Miyuki escucho como la puerta se abría a su espalda pero no despejo la vista de Haizaki. Los cuatro que entraron se pararon en seco, ninguno esperaba esa escena. Midorima apretó los puños y Takao se quedo detrás de Shintaro e involuntariamente se quedo helado ante la presencia de su agresor. Había tenido pesadillas donde Haizaki era el protagonista era inevitable que no estuviera temblando. Kuramochi y Ryo pasaron sus miradas de Miyuki al rey y a las expresiones de Midorima y Takao y seguían sin poder darle sentido a nada de lo que pasaba.
-¿Qué demonios está pasando? -hasta ese momento Kazuya se permitió mirar de reojo a los recién llegados, se esperaba a sus oficiales pero en ningún momento pensó que Midorima estuviera ahí
-es justo lo que parece, Haizaki comparte la habitación con su majestad -eso último lo dijo con la mayor cantidad de desprecio posible. Sintió como sus compañeros contenían la respiración –ustedes dos, orden la retirada de la guardia, no opongan resistencia, si el ejercito de Akashi quiere al rey, que venga por él. Alguien que es capaz de aceptar a una basura como esta en su cama y traicionar a su gente no merece un reino
-pero Miyuki... No podemos...
-si podemos y lo haremos, no voy a seguir protegiendo a este hombre
-entonces ¿Estas enterado? -la voz de Midorima era aun más fría de lo pretendía -¿Sabías que Nijimura mando a Haizaki a matar Kazunari? -los hombros de Miyuki se tensaron aun mas a causa de la ira que poco a poco comenzaba a invadirlo
-no tenía ni idea... Solo necesite verlos para entenderlo. !Kuramochi y Kominato muévanse! Es una orden
-Miyuki dejar el paso libre es traición
-no si la invasión se completa
-pero Miyu...
-¡Muévanse YA!
Kuramochi y Kominato dieron un paso hacía atrás por puro reflejo, nunca lo habían oído tan enojado como en ese momento. Midorima volteo a verlos y con un movimiento de cabeza el también les ordeno que salieran
-pueden evitar que más vidas se pierden en vano
Era una decisión difícil pero ya habría tiempo para pedir explicaciones. Ambos guardias salieron de la habitación, tenían una labor igualmente difícil por cumplir.
-¿Cómo se atreven? -Nijimura siseo cuando los otros dos salieron, su mirada destellaba un brillo demente, era como un animal acorralado. Que Miyuki lo hubiera descubierto por casualidad era una cosa pero que Midorima también lo supiera hablaba de que en sus filas había un traidor, alguien que había corroborado que el había mandado a Haizaki.-¿quién te cree para ordenar sobre mi guardia?
-soy el general, siguen mis ordenes
-yo soy su rey - había un aire completamente digno en su manera de decirlo pero ninguno de los presentes se lo creía -y tu acabas de sentenciarte a muerte y no solo a ti también a los otros dos
-pues que se cumpla de una buena vez…
El tono peligroso de Haizaki fue suficiente para que Kazuya no se viera tomado por sorpresa, el mercenario había alejado su espada para asestar otro golpe. Miyuki retrocedió para volver a atacar. Aprovechándose de la situación, Nijimura corrió hacia una de las salidas de la habitación. Midorima se movió tras el rey con Takao justo detrás de él. Miyuki estaba enfrascado en todo un enfrentamiento con Haizaki. Kazunari vacilo un poco
-¿vas a estar bien?
-vete, yo me hago cargo. No permitan que escape. Si lo poco que entiendo es cierto el ejercito de Akashi nos tiene como principal objetivo, somos los ultima defensa del rey, hasta que Kuramochi no consiga detener el enfrentamiento, yo no estoy a salvo. Entreguen al rey, no hay de otra.
Takao no estaba tan convencido, conocía lo terrible que podía ser Haizaki, no deseaba dejar solo a Miyuki, sin embargo un enorme estruendo que cimbro todo el castillo lo obligo a moverse. Teniendo como última imagen a un Miyuki que retrocedía.
...
Ryo y Kuramochi corrieron varios metros hasta la primera patrulla, no pudieron evitar sorprenderse con la orden pero obedecieron, había demasiada confusión para ponerse a pedir explicaciones. Mas de la mitad de la guardia se había retirado para cuando se encontraron con Kanemaru y Toujo, este ultimo cojeaba mientras que Shinji sangraba ligeramente de la frente
-llego un mensajero de Sanada-san, dijo que nos retiráramos pero ya habíamos entrado en combate
-aun así cuando dejamos de pelear la gente de Akashi no intento acabarnos -Kominato y Kuramochi cruzaron miradas
-hay que reagruparnos y esperar por nuevas órdenes. Que se atienda a los heridos, no quiero decir que es justo lo que está pasando pero presiento que tienen como prioridad reducir las bajas al mínimo
-¿qué hay de Miyuki-senpai y el rey?
