El tiempo es algo caprichoso y juguetón, habrá veces donde pasara rápido y en otras tan lentamente que da la impresión de que lo hace a propósito, y en este caso paso tortuosamente lento para Midorima quien en estos 5 años había acabado su carrera de Medicina exitosamente y antes de lo previsto por su dedicación y plan de estudios el cual le consumió toda su vida de estudiante. Ahora trabajaba como doctor privado para la agencia de policías llamada Fuerza de Seguridad de Japón (FSJ) la cual se encargaba de casos más complicados, peligrosos que amenazaban el orden, la seguridad y la vida de los ciudadanos. Siempre atendía a los heridos en batalla, desde una simple bala incrustada en el brazo a una hemorragia interna, cualquier cosa que se le presentara el la atendía. Todo a su alrededor parecía estar en orden; tenía un trabajo con una muy buena paga, decente y satisfactorio pero aquel asunto, aquel factor que le faltaba a su vida no lo ha podido recuperar, en estos años no ha podido estar en contacto con Takao, el primer año como prueba de que podría soportar estar lejos de él, el segundo y tercero por su apretada agenda, los exámenes y pruebas y los últimos porque parecería que la tierra se lo ha tragado, realmente le desconcertaba el hecho de no poder verlo, ahora que podía parecía todo estar en su contra, seriamente pensaba que sería mejor ir a Tokio e ir a buscarlo ya que parecía que la persona que contrato para buscarlo no sabe hacer bien su trabajo.
En esta semana fue a ver su director diciendo que debía atender asuntos importantes así que le pidió adelantadas sus vacaciones, el cual accedió ya que no tenía nada que negarle a uno de sus mejores doctores, con aquello resulto Midorima se encontraba ahora mismo en su departamento alistado maletas. Durante su labor encontró una foto de el con el pelinegro, recordaba bien ese día, habían ido los dos a comprar ropa a petición de Takao diciendo que sería divertido ir los dos juntos, al principio se había negado pero este término yendo como el tsundere que es, de tienda a tienda hasta que vio una camisa que le gusto pero no para el sino para el pequeño halcón, en un momento breve de anti-tsunderismo le dijo que le quedaría bien y este fue un momento memorable, el ver como sus ojos se iluminaban y sus mejillas se sonrojaban y sus labios se movían sin poder pronunciar una palabra fue impresionante, Takao siempre sabía que decir pero en ese momento se había puesto muy nervioso, lo único que pudo hacer fue caminar como robot con todo y camisa y comprarla, pero no solo eso sino que también se la había puesto para salir con ella. Después en el parque se habían tomado la foto.
-Que buenos tiempos-nanodayo-
Su teléfono sonó y al ver el contacto contesto.
-Hola Shintaro-
-¿Qué ocurre Akashi?-
-Qué forma más ruda de saludar-
-Estoy ocupado-
-Entonces desocúpate necesitamos hablar, te veo en el restaurante Starfall-
-No puedo Akashi, estoy ocupado preparando-
-Tus maletas para ir a Tokio lo sé, pero de eso mismo quiero hablar contigo, con Taiga y Daiki-
-…De acuerdo, entre más rápido mejor-
-Bien te veo allá-
Se despidieron. Midorima ya no se sorprendía ni preguntaba como Akashi sabia sus planes, pero le intrigaba de qué podrían hablar exactamente ellos 4. Sabe de ante mano que todos ellos terminaron de alguna u otra forma con su pareja pero no le veía la razón para reunirse, él no era como ellos ni sus situaciones se parecían.
Mientras en otra parte, específicamente en una prefectura ligada a la FSJ se encontraban Kagami y Aomine los cuales eran agentes, el por qué el peli rojo había terminado ahí fue que en sus tiempos de depresión había sido sacado a la fuerza de su monótona vida por Aomine el cual lo convenció de unírsele y el acepto pensando que debería cambiar el rumbo de su vida. Siendo de esta forma el par de agentes más destacados y ruidosos, ese dúo realmente se la pasaba la mayoría de veces discutiendo pero al menos hacían muy bien su trabajo.
Durante todos esos años Aomine no había echo otra cosa más que enfocarse en su trabajo ya que era lo único que lo distraía de sus culpas y remordimientos, hace años que no se había acostado con nadie y mucho menos salido con alguien ya hasta se sentía casi virgen de nuevo y la razón era que la imagen de cierto rubio lo atormentaba y añoraba su presencia la cual parecía muy difícil de encontrar, el siendo un agente no había podido dar con su paradero, parecía más fácil encontrar a un mafioso que a su Ryouta, así es, lo consideraba suyo aun cuando sabía que no estaba a su lado por culpa suya. Con el tiempo su mente se aclaró y vio los errores que había cometido.
