Capítulo 4. Brutal espejismo…
Cuando desperté con una grave jaqueca posé mi mano sobre mi cabeza, rápidamente me di cuenta de que tenía cabello largo, además tenía senos y mi amiguito había desaparecido, me sentía desorientado, me sentía ridículo, ¿Por qué tenía que hacer esto?, cuando me puse de pie, pude observar a dos personas más en el suelo, claro está que no se parecían a mis amigos, me mire al espejo y era físicamente como esa chica…
La poción había sido un éxito…
Sin embargo su reflejo no me agradaba, no es que la odiara, solo que me generaba mucha inseguridad, me cambie de ropa para lucir exactamente como ella. Según Tom, los originales deberían estar prácticamente secuestrados, si algún profesor se daba cuenta, lo más seguro es que nos expulsaran de Hogwarts…
Pero estaba listo para asumir el riesgo…
No quise esperar a mis amigos, con la personalidad física de Bella Swang y con la ropa perfecta, abandone el sitio no sin antes dejarles una nota rápida a mis colegas, la poción solo duraba una hora y no podía perder tiempo…
Cruzando los desolados pasillos del colegio, utilice un hechizo para ubicar a Jacob con un mapa que me regalaron los hermanos de Ron, dando con su paradero, arrugue la hoja y la guarde en un bolsillo de mi falda, ya sabía dónde estaba…
La torre de astronomía…
Me paseaba tratando de llegar a mi destino, me cruzaba con uno que otro estudiante y me sentía raro, no quería hablar con nadie, de repente vi a un chico a lo lejos, estaba con otros tres tipos, cuando me observó, noté como los dejó y se acercaba a mi…
— Mierda— Susurré, lo más probable es que me necesitara, cuando di con la base de la torre, algo agarró mi mano por detrás lo que hizo que me detuviera…
— Bella— me dijo un tipo demasiado raro, — te he estado esperando— me dijo, sus ojos penetrantes, su tono de desaliento me indicaba que la chica había estado con él y que tenían algún embrollo…
— ¿Qué… que necesitas?— fue lo único que pude decir, no sabía su nombre, no sabía quién era, tan solo sostenía mi mano y no quería soltarla…
— Dime a quien de los dos eliges— me dijo a lo que yo puse mi cara de confundido, ¿Cuáles dos?, ¿de qué estaba hablando este chico?
A lo lejos, pude notar como dos tipos se acercaban…
— ¡Hey Edward!— grito un tipo grandulón, — es hora de irnos— le dijo mientras aquel tipo puso una mueca de molestia, tal parece que necesitaba alguna respuesta de mi parte…
— ¡Solo un segundo Emmett!— le contestó, volvió a mirarme a los ojos y trato de indagar en mi interior, — necesito saberlo Bella, ¿con cuál de los dos te quedas?— me interrogó de nuevo…
Yo no sabía que decirle, estaba supuestamente en un idilio amoroso, que problemático, me daba lastima pues yo estaba en la misma encrucijada…
— Es mejor que te vayas Edward— le dije con el tono de voz más delicado, parece que lo comprendió, pues solo asintió y se deshizo de mi agarre…
— Está bien, pero hablaremos esta noche— me dijo mientras se marchó…
Pude observar como desapareció de mi vista, yo solo estaba perdiendo mi tiempo, debía subir hasta el último piso para llegar al salón de astronomía, así que procedí a seguir sin mirar atrás…
Que patético…
Cuando llegue al último piso, él estaba muy distraído buscando las estrellas, me detuve, por un momento perdí el control y quería gritarle, me sentía nervioso, tenía muchos malos presentimientos, sin embargo, debía guardar la compostura y seguir con el plan…
— Jacob— le dije tratando de que su atención fuera mía…
—Bella— me dijo mientras me brindo una gran sonrisa, corrió hacia mí, me tomo de mis delicadas caderas y me planto un beso en la mejilla…
