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De pasados, presentes y futuros por kaoryciel147

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Notas del capitulo:

Hola mis bellas y bellos elctores. Se que merezco su crueldad pero tengan piedad que he avanzado bastante con este fic pero me faltaba editar. Ya no volvere a demorarme una vida en actualizar. Pero bueno ya se los demostraré asi que espero que aun sigan con ansias de leer este fanfic omegaverse porque creanme que adoro escribir oemgaverse en Kuroko no basquet. Y me uno a la depresión de que ya se nos va esta serie hermosa... y a esperar la ova por el cumpleaños de tetsu!!! Estoy muy contenta y conforme con el final. 

Ahora sí a envovlernos en esta historia lelna de intriga en el mundo artistico, amkor desamor y nuevos amores!! el pasado vs el presente. Y quizas haya muraka.. ya saben hay tres mundos pro asi decirlo.. lo que sucedió en el pasado la actuación y sus papeles en la serie y el presente.. pero con quien se quedara cada uno para compartir el futuro? Bueno no voya decirselo así me rpegunten es una apuesta pórque ni yo estoy segura. Es decir planee una final con una apreja pero pienso en las posibilidades de la otra. KnB tiene ese potencial....Solo que omega siempre es uke y alfa siempre es seme por naturaleza. Hasta he pensado en terminar en trios.. bueno quien sabe...  Me gusta este fanfic proque tengo esa libertad de dejarme lelvar con las parejas así que no voya imponer una así que no quiero quejas.. puede haber lemon de cualqueira de las parejas mencionadas y en las posiciones advertidas  osea no entre dos alfas porque según el universo omegaverse no se puede. 

Por el pasado

Hace 7 años:

Hoy sería el primer día de clases en su nuevo colegio. A diferencia de su padre alfa, su madre omega pensaba que para su dulce hijito era mejor una escuela mixta pues estaba segura que así podría desenvolverse mejor como adulto en el futuro, pues a sus palabras “el mundo no está separado en alfas y omegas sino que todos somos seres vivos” En esta escuela entonces estudiaban sin distinción alfas, omegas y betas, los seres humanos completos y normales sin ningún olor en particular o características especiales.

Sin embargo los betas cumplían con una gran tarea en la naturaleza del mundo, podían mantener el equilibrio y no se veían para nada afectados ante los aromas o las auras de omegas o alfas. Sin embargo, si algo podría decirse con respecto a su relación entre estas razas era que los betas tenían una especial relación con los omega, era como que habían compartido una relación de opresión por lo que sin duda tenían un apego y deseo de defender a un omega; es decir ante cualquier disputa su naturaleza neutral quebraba y se pondrían de parte del omega. A pesar de ello en campos de batalla, en el pasado, eran obedientes ante los alfas que juraban su lealtad y si un alfa usaba una voz y un aura especial de líder era como una forma de obligar a un beta a obedecer. Parte de esta obediencia aún se manifestaba ante los alfa que consideraban respetables.

Pero eran nuevos tiempos, pacíficos. A la dulce edad de Tetsu ya no tenía que preocuparse por ser casado con alguien, solo debía ocuparse de cuidarse y prevenir cualquier síntoma de que su primer celo apareciera. Después de todo este ya estaba cerca.

En aquel momento Tetsu era un puberto de 13 años. Era adorado por su familia y de alguna manera consentido, sin embargo aquello solo logró que formase un gran corazón.

Tenía un amigo que era beta llamado Ogiwara Shigehiro. Era alguien muy amable quien siempre salía en su defensa y le había enseñado a jugar el baloncesto. Así también tenía una amiga omega llamado Momoi a la que no veía hace varios años pues se mudó a otra región; sin embargo este año había regresado y con ella el mejor amigo de esta y a la vez familiar lejano pues no compartían apellido. Prometió presentárselo pronto.

 

En su nueva escuela debería de escoger un deporte al que asistir como extracurricular, así que estaba  decidido a probar con el club de baloncesto mixto. La mayoría de deportes grupales eran mixtos, además eran los más populares por motivos que Tetsu aún no entendía. Muchos apostaban esto pues consideraban que traía un balance a un equipo en vez de solo ser de alfas u omegas. Sin embargo, aquello no había sido fácil de instaurar... muchos creían que se arriesgaba la seguridad de los omega, exponiéndolos a embarazos o abusos sexuales.

Pero por ahora nunca había habido algún escándalo así y las escuelas seguían en pie con los equipos mixtos.

Así pues el joven omega peli celeste estaba ansioso tanto que no había notado que sus orejitas de canino estaban sobre su cabeza, haciendo juego con su cabello celeste.

Las orejitas y colas aparecían muy seguido en la cabeza de los recién nacidos y poco a poco eran aprendidas a controlar, pero en la época de la pubertad y adolescencia volvía a perderse el control. Cuando fuera incontrolable era evidente que el celo del omega era inminente.

— ¡Tetsu!

Oyó una voz bastante dulce y un olor a  flores de cerezo le llegó; sonrió pues sabía a quién le pertenecía. Unos delicados brazos le envolvieron el cuello. Era su amiga Momoi, una chica que recordaba de niña bastante inteligente.