De misma forma se encontraba Kagami el cual todas las noches se preguntaba dónde estaría Kuroko y que estaría haciendo, si estaría bien. Su pequeña sombra solía visitarlo en sus sueños pero no era suficiente, él quería al real. Durante esos dolorosos 5 años se preguntaba como había sido capaz de ser tan idiota y preguntándose si habría manera de poder recuperarla peli azul, ya que lo necesitaba, necesitaba demostrarle todo ese amor que llevaba adentro ya que era solo por y para él.
Aomine descansado plácidamente con los pies sobre la mesa saco su teléfono el cual estaba vibrando, con voz holgazana contesto sin ver quien era.
-Hola-
-Daiki, tú y Kagami venga al restaurante Starfall de una hora-
-¿Akashi? No puedes simplemente ordenarnos eso, tenemos trabajo-
-Se perfectamente que ahorita simplemente estabas tomando una siesta como de costumbre así que no me pongas escusas, hablaremos sobre un tema importante-
-Oh ¿en serio? ¿Y cuál es ese tema?-
-Solo diré que es sobre Ryouta y Tetsuya, si te interesa te veo en una hora-
Colgó dejando al moreno sorprendido, realmente no entendía a que venía todo eso pero ya que se trataba de aquello parecía que no tendría otra opción. Se levantó llamando la atención de Kagami el cual leía el expediente de un sospechoso.
-Oye Kagami debemos ir a ver a Akashi dentro de una hora-
-¿Ah? ¿Por qué?- pregunto incrédulo ya que no se esperaba eso
-No me dijo mucho, pero dijo hablaremos sobre Kise y Tetsu-
Aquello fue suficiente como para no hacer más preguntas y ordenar todo para poder salir sin contratiempos.
≥n≤
Akashi ahora no era muy diferente a como era hace años, misma actitud, un poco más alto tal vez, pero el mismo, con la única diferencia de que era dueño de las compañías Akashi por fin, su padre le había cedido el puesto diciendo que ya era hora, convirtiéndose en el jefe. Todos los respetaban aunque no solo por ser el jefe o por ser brillante y bueno en lo que hacía sino más bien porque todos le temían, no era cruel Akashi de antes pero al parecer seguía transmitiendo temor a los demás, y tal vez se debía a su mirada seria y dura o su porte formal y maduro o incluso podría ser debido a que no congeniaba ni fraternizaba con nadie por lo tanto nadie lo conocía realmente.
Aun cuando se encontraba siempre rodeado de empleados y compañeros de trabajo se sentía muy solitario. Solo existía entre ellos un lazo laboral, parecía añorar ese tipo de amistad como la que tenía con sus antiguos compañeros de baloncesto, al menos alguna confianza pero no existía. Empezaba a recordar algunas palabras…
-Te quedaras solo si sigues así-
Soltó una sutil risa al recordar aquello. Ciertamente comenzaba a entender a qué se refería Kouki y mencionándolo en su mente empezó a recordar de igual manera como se sentía en estos años, ciertamente su falsa mascara de indiferencia se había caído en el primer año. La soledad, el frio y el dolor que experimentaba ya lo había vivido una vez, cuando su madre se fue de su lado, entro a mundo oscuro donde simplemente vivía porque si, no había ninguna razón, solo se movía por que así se lo ordenaban y hubiera seguido como un robot sin conciencia sin embargo apareció un rayo de luz, que ilumino su oscuridad y aquello fue sus compañeros de baloncesto pero había veces donde parecía que se desvanecía, fue en ese entonces que encontró alguien, una persona que le extendía la mano no solo para sacarlo de su oscuridad por completo sino que también se entrelazaba con la suya y permanecía con él en aquellos momentos duros que solían presentarse de vez en cuando.
Había encontrado a alguien que no solo lo comprendía, sino que también lo apreciaba, trataba de ayudarlo y protegerlo, le brindaba calidez y amor de una forma tan diferente a la de su madre pero que de igual forma lo complacía y le hacía sentirse seguro. Realmente se había encontrado con alguien sin igual pero aquella persona ya se encontraba lejos de él.
Tal vez esta sería la primera vez en la que Akashi Seijuro admitiría no solo la derrota sino que también el había cometido un grave error. Comprendía que había cometido un desliz y por ello no pensaba dejar pasar eso por alto. Sentado en una mesa para 4 esperaba pacientemente que llegaran Midorima y los demás, ya habían dejado pasar mucho tiempo.