Después de aquello, lo había comprendido, no falto preguntar, no falto reclamar, no falto nada, la respuesta había venido a mí con toda facilidad…
— Te extrañe chiquita— me dijo mientras me brindaba una sonrisa completamente sincera, una que no me había brindado mientras estuve con él en mi forma masculina…
Yo me quería morir, ahora comprendía muchas cosas, ahora comprendía lo que aquellas tardes significaron para él, es como si un rayo perforara mi centro y me quebrara en mil pedazos, comprendía que estaba así porque me había enamorado de él, sin embargo fui un experimento, aquel beso que no era para mí sino para la tipa esa, todo esto me dejaba en claro que yo era un juguete…
— ¿Te encuentras bien?— me cuestiono, pues mi cara no demostraba ninguna emoción, tan solo estaba procesando todo el dolor que de un momento a otro llego sin previo aviso…
Lo mire a los ojos, el me brindo otra de sus sonrisas, me sentía la peor cosa, no veía salida alguna, así que era verdad…
Me estaba engañando…
— ¿Estas molesta por no decirles a los chicos lo de nosotros?— me cuestiono con mucha tranquilidad…
Me deshice de su agarre con rapidez, le di la espalda, me sentía derrotado, quería huir, salir de este castillo y jamás volver, quería usar mi barita y esfumarme, no quería verlo…
— ¿Qué te pasa Bella?— me cuestiono algo molesto, yo solo me abrace a mí mismo, un carrete de imágenes de nosotros dos pasaba ligeramente por mi mente, la respuesta la multiplicaba por cero y obtenía el mismo resultado…
Una mentira…
— ¡Hey!— agarro mi mano para darme la vuelta, cuando lo hice, la primera reacción que tuve fue estampillarle un puñetazo en esa cara perfecta…
Retrocedió un poco, pues el impacto no era el mismo que si se lo hubiera propinado con mi real cuerpo, me sobe la muñeca, me había dolido mucho…
— ¿Por qué hiciste eso?— me dijo furioso, a lo que tan solo le di la espalda y me digne a abandonar la torre a todo galope…
Baje las escaleras tan rápido que en algún momento saldría disparado por ellas, más arriba, escuchaba los gritos de Jacob tratando de no dejarme ir, parece que me perseguía, pero debía ser más rápido que él…
Cuando llegue a los corredores, podía perderme con facilidad si usaba mi capa mágica, a lo lejos, vi como mis amigos transformados en otras personas venían a mi auxilio, me observaron cuando saque mi capa y entendieron que debían esfumarse, me la puse encima y vi como Tom en el cuerpo de Alice sacó su varita y desaparecieron como el viento…
Me detuve y justo detrás de mí estaba él, parecía frustrado y yo estaba quebrado, regresó a la torre de astronomía pues mi capa era muy especial, así que cuando se marchó, regrese con ella puesta a mi sala común, lucia patético, estaba revelando mi faceta más vergonzosa y nadie tenía derecho a verla…
Llegué a mi cama y deje caer la brillante capa que me hacía invisible, ahora tenía mi forma natural, sin embargo, lucia ropa de mujer, me quite mis gafas y puse mi almohada sobre mi cara. Grite todo lo que pude, estaba furioso, estaba frustrado y sobre todo estaba destruido…
Llegada la noche, note como mis dos amigos intentaron despertarme, no me di cuenta y me había quedado dormido, me frote mis ojos, los tenia pegajosos…
— Levántate… luces horrible— me dijo Tom con voz de mamá…
— Vete a la mierda— le dije mientras le di la espalda a mis amigos…
— Lo siento Harry, suponemos que él te estaba engañando, ¿no es así?— exclamo Ron con algo de lastima…
— Déjenme en paz— les comente con frustración— no necesito que me tengan pesar— les dije sin pudor…
No obtuve respuesta de ninguno de los dos, tan solo escuché como dieron unos pasos y una puerta se cerró, me acomode mejor sobre mi cama, cuando te rompen el corazón piensas que la vida se ha acabado, me sentía así, completamente derrotado…
