Normalmente cuando se nos dice "Sátanas " imaginamos a un ser con patas de cabra cuernos y color rojo chillón revienta pupilas... pero realmente el diablo no luce así, más bien luce como una chica morena, con los ojos color café tendentes a cambiar a un tono onice, que no mide más de un metro con sesenta y tiene una adicción mal sana a ver sufrir a las personas y al vino rojo.
Taeyeon, así es como se hace llamar Lucifer, y así es como luce. Cada cierto tiempo suele cambiar de aspecto pero sólo es en dado caso, su aspecto más familiar y recurrido era eso "Taetae" como le decían sus amantes. Y si bien es cierto que el diablo es una identidad que carece de genero, satanás optaba esa caracterización, para él era como evocar al pecado original. Le recordaba a su querida Eva.
A pesar de la apariencia de Taeyeon era sumamente respetada en las profundidades del infierno, nadie se atrevía a llevarle la contraria ni siquiera había quien pudiera levantarle un poco la voz. Esto era motivo de admiración entre demonios menores, mayores y otro que otro loco que vendía su alma a fin de mes.
Satanás ahora se encontraba sentada en su lujosa mansión infernal rodeada de sus más fieles subditos, mientras sostenía una copa de su tan preciado manjar que curiosamente era uno llamado "casillero del diablo" sonrió al tomar un poco, y río levemente.
La piel se les erizo a todos al escuchar esa pequeña risa.
La enana que se encontraba sentada en una especie de trono hecho con los huesos de los más duros dictadores, asesinos y personas sanguinarias, cruzo las piernas.-Les he mandado llamar, porqué como cada cierto tiempo he ido hablar con el de allá arriba- Dijo esto haciendo un gesto de señalar al cielo.
A muchos demonios esto no les parecía, pero bueno ellos no eran nadie para contradecir al amo de las tinieblas, así que lo único que tenían que hacer era agachar la cabeza.
-Puedo preguntar...- Dijo Beelcebú un demonio de clase mayor, que tenía el aspecto de un chico moreno, con el cabello en punta y sumamente musculoso.
Taeyeon alzo la ceja y con un asentimiento le concedió el permiso.
El chico le miro directo a los ojos-¿Es cierto que quiere otro hijo?-
La morena sonrió ampliamente-Oh, Taeyang has arruinado mi sorpresa- Chasco los dedos y una especie de hoyo negro se abrio en el suelo. Dejando ver una especie de espejo en la cual a una chica con el cabello negro y lacio salia de la escuela.
Sátanas ladeo la cabeza y la miro, por un segundo sintió que estaba viendo a la misma virgen maría, y no por el aspecto, joder era el aura que esta desprendía-Ella es Seo JooHyun, alias Seohyun, ella es el prototipo más cercano a ser el próximo conducto-
-Ella luce muy simple...- dijo Samael quien era un chico de cabello platinado, su cara era cuadrada y sus ojos desprendían algo misterioso, su cuerpo era igual de moldeado que el de Taeyang sólo que Samael era más alto y una gran espada colgaba en su espalda.
-Lo mismo pensé yo , pero mírala ... es tan buena que me dan ganas de hacerle bebés - Todos guardaron silencio ante este comentario. -Como sea no soy yo la que quiere hijos, ni mucho menos pienso matarla ya que es muy tierna-
-¿¡Oh, Satán teniendo misericordia!? - Dijo esta vez Astaroth quien miro a Taeyeon, el también era un muchacho moreno.
-CállateKyu, no creo que quieras terminar con la cabeza de Hitler en tu culo - Todos los demonios rieron. He incluso Samael, que solía ser el más serio de todos; no por nada era considerado el Ángel de la muerte. -Como sea necesito que traigan a mis siete nenas-
Samael le miro confundido-¿Qué planeas?-
-Como ya les dije, no planeo matarla, quiero jugar con ella. Quiero corromperla tan profundo que el mismisimo Dios no va a quererla como la próxima madre. Quiero hacerla pecar, quiero que conozca lo que es placer lo este a que conlleva. Quiero hacerla mía.-
-Yo mismo convocaré a los Siete pecados - dijo Samael.
-Yo ire a investigar - Dijo ahora Belcebú.
Astaroth a pesar de tener el orgullo herido ofreció ir con Taeyang.
Y con chasquido de dedos todos desaparecieron, dejando sólo al diablo mientras acariciaba su barbilla, mientras sólo tenia en mente que todo estaba siendo demasiado fácil.
