Kuramochi se llevo las manos a la cabeza, todo parecía volver a su mente con demasiada rapidez. Se sentía un tanto mareado aunque eso bien podía ser efecto del exceso de alcohol, el actual responsable de aquellos acontecimientos.
-Ryo-san ¿recuerdas algo de lo que paso anoche? –el nombrado ya estaba prácticamente cambiado, se sentó sobre la cama y frunció ligeramente el seño.
-¿tú no? –el aura que salía del mayor le provocó escalofríos a Kuramochi, lo había mal interpretado
-s-si, si recuerdo, es solo que nunca habíamos bebido tanto y solo estaba…
-¿tanteando el terreno?
-por decirlo de algún modo… –el aura de Ryo disminuyo ligeramente y su sonrisa nada inocente se hizo presente. En ese momento Kuramochi regresó al preciso instante en que ambos perdieron el control…
Miyuki salió de la habitación dejando a los otros dos con la botella sobre la mesa. Kuramochi suspiro, definitivamente su general era un completo idiota.
-dijo que no podíamos acabarnos la botella ¿cierto?
-si, eso creo… -Kuramochi no siguió hablando al notar la expresión de Ryo. Cuando ponía ese gesto nada bueno pasaba, aun que no precisamente dejaba de ser divertido -¿alguna idea?
Ryo se encogió de hombros y comenzó a servir un nuevo trago que le ofreció a Kuramochi. Su intensión no era terminarse la botella, pretendían detenerse cuando solo quedara para un trago, así cuando Miyuki preguntara, ellos inocentemente dirían que no se la habían terminado. Sin embargo no se detuvieron… Kuramochi ya tenía un ligero color rojizo por la cantidad de alcohol mientras que Ryo parecía no tan afectado
-Miyuki nos va a matar… -Kuramochi se paso una mano por el cabello mientras que con la otra terminaba de quitarse la corbata y desabotonaba los primeros botones de su camisa dejando al descubierto su clavícula.
Esa simple imagen fue suficiente para Ryo, que había estado buscando una excusa para estas más cerca del menor. Trago en seco antes de abalanzarse sobre Youichi y comenzar a besarlo apresuradamente, con urgencia. Aun con los efectos del alcohol Ryo no pudo evitar sobresaltarse por la reacción de Kuramochi, el cual no lo alejo, al contrario correspondió el beso e inmediatamente rodeo la cintura del más bajo. Eso solo podía significar una cosa, Kuramochi había estado esperando por ese momento, la pregunta era ¿desde cuándo?
Claro que entre los besos y caricias ninguno de los dos podía tener una línea de pensamientos muy lógica. Solo una advertencia cruzo la mente de Kuramochi mientras se separaba para tomar algo de aire
-no es buena idea seguir aquí… Miyuki podría volver…
-¡oohh! entonces ¿quieres continuar You-chan? –el tono sensual que Ryo uso, solo hizo que cierta parte de su cuerpo despertara con furiosa necesidad. Se volvieron a fundir en un beso, antes de abandonar la habitación, con todo y la botella vacía, según ellos para ocultar la evidencia.
Ni bien había terminado de cerrar la puerta de la habitación, cuando Kuramochi ya tenía sus manos sobre la camisa de Ryo y comenzaba a quitársela. Ryo hacia lo propio, necesitaba quitar del camino todo aquello que le impidiera estar más cerca de Youichi. Hasta ese momento caía en la cuenta de lo mucho que lo deseaba.
Llegar hasta la cama no fue tan difícil, aun que el desastre que dejaron a su paso decía otra cosa. Cuando Ryo colocó sus manos en las mejillas de Youichi y lo miraba a los ojos, sus respiraciones ya estaban entrecortadas. No podía creer lo sensual que se veía Kuramochi sin una sola prenda y encima de él.
