SungGyu miró a WooHyun totalmente sorprendido y avergonzado por lo que acababa de escuchar, y antes de siquiera responder algo, fue callado por los desesperados labios del menor mientras que este mismo le llevaba hasta la cama para depositarle suavemente sobre el colchón.
El pelirrojo ayudó a WooHyun a quitarle sus prendas inferiores y al instante, los húmedos labios del enfermero fueron a parar al cuello del chico, dejando succiones y besos por toda la extensión.
Las manos del mayor fueron a parar al cabello del pelinegro quien iba descendiendo hasta llegar al borde de los pantalones holgados del pelirrojo. Con algo de rudeza, WooHyun quitó los pantalones de SungGyu y acercó sus labios hasta el bulto que iba creciendo bajo la delgada tela del bóxer ajeno.
—W-WooHyun ah…—Gimió el mayor cuando la boca del nombrado se encargó de humedecer el bóxer sobre el miembro de SungGyu. — Nhg…
Con algo de valentía, WooHyun despojó al mayor de su única prenda y de pronto se sintió poderoso al tener el precioso cuerpo de SungGyu bajo el suyo, jadeante y con una semi-erección. Se volvió a acercar a la hombría del pelirrojo y se relamió los labios antes de apresar el glande entre sus labios y dar una suave succión que le sacó al mayor un sonoro gemido.
Encantado por los eróticos sonidos que salían de la boca de SungGyu, le separó aún más las piernas puesto que en cada succión trataba de cerrarlas y siguió su camino hasta introducir por completo el miembro de su pareja en su boca, ahuecando sus mejillas para darle aún más placer. Las delicadas manos del mayor separaron a WooHyun de su hombría cuando su mente estaba totalmente nublada y le acercó a su rostro, besando los gruesos labios del menor desesperadamente.
—Hyung…—Gimió el menor cuando la mano de SungGyu bajó por sus cuerpos hasta llegar al pene de WooHyun para acariciarlo, primero pasando su pulgar por la húmeda punta, siguiendo el camino de algunas venas que se notaban hasta llegar a los testículos para apretarlos suavemente.
Los ojos del enfermero de pronto se conectaron con los del pelirrojo y quedó totalmente hipnotizado por estos, eran demasiado bellos como para no quedarse observándolos. Sonriendo ante sus pensamientos, guió su diestra a los labios de SungGyu, quien quedó confundido por aquel gesto.
—Lámelos. —Fue lo único que dijo WooHyun y SungGyu sintió sus mejillas arder en fuego, realmente llegarían hasta el final y el pasivo sería SungGyu.
Con los nervios a flor de piel, temerosamente se llevó los dos dedos que WooHyun le mostró a su boca y los lamió bajo la atenta mirada del menor. De pronto sus labios quedaron abiertos y fue la lengua de WooHyun lo que recibió SungGyu gustosamente. Y con la sensación de los labios de WooHyun, SungGyu mandó al demonio sus nervios.
La preparación de la entrada del mayor fue lenta y dolorosa para ambos, para SungGyu porque claramente no estaba acostumbrado a la nueva sensación y además sentía un horrible ardor cuando los dos dígitos en su interior trataban de expandirle y dilatarle lo más posible.
Y para Woohyun porque la imagen que tenía frente a sus ojos era por demás erótica. SungGyu con las piernas totalmente abiertas y con una mano sobre su boca para acallar sus gemidos y quejidos, lo cual no resultaba mucho.
—Creo que…creo que ya…—Susurró entre suspiros el mayor, WooHyun tomó cuidadosamente a SungGyu por la cintura y luego le sentó sobre su regazo, con una pierna a cada lado de su cadera.
—Hazlo tú…si duele, podrás detenerte…porque estoy seguro que si lo hago yo, no me podré contener y te terminaré lastimando…—SungGyu se enterneció y luego alzó un poco su cadera para alinear el miembro de WooHyun con su dilatada entrada.
Al estar temblando de miedo, los fuertes brazos de WooHyun rodearon su cintura con extrema ternura y fue sólo entonces cuando comenzó a descender por la extensión del menor, mordiéndose el labio inferior cuando llegó a tope.
—WooHyun…yo…de verdad te quiero…—Gimió el mayor, aferrándose fuertemente a los hombros del enfermero, quien sonreía entre agitado y embobado. Sin poder resistirlo por mucho más tiempo, WooHyun alzó la cadera de SungGyu y la hizo bajar lentamente, recibiendo a cambio un hermoso gemido.
—Yo también te quiero, SungGyu…no tienes idea de cuanto…—Le sonrió WooHyun y SungGyu se permitió sonreír también antes de volver a sellar sus labios en un lento pero lujurioso beso que tardó segundos en deshacerse cuando el mayor comenzó a subir y bajar por la extensión del pene del menor.
El menor rodó sobre la cama y quedó sobre el sudoroso cuerpo de su amante, embistiendo esta vez de manera mucho más rápida y profunda a SungGyu.
Chasquidos, choques de piel, gemidos y suspiros llenaban la habitación del enfermero y bastaron sólo unos minutos más para que WooHyun alcanzara su climax, llenando el interior de SungGyu con su viscosa esencia.
El mayor gimió cuando sintió algo cálido llenarle y logró su esperado orgasmo cuando la mano de WooHyun apretó la base de su miembro mientras le besaba.
Totalmente exhausto, salió del interior de su novio para dejarse caer a un lado de este con la respiración hecha un verdadero caos y SungGyu estaba por las mismas. Apenas segundos después, SungGyu tuvo que cerrar sus piernas al sentir algo tibio correr por sus glúteos.
—D-debo ir a ducharme…—El musculoso brazo de WooHyun le impidió levantarse de la cama y luego el menor de ambos los cubrió hasta el pecho con una manta, acurrucando el cuerpo de SungGyu en su pecho. — ¿WooHyun?
—Quédate así…duramos así…simplemente quédate…—Susurró el menor, hundiendo su nariz en la roja cabellera de SungGyu con los ojos totalmente cerrados. El mayor sonrió y terminó abrazando el torso del enfermero, aspirando su varonil aroma.
—Buenas noches, WooHyun-ah…—Susurró SungGyu, dejando un corto beso en el pecho del menor, el cual ya estaba completamente dormido y el mayor terminó de acomodarse, cayendo en los brazos de Morfeo con una sonrisa plasmada en el rostro.