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Usualmente los siete pecados capitales se la pasaban en el mundo humano, divirtiéndose al por mayor, propagando los vicios y el ocio entre los humanos, aunque se podían hacer presentes en un solo humano, rara vez en forma física tenían reuniones.
Samael lo sabia, por eso no lo pensó dos veces para traer a todos de vuelta a casa, al ser un demonio mayor tenia autorización para las invocaciones. Alzó su brazo empuñando su espada y la clavo en el suelo, dijo algunas palabras en un idioma extraño y un a luz roja apareció, todo fue silencio hasta que el primer pecado cayo al suelo, era lujuria.
Lujuria era una mujer de cabello negro y ojos café oscuro, poseía un cuerpo hermoso y una piel canela que a cualquiera derretiría y un cuerpo de infarto. Ahora mismo esta mujer hermosa yacía en el suelo-¡¿Qué carajos te pasa, T.O.P?!- Dijo mientras intentaba incorporarse. Tenía un vestido negro combinado con unos tacones altos.
-Satanás desea verlas, no tiene tiempo para invocar a cosas tan insignificantes como u...- Y antes de que pudiera terminar de la frase, ira le veía desde el rincón.
-Perdón...¿Qué decías?- Ira era una mujer bajita y con el cabello corto, solia ser tranquila pero tenia ataques de furia que eran de temer. T.O.P guardo silencio.-Deberías de estar más que acostumbrada a las invocaciones YuRi.
-Estaba apunto de hacer que un mandatario se acostará con una prostituta y así corromper su carrera, obviamente no tengo tiempo para eso, Sunny- Dijo con cierta molestia.
De la nada el momento incómodo reino, hasta que una chica delgadisima apareció con un bote de KFC, era gula.
-Lo siento por llegar tarde, tenía que pasar por pollo, ¿Quieren?- ofreció para después meterse una pierna de pollo a la boca.
Sunny río ante esto -Hace mucho que no nos veíamos, Gula.-
-Que envidia, siempre te la pasas tragando y no engordas ni un gramo- Se escucho una voz en el fondo..
Lujuría torció los ojos al escucharla -Oh vamos envidia como si tu no tuvieras un cuerpo bonito-
-Pero mira como traga Sooyoung, y ni siquiera sube un gramo-
-Creo que es mucha ponzoña tan temprano, Hyoyeon- Dijo Sunny sin dejar de verle directamente a los ojos.
T.O.P tosió esperando llamar la atención de todas, ¿Dónde está pereza, avaricia, y soberbia?
Envidia hizo aparecer un banco para sentarse, era más baja que lujuria y tenia los ojos café, el cabello que poseía era color rubio cenizo. Es una de las que peor carácter tiene.
Soo alzó la mano-Yo sé como hacer aparecer a Avaricia- Soo saco un fajo de billetes
De repente una chica morena y de sonrisa bonita apareció. -¿Alguien dijo dinero?- Dijo la de labios rojos.
-Tiffany, tú siempre vas como perro a la carne cuando se trata de dinero- Se burlo Hyo al ver como la morena arrebataba el fajo de billetes de las manos de Soo.
-Bueno querida, está en tu naturaleza morirte de celos así que debo darte una buena razón- Sonrió de una manera encancadora para después guardar su dinero.
Tiempo después llego Soberbia enfundada en un vestido blanco y sin decir ni una sóla palabra, las demás sólo se limitaron a saludarle con la vista, y ella con la mirada altiva que siempre sólia tener, miro a Samael -¿A que se debe el honor de que estemos aquí?-
-Taeyeon las necesita a todas, para una misión sumamente importante, así que vamos...- El muchacho recogió su espada y la colgó en su espalda.
-Esperen...falta pereza- Dijo YuRi con cierta preocupación- Recuerden que somos siete los pecados capitales.-
-Lujuria tiene razón...- Dijo Soo mientras ahora comía un pastelito de chocolate-Taeyeon se enojará si sólo llegamos seis, y la última vez que se enojo con nosotras a mi me quito la comida por un día y no pienso correr el riesgo de nuevo.-
Hyo se le quedo viendo y con todo el veneno del mundo-Deberías de hacer algo con tu "noviesita", a puesto que ha de ser feo que prefiera dormir a coj... -
-¡Cállate!- Grito Ira-mucho o poco te importa con quien coja YuRi, y no te metas con Jessica que ella en la eternidad te ha dicho algo. Sunny quien a pesar de ser uno de los pecados más dañinos e inestables era quien las ponía a margen a todas.
