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Un encuentro inesperado por Yukine Kazuya

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Notas del capitulo:

Perdon por la tardanza pero la compu hizo de las suyas, se apago y no recupero el archivo y llevaba casi la mitad del cap, que como se imaginaran tuve que volver a escribir

Espero que lo disfruten y me quito para que puedan leer 

 

Midorima no sabía qué hacer, había suplicado por aquel momento y ahora que aquellos ojos grises le devolvían la mirada no tenía ni idea de cómo seguir; temía que solo fuera un sueño y en el momento en que se moviera todo se esfumaría. No se dio cuenta que lloraba hasta que Takao limpió sus lagrimas

-Shin-chan estoy aquí

 

Su voz sonó áspera pero definitivamente era su voz, aquello bastó para que Midorima llevara sus manos a las mejillas de su Kazunari y lo besara delicadamente, algo no muy propio de él pero que en ese momento hacia muy feliz a Takao. Aun se sentía débil pero estar cerca de Shintaro era su mejor medicina, el mayor se dejo invadir por la calidez del otro. Takao lo abrazó con todas sus fuerzas, que en ese momento no eran muchas pero suficientes, no sabía cuánto tiempo había pasado pero si recordaba el horrible dolor y el terror de no volver a ver a Midorima.  Por fin Shintaro se separó un poco para mirar directamente a los ojos de Kazunari.

-esta ha sido la peor de mis pesadillas. –por fin había encontrado su voz, esta vez diría todo lo que sentía, ya no volvería a callar lo que sentía por aquella persona –si te perdía, y-yo no lo hubiera soportado y estoy seguro hubiera muerto.

-Shin-chan te quiero  y no fue solo tu pesadilla…

 

 

En contra de todo pronóstico, Miyuki despertó sintiendose mucho mejor. Cuando la luz del sol entró por la ventana y le permitió apreciar el cuerpo desnudo de Mei que seguía durmiendo sobre su pecho una sonrisa burlona apareció, quien diría que aquel joven que a todas luces parecía un ángel fuera en realidad uno de los generales más feroces que tenía el reino del sur. Aquella imagen era un privilegio exclusivo de Miyuki. Sin embargo el destello de la pulsera de plata, hizo que su semblante se pusiera serio, ese era otro asunto del cual tenía que hacerse cargo.

 

Con sumo cuidado salió de la cama para no despertar al menor. Antes de salir herido le pidió a Kuramochi que le hiciera un favor y su amigo había cumplido; sobre una de las cómodas descansaban un tipo de pinzas que eran utilizadas por los traficantes de esclavos.

 

Resulto ridículamente sencillo cortar y retirar aquella pulsera del pie de Mei, el cual solo se removió un poco sobre la cama y más que nada por las caricias de Miyuki. Kuramochi le había advertido que no hiciera ninguna estupidez, pero en caso que se descubriera el pasado de Mei y lo cuestionaran por quitarle la pulsera, el se aprovecharía de su estatus, de algo tenía que servirle su apellido. Antes de que Mei abriera los ojos, Kazuya guardo la pulsera en uno de los cajones de la habitación. El menor le sonrió con suficiencia desde la cama, ahí estaba de vuelta el verdadero Mei. Sin perder el tiempo acortó la distancia y volvió a besar aquellos suaves labios que ya consideraba suyos.

 

Ahora que ya se sentía mejor, no podía dejar sus responsabilidades de lado. Kuramochi y Ryo necesitaban un descanso, ellos no querían decirlo pero estaban bastante cansados. Cuando entró a su oficina, Kuramochi lo recibió con el seño fruncido y una clara mirada de preocupación

-¿está bien que ya andes paseándote por aquí?

-Mochi, ya estoy bien, relájate un poco, ¿Qué tenemos pendiente?

-de eso mucho, pero más importante, el capitán Hiuuga te quiere ver, dijo que pasaría por tu habitación pero creo que le dará gusto ver que tú te presentas en su oficina –Miyuki levanto una ceja, el tono de Youichi era demasiado serio

-¿te dijo para qué?

-no, solo que era importante que lo supieras

-bien, más vale no hacerlo esperar, mientras tanto tu y Ryo deberían irse a dormir un rato, no quería decírselos pero se ven fatal

-y ¿de quién crees que es la culpa?

 

Miyuki les sonrió antes de salir de la habitación. Hiuuga por supuesto que se mostró sorprendió cuando lo vio en su oficina pero eso le restaba un poco de stress

-me da gusto que te puedas incorporar

-sí, lamento los problemas que ocasione. Aun molesta pero no creo que pase nada –si no se había abierto después de su nochecita, caminar no lo haría –Kuramochi me dijo que me quería ver

-si, han sucedido algunas… cosas

-¿noticias de la capital?

