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Un encuentro inesperado por Yukine Kazuya

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Notas del capitulo:

Esto se esta poniendo intenso... aqui les dejo la primera parte de esta serie de eventos deafortunado o afortunados 

Me quito para que disfruten de su lectura 

La mente de Kuroko estaba completamente abrumada, había escuchado el testimonio de su amigo y no podía dejar de conectar los puntos. Era el general de inteligencia, había notado la tensión en los capitanes, sabia a la perfección lo que el nombre de Haizaki significaba en aquella conversación. El asunto era aun más grave de lo que imaginaban; el rey estaba involucrado.


Aun tenía que hacer una última misión de reconocimiento antes de que fuera inevitable la retirada  a la capital. Y no estaba muy seguro de lo que pasaría, ya era complicado infiltrarse en el territorio enemigo pero lo era más cuando mantenía una extraña conexión con la persona más importante del reino enemigo.


 


Takao lo abrazo mientras Kise también lo acompañaba a la salida


-¡no es justo! acabo de despertar y tú tienes que irte…


-lo sé pero estaré pronto de vuelta, bien sabes que esto se me da bien


-aun así, ten mucho cuidado –Kuroko podía ver la advertencia en los ojos de Takao y era cierto, en ese momento sobre todo, él no sabía en quien confiar.


-termina de recuperarte para que después hablemos.


-ten cuidado Kurokochi –Kise también se veía bastante tenso y eso no tenía nada que ver con que Kuramochi  estuviera cerca.  Al parecer todos de algún modo habían entrado en pánico, aun cuando no estaban muy seguros de por qué.


 


Era la primera vez que no se sentía culpable por ir a buscar a Akashi, si su rey era capaz de cosas tan sucias, a él no le importaba verse con Seijuuro…


 



A Kagami y Aomine les quedaba claro que algo mas le había pasado a Mei, seguido lo veían contemplando la nada y sus ojos estaban ligeramente tristes aunque él lo disimulaba muy bien. Había sido toda una sorpresa enterarse de que Haruichi podría tener una familia pero al menor no le dirían nada hasta que estuvieran seguros y encontraran una manera de solucionar el pequeño detalle de que pertenecían a reinos enemigos.


 


Ya habia trascurrido toda una semana desde que Mei había regresado y una extraña tensión empezaba a formarse en la base, era como la anticipación de una tormenta. Kagami y Aomine habían exigido un ataque frontal, con todas sus fuerzas. Pero Mei los había frenado en seco con un tono completamente frio y seco


-no sean tontos. Dejarnos llevar y actuar con desenfreno, no nos va a resultar provechoso, hacerlos esperar es mucho mejor que atacar inmediatamente.


 


Los otros dos entendieron a la perfección a lo que se refería pero no podían evitar mostrarse sorprendidos ante la inesperada calma que estaba mostrando su amigo, eso solo los hacía confirmar que algo aun mas fuerte había pasado en el tiempo que estuvo de prisionero. La puerta de la oficina se abrió e Isashiki entró con una clara expresión de molestia


-Kasamatsu, ordena que las tropas se alisten, su majestad quiere que ataquemos para la tarde


-¿QUUEEE? –los tres generales y el capitán en jefe  no daban crédito a sus oídos, el rey acaba de dar una orden que no tenía mucho sentido.  Aquello no parecía tener para nada lógica.


 


Mas de uno sintió un repentino nudo en el estomago…


 



Kuroko veía por la ventana de la habitación mientras Seijuuro terminaba de acomodar algunos papeles


-¿Por qué?


-¿aahh?


-¿Por qué ordenaste atacar? No tiene sentido


-en realidad lo tiene y mucho, forzare su retirada a la capital…


-¿Qué?


