Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ojos verdes por Lonny

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

CAPÍTULO 26

Te amo, Loki…

…Te quiero tanto que me asfixia pensar que alguien pueda hacerte daño…

…Siempre quiero protegerte…

… Y quiera ser mejor para ti…

No podía creerlo. Llevaba un par de días sin pensar en otra cosa, recordando una y otra vez esas maravillosas palabras que le daban tal calidez a su pecho. Le quería, lo amaba, y se culpaba de no haber estado a la altura de las circunstancias. Porque había esperado tanto tiempo por aquello, para que Tony correspondiera sus sentimientos de la misma manera que él, que el haberse quedado en blanco, falto de su habitual verborrea, no dejaba, sino, de causarle una profunda incomodidad hacia sí mismo.

Y los días habían pasado, en aquella calma tensa que tanto lo exasperaba, sin que percibiera ningún movimiento anormal por parte de Tony, más porque no lo había visto desde entonces que por otra cosa. Lo poco que sabía, más por parte de Bruce y de varios rumores que habían circulado por la empresa, era que había vuelto a las andadas en referencia a sus proyectos secretos, por lo que había optado por encerrarse en su laboratorio, prohibiendo así la entrada a cualquier persona que no fuera Pepper.

Se ve que ha tenido otra de sus geniales ideas y no quiere ser interrumpido – dijo Bruce, quitándose las gafas para mirar a Loki directamente – Pensé que te habría mencionado algo al respecto – él también lo habría esperado. Una parte de él se lamentaba que estuviera obrando así, más cuando Tony se le había declarado escasos días antes; pero por otro lado, lo entendía. A ojos del mayor, Loki lo había casi rechazado con su silencio y a nadie le gusta verse expuesto ante la persona que se ama durante un tiempo. Aun así, aquella situación le molestaba más de lo que nunca hubiera imaginado. Quería a Tony a su lado. Siempre, a todas horas con sus eternas burlas y sus excusas para acercarse a él a como diera lugar. Quería trabajar con él y verle esa expresión en el rostro que muy pocos podían percibir; la expresión del gozo eterno, de saber que estás creando algo grande e inigualable. De saber que eres un genio.

No, no me ha dicho nada. Pero, en fin, tampoco tenía por qué – sonrió falsamente, centrándose en el trabajo que tenía que hacer. Al menos, Tony había tenido el detalle de solucionar el asunto de ser ayudante de Bruce antes de todo aquello, lo que le daba la magnífica oportunidad de estar en la empresa y poder coincidir con él, aunque sólo fuera por los pasillos.

¿Cómo fue la fiesta? – preguntó de golpe Bruce, colocándose de nuevo las gafas en su sitio. Lo cierto era que Loki no recordaba haber dicho nada al respecto. ¿O sí?

¿La fiesta? Bien, animada – carraspeó- No recuerdo haberte dicho nada al respecto – y lo miró de reojo, sopesando un trozo de aluminio. Bruce lo miró por encima de sus lentes, sonriendo.

No, no me dijiste nada, pero Tony sí – y Loki enrojeció de golpe, notando su pulso acelerarse con sólo escuchar el nombre del moreno – Parece que hubo movimiento – el joven bajó la mirada, manoseando la pieza sin saber qué hacer o decir. ¿Qué le habría contado?

Sí, como todas las despedidas de soltero, ¿no? – Loki sonrió, encogiéndose levemente de hombros. Volvió a toquetear el aluminio hasta dejarlo abandonado a un lado, suspirando – Bruce, ¿qué te dijo exactamente Tony? – el aludido siguió trabajando en lo suyo, hasta creer que no lo había escuchado. Estaba a punto de repetirle la pregunta cuando Bruce alzó su mirada.

Bueno, en resumen, me dijo que había ido a buscarte a la fiesta después de recibir unas fotos en las que parecías en peligro, pero que eso no pareció sentarte muy bien – Loki tragó saliva, repiqueteando sus dedos contra la mesa.

¿Nada más? – Bruce dibujó una sonrisa de lado.

¿Hay algo más? – y le moreno no supo qué decir, por lo que desvió su mirada algo incómodo.

No… nada más – y tensó su cuerpo, alejándose de la mesa para ir a coger algo que, la verdad, ni necesitaba ni sabía qué era. Bruce, divertido, lo siguió con la mirada escondiendo la sonrisa que afloraba de su ser. Aquello estaba siendo demasiado divertido. Loki salió del pequeño laboratorio y fue directo a la máquina de café que había al fondo del pasillo. Debía serenarse, dejar de preocuparse por algo tan tonto y mejor centrarse en pensar cómo acercarse a Tony sin que se notara demasiado.