-¿estás seguro que quieres hacer esto? No habrá marcha atrás You-chan
-es de lo único que he estado seguro en toda mi vida Ryo-san
Youichi se inclino para besar a Ryo y poner fin al último espacio que los separaba, la descarga eléctrica que recorrió el cuerpo de Ryo lo obligo a arquera la espalda y dejar escapar un sonoro gemido, provocando que todo el cuerpo de Kuramochi ardiera en deseos de sentir aun más cerca de Ryo.
No supieron si el tiempo se detuvo o si avanzo más rápido pero para cuando fueron nuevamente conscientes de sí mismos, estaban casi como cuando habían empezado, besándose. Con la diferencia que esta vez lo hacían con calma, sin prisa, disfrutando del momento. Sus respiraciones al igual que sus corazones seguían agitados, Kuramochi acariciaba con delicadeza la espalda de Ryo y lo apegaba aun más a él.
-¡por dios Ryo! ¡Eres increíble!
-ya te habías tardado en darte cuenta –Ryo hablo y sonrió sobre los labios de Kuramochi antes de acurrucarse entre sus brazos, usando los latidos del corazón de Youichi para arrullarse…
Tan solo de recordar Youichi se puso completamente rojo. Ryo soltó una carcajada mientras se acercaba y tan solo rozaba sus labios
-te dije que no habría marcha atrás…
La inesperada llegada del rey a la base tomo por sorpresa a todos incluyendo a Kasamatsu. Estaba molesto, no le agradaba que lo sorprendieran de esa manera, mucho menos que la sorpresa viniera del mismísimo rey. Pero si le veía el lado positivo al asunto, eso solo podía significar una cosa, por fin pondrían las cartas sobre la mesa y se zafarían del nudo en el que habían quedado enredados. Si eso era cierto, ahora si podían sentir que harían algo para recuperar a Mei.
Akashi estaba sentado con los dedos entrecruzados mientras los tres capitanes permanecían de pie, completamente serios.
-Preparen todo, mañana vamos a atacar. Si Midorima no piensa abrir las negociaciones, lo obligaremos a hacerlo.
-sí, señor –respondieron pero no entendían del todo lo que Akashi pretendía, había algo en él, que no les agradaba.
-dejen que Aomine y Kagami actúen libremente. Si consiguen llegar hasta las piezas importantes mejor para mi –Kasamatsu frunció el seño, esa no parecía una decisión sensata y como en ningún momento había mencionado a Mei, intuía que realmente le importaba muy poco lo que aquel ataque pudiera desencadenar. Definitivamente Akashi tenía otra intensión.
-sí, señor. Si no nos necesita más, nos retiramos para los preparativos.-con un gesto de mano les dio permiso de salir.
Una vez afuera, Isashiki y Yuuki observaban a Kasamatsu con demasiada seriedad, incluso con enojo…
-si dejamos que Aomine y Kagami ataquen a su voluntad no podríamos garantiza la seguridad de Mei.
-lo sé, dijo que es para presionar a Midorima pero…
-Narumiya no le importa. Tenemos que actuar con inteligencia, que los generales ataque pero solo para demostrar que no nos intimidan. No podemos comprometer las vidas de esas divisiones. ¿Imagino que Eijun y Haruichi volverán a permanecer a tu lado Kasamatsu?
-Así es, tu e Isashiki asegúrense de preparar todo. Yo manejo a esos cuatro. –Los tres asintieron para atender el asunto de la mejor manera posible.
Akashi sabía que sus tres capitanes eran listos y que su decisión no les había parecido. Como ellos habían sospechado su repentino interés por atacar tenía otro motivo. Mientras en el pasado había disfrutado del juego con Nijimura, ahora ya no sentía el interés de seguir jugando. Necesitaba terminar con aquello… Ya no permitiría que aquel juego se prolongara por mucho más tiempo. Lo que Midorima hiciera con Mei le importaba muy poco pero Kuroko estaba en medio y él en definitiva si le importaba…