-así es, los quiero a todos en la capital, ¿por qué crees que en tu reino pudieron localizar mis infiltrados? Porque yo quería que los viera, los tenía que poner nerviosos para que actuaran a mi voluntad, con el regreso de Mei y uno de sus generales aun delicado, es el mejor momento para  usar su inestabilidad a mi favor… pero tú no tienes por qué preocuparte, estas aquí conmigo –Akashi se había levantado y besaba el cuello del general


-pero mis amigos están ahí


-y no pienso desperdiciar mentes tan brillantes… bueno tal vez hay algunos a los que no puedo dejar que estén libres y por su cuenta pero en su mayoría me serán útiles


-no son piezas


-en mi juego todos lo son…


-¿incluido yo?


-hahahaha, todos excepto tu…


 



 


Cuatro eventos, se desarrollaron al mismo tiempo. El campo de batalla se volvió el tablero del destino. Donde cada pieza cumplía un papel que alteraría para bien o para mal el camino que aquella guerra estaba tomando.


 


El reino del sur había tomado por sorpresa al reino del norte que peleaba muy cerca de su frontera y casi sobre su base, aquello ya hacia complicado el enfrentamiento, sumado a eso no contaban con un general y no había refuerzo mientras que aun contaban con bastantes herido, aun así habían conseguido refrenar el avance del ejército enemigo.


 


Aomine atacaba sin piedad y avanzando sin la intensión de detenerse hasta encontrar a aquel general. Un destello dorado atravesó su campo visual y supo de quien se trataba. Su corazón se agito al instante. Estaban a la mitad del combate y Daiki necesitaba llevarlo al linde del bosque para comprobar si de Ryouta se trataba.


 


Sin estar completamente consciente de cómo lo hizo, Daiki fue conduciendo a Kise hacia el bosque, lo provocaba y se movía en la dirección que deseaba para que el otro lo siguiera. Cuando por fin estuvo en el lugar que deseaba, lo enfrento de frente. Kise había levantado la espada pero se freno al ver aquellos ojos azules


-¿no puede ser cierto? –estaba paralizado de la sorpresa y del horror de comprender la verdad.


 


Aomine se movió rápido, sujetó a Ryouta del brazo y lo introdujo al bosque donde nadie los podía ver. Cuando lo enfrentó, noto que temblaba y abría la boca pero las palabras no salían. Daiki lo escondió entre sus brazos, Kise comenzó a sollozar mientras lo golpeaba suavemente sobre el pecho


-¿Por qué no me lo dijiste? –Ryouta dejo de golpearlo y levanto la vista hacia el hombre que aun en ese uniforme amaba.


-¿y tú? ¿Por qué no lo hiciste?


-porque tenía miedo que huyeras, sabía que te habías dado cuenta del tatuaje y que no te había importado pero una cosa era que estuvieras con un esclavo y otra muy diferente que fuera tu enemigo. En ninguno de los caso tengo mucho que ofrecerte, no soy dueño de mi vida y hare lo que el rey Akashi pida, no porque lo sigua ciegamente sino porque no tengo alternativa. Me conformaba con tenerte por una solo noche. Y me imaginaba que un día simplemente desaparecería de tu vida de la misma forma en la que había entrado.


-eres un completo idiota, no hay manera que después de tanto tiempo simplemente pudieras salir de mi vida, te lo he dicho; te amo… tu alteraste completamente mi vida. Diste paz a mis tormentos, te amoldabas perfectamente a mí y en ningún momento me había importado que fueras esclavo. En realidad buscaría la forma de darte la libertad que te mereces. Y en este momento… tampoco me importa que pertenezcas al ejército enemigo…


 


Aomine no aguantó más tiempo, besó con la misma pasión de siempre a Kise, el cual se aferró a la espalda de Daiki, podía escuchar los ruidos del enfrentamiento pero en ese momento le sonaba lejanos y ajenos. Aun pertenecía ese mundo pero ya no le importaba quien saliera vencedor al final, el solo necesitaba que Daiki estuviera a su lado…

Notas finales:

OMG espero que se emocionaran y que no se las dejara con mucho suspenso... 

Como siempre comentarios, sugerencias y dudas son bien recibidas y si quieren pasar a quejarse por la tardanza tambien se vale, me lo meresco hahahah 

Saluditos 


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