El primero en llegar por supuesto fue Midorima el cual no tardó mucho en localizar donde se encontraba el peli rojo ya que llamaba mucho la atención, se sentó frente a él, se saludaron y esperaron en silencio a los otros dos, los cuales llegaron y tomaron asiento y rápidamente interrogando a Akashi por esa reunión tan improvisada el cual pidió con autoridad que guardaran silencio.
-Se deben preguntarse el por qué los llame y es una respuesta muy sencilla- miro a todos con decisión- debemos ir a Tokio y encontrarnos con Tetsuya, Ryouta, Kazunari y Kouki-
-¿Ah? ¿Y cómo esperas que hagamos eso?-
-Aomine tiene razón, no sabemos nada de ellos ahorita, ni siquiera sabemos con seguridad si están en Tokio-
Midorima asintió dándoles la razón por primera vez a ese par. El solo iría a verificar ya que tenía una corazonada pero está la posibilidad de que no lo encontrara ahí, podría ser que Takao se hubiera mudado muy lejos y esa idea le aterraba.
-No subestimen mi poder, aunque fue difícil mis investigadores lograron al menos confirmar que ellos todavía se encuentran en Tokio- puso sobre la mesa un par de fotos de cada uno- aunque parece que se escondieran de nosotros realmente-
Todos tomaron las fotos de sus respectivos Ex´s. Midorima admiraba la brillante sonrisa que tenía Takao en una de ellas aunque no comprendía él porque estaba rodeado de niños pero no le presto mucha atención y en la siguiente se veía a Takao con Kise saliendo mientras comían una crepas.
-Bakao tienes crema en la nariz….qué lindo-
Por su parte Aomine realmente parecía haberse quedado sin aliento. Hace años que no sabía de Kise que no tuviera que ver con su trabajo de modelaje, si, ciertamente veía que salía en revistas pero estas no decían nada de su actual vida, ni de donde se encontraba sin mencionar que eran revistas de diferentes lugares así que él ya se había dado la idea de que el rubio estaba viajando, alejándose cada día más de él. En ellas se veía a Kise caminando tranquilamente por la calle con un gorro y bufanda, suponiendo que para no ser reconocido y en otra salía con el pequeño halcón.
-Kise…no estabas tan lejos como pensaba-
Kagami no podida disimular su inmensa felicidad al tener un poco de noticias sobre Kuroko, en las fotos se veía que trabajaba en un restaurante y aquello le trajo la graciosa idea de que de seguro siempre asustaba a los clientes apareciendo de la nada. En la otra se encontraba con Furihata los cuales parecían que habían salido de compras con una mujer que reconocía como la madre del castaño. El tener aquello le daba fuerzas.
-Kuroko… no podrás esconderte otra vez de mí-
Akashi por su parte sostenía con delicadeza aquella única foto que tenia del castaño en la cual se encontraba viendo el atardecer. Una opresión en el pecho se daba cada vez que veía aquella mirada que poseía Kouki, anhelando el saber el porqué de esa mirada.
-Y como decía- retomo la atención de los presentes- He logrado obtener pruebas de que ellos se encuentran en Tokio y pensé que era necesario informales-
-Akashi, aunque tal vez no lo parezca pero estoy agradecido- dijo Aomine el cual no soltaba la foto
-No esperaba más Daiki, pero no solo eso- soltó un suspiro- Tal vez suene raro viniendo de mi boca pero creo deberíamos ir los 4 juntos para apoyarnos y poder hacerles frente-
Todos estaban sorprendidos de la propuesta de Akashi, sinceramente nadie se esperaba aquello.
-Lo más seguro viendo algunas fotos, es que ellos 4 están juntos, y esta la posibilidad de que más de uno se atacado- dijo con un toque de gracia- si deseara hablar con Kouki es posible que Tetsuya me lo impida… ¿entiende a lo que me refiero?-
-Estoy captando lo que tratas de decir- ajusto sus lentes- No deseo que nadie intervengan cuando quiera enfrentar a Takao-
-De por si será difícil que quieran entablar una conversación con nosotros, ahora sumándole que tengan tal vez guardaespaldas lo complica más- dijo convencido Kagami
-Entonces creo que ya estamos de acuerdo, me gustaría que partiéramos mañana mismo-
-Por mi está bien- dijo Aomine
-Tengo todo listo- comento Midorima
-Cuenta conmigo-
Akashi sonrió al ver la cooperación de sus amigos. Esa palabra era algo fuerte para el pero cree que tal vez si sea necesaria para dirigirse a ellos, después de todo, los cuatro han estado unidos en su dolor compartiendo todo su sufrimiento en estos años de reflexión.
