Ahí en ese hermoso parque, donde ya asomaban las flores, las aguas del lago eran cristalinas y los niños jugaban en armonía con los bellos animalitos, estaba Kai, sólo, sentado, siendo ignorado cruelmente por su mejor amigo y un chino femenino de cabello menos bonito que el suyo. Y no, Kai no era femenino. Tan ensimismado en sus pensamientos estaba, que ni siquiera notó cuando los dos chinos se levantaron y se fueron a un incógnito lugar...
Kai,al notar se sólo, se deprimió como un cachorro. Comenzó a caminar hacia un destino incierto. Primero llegó a las hamacas, donde jugaban unos pequeños mocosos... adorable. Kai no pensó en detenerse ni por un segundo. Siguió su recorrido hasta la heladería que quedaba más cerca del parque. Allí pidió un cuarto de helado de vainilla... Sí, cuando estaba triste comía helado, un cliché. Pero ese eram su cliché, el único con el que se identificaba. Volvió a sentarse al parque. Subió a un árbol, comiendo su helado. Desde la altura, pudo ver a esos fugitivos... Oh.... Lo pagarían caro. Se acercó a paso apurado, aún aferrado a su postre helado.
-hola...-saludó como si nada-me habían perdido-"bromeó". En realidad, estaba infinitamente enfadado con Lay... Y también un poco con Luhan.-
-¡Oh! Lo siento tanto, Kai. Para ser honesto, me había olvidado por completo de una tercera persona en este mundo...-al chino le llegó un mensaje-¡Que bien! Llegó el amigo del que les comentaba. Nos vemos, Lulú, un gusto conocerte, Kai-el chino salió corriendo con emoción.-
-Kai... ¿Qué es lo que te pone mal?-el aludido odió el momento en el que compró helado de vainilla y se acercó a su ciervo amigo... Lo conocía demasiado bien.-
-nada...-Luhan lo calló en ese instante. Sabía que mentía.-
-si no es nada, ¿Por qué te mordés el labio inferior, EH?-Kai maldijo sus hábitos.-
-y-yo...-
-nos vamos a casa- interrumpió el rubio. El moreno lo único que pudo hacer, fue ser arrastrado por el chino chillón con cara de chica.-
Llegaron a la casa del ciervo en poco tiempo. Lo primero y único que puso hacer Kai, fue desplomarse en la cama del rubio. Este, al ver en tan mal estado a su mejor amigo, corrió a sentarse a su lado. Acarició con ternura la espalda del moreno, esperando que le dijera que era lo que lo ponía así.
Pasaron unos minutos en esa posición. Kai se sentía patético siendo fondo!ado por el amor de su vida... Encima que sólo lo consolaba por compasión... O eso era lo que él creía. No quería que el ciervo supiera porqué lloraba. Le daba miedo de arruinar así su amistad. Era mejor que solo fueran amigos. Aunque no iba a poder contener mucho más esos sentimientos que tanto lo contrariaban...no así, no ocultos. Se sentó dando media vuelta para poder, así, ver al ciervo directo a sus ciérvicos ojos.
-Luhan, por favor no hables y escucha...-
***
La merienda transcurría intensa bajo las estremecedoras miradas de Sehun y Chen. Xiumin ya tenía su coartada perfecta para escapar de esa incómoda situación: -recordé que hoy iba a pasear con Mir- y se fue, dejando, como un completo cobarde, solo a Baekhyun. Este maldijo el día en que nació ese tal "Mir". Ahora estaba completamente solo en su desgracia. Apenas podía moverse sin que ambos pares de ojos se dirigieran hacia él... Justo a su bellísimo rostro.
-Sehunnie...-el platinado volvió su vista para verlo-no hay más leche...-dijo parándose-voy a comprar.-
-¿Podés ir solo?-preguntó un tanto (muy) preocupado.-
-sí, ya he ido...-le sonrió con dulzura-además, está a tres cuadras de acá-le dio un beso en la mejilla- vuelvo enseguida-desapareció por la puerta.-
-¡La plata!-un abochornado Baekhyun volvió corriendo.-
-s-sí...-tomó el billete que le extendía su amo-ahora sí, bye...-volvió a irse.-
-no me gusta que slha solo...-admitió el platinado-muchas personas se quedan viendo a mi bebé cuando vamos caminando.-
-tranquilo, está muy cerca...-
-no lo suficiente...-suspiró-si no vuelve en diez, lo voy a buscar-Chen asintió.-
***
Baekhyun iba caminando distraídamente. Aunque no era la primera vez que salía, le seguían maravillando diversas cosas. El pequeño pelinegro era una presa fácil... Como un niño, sólo en el mundo exterior.
