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Un encuentro inesperado por Yukine Kazuya

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Notas del capitulo:

Pido perdon por no actualizar antes pero es que en tre una cosa y otra y que quiero que este encuentro quede bien, simplemente no había podido...

 

Pero aqui esta el capítulo, espero les guste y prometo que el siguiente lo subire en tiempo y si puedo antes :)

Ahora me quito para que puedan leer 

 

 

Miyuki parpadeo, los otros dos se asomaron ante el silencio de su general. En cuanto vieron el “obsequio” los dos pronunciaron un “!ooh¡”.  Kazuya regreso la vista a sus amigos con el seño fruncido.


-largo


 


Ni siquiera replicaron, se alejaron mientras le dedicaban una extraña sonrisa que no termino de entender, soltó un suspiro y cerro detrás de él la puerta. En ningún momento el otro le había quitado la mirada de encima.


-Midorima está completamente loco.


 


Se quito la chaqueta y se sentó frente a Mei, entrecruzo sus dedos y por primera vez hizo contacto visual con el otro general. El cual hacia un esfuerzo por aparentar firmeza sin embargo Kazuya podía ver que estaba débil y que hasta respirar le resultaba doloroso. El silencio siguió prolongándose, parecía que Miyuki no sabía que decir y le resultaba más difícil concentrarse gracias a que se distraía con cada rasgo del menor. Un quejido rompió el silencio, Mei se había movido ligeramente en su lugar y el latigazo de dolor producido por los golpes de Miyagi provoco que se le escapara.


-quítate la capa –ese mismo reflejo de decepción volvió a cruzar por un instante la mirada de Mei mientras la retiraba -¿Quién fue? ¿Midorima o mando a Miyagi? –aun con la poca luz pudo notar los golpes en los brazos, que aun estaban en tonos rojizos, lo que le confirmaba que eran recientes.  Mei permaneció en silencio –¿y? ¿no vas a responderme? –Narumiya bajo la mirada y arrastro las palabras


-fue Miyagi antes de traerme aquí


 


Miyuki volvió a soltar un suspiro, se recargo sobre el sillón y paso su mano por el cabello, estaba demasiado cansado del viaje como para estar lidiando con esto. Que Midorima quisiera vengarse era una cosa pero que lo involucrara, le molestaba. Mas porque no terminaba de entender que le pasaba cada vez que veía a Narumiya.


-no puedo con esto- se levanto del sillón –necesitas dormir. Usa mi cama. Debe de ser mucho mejor que el piso de las celdas –la expresión de Mei era de completa sorpresa, como si eso estuviera fuera de lugar. Lo siguió con la mirada hasta la puerta.


-y ¿tu? –Miyuki se detuvo antes de abandonar la habitación


-yo necesito un trago 


 


Sin más dejo a Mei solo. El cual soltó un suspiro doloroso, no sabía que esperar de aquella persona pero en ese momento no estaba en posición de negarse a la oferta de usar la cama. Con movimientos lentos se movió hasta la misma y se recostó. Antes de cerrar los ojos y dejarse llevar, notó que no podía apartar de su cabeza la imagen de Miyuki. Sus ojos se mostraban molestos pero no con él, estaba ofendido pero una vez más nada tenía que ver con su persona.


-tal vez está preocupado por ti –sacudió la cabeza alejando aquel pensamiento. Eso era simplemente ridículo, eran enemigos. 


 


Miyuki apretaba los puños mientras caminaba hacia el despacho que se le había asignado. No estaba en servicio y solo en ese lugar podría tomar algo que le aclarara la cabeza. Estaba molesto pero no terminaba de entender por qué. Tan sumido iba en sus pensamiento que no noto cuando paso al lado de Youichi y Ryou, los cuales lo siguieron creyendo que los había visto. Una vez en la oficina se dejo de caer en el sillón de respaldo alto. Los otros dos no tardaron en entrar, provocando que rodara los ojos


-no quiero escuchar sus burlas, estoy demasiado cansado –sus amigos solo se miraron entre ellos y el mayor tomo la palabra


-¿que te hace pensar que venimos a burlarnos? –Kazuya levanto una ceja -pensé que estas aquí para invitarnos un trago –Miyuki se tallo el rostro


-esa es una buena idea, mientras me cuenta que está pasando aquí.


 


Tres tragos después, Kuramochi había terminado de contarle lo que había pasado y el general estaba aun más molesto


-creo que debes dejar de engañarte Kazuya


-¿de qué demonios hablas Youichi?  


-de Narumiya. Obviamente desarrollaste sentimientos hacia él y tratas de ocultarlo diciendo que solo lo necesitas como rehén.  ¡Por favor! llevamos años conociéndote y nunca te tomarías tantas molestias por un simple rehén.  –en ese momento el vaso entre sus manos se había vuelto sumamente interesante para Miyuki –Si no fuera así, no estarías tan molesto en este momento.


-¿y que esperas que haga? ¿Si te das cuenta de quien estamos hablando? Narumiya Mei, general del reino del sur. La última vez que lo note era nuestro enemigo.


-podrías arrepentirte de no hacer algo en este momento que tienes la oportunidad


-¿que estas sugiriendo Ryou? ¿Qué me acueste con él?


-¿eso quieres?


 


Miyuki desvió la mirada, ¡demonios! claro que quería pero simplemente no podía. Simplemente no le parecía correcto después de aquella mirada. Sus ojos se abrieron como platos ante el nuevo descubrimiento en su cabeza. Dejo el vaso sobre el escritorio y se levanto tan rápido que sobresalto a los otros dos


-los quiero mañana con los reportes listos y no se le ocurra terminarse esa botella que no es nada barata y no creo que el capitán quiera reponerla.


 


Los otros dos se limitaron a parpadear mientras dejaban la mirada puesta en el punto donde segundo antes había estado Miyuki


-¿qué demonios acaba de pasar?


-¡aahh! Solo te diré que nuestro general es un poco lento


-¡hyahahahaha! Eso  es seguro ¡ese bastardo!


 


Abrió la puerta del cuarto con sumo cuidado, en cuento entro dirigió su mirada hacia el sillón esperando encontrarlo aun ahí. Sin embargo la respiración acompasada que provenía de la cama, le hizo prestar atención en esa dirección. El general dormía calmadamente sobre las sabanas, seguramente gracias al agotamiento ni siquiera se había tomado la molestia de acomodar la cama. Cuando se le acercó también notó que temblaba un poco. La ventana estaba abierta, debía tener frio. Lo contempló unos instantes antes de buscar una manta para cobijarlo. Una vez que lo hizo, no pudo evitar llevar su manos hasta su cabello y acariciarlo con sumo cuidado, paso su mirada por cada detalle de ese rostro con la única intensión de grabarlo en su memoria. Era realmente interesante, había algo en él que no parecía propio de un esclavo. Aquello era un juego peligros pero tal vez podría ganarlo si sabia como jugarlo… 

Notas finales:

Quiero decir que esta es la primera parte, decidi hacerlo asi porque esta es una parte importante de la historia... 

Tambien les pido paciencia porque estos dos son algo lentos hahaha 

Como siempre comentarios, sugerencias, dudas son bien recibidas. y si solo quieren pasar a saludar tambien se puede 

Saluditos 


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