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Ciego de amor [WooGyu WooHyun x SungGyu] por Gigi12

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Notas del capitulo:

Tardé un día en traerles el capítulo y lo siento;;

 

Que tengan una linda lectura.

El primer mes pasó demasiado rápido, WooHyun prácticamente tenía que ver que el mayor no se lastimara, pero como el pelirrojo se manejaba tan bien en la mansión, no tenía que hacer casi nada.

 

–Hyung, ¿Tocarías el piano para mí? –Preguntó el menor mientras ambos estaban en el patio trasero, sentados en las sillas, WooHyun estaba terminando de escribir su informe semanal mientras que SungGyu se dedicaba ignorar al más bajo, pero ante aquella petición, se tensó.

 

–N-no recuerdo como tocar…ya ha pasado tiempo y no lo recuerdo. –Contestó el mayor mientras que se levantaba tembloroso de aquella silla, caminando hacia no sabe dónde.

 

–Pero…cuando llegué dijiste que tocabas y…¡No des un paso más! –De pronto WooHyun se acercó a su mayor, que aterrado se quedó quieto justo donde estaba. El pelinegro le atrajo hacia su cuerpo y luego suspiró aliviado. – Según tu expediente, no sabes nadar ¿No? Pues estabas caminando justo a la piscina.

 

–Lo lamento, no lo sabía…Y-ya me puedes soltar. –SungGyu se encontraba algo incómodo por la calidez que desprendía ese…ese cuerpo bien trabajado, el mayor frunció un poco el ceño cuando al fin se separaron pero atrajo a WooHyun de su camiseta. – No. Te. Muevas. Mocoso.

 

El bajo asintió aunque su mayor no lo pudiera ver y desvió su mirada cuando los finos dedos de SungGyu comenzaron a palpar su pecho, como buscando algo frágil. Primero el pecho, luego los brazos, finalmente el cuello y al llegar al rostro se detuvo.

 

–Hago ejercicio si te preguntas porque tengo un cuerpo de infarto. –Comentó el menor logrando sacar de su burbuja a SungGyu, que terminó rojo, rojo de vergüenza.

 

–Idiota…

 

La noche llegó rápido, y con ella los padres de SungGyu.

 

–Hijo debemos hablar contigo y con WooHyun-ah. –La señora Kim le sonrió a ambos chicos y acarició la cabeza de su hijo por donde la venda pasaba.

 

–¿Qué es lo que sucede?

 

–Nosotros debemos irnos a Japón a revisar la empresa, pero tienen la casa para ustedes solos, hagan lo que deseen, te pediré, WooHyun, que te quedes un mes más después de la fecha.

 

–¿Un mes más? –Preguntó WooHyun. Incluso SungGyu estaba sorprendido ante la petición de sus padres así que sólo agachó el rostro sin saber realmente que decir.

 

–Si gustas, te podemos aumentar la cantidad de dinero que se te dijo en un principio, pero nosotros no queremos dejar solo a nuestro hijo, al menos hasta que nosotros volvamos y él se pueda ir a su casa. –Explicó con calma el señor Kim a lo que WooHyun negó, haciendo entender que no era necesario.

 

–¿Tienes casa propia? –El mayor asintió levemente, y luego caminó hasta las escaleras para ir a su habitación. – ¿Qué le pasa?

 

–SungGyu vive solo, tuvo una relación de casi dos años con una chica llamada Jia, y digamos que todos sus recuerdos están en esa casa, que por cierto, fue nuestro regalo de bodas para ellos…–La madre del pelirrojo fue quien habló esta vez.

 

–¿Se iban a casar?

 

–Sí, pero discutieron tanto, que Jia un día tomó su bolso solamente y se fue, y de eso ya un año…no ha vuelto desde entonces y SungGyu ya se cansó de esperar. –WooHyun no se esperó jamás que algo así le pasara a una persona tan…pura como lo es SungGyu.

 

Al día siguiente, los señores Kim partieron rumbo al aeropuerto y el único que estuvo en el momento que abordaron el auto, fue el enfermero puesto que SungGyu no había bajado desde la cena de la noche anterior.