Llegó al almacén, el cual estaba vacío. Compró la leche, la pagó, y se dispuso a volver a su casa. El camino era realmente corto. Era básicamente imposible que nadie se perdiera... Sin embargo, cosa que no había notado el insensato pelinegro, dos personas lo seguían, esperando al momento para atacar. Y, a decir verdad, ese momento no tardó en llegar: a Baek se le desataron los cordones de sus converse, obligándolo a detenerse para atarlos nuevamente. Se agachó y los anudó, parándose. Fue recibido por dos brazos rodeando su cintura, y otros sujetando sus pies. La leche cayó de lleno contra el pavimento, derramando su contenido. El pequeño pelinegro se removía en los brazos de los dos extraños., en busca de escapar, pero no había caso... Esos tipos eran mucho más fuertes que él. Un poco más y lo tendrían dentro de su camioneta blanca.
-Sehun...-susurró entre lágrimas.-
***
Ya habían pasado los diez minutos. Sehun estaba que se comía los dedos. No lo resistió más, salió en su moto a toda velocidad hacia el almacén. A solo una cuadra, vio la leche derramada en el suelo, cosa que solo logró ponerlo peor. Comenzó a preguntar a todo el mundo por su minino. Sí, al almacén había llegado, pero después no había vuelto.
Vio pasar una camioneta blanca. Por alguna razón, lo incitó a seguirla. Aceleró al máximo de velocidad, cuando comenzó a perseguirlo la policía. No le importó, su bebé lo necesitaba... Y nadie se metía con lo que era suyo.
***
Los sujetos de la camioneta estaban asustados:creían que la policía los había descubierto, y una moto los perseguía. Estaban jodidos, enserio demasiado. Ambos pares no dejaban de mirar al vehículo contrario. Hasta que pasó lo inevitable: la van chocó de frente contra un edificio.
Sehun, que había estado viendo todo, casi saltó de la moto, corriendo hacia el vehículo blanco que se incendiaba. Dios sabe de dónde sacó la fuerza para mover la puerta y sacar el inmóvil cuerpo de su gatito.
-ayuda...-pidió uno de los tipos, extendiendo su mano a Sehun. El platinado miró con odio al tipo, parándose con su niño en brazos, para llevarlo a la ambulancia que pronto llegaría.-
-tranquilo, mi amor... Vas a estar bien- dio un beso en la frente del pelinegro. Las personas del edificio fueron evacuadas todas rápidamente. Estaba claro que ese auto explotaría. Una chica y dos chicos habían salido heridos.-
-¡Sehun!-Chen llegó corriendo con lágrimas en los ojos- me enteré de lo que pasó: la persecución, el choque... Todo.-
-está frío...-
-hey, mirame, va a estar bien... La ambulancia viene en camino...-Sehun rió amargo.-
-sería más rápido que yo terminara medicina a esperar por una ambulancia...-sintió a Baekhyun moverse en su pecho.-
-Sehunnie...-sonrió con dulzura- te amo muuuucho-le dio un besó en la mejilla.-
-yo a vos... Demasiado-le devolvió el beso.-
La ambulancia llegó no muy poco después. Tardó más de lo necesario. Antes llegaron los noticiarios, y, como si fuera poco, corrieron a grabar a Baekhyun. Sehun, que no estaba de humor, si no fuera porque tenía en brazos a su pequeña cosita, los hubiera golpeado.
Subieron a Baekhyun con cuidado, procurando no moverlo de manera inadecuada. Sehun también subió en la parte de atrás, acompañando a su novio...
Llegaron al hospital en cuestión de minutos, donde internaron a Baekhyun. Rápidamente, lo operaron, poniéndole suero. Gracias a dios, estaba estable ynfuera de peligro.