A la media hora me dispuse a bajar al gran comedor, tenía mucha hambre y debía pedir disculpas a mis amigos, ellos arriesgaron mucho por mí y no debí tratarlos de ese modo…
Una vez entre al sitio, a lo lejos pude observar a Jacob con esa tal Bella, ambos lucían tan felices era inevitable no sentir celos…
— Deja de pensar en esa basura, si quieres puedo matarlo— me comentó Tom tomándome desprevenido, tal parece que la víbora se había percatado de mi presencia…
— ¿Qué dices?— le comente con burla, por un momento la idea me había parecido genial, pero lo más correcto es que no volviera a pensar en ese tipo de cosas…
— Es enserio, recuerda que tengo licencia para utilizar los maleficios imperdonables— me comento con saña, parece que la traición de Jacob le había afectado a él también…
— Déjalo— le dije algo más hambriento, — vamos a comer, ese tipo no merece mi atención— le comenté mientras nos sentamos al lado de Ron…
Note como ese pelirrojo estaba atragantándose con su comida, una gran risa si me saco, pues lucía muy chistoso, comencé a degustar la comida con más tranquilidad, sin embargo, era inevitable no voltear a mirar a la mesa de Hufflepuff, lo hacía de re-ojo, debía guardar discreción…
— No lo mires más— me comentó Ron, tal parece que no era bueno disimulando, — él te está observando desde hace rato, así que trata de no cruzar miradas con ese imbécil— exclamo aquel pelirrojo con un pedazo de pollo a medio comer…
Su comentario me sorprendió, que yo recordara, él nunca había visto a mi mesa mientras estábamos de novios, me puse de pie, termine mi copa de vino, me seque con la manga de mi saco y Salí del comedor sin prisa…
Tenía muchas cosas que pensar, lo primero era sacar a Jacob de mi mente, si tanto quería a esa tal Bella, que se quedara con ella, yo por mi parte seguiría mi camino, cuando estaba subiendo mis escaleras me distraje por los cuadros que había en la pared, era maravillosa la magia…
— ¡Harry!— su voz penetrante e imponente retumbo por el corredor, me detuve por un momento dándole la espalda…
— ¿¡Qué!?— le pregunte tratando de igualar su potencia…
Sentí como se acercaba, puso su mano en mi hombro derecho y me dio la vuelta para encararlo…
— Te estuve esperando en el baño de las chicas del tercer piso, nuestro lugar— me dijo a lo que mi ira se desbordaba ¿nuestro?, ¿desde cuándo había existido esa palabra entre nosotros?, — Te estuve esperando y no llegaste, ¿puedo saber porque?— me interrogo a lo que trato de profanarme con esos iris que poseía…
— Cínico— fue lo único que le dije, le mostré mi peor cara y me marché con algo de prisa, tenía la esperanza de que me siguiera, tenía la esperanza de que algo de valor si tuviera para él, pero no lo hizo, dejo que siguiera mi rumbo y me di cuenta que nunca me había querido, que todo lo que dijo eran patrañas y lo peor de todo es que me lo creí…
Los días comenzaron a trascurrir y las madrugadas se hacían pesadas, el trascurso del día y con la ayuda de las clases lograba distraerme, pero las noches era más pesadas, estar solo con mis recuerdos no ayudaba. Tom me había hablado de una poción que borra la memoria, pero si lo hacía, olvidaría las crudas lecciones que aprendí con aquella persona que me profesaba su amor…
Lo peor de todo es a una semana antes de graduarnos, comencé a recibir notas encantadas de Jacob, sus “te extraño” “quiero verte” no ayudaban en nada, ¿Cómo se podía jugar con los sentimientos de los demás?, yo siempre arrugaba aquellas hojas de papel y las acercaba a la primera vela que encontraba…
