A PRINCE In Love
Chapter 6: Beyond and Near
Era el segundo periodo del día y le tocaba laboratorio. Como cada viernes el profesor dejaba a cargo a los tutores para que dieran la clase; la asistencia era obligatoria y, aunque todavía se sentía algo débil y enfermo, Matt no había tenido más remedio que ir, obligado claro por un muy estricto Mello que se negó terminantemente a que faltara. Como él estaba a cargo de impartirlo fue imposible evitar que lo arrastrara hasta el salón, más aun sabiendo que era su último deber del día y después de eso irían a relajarse un rato a la cafetería para decidir qué hacer esa noche.
A Mail le gustaba cuando el rubio hacía la clase, ya que le parecía que su aire de profesor mandón, pero complaciente, contrastaba demasiado bien con su explosivo carácter, haciendo que la parte más atractiva de su personalidad saliera a flote. Notaba como todas sus compañeras prácticamente babeaban cuando lo veían y esto le divertía de sobremanera, porque sabía que Mihael sólo sentía por ellas mucha pena ajena. Y no entendía por qué exactamente, pero saber esto le causaba una satisfacción enorme, incluso haciendo que no pudiera evitar sonreír maliciosamente de vez en cuando.
-El informe completo se entrega a más tardar a finales del próximo mes, pero tendrán que traerme un avance todos los viernes hasta que se cumpla el plazo límite.-Les explicaba Mihael, proyectando una diapositiva en la pizarra con la rúbrica de la tarea que tenían que hacer.
Mail sonrió imperceptiblemente, mientras copiaba dicha rúbrica en su cuaderno, recibiendo una penetrante mirada de Light que no supo muy bien cómo interpretar. Como al pelirrojo le estaba costando horrores socializar con sus pares, el castaño se había ofrecido a hacer el trabajo con él, algo que ciertamente lo aliviaba demasiado, ya la mayoría de sus compañeros de clase se comportaban todo lo contrario a lo que se esperaría de estudiantes pertenecientes a Criminología, generalmente actuando como un grupo de estúpidos retrasados sin ganas de nada más que no fuera divertirse.
-Los avances del informe se evaluarán con puntos acumulativos que les servirán para subir su nota final.-El rubio apagó el data y lo desconectó de su portátil justo a las doce en punto, dando así fin al laboratorio de ese día.-Cualquier duda que tengan me la dicen, todos saben dónde encontrarme. Ahora váyanse.
El ruido típico de mochilas cerrándose, sillas moviéndose y conversaciones siendo retomadas se escuchó apenas Mello terminó de hablar, claro sin contar a un trío de muchachitas atrevidas acercándosele para preguntarle estupideces sobre algo que de seguro ya sabían, pero que usaban de pretexto para hablarle. Matt frunció el entrecejo y lanzó una mirada fulminante hacia ellas, con la pésima suerte de que Raito se percató.
Le gusta… Pensó el castaño, su corazón siendo cruelmente apuñalado sin piedad alguna.
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-Compremos algo y juntémonos en nuestro cuarto.-Propuso Elle, sorbiendo su dulce té.
-Me gusta la idea.-Apoyó Mihael, mordiendo un gran pedazo de su barra de chocolate semi amargo.-Podríamos invitar a los chicos también.
-Claro.-Asintió Elle, engullendo de una sola vez la fresa del trozo de pastel que compró y sonriendo imperceptiblemente.-Será una buena forma de presentarles también a Beyond y Near.
-Yo hablaba de Beyond, Halle y Gevanni.-Aclaró el oji-azul, frunciendo el ceño molesto.-En ningún momento insinué que invitáramos también al estúpido de River.
-Mello…-Elle lo miró con cara de circunstancia, endureciendo ligeramente su expresión.
Su entrecejo se arrugó más, mientras rodaba sus ojos y mostraba un hastío evidente.
-Has lo que quieras.-Gruñó, desviando el rostro enfurruñado.
-¿Y quiénes son ellos?-Quiso saber Matt, sorprendido ante la molesta actitud del rubio.
-Unos amigos que tenemos en común.-Contestó Elle, echando más azúcar a su té y dejando la cucharilla en el platillo.-Será bueno que se conozcan, sé que se caerán bien.
Mello bufó sonoramente, haciendo una bolita con la metálica envoltura de su chocolate y tirándola desde donde estaba al tacho de la basura con una puntería perfecta.
Mail y Light se miraron intrigados, sin entender mucho, pero prefiriendo no decir nada.