—Tetsu también estas cerca…- la chica olfateo cerca su cuello y sonrió picara- hueles a vainilla, vas a volver locos a los alfas

—Momoi-san,…no digas eso- le contestó apenado.

—Mohh no me digas –san tenemos la misma edad. —le recirminó.

—Momoi-chan por favor…

Por alguna razón su muestra de afecto era visto con demasiada atención por alfas, en cambio ignorada por otros omegas o betas. Ciertas cosas aún no eran totalmente entendidas por los jóvenes omegas como Tetsu o Momoi.

—Humm me parece que estas cerca Tetsu…

— ¿Lo crees?

—Los libros dicen eso: los alfas comienzan a volverse un poco más idiotas.

Tetsuya solo río. No le gustaba mucho el contacto físico, menos los abrazos mortales de su amiga, pero no podía hacer ya nada, hace ya mucho tiempo que se había rendido de intentar alejarle. Cuando eran pequeños, ella siempre paraba colgándose de su cuello, él siempre intentaba apartarla, pero luego de un tiempo se dio por vencido al respecto. Además, hoy era la primera vez en mucho tiempo que se encontraban. Aun así ese olor  flores de cerezo siempre la acompañaba desde que eran niños. 

— ¿Cómo esta Ogiwara-kun?

—Está bien pero se fue a otra región. Ingresó a la escuela Meiko. Esperamos vernos en el campeonato de básquet.

Tetsu sin duda desbordaba emoción a pesar de que sus gestos no eran muy marcados. Su pequeña sonrisa llena de felicidad y dulzura enternecieron a Momoi que solo pudo apretarlo contra su cuerpo contagiándose de sus esperanzas. Después de todo ese día era  el inicio de toda una nueva vida.

Sin embargo, Momoi no sabía que ella estaba a punto de cambiar esas sonrisas al amigo que tanto quería. Pero que podría saber si sus intenciones eran las mejores para con su amigo, esas buenas intenciones nunca serían malintencionadas, siempre buscarían la felicidad de su amigos, de sus amigos… aunque eso no fuera verdaderamente lo mejor para ninguno.

………………………………………………………………………………………………………………………….

Satsuki le había dejado en medio de la entrada de la nueva escuela a la que asistirían juntos, solo le había gritado: “Tengo que ver a Tetsu-kun! saliera corriendo. Así que simplemente suspiró resignado.

Satsuki Momoi es  su amiga desde hace varios años así que había llegado a quererla y reconocer su olor pero no como el de una futura pareja sino como el de una hermana omega menor que debía ser protegida de otros alfas que quisieran aprovecharse. La chica era una omega fuerte pero no estaba demás vigilar como se ponía el celo de los demás alfas. El suyo no se disparaba ni sentía nada de lo que se supone debería empezar a removérsele a esa edad ante el olor que comenzaba crecer en su amiga. Admitía era un dulce aroma floral, pero aquello solo activaba su instinto protector de hermano no el territorial.

Era cierto que en la época que vivían no debía ser territorial con su pareja tampoco. Todo ese rollo de omega y alfa realmente le traía fastidiado y aburrido. No le importaba, solo quería jugar al básquet. Ante ese pensamiento se unió a la fila de futuros postulantes, reconocía perfectamente los distintos olores de omega y alfa y betas. Sus sentidos se desarrollaban; se suponía que lo harían más, pero a él solo le alegraba pues según sabía le ayudaría a ser un mejor basquetbolista. La fuerza que la naturaleza le entregaría poco a poco sería vital para mejorar en el juego que amaba.

De la nada hubo un olor que captó su total atención. No solo su atención racional sino la atención de la pantera que dormía dentro de él, su alfa interno. Le habían hecho su examen al llegar a la pubertad y los genes habían estado a favor a ser una pantera igual que su padre. Una pantera alfa también púbera... sin darse cuenta sus orejas ya estaba en su cabeza. Se avergonzó por ello, así que chasqueo la lengua, pero de nuevo su nariz busco ese aroma  dulce; estaba seguro que había comido algo que contenía ese olor. Era vainilla… dulce vainilla. Y a él no le gustaban mucho los dulces, pero ese olor le hizo estremecer como nunca había sucedido.

— ¡Daiki-kun!

—Satsuki

Y ahí estaba su amiga de la infancia.

—Mira te presento a mi amigo Tetsu-kun

Giro su vista a ambos lados de la omega, pero no encontró a nadie.

—Aquí estoy

Su asusto pues no había detectado ningún aroma ni visto a nadie hace unos segundos.

— ¡Demonios!.... ¿eres un beta verdad?

Aun no se acostumbraba oler a esta raza. Ya que el olor beta era común entre todos los de esa especie.

—Que dices Daiki-kun… mohh… debes entrenarte mejor. Tetsu es un omega... y uno muy lindo ¿no lo crees?

Y entonces su amiga jaloneo a Tetsuya hasta ponerlo delante de ella, acercándolo a Aomine, para luego abrazarle por la espalda.

El chico tenía una expresión avergonzada pero si lo miraba bien admitía que era atractivo. Tenía el tamaño de un omega normal, las proporciones corporales justas de uno y una piel que parecía muy suave. Y ese último pensamiento le avergonzó y asustó a partes iguales

Al darse cuenta de ello trató de sacudirse y enterrar esa sensación rara que comenzaba a recorrerle al estar detallando cada parte del omega que tenía frente a él. Al parecer el chico podía esconder su aroma pues no podía notarlo pero todo el rostro y su contextura demostraban su naturaleza.