Todos lucían felices y yo mostraba mi faceta de póker, pues, le sonreía a todo el mundo y aseguraba estar bien, pero en realidad no era así, debía reparar todo el daño, debía darme el valor que él no me dio, pues nadie podía ayudarme…
Esto era una cuestión personal…
Así que el gran día llego, la graduación se celebraría en la tarde en el gran comedor, todos estaban eufóricos, hoy sería el día en que abandonaríamos el castillo y perseguiríamos nuestro sueño, estaba en la torre de astronomía y faltaban dos horas para que la ceremonia comenzara, necesitaba estar solo y pensar en muchas cosas…
Mi futuro ya estaba decido, había pasado todas las pruebas y me convertiría en un Auror, el vago recuerdo de lo que había pasado en estos últimos meses no me abandonaba, se supone que ya debía estar superado, pero para engaño mío las cosas no estaban bien, apreté mis puños, pues me frustraba la idea de no lograr vencer todo aquello que no me dejaba ser el de antes…
Quizás necesitaba un poco más de tiempo…
Cuando el momento llego, la ceremonia fue espectacular, jamás había visto tanta magia reunida en toda mi vida, no éramos muchos los que recibiríamos los honores, estábamos los de Hufflepuff, Slytherin, Ravenclaw y los de Gryffindor, cada uno con su traje de graduación y color representativo…
Las chicas lloraban, los chicos se hacían promesas de reunirse cada año, y pues una vez recibí mi diploma que me acreditaba como graduado, comprendí que ya no tenía nada más que hacer en ese castillo, terminada la ceremonia, los recién egresados iban a montar el gran reventón, Tom y Ron se querían quedar, por mi parte, no estaba de ánimos para fiestas, tomé mi saco y me digne a salir del gran comedor…
Estaba preparado para abandonar el sitio, había subido al cuarto de la sala común y me despedí de mi cama, de aquel sitio que me vio llegar y ahora me vería marcharme, tenía una escoba mágica en mi mano, al otro, una mochila con mis pertenencias, la dama gorda del cuadro prometió no llorar pero sus lágrimas de nostalgia no demoraron y me despedí de ella…
Atravesé los pasillo y abrí la puerta principal, de repente lo vi a él esperándome, como si hubiera predicho que aquello ocurriría, estaba de pie con los brazos cruzados y con una mala cara…
— ¿Te vas sin ni siquiera despedirte de mí?, me cuestiono a lo que yo solo lo ignore…
Seguí mi camino y pase por su lado tratando de decirme a mí mismo que aquel hombre solo era un desconocido…
— ¿A dónde vas Harry?— me cuestiono con rabia, parece que no quería que me marchara, así que me detuve, si quería que habláramos las cosas, que así fuera entonces…
Di la vuelta y él sonrió…
— ¿Qué quieres?— le pregunte con cierto desgano…
— ¿Qué pasa contigo?— me cuestiono, — ¿acaso te estas burlando de mí?—
— ¿De qué hablas?— le pregunte, ¿A dónde iba todo esto?...
— ¿No recibiste mis cartas?— me cuestiono acercándose, quería acortar distancia…
— Si…— le conteste…
— ¿Y entonces?, ¿Qué pasa?, ¿ya no me quieres?, ¿tienes a alguien más?, ¿me estas poniendo los cuernos? — me pregunto a lo que su ultimo interrogante lo dijo con rabia…
Parece que es el libreto de siempre, tan repetido…
No quise decirle nada, la respuesta era no, no lo había engañado, no había tenido a nadie más, sin embargo quería que lo creyera, quería que sintiera lo mismo que yo…
Quería un poco de justicia…
Rápidamente me tomo del cuello de la camisa y como era más alto que yo, me alzo un poco…
— Dime… ¿me estas poniendo los cuernos, Harry?, — me dijo con muchos celos…
— ¡Déjame!— le grite mientras me deshice de su agarre, nos separamos un poco, — porque no le pides explicaciones a tu noviecita— le comente con ira, ya no aguantaba más esta situación…
— ¿Qué noviecita?— me cuestiono con cinismo…