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A las nueve de la noche se reunieron en el dormitorio de Elle y Light, sin antes claro haber comprado provisiones tales como paquetes de Cheetos, dos tarros de papitas Lays, una Coca Cola y una Spritte de tres litros además de un par de packs de cerveza, una botella de vodca, jugo de naranja, unas cuantas barras de chocolate y muchos dulces.
Mail estaba ansioso por compartir con los chicos, especialmente ahora que llevaba varias semanas conviviendo con ellos y podía admitirlos como parte esencial de su reducido círculo social. Le intrigaba mucho conocer a Beyond y Near, ya que todo indicaba que eran íntimos amigos de Elle y Mello, pese a que el rubio se mostraba bastante renuente cuando se mencionaba a River.
A las nueve y quince tocaron la puerta del cuarto y al abrirse apareció un cuarteto bastante peculiar. Beyond fue el primero en presentarse; era un chico de la edad de Elle de pelo azabache algo largo y ojos de un particular rojo rubí, vestido de jeans negros ajustados y chaleco de tela fina color blanco. También estaban Halle y Gevanni; un pelinegro y una atractiva rubia que, según le comentaron, llevaban siendo novios casi por tres años. Y al final Near; un albino que lucía bastante adorable, aunque parecía tener el mismo gusto de Elle por parecer indiferente a todo a su alrededor, vestido con un par de pantalones blancos además de un chaleco de algodón gris claro.
Les contaron que B, como le gustaba que lo llamaran, estaba en tercer año de medicina forence y Near en segundo año en la misma carrera; mientras que Gevanni y Halle por su parte, cursaban ya su tercer año de Derecho. Los seis se conocían desde secundaria y llevaban siendo amigos por bastante tiempo.
Se sentaron sobre la alfombra que cubría el suelo del dormitorio y tomaron una bebida según su preferencia; Elle, Halle y Gevanni quisieron Coca Cola, Light jugo de naranja, Mail y Near Spritte, Mihael mezcló vodca y jugo a partes iguales y Beyond optó por una lata de cerveza. Encendieron el equipo de música y usaron el ipod de Matt como CD, sonando en primer lugar un cover bastante bueno del tema E.T. de Katty Perry.
-Juguemos algo.-Propuso Beyond, apoyando su espalda en una de las camas y estirando su brazo para alcanzar una donut glaseada rellena de mermelada de fresa.
-Buena idea.-Apoyó Halle sonriendo, descansando su cabeza en el hombro de Gevanni.
Los demás asintieron de acuerdo, disfrutando de sus bebidas y alguna que otra fritura.
-Qué les parece… ¿Verdad o reto?-Les sugirió con cierta malicia, adueñándose de las donuts que quedaban y tomando del buró otra lata de cerveza.
-Pero que poco original eres.-Bufó Mello, rodando sus ojos y poniendo los brazos tras su cabeza en gesto aburrido.-Ese no es más que un puto juego para niños, B.”
-No si sabes cómo hacerlo interesante.-Sonrió macabramente el oji-rojo, captando el interés de todos al sacar de su mochila dos botellas; una de ron y otra de whisky.
-Dime más.-Habló el rubio, enderezándose derecho en su posición y sonriendo malicioso.
-Por cada vez que elijamos reto, deberemos tomar un vaso a tope de whisky o ron, independientemente de la penitencia que nos obliguen a hacer.-Explicó Beyond aun con la sonrisa macabra pintada en sus finos labios.-¿Se apuntan?
-Suena interesante.-Admitió Elle, sonriendo también para sorpresa de Mail y Light, quienes nunca desde que lo conocían lo habían visto sonreír abiertamente.-Cuenta conmigo
“Con nosotros igual.-Aceptaron Gevanni y Halle, mientras sonreían ampliamente.
-¿Por qué no?-Asintió Near simplemente, rizando en su dedo un mechón de cabello.
-Eso no se pregunta.-Rió Mello, acabándose de un solo sorvo su vaso de vodca-naranja.
Beyond ensanchó más su sonrisa, mirando a Matt y Raito con expresión burlona.
-¿Y qué dicen los bebés de primer año?-Preguntó con sarcasmo, sin dejar de observarlos.
Ellos se miraron algo cohibidos, ya que nunca en sus vidas habían participado de un juego que tuviera encima reglas tan desmesuradas. Con la nula sociabilización del pelirrojo y la impuesta timidez del castaño, no sabían a ciencia cierta qué esperar de todo aquello.
Pero la curiosidad le ganó por mucho a sus dudas y terminaron aceptando, sin siquiera imaginar la cantidad de consecuencias futuras que esto les traería.