Sin embargo decidió olvidar el detalle y observarle con los mismos ojos que miraba a su amiga. Tendió su mano hacia el chico, quien le respondió estrechándole. Le sonrió ampliamente.

—Yo soy Aomine Daiki... un gusto en concerté... Y no puedo creer que seas amiga de esta lapa

— ¡Ahoomine!

— Lapa

Justo cuando se enfrentaba a su amiga en una de sus usuales peleas infantiles, escucho un sonidito que le encantó, pero al notar de dónde provenía se sintió nuevamente un poco asustado. Pues era la risita del peli celeste. Incluso ello le pareció lindo y agradable de escuchar.

—Mucho gusto soy Kuroko Tetsuya, Momoi-san es mi amiga de hace algunos años.

— ¡Eres tan lindo, Tetsu-kun!

Y la omega salto sobre el peliceleste nuevamente. Aomine solo pudo quedarse quieto observando la sonrisa en los labios del otro. Una calidez le hizo sentir que quería removerse de gusto casi como un felino que es acariciado. Su pantera interna parecía despertar del sueño en que la niñez ponía al alfa interno, parecía que algo había cambiado en su alfa interno, parecía que realmente comenzaba a volverse un verdadero alfa. Y dejaba de ser el cachorro alfa de mama.

Sintió un gran deseo de abrazarle y de protegerle, pero no era exactamente igual a lo que sentía por su casi hermana. A ella también quería protegerla pero estaba seguro que era diferente, aunque aún no entendía la complejidad del porque o del para qué.

En ese momento no importaba. Simplemente se unió al abrazo y acarició los cabellos del otro, deleitándose con su suavidad.

Para Tetsu fue sorpresivo, pero no solo el contacto sino el hecho de que de ninguna manera se había sentido extraño o invasivo; todo lo contrario, sentía que sus orejas querían removerse que su colita felpuda querían aparecer en su cuerpo para sacudirse de gusto. Una ansiedad le invadió, pero no apartó la mano de Aomine pue se sentía tan grande y cálida.

Cuando las actividades del club dieron inicio, Tetsu se sintió embelesado por la forma de jugar de todos, pero sobre todo de Aomine. Había algo en su forma tan natural. El balón parecía una extensión de este, obedecía a la voluntad de Aomine en el dribleo y en el tiro. Pero había algo más de ello, eran sus movimientos, se veían poderosos, imparables pero no de forma brutal sino con un estilo y finura propios de un felino; su rapidez y cambio de ritmo le quitaron el aliento. Parecía que la cancha no era suficiente y que podría meterse en cualquier abertura de cualquier tipo de defensa. Kuroko quiso jugar así, aunque sabía que su naturaleza de omega le pondría dificultades.

Muchos omegas pensaban ello, era por eso que como omegas debían de encontrar su modelo a seguir, su utilidad y su talento. Todo omega podía aportar algo a un equipo, algo diferente a los alfas de este y que ello haría un equipo sin fallas, un equipo complementado. Era así que un equipo mostraría el equilibrado mundo en el que existían las tres razas.

Muchos quedaron anonadados con que alumnos de primer año hubiesen clasificado a primera categoría. Pero nada se pudo comparar al asombro que les produjo ver a un omega entre ellos. Un omega pelirrojo que aún no mostraba totalmente  cuál sería su olor de omega, pero muchos prevenían que sería algo magnifico.  Su porte, su elegancia, su mirada altiva, todo transmitía un tipo de poder diferentes al alfa de enorme tamaño que también había clasificado;  este se figuraba como un alfa en todo esplendor, se veía grande, sus movimientos eran pesados pero certeros y transmitían que no podría nadie moverlo o por lo menos eso comenzaba figurar que se convertiría. Por otro lado el otro alfa podría ser objeto de burla por su rostro infantil aun y los lentes pero había algo en este que aseguraba sería de temer pero sobre todo una sabiduría diferente a la de los demás, mientras tanto Aomine, por quien Tetsu seguía aun emocionado transmitía destreza, fuerza, altivez, pero para ese entonces también calidez y entrega al deporte.

Kuroko quiso ir con ellos pronto. Se sintió emocionado y decidido a luchar por ello.

Si bien Kuroko había quedado en tercera división, Aomne y Momoi siempre estaban junto a él durante los almuerzos; pero sobre todo, después de los entrenamientos jugaban una hora en la cancha publica cerca de su casa. Por suerte los tres vivían muy cerca.

Aomine vivía en casa de los Momoi pues eran parientes lejanos pero con una amistad familiar. Enterarse de ello, para Kuroko,  le hizo sentir algo extraño con respecto a su amiga; sin embargo no le dio importancia pues cualquier sensación se iba cuando Aomine le daba consejos de juego, cuando ponía su mano sobre la suya para enseñarle a tirar.

 

Un día, después ya de casi un mes de haberse conocido, su amiga había entrado en celo. Afortunadamente, le había agarrado en su casa. Lo cierto era que le había comentado que tenía muchos más síntomas y que los alfa de grado superior empezaban a seguirla hasta que Aomine los espantaba. Su amiga entonces había florecido como omega completa. Y Aomine no parecía muy feliz. La ansiedad le lleno. Sus dudas le hicieron pensar que quizás Aomine estaba interesado finalmente en su amiga.

