Niño: mama!!
Madre: hijo dónde estás?!
Oí como la madre se acercaba asiendo que me erizara por completo así que me fui a esconder
Niño: mama~ -sollozo
Madre: hijo que te… ay un vampiro en el pueblo!!! …
Arthur: eso no es bueno
Pude observar como todo el pueblo salía y prendían antorchar, también se veía como salía el cura de la iglesia con un crucifijo y la estaca, iban a matar al niño, no podía permitirme eso, pero tampoco podía dejar que me descubrieran.
Cura: que dios se apiade de tu alma
El cura recito unas palabras en latin mientras acercaba el crucifijo al niño
Niño: ¿? Señor cura porque me enseña el crucifijo de la iglesia?
Arthur: no le paso nada?!! A cualquier vampiro tanto puro como impuro le hubiera segado pero y él? –pensé, era algo… anormal?
Cura: no te provoca algún mal estar el crucifijo?
Niño: niega- pero me duele el cuello –vuelve mostrar las lágrimas retenidas
Cura: lo siento pequeño pero no podemos dejarte vivir más –se acerca-
Pov. Niño:
Estaba llorando; después sentí como el cura me agarraba del cuello y estaba a punto de encajarme un pedazo de madera, intente zafarme pero en vez de eso solo le fracture el brazo al cura, vi como todos se me acercaban y me miraban feo, me asuste y me eche a correr, no sabía porque me asían eso, incluso a mi mama, ¿Por qué lo hacían?, ¿porque me perseguían?, sentí como alguien me sostenía y me jalaba, era el señor que había visto hace poco.
Niño: a donde me lleva?... ¿Qué me hizo? … ¿porque nos persiguen?
Arthur: primero hay que ponernos a salvo, después te lo explico… entendiste?... sujétate de mí –en ese momento el señor me cargo en su espalda
Niño: pero porque tengo que hacerlo? –me agarre del algo dudoso
No recibí una respuesta, solo sentí como el señor daba un impulso y de la nada… ¿estábamos volando?, la vista era impresionante, pero pude ver como el pueblo se internaba en el bosque, de ahí sentí que descendíamos y el señor me siguió llevando en su espalda, alejándome del pueblo… y de mi mami.
Después de una larguísima carrera nos detuvimos y el señor me bajo, estábamos en un bosque muy profundo, no sabía en donde estábamos ni quien era ese señor, solo sabía una cosa… el me hizo algo y todo el pueblo nos perseguía gritándonos “Monstruos”… ¿Qué me avía echo?, me sentía igual… solo sabía que en ese bosque podía oler muy bien, oír mucho mejor y ver en la penumbra como si fuera de día.
Niño: señor que me ha hecho?
Arthur: para tu información me llamo Arthur, lo único que hice fue convertirte en vampiro
Niño: vampiro?
Arthur: si, ahora vivirás las noches como si fuera de día, aléjate del ajo, la plata y los espejos…. Y más de las estacas
Niño: . . .ok
Arthur: debes comer por lo menos 1 vez sangre humana… bien ya sabes lo básico, buena suerte
Niño: he? P-pero no me puede dejar aquí, oiga! No me deje solo aquí en el bosque!
Arthur: cada vampiro se vale por sí solo, nos vemos… y cuídate de los cazadores!
Niño: por favor, en donde viviré? Oiga!!
Arthur: ya cállate!! Da gracias a que te convertí en vampiro y de que no deje ahí tu cadáver tirado sin sangre!, déjame en paz y vive por ti mismo! Oíste?! –se va
Niño: pero… pero
Mire como se alejaba el señor, me senté a los pies de un árbol, algo me decía que esperara ahí a mi mama, solo quería estar con ella, pero corrimos tanto que no sabía en donde estaba, solo tenía miedo de estar en ese bosque yo solito.
Pov. Arthur:
Estaba dispuesto a dejarlo ahí, pero no pude, el remordimiento me comía, era mi culpa que el perdiera su familia y su vida, así que no tuve de otra más que hacerme cargo de él, así que regrese al lugar, vi al niño llorar bajo un árbol, eso me recordó a mi cuando perdí a mis padres, me acerque y me hinque frente al pequeño y le desacomode el cabello
Arthur: está bien, vendrás conmigo… me are cargo de ti, total fui yo quien te mordió
Niño: en serio?
Arthur: enserio
Niño: gracias! …. Muchas gracias señor!
El niño se me abalanzo haciendo que los dos cayéramos al suelo, suspire después de tal sorpresa que me dio… pero después de todo era solo un niño
Arthur: que me llamo Arthur
Le dije, pues por lo visto seguía diciéndome “señor”
Alfred: gracias señor Arthur
Arthur: bien vamos tenemos mucho que caminar- me levante tomando de la mano al niño, hasta que recordé que no sabía cómo se llamaba ese pequeño así que le dije – y tu cómo te llamas?
Niño: me llamo Alfred… Alfred f. jones… y usted señor Arthur, ¿Cuál es su nombre completo?
Arthur: Arthur kirkland –después de eso deje salir un largo suspiro, tenía que hacerme cargo de este niño… aunque parece que no tendré problemas, ya que está en la edad en que los niños obedecen mucho y son tiernos… pero el hecho de que me dijera señor era algo que no podía tolerar, si es que me aria cargo de el
Alfred: emm… señor kirkland…. Gracias por aceptarme
Arthur: deja de llamarme señor… tu puedes decirme “hermano” o solo Arthur, deja el “señor “ a un lado por favor
Alfred: ok! Gracias hermano Arthur
Al oír eso me enterneció, Alfred era un niño bueno e inocente, lo lleve a mi mansión y lo cuide, después le pude conseguir su ataúd para que durmiera en las mañanas, claro al inicio se negó porque le daba miedo tanto el estar solo como el ataúd; pero siempre se despertaba al medio día y me pedía dormir con él, claro su “cama” era demasiado chica para ambos, así que dejaba que él se durmiera conmigo, aunque… eso pasaba él tenía una pesadilla o le leía una historia de terror… a pesar de que sabía que le daban miedo le gustaba oír que yo se las leyera era algo raro eso.
Con el tiempo me encariñe con él, era lindo cuando me decía “hermano”, pero desde que le había mordido deje de comer sangre humana, a el nunca le gusto, prefería comer otras cosas, poco después me di cuenta de que Alfred tenía una fuerza tremenda, incluso mas que yo… y a tan corta edad. También descubrí algo, pedía podía comer la sangre de Alfred, no sabia mal aunque no fuera sangre humana casi lo era, él nunca se quejó porque yo se lo pedía y el siempre me dejaba que lo isiera, también ya no me sentía tan solo en mi enorme mansión y con el la diversión nunca faltaba.