Pareces preocupado – Loki cerró los ojos sutilmente, pues él era la última persona que pensaba ver aquella mañana.

Estoy bien, Steve – aún sentía aquella opresión en el pecho cada vez que lo veía o que escuchaba su voz. No sabía si era parte del sentimiento de culpa o el hecho de que todo lo que él le había vaticinado se hubiera cumplido, aunque al revés. El vaso de plástico cayó junto a la cucharilla, poniéndose en marcha la máquina que soltaba café.

Hace mucho que no veo a Tony – el café se cortó y Steve sacó una moneda de su bolsillo, esperando que Loki retirara el vaso, pero parecía demasiado ensimismado en sus pensamientos como para darse cuenta - ¿Loki? El café… - el moreno volvió en sí, cogiendo el vaso con cierta torpeza, incluso quemándose los dedos por el camino - ¿De verdad estás bien? – el joven asintió con la cabeza, sin mirarlo, cosa que provocó una leve sonrisa en Steve - ¿Sabes? No tenemos por qué seguir con esto. Las cosas han cambiado mucho en estos meses – Loki lo miró de reojo, soplando su café.

Sí que han cambiado, sí – Steve metió la moneda en la ranura y esperó a que su café saliera, apoyado en la maquina con los brazos cruzados.

La última vez que hablamos en la habitación de Tony yo estaba algo… dolido, la verdad – el moreno siguió soplando, asintiendo con la cabeza. No dudaba de ello; era algo que todos y cada uno de los trabajadores de la empresa había percibido. Y, los que no lo habían visto, lo habían oído por los pasillos – Pero todo este tiempo he reflexionado mucho al respecto y simplemente lo he dejado pasar. No tiene sentido auto compadecerse por algo del pasado, más cuando no hay posibilidad alguna de recuperarlo o arreglarlo, así que decidí seguir adelante – Loki lo miró directamente, dándose cuenta al fin del ligero cambió que incluso había experimentado externamente. Quizás era una tontería, pero podría decir que a Steve se le veía más maduro.

Te lo agradezco de verdad, Steve – y suspiró, cerrando levemente los ojos – Todo lo que pasó, más bien cómo pasó, nunca quise que… - pero el rubio posó su mano encima del hombro para acallarlo.

Loki, es suficiente – y dibujó una sonrisa en sus labios – Si de verdad pudiera recuperar algo de mi pasado, ten por seguro que no sería a Tony Stark – aquello fue un alivio para ambos. Decirlo en voz alzada, que otra persona pudiera escucharlo, lo hacía más real y más contundente. Porque en la vida de Steve Rogers habían pasado muchas situaciones, buenas y malas como en cualquier ser humano, y las malas, en su caso, tenían un peso especial. Y Tony Stark no había sido, ni mucho menos, algo malo en su vida. Todo lo contrario. El moreno asintió, notando el peso de la mano en su hombro alejarse al igual que Steve, junto a su café. Aclarado ese asunto sentía que sus fuerzas y sus ganas por arreglar las cosas con Tony se acentuaban. Se podría decir que las palabras de Steve le habían dado el empujón necesario para decirse y hacer cualquier cosa para volver a aquella azotea y decirle a Stark lo mucho que lo quería él también.

^*^*^*^*^*^*^*

Era muy tarde, casi estaba anocheciendo, pero no había podido acudir antes. Sabía que las posibilidades que no le dejaran entrar eran altas, pero debía intentarlo, era algo que había decidido desde la noche en que había hablado con Clint y algunos puntos oscuros se habían aclarado.

Cuéntame todo lo que sepas de Tony Stark – Thor restaba sentado detrás de su escritorio, con las manos entrelazadas en posición casi de ataque. Estaba tenso, su cara lo reflejaba perfectamente, por lo que Clint se dio varios minutos para aclarar sus ideas y empezar a explicarse.

No sé mucho, pues Loki es muy reservado, pero sé que es un buen tío con ideas locas de inventos y con un claro síndrome exhibicionista – el rubio alzó su ceja, pues aquello y nada venían a ser igual para él. No le estaba diciendo nada que no supiera por Jane o cualquier revista de cotilleos.