—Pareces molesto, Aomine-kun

Este lanzo nuevamente una bandeja con naturalidad. Si bien la bandeja no era un movimiento difícil, más bien era básico en el doble ritmo y hasta él podía hacerlo regular, Aomine ponía en cada movimiento una destreza única e incomparable.

—Estoy molesto.

— ¿Por qué Momoi-san entro en celo?

—Me molesta que mis tíos piensen que voy a hacerle daño. Me están pagando una habitación en la casa de un vecino por las dudas. Piensan que siendo tan joven podía perder el control.

— ¿Lo harán siempre?

El tono preocupado de Kuroko hizo sonreír al otro. Kuroko no era muy expresivo pero en ese mes Aomine había logrado encontrar sus tonos cambiantes.

—No... Ya sabes que para ustedes el primer celo es incontrolable pero el segundo puede calmarse con supresores leves. Aunque aun así no pueden salir. Supongo…

De pronto ambos se sintieron avergonzados por la conversación. Aomine había comenzado a hablar de forma natural pues Tetsu era su amigo, pero luego al ver su rostro había recordado que era un omega también. Y juntar las palabras omega y celo en un mismo pensamiento era algo no sano, menos cuando su curiosidad le llevó hace algunos días a ver porno.

—No tienes que avergonzarte, Aomine-kun. De todos modos en clase nos lo explican detalladamente.

Tetsu realmente no parecía avergonzado, aunque por dentro sí lo estuviera. Sin embargo era cierto lo que dijo acerca de las clases. En todos los colegios se impartía clases de sexualidad y de las naturalezas animales de alfa y omega para que todos los chiquillos estén bien informados por si en sus casas eran muy conservadores para hablarles al respecto.

—Supongo…— respondió Aomine pensativo, para luego fruncir el ceño—El caso es que tengo la sensación de querer asegurarme que ningún idiota se atreva a acercarse a Satsuki.

Aquellas palabras golpearon a Tetsu como un balde de agua fría; por lo que para aparentar que no le afectaba comenzó a rebotar suavemente la pelota que tenía en su mano.

— ¡Pero no de ese modo, Tetsu!

El peliazul no entendió por qué pero simplemente su pantera interna le urgió aclararle los motivos de su querer cuidar a Momoi

—Ella es como una hermana y ya sabes que nuestro instinto nos manda a proteger a todos los omega que sentimos como nuestros… Así que no pienses como mis tíos. Nunca haría daño a Satsuki, y nunca perdería el control por el celo de un omega….- rio- Ahora deja ya esa cara y juguemos.

Justo cuando iban a  comenzar su entrenamiento en la cancha ya vacía del polideportivo de su escuela, la puerta del recinto fue abierta. Un aroma dulcete les llegó, era otro omega, uno joven. Y de reojo Tetsu pudo ver que el aroma de ese omega había atraído la atención de Aomine.

—Moh! De nuevo solo ustedes aquí... pensé que esta vez si llegaba al entrenamiento. Bueno que se puede hacer…

Ante ellos estaba un omega rubio de ojos dorados. Kuroko lo reconoció pues aparecía en las revistas de moda de su generación. No sabía que un modelo estudiaba en su escuela. Sabía que su escuela era de clase media-alta pero aun así no se lo esperaba.

— ¡Hola! Soy Kise Ryota- el omega parecía ser muy risueño.

— ¿Qué quieres?- le pregunto un poco tosco Aomine,  lo cual sorprendió a Tetsu.

—No sean así. La verdad es que quiero entrar al club pero me perdí la selección, esperaba poder hablar con el entrenador pero muchas veces tengo que irme rápido porque tengo sesión de fotos.

Kuroko creía que ese omega era de su edad, pero este tenía algo que le hacía diferente a él o a su amiga u otro omega de su edad. Este omega tenía una presencia como la de omegas ya mayores... incluso sentía que el olor dulcete que transmitía lo dejaba ir a propósito. Claro, no era el olor de un omega en celo, pero seguramente para un alfa sería agradable y llamativo.

De pronto Aomine empezó a rebotar la pelota de nuevo, dibujó una media sonrisa y comenzó a pasar el balón de una mano a otra. Ambos se miraban de una forma que Kuroko  no entendía.

—Siempre los veo jugar desde afuera. Esta vez pensé ya que aún no tengo tiempo para venir a entrenar porque no veo que tan bueno es el club de básquet.

Aomine rio bastante emocionado. Kuroko se sintió dejado de lado.

— ¿Por qué no? Suena divertido. Un uno a uno… si pierdes dejaras tus cosa de modelito y vendrás a entrenar sino pues…. Veremos cómo te lo compenso.

El omega de ojos dorados también sonrió; se arremangó la chompa escolar y camino hacia Aomine, se puso en posición de defensa: con las rodillas entre flexionadas, los brazo semilevantados

—Tetsu, corregirás a Kise en lo que se equivoque. —Pidió sin mirar al peliceleste— ¿No has practicado básquet hace mucho verdad?

