¿Cuál era la fiesta que toda la Universidad esperaba?
La fiesta que Minho y Jonghyun organizaban para celebrar la vida.
“La liberación femenina” era la excusa para invitar a las chicas mayores de la facultad de Enfermería, porque, ¿qué hombre no ha fantaseado con una enfermerita sexy? También invitaron a las chicas de los últimos semestres de Veterinaria, “sólo una variación de la enfermerita”, las de bronceadas de Turismo y las divas de Diseños de Modas también fueron invitadas.
Las mejores bailarinas de la facultad de Artes Escénicas eran el alma de la fiesta, las fiesteras de Nutrición y algunas apretadas de Derecho también asistieron.
¿Hombres?
Los de Medicina, los de Mercadotecnia, los de Mecatrónica y por supuesto, ellos, los de Comercio Internacional.
Como toda buena fiesta empezaba a las diez de la noche, en la hacienda de los papás de Jonghyun. ¿Cómo era posible que sus padres estuvieran de acuerdo en que revoltosos universitarios fueran a destruir su preciosa hacienda?
Porque la condición era que Jonghyun tendría que obtener un diez perfecto en el semestre y pagar al menos en treinta por cierto de las reparación por los daños ocasionados.
“Está bien ser un nerd al inicio si al final te puedes quitar el pantalón y descansar” era el lema de Jonghyun, y lo tomaba un poco literal eso de quitarse el pantalón, era de esperarse que en esa noche de fiesta loca tuviera sexo con alguna o algún invitado.
Por lo que repartían condones y pastillas “del día siguiente” a todos y todas los que entraban.
El equipo de sonido lo ponía Minho, unas potentes bocinas de metro y medios, cuatro grandes que cubrían los puntos de concentración en la hacienda, un DJ principiante de la facultad de Música era el encargado de hacer un buen ambiente. Los bocadillos y bebidas eran financiadas por Minho también. Bebidas alcohólicas de las más populares, bocadillos salados y dulces para empezar a disfrutar de la noche.
Por supuesto las drogas no podían faltar pero eso los mismos invitados las ponían, haciendo líneas blancas en las superficies para inhalarlas con un tubo pequeño hecho por un billete y animar al resto de los expectantes a consumirlas.
Los brownies mágicos no faltaban, las locas de Letras los llevaban.
Las shishas tampoco faltaban, incluso habían barras de chocolate con afrodisiaco, mismas que los invitados ponían.
Para la media noche Minho estaba bajo los efectos del alcohol, la cocaína y un brownie, no distinguía entre los cuerpos; quién era quién, así que sólo tomaba las caderas de alguna o algún chico y si cooperaban bailaban juntos, si no, buscaba a otra persona.
Jonghyun no era una historia diferente, sólo que lo único que había ingerido aun, era alcohol.
Y se encontraba ligando con un extraño chico de Diseño de Modas que jamás había visto y posiblemente jamás volvería a ver.
Las luces de colores sólo lograban marear más a todo el mundo, algunos dentro de la piscina ya estaban copulando mientras que otros lo hacían en los rincones de la hacienda, como Minho, que tenía acorralado a un pelirrojo de Artes Escénicas.
Eventualmente los hombres comenzaron a despertar o destapar sus conductas homosexuales, igual que los anfitriones, por lo que las chicas tomaron el mismo camino.
De repente todos se ignoraban entre sí para estar con su pareja o parejas sexuales.
Minho levantó al pelirrojo haciendo que Taemin aferrara sus delgadas piernas al torso contrario, sintió como lo volvía a penetrar y al tiempo, como la pelvis de Minho se balanceaba para redundar las embestidas.
Besaba los labios pequeños del bailarín, degustando del sabor a licor de su saliva, mordiendo esos labios y jugando con su lengua.
Jonghyun mantenía sus dedos enredados en la cabellera oscura de Key, marcándole el viven que quería sentir y gimiendo por el buen trabajo que ese modista le estaba ofreciendo con su lengua y labios.
Presionó contra la garganta de Key antes de eyacular, logrando pasar más allá de sus anginas, depositando su esperma en el esófago.
Al llegar a los orgasmos respectivos tomaron unos minutos para recomponerse, luego se despidieron mutuamente.
Jonghyun le dio su número a Key, pero esté ya había perdido su celular.
Minho le dio una nalgadita a Taemin mientras se subía el pantalón.
Regresó por una nueva pareja a la pista de baile, comenzó a seguir el ritmo que los pocos universitarios, no tan drogados o alcoholizado seguían, hasta que tomó una cadera más.
Su nueva pareja no se opuso.
Minho se acercó para comenzar a seducirla, le besó el cuello y ordenó que no dijera nada, sólo disfrutara.
Pasó sus manos a la cintura ajena, sonrió divertido al sentir sudor en ese cuerpo. Tomó su cadera para pegar a su pelvis, haciendo que se diera cuenta de cuán excitado estaba y de todo lo que tendría que comerse en unos minutos.
…
El sol se coló entre las cortinas abiertas de la habitación en la que Minho había terminado con la chica de la pista de baile.
Recordaba que era una chica fea, rarísima, pero estrecha. Seguramente era virgen por las manchas de sangre seca que había en su entrepierna.
Frunció el entrecejo mientras intentaba tapar el sol con su mano, su cabeza comenzó a punzarle haciendo que se levantara de la cama para ir y cerrar las cortinas.
La luz le cegó por unos segundos hasta que se acostumbró a la claridad, notó el montón de cuerpos semi desnudos en el jardín, revisó que nadie haya fallecido ahogado en la piscina y al confirmar el buen resultado sonrió orgulloso.
-Una buena fiesta más.- susurró para girarse.
Sonrió al ver la silueta de la chica, tenía una cintura marcada y sus manos se asomaban por debajo de la cobija.
-Hey nena.- susurró Minho acercándose a la cama. –¿Cómo te llamas?- tomó con sus yemas el borde de la cobija para jalar y ver el cuerpo desnudo de la chica, además de su semen seco entre los muslos ajenos.
-¿Quieres callarte, idiota?- contestó Jonghyun.