlos tensarse bajo el toque de sus brazos, ya que los dejó libres.


-Grandioso -dijo Newt en un murmullo- . Tengo que ganarle a mi futura hermanastra.


Guiñándoles el ojo, Minho comenzó a caminar para atrás.


-¡Los alcanzaré más tarde en el auditorio! ¡Rómpanse una pierna!


Por a lo menos cinco minutos ni Thomas ni Newt intercambiaron palabras. Se sentaron en solitario sobre el césped al frente del instituto, mientras una mezcla de miedo, emoción y pánico hacía desastres y maravillas dentro de ellos, causando que a la pierna de Thomas le diera un tic agitado.


-¿Tommy? ¿Todavía estás seguro de esto?


Thomas se calmó y tornó su vista hacia el preocupado Newt. El pelingro se acercó levemente y Newt vio la ansiedad en su rostro ser reemplazada por una sonrisa de determinación.


-Relájate, Newt -Las palabras dejaron sus labios en un susurro, cerca del oído de su amigo- . Nadie va a darse cuenta de que estamos mintiendo. Podemos hacerlo.


El rubio asintió rápidamente en respuesta, a la vez que Thomas se alejaba, dejándole con un complicado sentimiento. Sus ojos marrones se desplazaron alrededor para asegurarse de que lo que su amigo decía era cierto, para asegurarse de que nadie se daba cuenta de que estaban fingiendo.


-Newt, ¿estás bien? -Newt se dio cuenta de que estaba quieto cuando oyó las palabras de Thomas devolviéndolo a la realidad.


Thomas se puso a su lado y tomó sus manos entre las suyas, dándole a Newt una sonrisa para brindarle seguridad. Newt asintió y se puso rígido al ver que Thomas se inclinaba a darle un beso en la sien en frente de tres estudantes más jóvenes. Estos chillaron exagerados. Luego de tragar el bulto que se había formado en su garganta al contacto, Newt miró a Thomas, y lo vio guiñar el ojo. Si no fuera él quien me estuviera haciendo eso, el rubio pensó para sí mismo cuando se dirigían a sus dos primeras clases antes del almuerzo, no habría podido fingir hasta ahora.


 


Cuando Thomas se juntó con Newt fuera de clase, el par se tomó de las manos de nuevo y Newt sintió el aliento cálido del chico en su oído susurrarle:


-Hagamos esto.


El auditorio estaba más lleno de estudiantes de lo que nunca había estado para ninguna producción teatral hecha allí. La gente se estaba empujando. La sala estaba iluminada, aunque no había necesidad para ningún gran tecnicismo dramático para un evento promocional como el baile.


Cuando Thomas y Newt llegaron, Chuck estaba detrás del escenario, donde los dos pudieron ver a Brenda y a Aris hablando ubicados estratégicamente al lado de la cortina izquierda.


-Thomas -Newt lo asió a un lado, lejos de las cortinas para evitar cualquier oportunidad de que alguien pudiera verlos- , ¿Qué diremos?


Thomas se mordió el labio, jugueteando con el botón de su polera antes de empezar a arreglar la parte superior de la polera de Newt.


-Está bien. Déjame hablar a mí si prefieres. Lo haremos bien.


Confiaba en él. Newt siempre lo hizo.


Oyeron al público dar vitores y él asintió con seguridad. El director salió a hablar al medio del escenario y todos se callaron. Los chicos lo vieron hablando mientras Janson arreglaba el micrófono y le decía a todos que se mantuvieran en silencio.


Después de ser empujados desde atrás por Chuck -el chico podía ser bajito pero por dios que era fuerte- , Thomas y Newt siguieron a Brenda y a Aris al escenario a ponerse detrás del director. El rubio se volteó a la izquierda para ver a Brenda, pero ninguno de ellos les pusieron atención, demasiado ocupados respondiendo a la atención de su “querido” público. Figurones, bufó Newt.


-Está bien, está bien, no diré nada porque a ustedes no les importa. Sólo estoy aquí para decirles que escuchen atentamente lo que ambas parejas tienen que decir y, por favor, sean amables. Brenda, Aris, si hacen el favor.


Janson caminó hacia atrás, indicando a Brenda y a su novio que se aproximaran al micrófono.


Newt vio a su futura hermanastra tomar el micrófono en su mano y sonreír, Thomas burlándose de ellos. Brenda amaba robarse la atención, y Newt se sintió casi avergonzado por estar compitiendo por algo que a ella le importaba tanto y a él, bueno, no. Sólo estaba haciendo eso por Tommy.


Su discurso entero junto a Aris consistió en repetir la palabra “tradición” casi unas cien veces, estableciendo cuan importante era que el instituto seleccionara a alguien de valor, alguien que de hecho quisiera el título, en vez de dos don nadie que de repente habían decidido competir tres días atrás. La emoción de la audiencia rápidamente se extinguió. Thomas murmuró al oído de Newt que parecían estar prácticamente dormidos, mientras Brenda terminaba su monólogo diciendo cuánto significaba aquello para ella en comparación a sus competidores.