— ¿Cómo lo sabes?—Preguntó sorprendido  Kise.

—Es evidente—contesto presuntuoso el peliazul.

El omega dibujo un puchero marcado, pero su mirada no dejaba de ser bastante brillante y divertida. Había una sensación incomoda en el ambiente. No parecía que Aomine quisiera agredirle. Evidentemente no, pues era del tipo de alfa que más bien procura protege  a los omegas. Pero había algo que disgustaba por completo a Tetsu.

El juego inició: Kise intentó parar, poner su mano delante del otro, pero término cometiendo falta al terminar dándole un palmada al brazo, Aomine solo sonrió más, dio una media vuelta y lanzo con destreza, encestado con facilidad.

—Muy bien, es mi turno

Kise parecía un poco más serio. A ambos les sorprendió que el omega tuviera una agilidad bastante buena para alguien que no entrenaba basquetbol. Seguramente practicaba algún otro deporte, pero aun así, la manera fina y con gracia de sus movimientos distrajo tanto a Aomine como Kuroko; sin embargo, Aomine dio un salto y bloqueo su tiro. Los minutos pasaban y ambos parecían totalmente concentrados en aquel pequeño uno vs uno.

Lógicamente Aomine aplastó a Kise en aquel encuentro, pero ninguno de los dos parecía disgustado. Todo lo contrario.

— ¡Muy bien! Me ganaste pero créeme que te voy a devolver esto.

Y ahí estaba nuevamente aquel puchero marcado del rubio mientras señalaba con firmeza a Aomine.

Este no se sintió ofendido a pesar de que se decía que un omega no debería ser mal educado y hacer ello con un alfa. Al contrario: Ver que Kise estaba entusiasmado con la idea de practicar basquetbol le hizo sonreír

—Pues lo esperare, supongo que mañana te veré en el grupo de Tetsu practicando. Si es que Nijimura-sempai y el entrenador te dejan entrar a estas alturas del semestre.

—Por eso no te preocupes…

Entonces el rubio poso sus ojos sobre el otro omega. Ambos se miraron por unos largos segundos. Aomine no entendió la tensión que sintió en ese momento, que luego fue rota por Kise y su risa.

—Bueno supongo que mañana nos veremos, Kuroko-sempai.

Aun agitado por el ejercicio, Kise se acomodó en lo que pudo sus ropas. Agarro su maletín que había dejado al lado de la cancha y se despidió de ambos con la mano.

Kise había estado por días dando vueltas por el colegio, aburrido de tantos fans, tantos alfas omegas y betas idiotas. Hasta que un día escuchó risas; le dio curiosidad y como no tenía nada mejor que hacer se asomó a ver y lo vio: a un alfa esquivando a otros jugadores como si pudiera detener el tiempo a su favor y finamente saltando, permaneciendo en el aire por segundos irreales y finalmente encestando con destreza. Quedo sumido en aquel alfa por varios minutos. Sin embargo, al ver a otro omega acercarle se abstuvo de entrar.

Al día siguiente había estado preguntando por si podía ingresar al club de basquetbol. Las referencias que oyó fueron asombrosas. Pensó que quizás sería divertido. Pero una nueva campaña publicitaria le requería. Así que efectivamente nunca había llegado al entrenamiento pero siempre iba pues sabía que vería a ambos ahí jugando. El pequeño omega también llamaba su atención, se veía como alguien que el mismo ya no era... inocente... sin saber lidiar con su naturaleza omega, él era todo lo contrario. Pero cuando vio como estos se miraban varias veces de formas que el recordaba su hermana y el alfa de su hermana, se sintió un poco disgustado.

Así que finalmente decidió entrar y sentir la presencia de ese alfa de forma más cercana, utilizando sus feromonas como sus hermanas le habían enseñado. Él estaba en camino de volverse un idol, así que sabía perfectamente como lucir su aspecto y su aroma de omega.

Sin embargo el jugar con él sintió que no solo quería estar cerca de aquel alfa sino que quería compartir su gusto por el básquet porque efectivamente le encendió y le hizo sentir que verdaderamente sería interesante y un reto intentarlo.

Así que aun con el aroma del alfa en su mente se marchó a los baños a arreglarse. Cuando llegase a casa se pararía firme ante su hermana y le diría que no habría campañas en las tardes hasta nuevo aviso.

….

—Parece que ese omega te agradó.

Tetsu quiso retroceder el tiempo ante sus palabras. Se sintió un poco enfermo y hasta su estómago le dolía y no entendía el porqué. Sentía como sus orejas querían manifestarse solo para caerse.

—Ahh... Kise... me parece un buen prospecto de jugador. Además admito que me emociona descubrir personas que les guste el basquetbol, así como tu Tetsu.

Ambos estaban ya bañados y vestidos con sus uniformes. Como casi siempre irían por la maji Burger. Aomine nuevamente insistió en comprarle un batido de vainilla, Tetsu se sintió mejor después de probar su amado batido, pero aun así seguía sintiendo una presión en su pecho.

—Aomine-kun realmente ama el básquet- dijo con una sonrisa.

— ¡Por supuesto! Ya quiero que empiece el torneo oficial para jugar con tipos realmente fuertes.

— ¿Crees que Kise-kun ira al entrenamiento?