 

Cuando los padres del mayor se fueron, WooHyun subió las escaleras para ir al cuarto de SungGyu pero antes de llegar a este, escuchó notas de piano que no venían de la habitación del mayor.

 

El pelinegro se acercó hasta la puerta caoba que no había notado hasta ahora y sin tocar entró. Cuando notó que el mayor palpaba cuidadosamente las teclas de un hermoso piano al centro de la habitación, como si quisiera encontrar las notas correctas.

 

Y cuando lo hizo, logró impresionar al menor por la afinidad, sentimiento y pasión con la que SungGyu tocaba aquel instrumento.

 

–Vete…no me gusta que escuchen cuando estoy tocando. –Habló el pelirrojo deteniendo su melodía.

 

–No quise interrumpirte…sólo quería saber si te encontrabas bien. –Comentó el menor mientras se acercaba para sentarse a un lado de SungGyu. – Eres increíble…¿Por qué me dijiste que no recordabas como tocar?

 

–Es la primera vez que vengo aquí desde el accidente, ¿Sabes? Nunca pude tocar sin leer una partitura…además, nunca he sido capaz de componer nada. Cuando estaba con Jia siempre quise componerle algo lindo y especial sólo para ella, pero nunca pude hacerlo. –El menor frunció los labios ante aquella confesión y luego hizo que el mayor recargase su hombro.

 

–Pues…mi madre me enseñó que si estás enamorado de verdad, podrías ser capaz de ir a la luna, pero si no lo estás…pues, no podrás hacer nada realmente.

 

–Por lo que veo tu madre es alguien con mucha sabiduría, me encantaría conocerla alguna vez. –El menor sonrió con cierta tristeza y luego suspiró.

 

–Tendríamos que ir al cementerio para eso…–SungGyu de inmediato se incorporó y balbuceó algunas frases donde lo único que se entendían eran los “lo siento mucho”. –No te preocupes, hyung, yo lo superé hace mucho. Resulta que yo tuve dos madres, una de ellas me tuvo pero al fin y al cabo tuve dos madres. Ellas estaban muy enamoradas y cuando mi madre Sunny murió en un accidente, mi mami Tiffany enfermó y a los pocos meses, murió mientras dormía. Ninguna de las dos sufrió al morir pero pienso que sí sufrieron mucho cuando se separaron.

 

–No tenías que contarme algo tan íntimo…pero de verdad lo siento mucho, WooHyun. –Comentó en un tono bajo el mayor, WooHyun suspiró pero terminó sonriendo. – ¿Desde que tu mamá enfermó que decidiste trabajar en esto?

 

 

–Así es, yo cuidé a mi madre mientras ella estaba enferma y cuando ella falleció, quise ayudar a las personas a superar su enfermedad, aunque mi verdadero sueño siempre fue ser un cantante famoso.

 

¿Cantante? –El menor presionó un par de notas en el piano y luego suspiró.

 

–Bueno, si…pero necesito música para poder cantar. –Chantajeó el menor mientras que SungGyu hacía una mueca.

 

–No tocaré, WooHyun, no lo recuerdo y…–El enfermero tomó las manos de SungGyu e hizo que presionase algunas teclas, guiando sus dedos para que siguiese tocando las finas teclas hasta crear un sonido que SungGyu describió como cálido.

 

–No es necesario ver o acordarte de cómo tocar…sólo siente, hyung. –Las mejillas de ambos chicos se encontraron sonrojadas de pronto, pero terminaron riendo segundos después.

 

–Eres realmente alguien extraño, WooHyun…pero me agradas mucho.

 

–¿Algún día podremos ser más que amigos, hyung? –Ante aquella pregunta, el mayor se limitó a asentir puesto que si decía algo, se iba a volver a sonrojar más de lo que ya estaba.

 

La noche llegó rápido y con ello, el baño de SungGyu. Tal como lo estuvieron haciendo desde que WooHyun llegó a la vida del pelirrojo, este le vigilaba mientras el mayor se bañaba con un bóxer puesto.