Entonces fue su turno. Newt y Thomas tomaron una profunda inspiración, se echaron miradas de apoyo y asintieron antes de pasar adelante. Casi inmediatamente el público despertó de su estado de somnolencia, parándose a vitorearlos y a silbar, incluso cuando ellos ni siquiera habían dicho palabra aún.


Thomas miró a su lado mientras Newt sonreía, notando al rubio mirar al suelo. Un rápido gesto le indicó a Newt que todo estaba bien. Newt alzó la mirada de los lustrados tablones del escenario, y sonrió a Thomas nerviosamente mientras la audiencia decía un largo “Awwww”.


Ahogado por lo que lo rodeaba, Newt puso atención sólo a Thomas. Era un hecho que no le estaba poniendo atención a lo que el chico estaba diciendo, pero su mirada se quedó fijada en el movimiento de su mentón al hablar, en su boca al formar palabras y en su sonrisa, con sus lunares uniéndose a sus ojos como si estuviera jugando al dibujo por puntos, en sus pestañas mientras parpadeaban y en su nariz cuando respiraba.


-¿Newt?


Parpadeando, Newt volvió a la realidad para encontrarse con Thomas alzando las cejas en su dirección, animándolo a decir algo. El rubio abrió y cerró la boca silenciosamente mientras se volvía al público.


-Ahm, ah... -Newt se aclaró la garganta, jugando con sus dedos detrás en su espalda- Sólo quería decir que es un privilegio y un honor haber sido nominado como candidatos a reyes del baile este año.


No dijo nada más, y detrás suyo, Thomas se acercó a decirle “Está bien”. El pelinegro asintió para luego presionar sus labios contra la mejilla de Newt, en un beso espontáneo y veloz, haciendo a Newt enrojecerse de nuevo. Por un momento, Newt estuvo rígido en el sitio y todo en lo que pudo pensar fue en, creí que dijimos nada de besos, lo que incluye la frente y las mejillas también, Tommy. Pero pronto dejó su soliloquio interno para mirar a Thomas, quien estaba sacando pecho de tanto orgullo a la audiencia a la que se sentía pertenecer.


-¡Gracias por nominarnos en un tiempo tan corto! ¡Como Newt dijo, es un gran honor!


Bajaron del escenario y luego estuvieron fuera del auditorio en segundos, Thomas riendo mientras guiaba a Newt hacia el corredor. Newt se dejó llevar, feliz de no ser ya el cento de atención. Sabía que aquella relación y el ganar como reyes del baile cambiaría todo para bien, pero quiso atesorar esos últimos momentos de casi normalidad con Thomas.


-¡Eso fue increíle! ¡Vamos a ganar! -La expresión de Thomas era feliz, pero rápidamente se transformó en una de preocupación al ver la expresión no muy contenta de Newt- ¿Qué pasa?


-¿Crees que hicimos suficiente? -Newt se sobó los brazos, con la cara hacia la puerta del auditorio. Hordas de estudiantes comenzaron a salir.


Elocuentes pisadas y bufidos advirtieron a Thomas de no seguir hablando, y no sólo ante los estudiantes, sino ante el novio de Brenda y otro par que se acercó amenazante.


-¿A qué crees que estás jugando? -preguntó Aris.


-Vaya, tío, ¿a qué te refieres? -preguntó Thomas relajadamente, alzando las cejas, al sospechar a donde iría la conversación. Newt miró con ojos como platos, como también hicieron otros estudiantes que se detuvieron a mirar el encuentro.


Aris lo apuntó con el dedo.


-No estás engañando a nadie con tu jueguito. Sólo salte de la competencia y vuelve a ser mejor amigo con este otro. ¡Ni siquiera te importa esta competenecia!


Newt sintió el pánico subirle a la garganta, mientras veía a Aris cruzar los brazos con furia. Thomas insistió:


-Estamos juntos.


Un bufido pudo ser oído del más bajo de los chicos, a la vez que Aris negaba con la cabeza.


-¡Sí, claro! ¡¿Cómo podríamos saber eso?! Ustedes no tienen ninguna prueba de eso. Sólo admitan que no les importa y dejen la candidatura. Vuelvan a ser los mejores amiguitos.


El rubio miró a Thomas, quien estaba prácticamente arrinconado contra el casillero. Sus ojos no estaban en Aris, y Newt siguió su mirada hasta que esta cayó en cierta chica de cabello negro que apareció entre la multitud. Teresa. Newt pudo ver cómo Thomas trató en lo posible de no sonreír.


Dándose cuenta de que tendría que intervenir él mismo, o de otro modo Thomas arruinaría todo -o al menos obtendría un puñetazo en la cara de Aris, quien estaba hirviendo de enojo- , Newt aclaró su garganta y encontró su voz.


Se acercó a Thomas, oyendo a la multitud murmurar y sintiendo las palmas sudorosas. Con una profunda inspiración, Newt se paró erguido y firme.


-¿Un amigo haría esto?


Thomas frunció el ceño y se volteó a Newt cuando su voz llenó su mente. Pero antes de que Thomas pudiera decir algo, Newt tomó su rostro con ambas manos y unió sus labios rápidamente.


 


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