—Creo que sí, su mirada decía que había descubierto algo con respecto al básquet. Estoy emocionado, me parece que tiene potencial. Además así Akashi dejará de dar lata con que faltan omegas en el equipo.

Ambos se sentaron en el parque cercano al Magi Burger. Lado a lado, sin observar realmente nada, solo sintiendo la presencia del otro, mientras ya muchos niños se marchaban de la mano de sus padres a sus casas.

—Cierto, Akashi-kun es el vice capitán del equipo oficial ¿verdad?  Es un omega, realmente me parece grandioso.

Aomine rio ante lo emocionado que parecía Tetsu al hablar de Akashi.

—La verdad ni te lo creas tanto él junto a Nijimura-sempai y Midorima son una molestia a veces pero no niego que hacen lo que deben. Sí, son buenos jalándonos las orejas...

Y la duda atravesó el rostro de Aomine. Volteo hacia Tetsu, y detallo su rostro. Negó varias veces para sí mismo, pero luego, tomo del mentón al omega, quien se sintió nervioso.

—Te pareces a Akashi

— ¿Qué?

—Bueno en el carácter no...

—Pero no hay manera... Akashi –kun es totalmente diferente a mí

—Tu no las visto tantas veces... realmente tienen cierto parecido.

—Aomine-kun creo que estas muy cansado

Aomine simplemente rio quitándole importancia a aquel descubrimiento. Observo con detenimiento como Tetsu relamía sus labios después de tomar de su batido y sintió curiosidad. Le arrebato el batido y lo acercó a él

—Aomine-kun no hagas eso...devuélvelo

Era gracioso pero Tetsu realmente parecía molesto porque le hayan arrebatado su batido.

—Tetsu… solo déjame probar un poquito.

—Devuélvelo, Aomine –kun dijiste que era para mi

—Y lo es. Pero te veo tan feliz tomándolo que me da curiosidad.

El leve rosado en las mejillas de Kuroko de nuevo aceleró el corazón de Aomine. Así que se giró levemente y acercó el sorbete a sus labios, bebiendo un poco del batido. Realmente era muy dulce, demasiado para su gusto, pero el olor de la vainilla le trajo el recuerdo de aquel aroma que había olfateado la primera vez que conoció a Kuroko. Y entonces un pensamiento atravesó su mente. Sin pensarlo mucho la pantera en su interior se asomó, haciendo que los ojos de Aomine se volvieran más afilados, y por supuesto que su nariz comenzase a captar más detalladamente los aromas a su alrededor. No noto siquiera que sus orejas habían aparecido. Tomo a Tetsu de la muñeca con cuidado y lo acercó a él. Este choco contra su pecho y Aomine enterró su nariz en los cabellos celestes y ahí estaba, bajito, seguramente por la natural destreza de su amigo a mantener oculto su aroma, pero ahí estaba... aquel dulce aroma vainilla. Sintió un gran deseo de apretar a Tetsu contra sí, de bajar un poco y olfatear el cuello de este.

— ¿Aomine-kun?

La voz de su amigo le saco del trance. Sus orejas desaparecieron y al fin recobró la razón.

—Los siento, Tetsu.

— ¿Qué sucede?

—Es solo que hueles a vainilla.

Ninguno dijo más pues sus rostros vergonzosos eran más que suficientes. La pantera dentro de Aomine le recriminaba por  no portarse como alfa y hacer lo que sentía.

¿Pero qué era exactamente lo que sentía que quería hacer con Tetsu? Prefirió no responderlo.

Así que simplemente ambos empezaron a caminar muy cerca el uno del otro hacia sus respectivos hogares.

…………………………………..

Presente:

 

Había habido muchas presentaciones por separado por lo que mucho se había especulaba al respecto. Pero finalmente estaban todos los antiguos protagonistas de la serie que marcó una época en la televisión de Japón. Kuroko Tetsuya, Akashi Seijuro, Midorima Shintaro, Aomine Daiki, Kise Ryota y Murasakibara Atatsuhi estaban sentados, con el manager y el director de la antigua serie en medio de ellos.

Toda le prensa de entrenamiento estaba  a la expectativa de la evidente gran noticia que darían. Ya casi se había asumido que algo se traían entre manos... no necesariamente una serie, quizás una película; aun así todos estaban emocionados.

Akashi estaba sentado al lado del director; por alguna razón casi sin pensarlo todos habían asumido a Akashi como su representante. Ninguno entendía bien el porqué, quizás era rezago de que alguna vez este fuese su capitán. O quizás era el que a pesar de que Kise pertenecía al medio artístico, se manejaba mejor con la prensa y sus preguntas. Midorima estaba al lado derecho de Akashi. Todos querían preguntar si el compromiso marchaba con éxito, pues había algo en el aura de omega de Akashi que indicaba a todos los alfas que ya no estaba totalmente libre.

Al lado de este se encontraba  Murasakibara, al otro lado del director y del manager estaba sentados Kuroko, Kise,  Momoi y Aomine , en ese orden. Era evidente que la chica que normalmente sentaba al final, al lado de Aomine estaba ahí como una especie de barrera para la incómoda situación de los otros dos omegas y del alfa. Los alfas con mejores sentidos sentían la clara incomodidad en los omegas, en especial de Kuroko. A pesar de ello todos permanecían profesionalmente serenos.