Decidieron que seguirían hablando de sus planes mientras comían algo. Llamaron a la mesera la cual no se había acercado al ver la atmosfera seria que los envolvía, todos ordenaron y obviamente la mesera se sorprendió de la cantidad de comida que pedían Kagami y Aomine. Se retiró y todos siguieron platicando cuando en la televisión de plasma que tenía el local llamaba la atención de todos, y no era para menos ya que hablaban de los Hangman´s.
La reportera habla de forma formal dando a conocer los recientes acontecimientos que se relacionaban con el afamado grupo que acaparaba titulares todas las semanas.
-Se encontraron nuevos cadáveres en el puerto de Tokio, los cuales ya fueron identificados como parte de la pandilla Bloods, la cual se le buscaba por los crímenes de tráfico de drogas y órganos aunque se dice que el cuerpo del jefe del grupo no se encuentra en la escena. Los cuerpos sin vida presentan impactos de bala, otros apuñaladas en el corazón y en los casos perturbadores se encuentran sin cabeza u otros miembros mutilados-
Todos en el restaurante tragan o exclaman de sorpresa al enterarse de aquello.
Que horrible
Que crueles
Pero se lo merecen ¿no?
¡Eso es demasiado!
Que miedo
Aquellos eran unos de los tantos comentarios que la gente susurraba en aquel momento.
-En la escena se encontró la famosa nota del grupo de los Hangman´s en la cual se encuentra escrito lo siguiente: Solo hacemos nuestro trabajo. La policía sigue buscando al grupo de los Hangman´s pero siguen sin tener una pista de su paradero ni mucho menos de quienes pueden ser este grupo autoproclamado como verdugos- tomo una hoja de papel que se encontraba en su escritorio- lo único confirmado son los nombres por los cuales ellos mismos se han presentado ante las cámaras en breves momentos-
- Geist (Fantasma) el cual llevaba una máscara de calavera
- Soru (Sol) posee una máscara de zorro
- Shirubaai (Ojo de plata) llevaba puesta una máscara blanca con una enorme y tétrica sonrisa
- Scarlet (Escarlata) la máscara que carga es la de un perro negro rota
- Wotan (dios con un solo ojo) su máscara es con círculos y un enorme pico en el centro
- Riese (Gigante) lleva una máscara de conejo blanco
-Pedimos a los ciudadanos que si saben algo al respecto se comunicen al número 052-
El noticiero paso a otros temas y todos alrededor siguieron comiendo y en sus pláticas. La mesera llego con su orden y comenzaron a disgustar de los platillos.
-Eso me recuerda, creo que nos iban a asignar para ese caso ¿No Aomine?-
Asintió con la cabeza mientras masticaba. Akashi elevo la mirada al escuchar aquello y Midorima los miro sorprendido.
-¿Te refieres a los Hangman´s?-
-Si, al parecer están reuniendo a los mejores agentes de cada prefectura apara atraparlos-
-Parece que son más buscados que cualquier otro criminal- comento Akashi
-Bueno están haciendo justicia por su propia mano y eso no se lo podemos permitir, además nadie nos asegura que sean de fiar esos sujetos- dijo Aomine entrando a la conversación
-Ciertamente, sus actos de justica son muy crueles y poco convencionales-
-Aquello no es correcto, si todo el mundo sigue el ejemplo de ellos de hacer justica por sus propias mandos sería un caos ya que bueno…ojo por ojo y el mundo quedara ciego- dijo Akashi
-Por eso mismo debemos encontrarlos y detenerlos aunque resulta muy difícil- dijo Kagami- al parecer incluso cuentan con equipos extremadamente raros para sus huidas-
-Entonces ¿Ustedes dos irán a Tokio también por su trabajo?-
-Así es-
-No pensé que me encontraría con ustedes-
-¿Qué quieres decir con eso Midorima?-
-Me transferirían a Tokio por mi trabajo, ya que soy un doctor me encomendarían atender a los heridos-
-Entonces eso significa que deberás atenderme si salgo mal herido- dijo Aomine con tono burlesco
-No, dejare que mueras-
-¡Oye!
La plática cambio a una no tan formal pero al menos conversaban relajando sus mentes para lo que se venía. Encontrarse con ellos, aquello los llenaba de miedo pero de alegría a la vez.
≥w≤
-N-No por favor, no te acerques ¡ALEJATE BASTARDO!- fue el último grito de terror que exclamo el líder de la pandilla Bloods el cual había huido.