Sabes a lo que me refiero, Clint – y Thor descansó sus manos encima de la mesa, relajando su postura amenazante – La aparición de esa armadura en medio de la fiesta, que esa misma armadura se pareciera sospechosamente a la que se estrelló en Navidad, justo el mismo día que Loki se escapó misteriosamente… ¿Ves por dónde voy? – el arquero asintió. Sabía perfectamente por dónde iba, pero no le gustaba esa dirección. Es más, quería dar un volantazo e irse hacia otra dirección. Pero sabía que Thor acabaría cogiendo los mandos y volvería a la senda que más le interesaba, pues ya lo había visto en otras ocasiones. Era hijo de Odín.

Lo veo y, como te he dicho antes, no hay mucho que pueda decir, pues Loki es muy reservado – Clint deseó que se tragara el anzuelo y lo dejara pasar, pero el rubio parecía especialmente preocupado esa vez.

Clint, entiéndeme. Esto no es juego. Estoy preocupado por mi hermano y por la gente que le pueda estar rodeando en estos momentos. De acuerdo que, cuando supe lo de Stark por mi madre, bueno, lo dejé pasar porque no dejan de ser relaciones personales y, si mi hermano podía estar bien con un tipo como ese pues lo aceptaría – aún recordaba lo mal que lo había pasado Loki tras el abandono de Peter, lo cabizbajo y falto de apetito que se había vuelto, por lo que volver a tener una mera ilusión, alguien que borrara ese recuerdo y le hiciera sonreír, para él había sido un verdadero triunfo – Pero esa armadura… ¿Qué se supone qué es? He estado pendiente de los telediarios, de todo lo que salía de esa cosa en las noticias y ni tan siquiera el ejército se lo logra explicar. Hay quién lo califica de amenaza y no quiero que Loki esté involucrado en algo como eso – Clint asintió lentamente, haciendo una mueca. Lo cierto era que el panorama no era muy bueno que digamos.

¿Y por qué no hablas con él? – Thor rodó los ojos, acomodándose en su sillón.

Sabes que no se puede hablar con Loki – y Clint negó con la cabeza.

No me refiero a él, Thor – y el rubio resopló, mirando al techo.

Jamás se había planteado hablar con Tony Stark pero, viendo las cosas cómo iban, creía que era necesario. Al fin y al cabo, podría ser su… ¿cuñado? Oh, aquella posibilidad lo incomodaba un poco, la verdad.

Entró en aquél maldito edificio y decidió usar una táctica deplorable, pero que le era necesaria en esos momentos: usar el apellido Odinson. Un par de llamadas, un pase de seguridad y, antes que se diera cuenta, ya estaba subiendo en el ascensor camino al piso 31 donde, se suponía, que alguien lo estaría esperando para guiarle.

Usted debe ser el señor Odinson – una mujer pelirroja, de sonrisa afable, le alargó la mano y lo invitó a acompañarle – Soy Virginia Potts, asistente personal del señor Stark y, la verdad, no esperábamos su visita y menos a esta hora – Thor estrechó su mano con firmeza.

Lo sé, y me disculpo por ello, pero no he podido venir antes. Y, como entenderá, el asunto es bastante importante para mí como para dejarlo pasar otros tantos días – Pepper asintió algo incómoda. La última vez que un Odinson había pisado aquel despacho había desencadenado una serie de desgracias que no quería que se volvieran a repetir, más por Tony que por otra cosa. Cuando llegaron delante de la puerta del despacho, golpeó un par de veces antes de entrar hasta escuchar la característica voz de Tony al otro lado. Tan pronto habían sido informados de la presencia de Thor en el edificio, Tony había subido a su piso y se había dado la ducha más rápida que recordaba en años, vistiéndose como buenamente había podido hasta restar impasible tras ese escritorio que apenas usaba.

Siéntese, por favor – le indicó, nada más ver a Thor, dándose cuenta el gran parecido que tenía con su padre. Aquello lo tensó - ¿En qué puede servirle? – el rubio se sentó, dejando descansar ambas manos sobre su regazo.

Hace mucho que quería hablar con usted, por razones obvias – el moreno escondió una sonrisa. Lo cierto era que el hermano era el único miembro de la familia de Loki que le faltaba por conocer.

Lo entiendo. Loki me ha hablado de usted – aquello sorprendió gratamente a Thor, algo que se reflejó en su rostro – Por cierto, felicidades por su próximo enlace – el rubio alzó su mirada y asintió, agradeciendo el gesto.

Me agrada que haya nombrado eso, pues uno de los temas que quería comentar con usted es lo sucedido en mi despedida de soltero – Tony se removió en su asiento, empezando a incomodarse – Aunque mis recuerdos son vagos, su presencia no pasó inadvertida. Sobre todo para Volstagg quién, por cierto, está bien, aunque con un collarín en su cuello y un hombro dislocado – el moreno bufó, desviando su mirada, mientras Thor se incorporaba para mirarlo de cerca - ¿Quién se cree usted que es para interrumpir en una fiesta privada, agredir a un amigo y secuestrar a mi hermano? – Tony restó impasible en su asiento, mirándole fijamente.