—Amigos, primero que nada  quiero agradecer por asistir a esta convocatoria- empezó el director de la serie— Y queremos anunciarles una secuela para la serie Teiko days.

Los flashes de las cámaras no se hicieron esperar. Muchos periodistas levantaron las manos luego del estruendoso aplauso.

—Primero que nada queremos darles la información general: Se tratara de una serie ya no juvenil sino para un público más maduro pero sin perder su toque correspondiente a los fans que nos seguían pero también queremos atraer al público joven; así que  será en esa escala. Segundo, nuestras principales estrellas estarán presentes y será una continuación del final, varios años después, su vida de adultos y los problemas que deberán enfrentar siendo basquetbolistas de éxito.

Toda la atención y las cámaras volaron hacia Kuroko y Aomine, los flashes atacaron para captar cualquier señal. ¿Cómo iban a filmar ambos si la serie había concluido en que se volvían pareja? Y no cualquier tipo de pareja sino en que eran pareja destino alfa omega. Todos ahí presentes estaban al tanto que un suceso bastante desastroso ocurrió entre ambos pues cualquier plan para unirse totalmente quedó hecho trizas, por lo que  la separación fue inminente. Mucho se había murmurado acerca de ello, de que probablemente el omega Kise Ryota tenía que ver con aquel problema que se desato entre ellos, pero no era un dato confirmado.

Antes de responder alguna pregunta, Akashi asintió al gesto de Aomine, el cual resoplo y se puso de pie.

—Antes que nada quiero asegurarles que estamos comprometidos con este proyecto. Como basquetbolista que soy demostrare mi profesionalismo en las pantallas. Y como alfa respetare a mi compañero de trabajo Kuroko Tetsuya, ambos estamos comprometidos a dejar a un lado nuestros problemas personales.

Todos se asombraron ante el semblante serio del moreno. Muchas veces era él quien solo podía jugar o bromear ante cámaras, no portarse de aquella manera tan seria.

—Yo valoro mucho a Tetsu como para volver a hacerle daño. Así que como alfa doy mi palabra de no hacer algo en su contra. Ni en contra de ningún  compañero de trabajo.

Muchos enmudecieron, otros tanto se emocionaron. Tetsuya sintió que el piso le temblaba, que se abría un hoyo debajo de sus pies. Quiso gruñirle, quiso arañarle con sus garras pero se contuvo, sacando toda la humanidad que tenía.

Mientras tanto Kise Ryota se mordía un labio inferior intentando no parecer evidente y sonreír. Al mismo tiempo Akashi solo sonreía enigmáticamente. Segundos después atrajo la atención de la prensa y se puso de pie

—Como ha dicho mi compañero ningún problema personal intervendrá en la serie, tienen nuestra palabra. Pero vamos que toda secuela necesita refrescarse. Así que vamos a pasar a presentar a quienes serán nuestros nuevos compañeros.

Akashi lucía sublime y Midorima solo tenía ojos para su presencia deslumbrante hasta que aquel aroma que aceleraba su pulso apareció.

—El primero en sumarse es Takao Kazunari, miembro y vocalista de la banda Olcoldex. Aun no adelantaremos su papel, pero ténganlo presente.

Takao salió tras bambalinas y saludo a la prensa con aquella sonrisa juguetona y con su rico aroma cítrico. Todos los periodistas  del lugar pudieron sentirlo.

Paso pararse al lado y su vista se enfrentó a la de Akashi quien solo sonrió con superioridad. Takao no se quedó atrás pero finalmente se giró hacia la prensa. Se suponía que serían profesionales. Aun con ello sus omegas interiores solo podían intentar emanar sus aromas para comparar la superioridad de uno con el otro frente a los alfas presentes.

—El siguiente es alguien también muy conocido y querido en nuestra serie- la forma de hablar tan profesional parecía que lo dijera con sinceridad ¿Sería verdad? Casi todos podrían creerle pero cuando nuevamente esa aura amenazante de omega que siente que su alfa es tentado se sintió. Hay veces que nuevamente la naturaleza no puede detenerse por muy perfecto que seas como Akashi.

—Himuro Tatsuya,  vocalista de la banda Granrodeo.

El joven pelinegro omega se presentó y mando un beso a todos sus fans a través de las cámaras, sus pantalones negros se mantenían apretando las curvas de su cintura caderas y muslos, anudando a su olor a canela más de un alfa soltó un suspiro. Sin embargo Murasakibara solo podía apretar fuertemente el vaso en su mano, tuvo que calmarse o terminaría por romperlo. Himuro saludo a Akashi pero  si cualquiera de los periodistas se fijase con atención, había algo que no cuadraba bien entre ellos.

Se suponía que eran los alfas quienes gruñían, se tensaban y se volvían agresivos cuando su territorio se veía peligrado por otro alfa; pero en los omegas, como las hembras del alfa que eran, también podían sentir que debían de defender lo suyo ya sea sobre sus cachorros o sobre su pareja, aunque claro más que nada era una reacción de feromonas. Los alfa se lanzarían a la violencia y una tensión de agresividad sería sentida por todos más si se trataba de dos alfa de gran porte y fuerza.