Su yugular había sido cortado dejando que la sangre escurriera manchando todo su pecho apresuradamente. Soru agito su bayoneta para que la sangre salpicara el suelo quitando el exceso del líquido carmesí, a su lado se encontraba Scarlet el cual solo admiraba como por fin habían terminado con ese trabajo de una buena vez, aquel hombre sí que sabía cómo huir. Sus ojos se encontraban llenos de un sentimiento de regocijo al ver como ese que extirpaba en contra de la voluntad personas inocentes sus órganos solo para venderlos en el mercado negro había por fin muerto, aquel sentimiento lo compartía con Soru el cual al voltearse y verlo choco con él las palmas de sus manos.
Arriba del techo de aquel callejón sin salida se encontraban Shirubaai y Geist cuidando si alguien se acercaba. Por su parte Wotan y Riese ya se encontraban escribiendo la nota para poder marcharse.
-Bien chicos es todo, sepárense y nos vemos en otro lado- dio la Orden Scarlet el cual era el jefe
Todos acataron la orden. Geist se convirtió en una sombra la cual se fue deslizando por las paredes hasta perderse entre las sombras de muchas personas más adelante, Shirubaai se subió a la moto que tenía y se fue con un gran estruendo producido por su motor alejándose del lugar.
Por su parte Wotan se fue en un auto Maybach 62 negro. Reise golpeo el suelo y este pareciera que se lo trago transportándolo a otro sitio. Los últimos que quedaban eran Scarlet y Soru los cuales cada quien por su camino pero de misma forma se fueron con ayuda de su equipo tridimensional, saltando y volando por el aire y edificios.
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Después de una hora 4 figuras volvieron a reunirse pero esta vez sin máscaras, sin armas. Todos reunidos en aquella casa que parecía su fortaleza.
-Hola chicos que bueno que llegaron es hora de la comida y he preparado sopa de verduras acompañada de carne con champiñones-
Todos sonrieron y tomaron asiento. Esa era su rutina desde hace algunos años y la verdad la disfrutaban mucho. Todos habían crecido en estos años pero de alguna forma todavía tenían un poco de la esencia de sus antiguos yo. Murasakibara no había crecido pero aun así seguía siendo un titán, su rostro había tomado un poco más de madures pero aquello volvía a desencajar con su tono el cual no era tan infantil como en aquellos tiempos pero lo seguía siendo de alguna forma, pero se veía más guapo considerando que ahora se sujetaba el cabello con un medio chongo. Himuro había adquirido más sensualidad, con sus rasgos varoniles pero a la vez delicados.
Takao hubiera sufrido un cambio en su apariencia debido a que sus poderes sobre explotaban sus ojos, los cuales se vieron en la necesidad de ayuda, debía usar lentes pero usa lentes de contacto ya que se rehusó mucho a la idea de llevar anteojos. Había crecido alcanzando 1.80
Kuroko por su parte el sí usaba anteojos debido a que con el paso del tiempo empezó perder la vista por cuestiones podría decirse normales, ya que se la pasaba leyendo seguido y al estar rodeado la mayoría de veces por su adorada oscuridad empezó a no percibir la profundidad.
Kise tal vez había sido uno de los que sufrió un gran cambio de todos. Se dejó crecer el cabello un poco más de lo normal, se había puesto un piercing en la ceja derecha de color morado. Ya no era siempre el chico alegre y risueño había tomado una actitud un poco más ruda o mejor dicho más sádica pero de alguna manera no mala, es decir al menos se reían de su humor negro.
Kouki había dejado de temblar y ahora era un sujeto más seguro de sí mismo. Su mirada se había vuelto más madura perdiendo varias veces ese toque de inocencia. Había logrado alcanzar el 1.73 sin mencionar que ahora comenzaba a ser un poco más liberar, diciendo lo que pensaba sin guardarse nada y comenzó a usar ropa negra, de colores oscuros que en realidad le quedaban bien. Su inseguridad fue cambiada por una actitud fría pero genial y encantadora, como de aquellos personajes tan únicos por su personalidad logran cautivarte. Solo con sus amigos y su mamá volvía a ser el antiguo Kouki.
Su vida no era normal. De día personas que se mezclaban con el resto de la población, siendo personas normales y de noche los verdugos de aquellos que cayeron en la oscuridad y cometen actos malvados. Pero quién diría que su pacifica vida se vería pronto interrumpida por el pasado que habían olvidado. Actos inesperados ocurren todos los días y realmente no se esperaban lo que se avecinaba.