¿Sabes? Nada más verte entrar por la puerta sentí una especie de deja vu, como si ya nos hubiéramos visto antes. Pero, oh, me confundí con tu padre – aquella burla, aquella afrenta no le gustó en absoluto a Thor, quién se abalanzó sobre el escritorio y lo levantó por las solapas de su camisa sin pensar.

No te pases de listo conmigo – acercó tanto el rostro a Tony que sus narices se rozaron – Yo no soy mi padre, ni mi madre… - el moreno lo miró fijamente, impasible.

Eso ya lo veo – alzó sus manos y separó las de él, arreglándose la camisa – Y deberías saber lo cara es la camisa que llevo como para que me la arrugues de esta manera – levantó la mirada, ya conforme con su aspecto y caminó hasta el mini bar que tenía cerca de la pared izquierda – Mira, Thor… ¿Puedo llamarte Thor? – el rubio ni se movió, simplemente cruzándose de brazos – Entiendo que no te gustara la manera en la que me presenté, que habría sido mucho mejor traerte bombones e invitarte a ti y a tu seguramente encantadora prometida a cenar, pero estaba demasiado ocupado intentando que aquél bestia, al que tú llamas amigo, dejara de pegar a Loki, tu, se supone, hermano –

No tienes idea de nosotros, de nuestra familia, y aun así te atreves a entrometerte en nuestras vidas, influyendo negativamente a Loki con cualquiera de esas cosas que haces – Tony rió, sirviéndose una copa.

¿Y qué cosas hago, hm? – se giró y lo encaró, dando un sorbo a su bebida - ¿Innovar, crear cosas inimaginables? – y amplió su sonrisa – Percibo cierta envidia – Thor no aguantó tanta burla por parte del moreno y dio un paso adelante, señalando.

Me da igual lo que haga con su vida, pero no quiero que arrastre a Loki en su locura – respiró hondamente y bajó el dedo – Nunca me gustó que se involucrara con usted, pero vi en Loki un cambio positivo, por lo que preferí no involucrarme – frunció el ceño – Pero ahora, después del numerito en el restaurante, y recordando el estado deplorable en el que se presentó en casa esta Navidad, no creo que su presencia en nuestra vida sea para nada positiva – Tony alzó una ceja, bebiendo de nuevo.

¿Vuestras vidas? No tengo ningún interés en ellas, sólo en la de Loki y, creo, que eso es algo que debe decidir por él mismo – suspiró y dejó el vaso a un lado – Mira, Thor. Entiendo que hayas venido queriendo respuestas, aunque no sin muchos modales, pero no puedo ayudarte. Loki es grandecito para decidir y, después de ese incidente en Navidad, del que tan poco orgulloso me siento, entiendo tu postura – el rubio asintió, acercándose más a él, pero sin mirarle. No sabía qué decir, ni cómo actuar a partir de ese punto pues podía llegar a entender la postura de ese sujeto. Ahora se sentía estúpido por haber venido allí – Creo que no hay mucho más que decir… - Thor se alejó de la mesa, metiendo sus manos en sus bolsillos directo a la puerta hasta que se paró en seco.

Haga lo que haga Loki, simplemente respételo esta vez. Ya ha sufrido bastante como para que añada más problemas a su historial – Tony admiró la espalda ancha de Thor, pero no se movió.

Si lo piensas bien, soy la persona que más lo respeto pues jamás he querido que cambiara– el rubio apretó sus puños dentro de sus bolsillos, mirándolo por encima de su hombro.

Debes estar de broma, ¿no? – se giró completamente, justo en el momento en el que la puerta se abría y paralizaba la conversación de forma tajante.

^*^*^*^*^*^*^*

Después de las palabras de Steve y las insinuaciones que Bruce le había hecho a lo largo de toda la tarde había llegado a la conclusión que era hora de dar un paso al frente y asumir la culpa de su actos. Desde el principio de todo aquello se había amparado en que la culpa siempre había sido de Tony, que él era de un tipo de pasta extraña y que tenía la habilidad de hacer y decir lo menos indicado en el momento preciso. Pero ahora no había sido así. Ahora la culpa era completamente suya por no saber reaccionar a tiempo, por no haber actuado a la altura que se esperaba de él y debía solventar esa tensa situación que se había creado entre ellos esos últimos días.