 

La diferencia fue que SungGyu se sentía tan nervioso por lo que pasó en la tarde que cuando se estaba colocando la bata de baño, resbaló y terminó en el suelo con una mueca de dolor. WooHyun de inmediato corrió a ayudarle a levantarse.

 

–¿Te encuentras bien? –El mayor asintió pero volvió a hacer una mueca de dolor. – Lo siento, hyung, debí estar más atento…

 

–No te preocupes, WooHyun. –Le sonrió el mayor y de pronto el menor notó la cercanía que tenía con el rostro del mayor cosa que lo puso demasiado nervioso pero no se alejó. – ¿WooHyun?

 

–L-lo siento es que…eres muy lindo, hyung. –Respondió el sincero WooHyun, ganándose un furioso sonrojo en las mejillas del mayor. – ¿Puedo besarte?

 

–¿Por qué querrías…? –El mayor no terminó su pregunta puesto que los gruesos labios de WooHyun ya se habían posado sobre los húmedos labios de SungGyu, quien suspiró ante la sorpresa. El menor sólo presionó sus labios contra los ajenos, y no es que no haya querido profundizar, pero temía la reacción del pelirrojo.

 

–Me gustas, hyung…–Las palabras de WooHyun sorprendieron a ambos chicos, la verdad es que si eran ciertas, pero el menor no quería espantar a su hyung con sus sentimientos.

 

El mayor se mordió el labio inferior y luego de varios segundos, guió ambas manos hasta el rostro del menor el cual acarició con sus pulgares hasta acercarse nuevamente, logrando sólo besar la comisura de los labios de WooHyun.

 

–Lo siento…aún no puedo calcular bien. –Ambos soltaron una corta risa y fue WooHyun nuevamente quien unió sus labios con los de SungGyu, esta vez moviendo sus labios lentamente. Las manos del menor fueron a parar hasta la cintura ajena, mientras que las del pelirrojo aún se mantenían en las mejillas de WooHyun. – También me gustas…

 

–¿Es en serio?

 

–Te haré caso y…dejaré de ver y comenzaré a sentir…

 

–¿Aunque yo no sea alguien muy atractivo? –Preguntó en un susurro el menor mientras que recibía un pequeño golpe por parte de SungGyu.

 

–Eso no me importa…eres el único que realmente se ha quedado a mi lado, si fuese otro, la primera semana te hubieses ido. No aceptaste el dinero de mis padres cuando te lo ofrecieron, fuiste a buscarme cuando más necesitaba un abrazo…¿Realmente crees que después de todo eso me importará cómo luzcas?

 

–Y creí que yo era el sentimental. –Bromeó el menor sólo para poder ocultar su nerviosismo.

 

Ambos salieron del baño para que SungGyu se pudiese vestir con el pijama mientras que WooHyun esperaba para ponerle el nuevo vendaje.

 

Una vez listo el nuevo vendaje de SungGyu, WooHyun se atrevió a dejar un beso sobre la frente del mayor antes de separarse con una boba sonrisa en sus labios.

 

–¿Dónde te lastimaste? –Preguntó el menor mientras sacaba del botiquín un par de banditas, algodón y alcohol. Cuando el mayor se cayó en el baño, notó pequeñas gotitas de sangre en el suelo.

 

El mayor con un mohín en los labios, alzó su brazo izquierdo, dejando ver una pequeña herida, pero que igual WooHyun se encargó de curar con dedicación, terminando por dejar un beso una vez que puso la bandita.

 

–Es tierno que hagas eso…cuando te vayas lo voy a extrañar.

—¿Quién dijo que me iría de tu vida? 

Notas finales:

Pues...espero que les haya gustado, lamento no haber podido actualizar ayer, pero es que estoy llena de deberes escolares.

Lo otro, no sé si pueda actualizar la semana siguiente, espero me comprendan</3.

Para las hermosas chicas que comenzaron a leer "A murder novelist", también lo siento, no podré cumplir con subir el segundo capítulo el viernes, quizás también  sea para la próxima semana, espero me perdonen.

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