Pov Kyungsoo
Después de haber desayunado, para ser sincero, el ambiente estaba extraño... Todo el mundo callado, y eso no me gustaba. Ni siquiera Baek hacia ruido, eso sí que era extraño.
En el auto todo seguía igual, nadie decía nada.
- ¿Nadie piensa decir nada?… ¿qué pasa Baek, por qué no dices nada?
- Solo… no tengo ganas de hablar Kyung…. Y ya dejémoslo ahí
Al llegar al colegio me dejaron en la puerta de mi salón y se fueron. Ni siquiera un abrazo, nada, solo se fueron. Eso me entristecía mucho, ellos nunca se comportaron así conmigo. Yo siempre era su prioridad pero ya veo que no.
Mientras mantenía mi mirada fija en el suelo, pude sentir una mano en mi cabeza y me voltee. Tuve que alzar la vista, y cuando lo hice me encontré con…
- Ey enano… Wouu. Parece que te asusté. ¿Estás bien?, pareces triste – ahí estaba Kris, regalándome una mirada preocupada de ceño fruncido.
- Yo... no soy enano, y mucho menos me asuste así que... será mejor que entre al salón - no tenía nada más que decir, por lo que me dispuse a irme. Pasé por su lado y repentinamente me tomó del brazo. - ¿Qué haces Kris? Suéltame.
Traté de zafarme, forcejeando para que me soltara, pero era claro que no iba a poder hacer algo ya que él era mucho más alto que yo, así que dejé que me llevara.
Llegamos a al patio de atrás de la escuela. Se sentó en el pasto e hizo una señal para que yo me sentara, así que lo hice frente a él…
- ¿Ahora sí me vas a decir qué te pasa? – pregunto muy serio.
- Yo… bueno… Kris, será mejor que vayamos a clases. Me he perdido algunas en los últimos días y no quiero perderme más.
- Los profesores no están ya que están organizando el festival de la escuela. Así que no tienes pretextos. Habla.
- Oh, no lo sabía. Pues tienes razón, sí me pasa algo. Estoy triste porque mis hermanos no me hablan. Están raros y no me dicen nada. Sé que suena, tonto pero no me gusta que sean así conmigo. Ellos nunca se habían comportado así – terminé en un murmullo.
- ¿Eso era? Pues no puedo decir que te entiendo porque no tengo la “dicha” de tener hermanos, pero deja que se les pase. Quién sabe, tal vez no te tienen confianza.
Mi humor decayó aún más, y al parecer Kris lo notó, porque se apresuró a remediarlo - No no no. Eso no es lo que quería decir. Rayos!! No soy bueno con las palabras – se agarró el cabello de forma desesperada y no pude evitar reírme. Se veía muy gracioso.
– Mira, te entiendo porque sé qué se siente ser ignorado. Mi padre es la persona más dura y calculadora del mundo, no me presta atención y mi madre, bueno… ella está muy lejos.
- Kris, no tienes que decirme todo esto si no quieres – lo consolé entristecido.
- Está bien enano, no pasa nada. Mi madre está en Canadá. Cuando mis padres se separaron ella y yo nos fuimos a vivir allí, pero mi padre no quería que ella fuera feliz y mucho menos yo, así que hizo todo lo posible por separarnos. Y bueno, aquí me tienes. Fueron tiempos duros y pude sobrellevarlo gracias a Ta... gracias a un amigo. Pero él terminó haciéndome más daño aun. Es una larga historia que algún día te contaré chaparro.
- Ya veo Kris. Lo siento mucho. Yo no pensé que tú... – pero no me dejó terminar de hablar.
- No digas nada. Tú no tienes la culpa de que yo tenga esta vida tan desastrosa. Es un secreto entre nosotros ¿está bien?
- Sí, es un secreto. Yo... muchas gracias. Te debo una Kris – dije esbozando una sonrisa.
- Yahh, siempre me debes una, soy tu salvador así que en compensación prepárame otro pastel – me quede mirando su rostro. Parecía un niño mimado, me agradaba mucho Kris.
Yo asentí con la cabeza. Es verdad, el parecía ser mi salvador - Bueno enano, me voy, mi misión termino aquí. Adiós – se levantó, tomó su mochila y se fue.
Yo aún estaba sentado en el pasto, podía sentir la brisa pasa por mi cabello, y no pude evitar pensar en Jongin. Por algún motivo siempre venía a mi mente, aún no podía descifrar por qué pensaba en él, pero era una sensación ¿agradable? No pude evitar sonreír ante ese pensamiento. Así que más animado abrí mis ojos y camine hacia mi salón con el ánimo mucho mejor, pero fui detenido por un jalón en mi brazo, pensé que era Kris pero no esperaba que fuera…
- Kri… Jongin – no pude ocultar mi sorpresa. ¿Qué hacía Jongin aquí?
- Kri??? ¿Pensaste que era el maldito de Kris? Responde Kyungsoo
- No lo llames así Kai… Y suéltame ahora mismo – le exigí con mucho enojo. ¿Y ahora qué le pasaba?
- No pienso soltarte maldita sea. Kyungsoo, ¿aún hablas con Kris? Te dije que no hablaras con él – podía ver el enojo y rabia en sus ojos, pero para su mala suerte, hoy no estaba de un humor muy bueno, así que no iba a callarme para él.
- Tú no eres quien para decirme lo que debo o no debo hacer ¿entendiste? Nadie, así que suéltame – moví mi brazo de forma brusca y para mi sorpresa el me soltó. No decía nada y tenía la mirada fija en el suelo. Ay no, cuando estaba de malas ni yo mismo controlaba lo que decía – Jongin… yo no quise. Discúlpame.
- Es verdad Kyungsoo, no soy nadie para decirte algo... Yo solo quise cui.. – no pude escuchar lo que quiso decir porque no termino la frase. Sino que levantó la mirada, reflejando en sus ojos más que un simple enojo.
Puso una sonrisa sínica y con total confianza siguió -YO SOLO NO QUERÍA QUE TE CONVIERTAS EN UNA MÁS DE SUS PU*** PERO VEO QUE ERES IGUAL QUE TODOS Y TODAS LAS QUE SE LE ACER…
No lo dejé terminar, no podía escuchar sus palabras, me herían demasiado. Le lancé una bofetada tan fuerte que terminó con la cara hecha a un lado. Las lágrimas recorrían mis mejillas. Odio ser tan débil… tan frágil
- TE ODIO KIM JONGIN… TE ODIO!! - me fui corriendo sin ver a ningún lado, empujado personas sin importarme qué. Solo no quería estar cerca de Jongin, no quería verlo.
Seguí corriendo pero choqué con algo duro. Levante la mirada - Yo lo siento no me fije… yo lo siento – repetía, ni siquiera podía distinguir con quién me estaba disculpando.
- ¿Por qué estas llorando? Kyungsoo – se quedó mirando mi rostro empapado en lágrimas. De un momento a otro sentí sus brazos alrededor de mi cuerpo.
No pude evitar llorar contra su pecho, mientras él hacía más fuerte el abrazo entre los dos.