— Eres un descarado Jacob— le dije escupiéndole aquellas palabras…
Me di vuelta y di unos cuantos pasos…
— Eres patético Harry— me dijo a lo que esas palabras jamás las borraría de mí…
La última gota había derramado la copa más fina de la decencia, su liquido manchaba toda buena obra, sin pudor, sin ni siquiera pensarlo dos veces, le un fuerte puñetazo en ese mentón perfecto que tenía…
— SE LO BELLA, SE LO DE USTEDES, SE QUE ME ENGAÑASTE, — le grite todas esas palabras, si quería ocultar la verdad, no le daría oportunidad, — ¿CREES QUE YO SOY EL PATÉTICO?— le dije mientras él trataba de reincorporarse, parece que le había roto el labio…
Me enfilo como si de un lobo se tratase, estaba furioso y seguramente acorralado…
— ¿Quién te lo dijo?— me cuestiono avilantando a toda costa devolverme el puñetazo, pues apretaba sus puños y se notaba a leguas que retenía mucha ira…
— El día en que estabas en la torre de astronomía y supuestamente ella te dio un golpe, ella era yo— le confesé aquello, a mí no me daba miedo ocultar las cosas…
— Así que me tendiste una trampa— afirmo aquello dándoselas de victima…
— SE SUPONE QUE ÉRAMOS NOVIOS, SE SUPONE QUE ME QUERÍAS A MÍ, SE SUPONE QUE TUS SENTIMIENTOS ERAN SINCEROS— le dije aquello sin temor, se supone que estábamos hablando, así que no me callaría absolutamente nada…
— LA AMO HARRY,— me dijo tratando de ahogar mis gritos con uno suyo, — Y TAMBIEN TE AMO A TÍ— completo aquello sin dificultad…
Tan solo lance una risilla…
— No te creo nada— le dije, — ahora me doy cuenta de que eres una basura, un maldito y un mentiroso— le confesé lo que sentía en ese momento…
— ¿Cómo te atreves a decirme eso?— me cuestiono como si le hubiera dolido…
— Maldigo el día en que me deje llevar por tus encantos, me das asco y me arrepiento de que seas la primera persona en mi vida— le comente mientras comenzó a llover, ¿Por qué pasaba esto?, ¿acaso era magia?...
— Pues sabes algo, yo no me atrevería a decir ese tipo de cosas, ni siquiera a Bella, porque a ella si la amo— exclamo con rabia, aquellas palabras me dolían…
— Pues me alegro, ojala ella te haga lo mismo que me hiciste, ya verás que con los sentimientos de los demás no se juega— le dije amenazándolo con algo tan poderoso como el Karma…
— Pues yo solo deseo que te vaya bien— me dijo dándoselas de caballero, me frustraba eso…
— Eres un cobarde— le dije tratando de hacer más daño, — debiste dar la cara como los hombres, pero te ocultaste bajo esa personalidad de buena persona—…
— Lo que pienses de mi me tiene sin cuidado, tu vida ya no me importa, solo me importa la mía— me dijo mientras la lluvia se incrementó…
— Ojala esa burbuja en la que vives te explote en la cara— le comente demasiado dolido, estaba siendo inmaduro pero era lo que mi interior anhelaba decir…
— Cuide esa boca, yo jamás le diré algo malo— me dijo…
— Espero que la vida te trate como lo hiciste conmigo— le comenté…
— Veo que ya quedo claro en esta conversación quien es quien— me confeso dándome el pie para la despedida…
— Sabes que Jacob, adiós— le dije mientras me di la vuelta, no tenía sentido seguir aquí…
— ¡Adiós no Harry!, ¡HASTA NUNCA!— me grito aquello como si fuera seguro…
— ¡HASTA NUNCA NO, JACOB!, ¡VETE A LA MIERDA!— le dije y esas fueron las últimas palabras que quedaron entre nosotros, ya que cuando reaccione, estaba a kilómetros de Hogwarts volando en mi Nimbus…
Salí de aquel crudo recuerdo, sostenía mi taza de café y se supone que Ron no demoraría en llagar, hoy es mi cumpleaños número 28 y he llegado lejos porque me di el valor que ese tipo no fue capaz de darme, mi nombre es Harry Potter, soy un Auror y creo que mi historia está a punto de comenzar…
Continuará…