-no, me temo que esto es mas interno. Takao despertó esta mañana, Christ ya lo revisó y dice que se encuentra en buen estado. Mañana celebraremos un consejo a petición de Midorima. Con el testimonio de Kazunari lo más probable es que Midorima pida la ejecución de Narumiya. Sé que quedo bajo tu supervisión gracias a los caprichos del mismo Shintaro pero sigue siendo un prisionero de guerra y a menos que el testimonio de Takao saque a la luz algo completamente inesperado, no creo que exista otra sentencia. –la sangre de Miyuki le palpitaba en los oídos, tenia los puños apretados pero su rostro solo reflejaba una completa seriedad

-así que mañana, ¿por qué no hoy mismo? Para algunas cosas Midorima suele ser muy impulsivo

-más que nada fue por sugerencias de Christ, dijo que Kazunari se encontraba bien pero que no era conveniente someterlo a ninguna presión justo después de despertar

-bien, si eso es todo, mañana estaré presente. Ahora me retiró, que tengo que darle orden a mi división –Hiuuga lo dejo irse pero no se le escapo que en ningún momento hablo de entregar a Mei. Le quedaba claro que Miyuki estaba mas involucrado con Narumiya de lo que quería admitir.

 

 

Los pies de Kazuya se sentía como plomo, había estado reteniendo el aire todo el trayecto hasta su oficina, cuando estuvo dentro se dejó caer sobre la puerta y expulsó en un suspiro todo el aire. Tan distraído se encontraba que no reparó en que la oficina no estaba sola

-si mal no recuerdo te dije que no te sobre esforzaras –Miyuki se levantó de un brinco al escuchar la voz de Christ, provocándose un latigazo de dolor que no pudo disimular  -te lo dije

-Christ-senpai ¿Qué haces aquí?

-sabes la respuesta a esa pregunta

-¿ganaste tiempo para mí? Takao hubiera podido testificar sin ningún problema

-en parte lo que dije era cierto, Takao necesita terminar de asimilar lo que pasó. Pero si, básicamente fue para que tuvieras tiempo para solucionar esta… complicación

-¿Por qué?

-Miyuki, te conozco y sé que Mei no es un simple prisionero –Kazuya se mordió el labio, no le agradaba la idea de haber sido tan obvio. –ahora el asunto es ¿cómo vas a zafarlo de esto?

 

La mente de Miyuki comenzó a trabaja a toda velocidad, un día era muy poco tiempo pero confiaba en sus hombres y en que si lo hacía bien, habría otra oportunidad…

 

Kuramochi y Ryo tenían claros signos de haber sido sacados de la cama y de su necesario sueño, pero al escuchar lo que Miyuki les decía, el sueño se les despejo al instante

-necesito que tengan preparado un caballo y que la guardia de la puerta de atrás no se encuentre ahí a la media noche.

-esto es una locura. ¿Nadie va a creer que se te escapo?

-eso déjamelo a mi

 

Aquello les gustaba todavía menos, pero aun así obedecieron. Miyuki más que un general era su amigo y tanto Ryo como Youichi sabían que si ellos se encontraran en su lugar, Kazuya no habría duda en ayudarlos.

 

Dejar todo listo le llevó más tiempo del que pretendía y por lo tanto la noche había caído y a él le hacían falta minutos para estar junto a Mei.

 

La ausencia del mismo había hecho que Narumiya intuyera que algo no estaba bien, sus sospechas se confirmaron cuando lo vio entrar con el semblante serio. Lo besó con demasiada urgencia como si con aquello pudiera parar el tiempo. Al separarse Mei llevó sus manos a las mejillas del otro y lo miró a los ojos pidiéndole una explicación. La cual recibió y sus manos colgaron flojas a sus lados, al comprender lo que aquello significaba.

-si te quedas aquí no tengo garantía de poder salvarte, pero si te vas ahora tendremos otra oportunidad

-si me voy seremos enemigo y tu serás considerado un traidor

-no, ya lo tengo planeado. –le sonrió un tanto forzado. Mei desvió la mirada hacia su herida y se dio cuenta que empezaba a teñirse de rojo  -es la cuartada perfecta, la herida se me volvió a abrir y tu aprovechaste para irte

-no, si me voy, si me voy ya no podre…

-pero estarás vivo y por el momento eso es lo único que me importa.

 

Volvieron a besarse esta vez con lágrimas cayendo por las mejillas de Mei, intentando grabar aquel momento, aquellas sensaciones, aquel calor. Se vieron obligados a separarse por los golpes de la puerta, el frio se instaló en el corazón de Mei, era la hora.

 

La noche era cálida y no había luna, lo cual era conveniente. Ryo y Kuramochi se habían quedado en la entrada del edificio,  Miyuki ayudo a Mei a subir al caballo y su respiración era entrecortada. Aquello no le agradaba para nada a Narumiya, ya era difícil dejarlo y eso lo hacía aun peor.

-no te detengas hasta llegar a tu base.

-no quiero dejarte

-pero tienes que hacerlo, te dije que no era igual a los otros, no pienso perderte…  –y otra vez esas promesas –ahora vete

-dile a Ryo-san que volverá a ver a su hermano, de eso me aseguro yo.

-bien. Vamos, sal de aquí

 

Mei entrelazó los dedos con los de Miyuki y le susurró antes de empezar a cabalgar

-creo que te amo… 

Notas finales:

Wuuuaaa se imaginaba que esto podria pasar???? Les dije que esto iba a empeza a ponerse intenso. 

Como siempre comentarios, sugerencias o dudas son bien recibidas, si solo quieren pasar a saludar tambien se vale 

Saluditos 


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