Lujuria mordió su labio inferior y deseo con todas sus fuerzas que su mayor apareciera, cosa que casi fue concedido, irónicamente por arte del cielo.
Una chica con una pijama de gatitos apareció ante ellos, tenia la cara somnolienta y unas ojeras debajo del rostro, al igual que envidia era rubia y tenía unos hermosos ojos avellana, su cabello a pesar de estar recogido por una cola de caballo lucía sedoso y estupendo.
Todos se quedaron mirándola perplejos, realmente no esperaban la parte de la pijama-Buenos días...- Con delicadeza rasco su ojo, aún se sentía sumamente cansada, a pesar de haber tomado un largo descanso. YuRi quien era quien más respetaba a Jessica se acerco a ella, tomándole del hombro, haciendo así aparecer un conjunto de jeans y camisa blanca. No quería que Taeyeon la viera de esa manera. -Gracias -
-De nada bella durmiente- le susurro la menor al oído- Será mejor que vayamos donde el diablo, no le queremos hacer enojar.
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En la tierra.
Seohyun se dirigía de regreso a casa, no sin antes pasar a un callejón donde se albergaban unos cuantos perritos y gatitos a quienes les entregaba parte de su lunch que se molestaba en guardar para ellos. Les dedico unos cuantos cariños y siguió con su camino sin saber que era vigilada por dos demonios.
Kyu, quiso hacerle una jugarreta y justo cuando Seohyun pasaba a lado de un puesto de frutas estas se cayeron, dejando ver a la morena como culpable. Taeyang sólo miro de manera desaprobatoria al otro, mientras rogaba que Taeyeon no los estuviera viendo.
La pequeña Seo se puso a recoger cada fruta, lo que extraño a ambos muchachos es que ni siquiera hizo un gesto de desagrado. Poco después un empleado se acerco a ayudarle, no tardo en darle las gracias y ofrecerle una manzana, la cuál acepto con una gran sonrisa en el rostro.
Después de despedirse del buen hombre continuo su camino, cuando encontró a un niño pequeño, y sin pensarlo dos veces le dio su manzana, Tae y Kyu se vieron, Taeyeon tenía razón.
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-Bienvenidas queridas...no me digan que Jessica se ha vuelto a quedar dormida... - Taeyeon que ahora mismo jugaba con un hueso humano entre las manos, para ser más específicos un fémur.
-Lo sentimos - Hablo Sunny mientras miraba a otro lado.
-Como sea, les tengo un trabajo el destino del mundo y de todo el inframundo recae en sus hombros. Confió en ustedes que han hecho caer a tantos hombres y mujeres a sus pies, que han hecho que grandes crímenes se hayan llevado a cabo -
Entre los pecados se veían con confusión, hasta envidia sintió algo dentro de sí llamado confort. lujuria estaba nerviosa y avaricia sólo fruncía el ceño expectante. Ira trataba de entender el porqué de esas palabras, Soo comía de los nervios y Jessica sólo apoyaba la cabeza en el hombro de YuRi.
-Podrías ser más clara- Dijo con delicadeza Tiffany.
Tae sonrío-Vivirán con una humana, se harán sus amigas, utilizarán cualquier jugarreta para hacerla pecar, necesito que deje de ser pura...-
-Eso sólo déjaselo a YuRi - Dijeron todas al unisono menos la nombrada, seguido de unas pequeñas risas.
-Necesito más que hagan más que follar, quiero que con sólo cerrar los ojos ella me tenga en mente. Como sea creo que deben saber que esta chica es la que Dios escogerá como la segunda mamá de su hijo o algo así. Yo realmente no la quiero matar, cosa que sería muy fácil para mi o para cualquiera de ustedes...Pero bueno...ya no entraré en más detalles, todo esta planeado para que se encuentren-
Quedaron boquiabiertas al escuchar eso, incluso Jessica despertó un poco.
-Tienen tres meses para esto chicas...no me decepcionen- Y con un abrir y cerrar de ojos las siete chicas estaban paradas en una carretera cerca de la casa de Seohyun.
-Ni siquiera nos dijo su nombre y su aspecto...- Susurro Tiffany mientras veía a todos lados.
Y así en una tarde de verano inicio el ajedrez de los dos seres que luchaban por mantenerse a la cabeza; esperando así tan siquiera poder ganar una partida y esta vez el diablo ya había hecho su primera jugada.