—Los siguientes son Kotaro y Reo Mibuchi

Se sabía que ambos eran muy cercanos a Akashi. Y a diferencia de con los dos anteriores ningún tipo de tensión se manifestó cuando se acercaron a saludar a Akashi.

Las fotografías no se  hicieron esperar. Todo quedaba grabado mientras se era transmitido en vivo.

—Bueno también alguien querido accedió a acompañarnos en algunos capítulos. Nijimura-sempai, por favor...

Y así se mantuvieron presentando a otros más, así como los escritores, auxiliares, técnicos importantes de la producción.

—Finalmente presentaremos a nuestro último protagonista.

Ello era extraño pues normalmente un personaje que sería importante era presentado junto con los demás, no después del equipo de producción.

—Él es u jugador de bajete medio japonés alfa en Estados Unidos que se ha tomado un receso: Kagami Taiga.

Y entonces un vaso se rompió, pero no era el de Murasakibara sino el que le pertenecía a Aomine Daiki.

 Todos desde sus casas, por la presentación de las primeras estrellas y de la última más la declaración de Aomine supieron que en esa serie probablemente terminara corriendo sangre, por lo que todos querían estar atentos. El morbo por saber no solo de qué trataría exactamente sino que sucedería con las vidas de los actores era incontenible. Los foros por internet ya comenzaban a especular sobre ello.

En definitiva la serie sería un éxito... todos estaban sumamente animados con lo que verían en sus televisores, lo que se comentaría en la red y los debates que se abrirían. Pero sobre todo las cámaras indiscretas sobre las vidas de estas personas que ahora mismo ya no estaban tan seguros de haber aceptado tremenda labor, pero que sí definitivamente muchos saldrían heridos de esta serie y no solo físicamente.

Mientras tanto uno de los auxiliares de producción terminaba la labor que su sempai le había mandado. Aún era estudiante de edición de video, por lo que asistía al equipo de producción; sin embargo hasta hora no podía creer que había conseguido un trabajo de auxiliar en aquella enorme producción. Iba trabajar en la muy conocida Teiko days.

Ahora mismo se encontraba observando la rueda de prensa. No podía creer que muy pronto vería y estaría cerca de cada una de aquellas estrellas de la televisión música y deporte. Por mucho admiraba a cada uno de ellos y de alguna manera le picaba en su orgullo de alfa las esplendorosas vidas que tenían.

Y ahí estaban el asunto, su carácter no era para nada el de un alfa. Se supone que debería estar ambicionando lo que otros tienen, pero no podía hacerlo; también debería ser agresivo con otros alfa pero no se le daba bien las peleas así que prefería no involucrarse. Quizás era porque no era una alfa sangre pura sino todo lo contrario. Dentro de su línea familiar había muchos betas, así que casi era de suerte que él hubiera nacido alfa. Todos los que veía en televisión eran alfas u omegas puros, esos que destilaban los más exquisitos aromas, que venían con la belleza y la fuerza propia de estos, que aun podía manifestar sus orejas y cola; algo que por ser mestizo no podría.

Sobre todo uno de los omegas de la rueda prensa era por el que moría por conocer, aunque realmente sentía que se desmayaría con solo verlo… era Akashi Seijuro. Uno de los omegas más ricos de Japón y uno de los más hermosos... era realista… era alguien inalcanzable pero al menos iba a trabajar en la misma seria aunque sea como auxiliar. Le admiraba más que nada por no cumplir el estereotipo de omega y ser todo un líder aun en contra de su naturaleza; fue verlo crecer, lo que le impulsó a dejar sus tonterías con respecto a que ni física ni emocionalmente se comportase como alfa, para tomar valor y hacer su propio camino.

Así que estaba contento de al menos conocer de lejos a la persona que le inspiro.

—Kouki- baja a cenar de una vez.

Ahí estaba su madre que era una hembra beta, su padre era un beta hombre, pero su abuela había sido alfa, así que de ahí provenía el que él haya resultado siendo un alfa también.

—Voy, mama

Apago la televisión y se encaminó hacia las escaleras para bajar a cenar con su familia. Era feliz y la emoción corría dentro de su cuerpo y al fin un poco de su yo alfa parecía retorcerse dentro. Quizás al fin estaba llegando a la madurez de su alfa… o quizás y eso era algo que Kouki no sabía es que su alfa interno al fin tenía un incentivo que ambicionar.

 

 

 

 

Notas finales:

Y apreció otro personaje más Kouki!! Sera que Akashi despertará su instinto alfa posesivo? ... quien sabe... la verdad en lo que respecta al furi aka pues me gusta así, es decir Akashi de uke.... es que no veo a Akashi de seme mas que solo con Kuroko... 

¿Se sacaran los ojos Takao Himuro y Akashi? ... ¿Se arrancaron los cuellos Aomine y Kagami? yo lo veo cerca ....

Espeor les haya gustado el pedacuito de pasado de Kuroko y en el siguiente capitulo como se conocieron kagami y Kuroko...

Y en serio tenía que poner de vocalista de olcoldex a Takao y a Himuro de Granrodeo, proque pigan son sus voces y cada vez que los oigo cantar me suenan a sus personajes de knB 

Nos vemos prontito!! Así que unanse ala tradiciónden dejar los comentarios para saber que opinan y sus consejos!!


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