Por eso había decidido esperar a que la mayoría de personas se hubieran ido para ir a buscarlo y poder hablar con él en privado. Primero había acudido al piso que tenía en lo alto de la torre, pero al ver que no estaba se dirigió inmediatamente a su taller privado, lo que supuso una pequeña conversación con el siempre amable JARVIS.

El señor Stark no se encuentra aquí – Loki hizo una mueca, pensando que quizás le había dado alguno de sus impulsos y se había ido con el coche.

¿Sabes dónde está? – JARVIS se quedó en silencio, como si estuviera pensando.

Sorpresivamente está en su despacho, aunque le recomiendo que no vaya en estos momentos – el moreno frunció el ceño, empezando a imaginar cosas.

¿Qué no vaya? – desvió su mirada, empezando a imaginar cosas raras. "No, No puede ser que haya vuelto a las andadas", se dijo visiblemente molesto, mientras salía de la sala directo al maldito despacho. Como lo pillara con alguna de esas chicas, juraba que no se reprimiría y le daría la paliza de su vida por jugar con sus propios sentimientos. Nadie jugaba con él de esa manera dos veces, así que cuando estuve frente a la madera no dudó en coger el pomo de la puerta y darle la vuelta, encontrándose con la escena menos pensada - ¿Se puede saber qué haces tú aquí? – Thor se quedó inmóvil, notando cómo su cuerpo se tensaba pues ver a su hermano allí era lo último que hubiera querido. Siempre lo malinterpretaba todo.

Loki, no es lo que parece – el joven frunció el ceño, girando levemente la cabeza mientras esa frase se le repetía en la cabeza, una y otra vez. Aquello era realmente raro.

Espero que eso no signifique que tenéis un lío – Thor hizo una mueca, mientras a Tony se le escapaba una risa tonta.

Sí, claro. El cupo de rubios musculosos ya lo cubrí – y le guiñó el ojo a Loki, a sabiendas que le molestaría el comentario. Thor, en medio de ambos, no acababa de entender ese juego que se tenían, por lo que prefirió seguir con su tema.

Loki, sólo quería hablar con él. Esa armadura no deja de preocuparme – Tony sonrió falsamente, encogiéndose de hombros, mientras el joven cerraba la puerta tras de sí.

Y has venido a hablar con él, espero que civilizadamente – y desvió la mirada hacia Tony, quién suspiró, recolocándose el cuello de la camisa - ¿Y habéis llegado a alguna conclusión satisfactoria? – Thor bajó su rostro.

Eso depende de ti, hermano – Loki dio un paso adelante, mientras Tony caminaba hacia la puerta.

Mejor os dejo solos para que habléis tranquilamente – el joven intentó retenerle, pero el moreno simplemente apartó el brazo, rompiendo algo dentro de él con esa acción. Thor se dio cuenta de ello, pero no dijo nada.

¿En serio sólo has venido por la armadura? – dijo Loki, recuperando la compostura. Su hermano asintió.

Simplemente recordé lo que ocurrió en Navidad y cómo saliste a su encuentro, sin importarte dejar a tu familia en medio de la cena – el joven rodó los ojos.

Oh, claro. Era la mejor y más cómoda cena familiar que recuerdo en años. ¿Quién podría haber escogido perdérsela, eh? – ahora era Thor quién rodaba los ojos.

Entiendo perfectamente que no quisieras estar con padre, pues sus acciones no han ayudado mucho a la convivencia, pero somos tu familia y, aunque no te lo creas, nos preocupamos por ti y por lo que te pueda pasar. Y lo sabes, aunque no quieras admitirlo– Loki bajó su rostro, mordiéndose imperceptiblemente el labio. Tenía razón, pero, como él sabía, jamás lo admitiría a voz alzada - ¿Vas a volver conmigo a casa o… vas a seguirle? – el joven levantó su rostro y observó la expresión relajada de su hermano. ¿En serio él…? Loki dibujó una leve sonrisa, dando un paso hacia adelante.

Creo que dejaré que Jane y tú sigáis disfrutando veladas como solteros – Thor rió, negando con la cabeza mientras abría la puerta y posaba su fuerte mano en el hombro ajeno.

Eso es muy generoso por tu parte, hermano – asintió sin borrar su sonrisa y apretó levemente su mano – Anda y ve, no sea que se te escape y nos fastidies la noche – y, por primera vez en muchos años, Loki hizo caso a su hermano mayor, saliendo de aquél despacho rumbo al último piso del edificio.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).