-ellos... -otro estruendo sacudió el palacio, el ejército estaba bombardeando el edificio para obligar a Nijimura a salir. Además según Akashi la destrucción del palacio era como la destrucción del centro de poder. Tenía que dejar en claro que una era había terminado –tenemos que salir de aquí, no podemos reagruparnos en este lugar. Hay que usar alguna de las bases y buscar a Sanada-san para entregarle un informe
Los cuatro se pusieron en movimiento pero Youichi tenía los puños apretados y frunció el ceño mientras miraba atrás cada tanto. Youichi estaba preocupado, sabía que Miyuki aun no salía del interior del palacio, aun así se vio obligado a moverse y dar un poco de orden en tanto caos. Cuando por fin llegaron a la base se encontraron con Christ que les informo que realmente no tenían casi heridos de gravedad, que los casos más severos eran de miembros de la guardia. Aquello le terminaba de confirmar a Kuramochi que la misión de los invasores era hacerse del poder y no de masacrar. En ese momento no le quedaba más que esperar, no había tenido aun noticias de Miyuki y en tal caso las ordenes a recibir vendrían de Sanada-san.
...
Kuroko se desplazo hasta llegar a la base principal, rogaba que los capitanes estuvieran reunidos, ya había bastante caos como para que aparte tuviera que estar buscando a cada uno de ellos y darles la misma explicación.
Parecía que la suerte estaba de su lado, cuando entro a la oficina los tres estaban ahí. Estaban revisando algunos planos y gritando órdenes, no prestaron atención a Kuroko cuando este entro. Tuvo que aclararse la garganta para que los tres voltearan al mismo tiempo.
-Kuroko ¿qué haces ahí parado? ¿No deberías estar en palacio o algo así?
-señor, tengo un reporte que entregarle
-¿Ahora?
-me temo que si, de esto depende la decisión que tome a partir de ahora
-entonces habla
-señor, lo he confirmado Haizaki ataco a Takao...
-espera Kuroko... Eso ya lo sabemos
-lo sé pero no creo que estuvieran enterados que Haizaki actuó completamente por ordenes de Nijimura. Hace meses que el mercenario no hace ningún trabajo para nadie más. El rey le ordeno matar a Takao con el único fin de obligar a Midorima a pelear. Lo he confirmado, la orden no vino del ejército de Akashi. Que ese día Narumiya apareciera ahí, solo fue un suceso fortuito, por eso Shintario dirigió su odio a destruir a Mei pero si él no hubiera estado presente, todo el ejercito hubiera sido su objetivo, solo necesitaba poner las piezas en movimiento.
-¿estás completamente seguro? Estamos hablando de las acciones del rey –Hyuuga se mostraba algo reacio a aceptar lo que Kuroko le decía
-¿esto lo conseguiste infiltrándote en el palacio de Akashi? –Kiyoshi había dado en el clavo aunque no tenían ni idea de a qué grado llegaba su entrada en aquel palacio
-sí señor, lo oí en el palacio –Hyuuga se recargo en su silla y se masajeo las sienes sabía que no tenía tiempo que perder pero actuar en contra de su propio rey es algo que no tenía en sus planes
-Hyuuga el tiene razón… -todos los presentes voltearon a ver a Sanada, su tono serio decía que el tenía algo más que agregar –yo también estoy al tanto de que las cosas en palacio no están tan bien. Pedí un informe de lo que pasaba y me informaron que la guardia era retirada algunas noches sin una razón aparente, en los exactamente mismo días Haizaki había sido visto en palacio y que salía siempre muy de mañana del mismo. Se rumoreaba que alguien estaba con el rey en todas esas ocasiones pero nadie pudo confirmar de quien se trataba pero con lo que Kuroko está diciendo esto es aun más grave.
-¿Por qué Miyuki no lo noto?
-porque Miyuki no pensaba que fuera importante, el jamás se metía en la vida personal de su majestad, además el rey comenzó a retirar a la guardia los días que Kazuya no estaba en servicio y cuando lo mando como refuerzo. En realidad por eso lo mando como refuerzo porque no quería que Miyuki se enterara de esto.
-¿me estás diciendo que el rey le teme a Miyuki? Eso es una locura
-claro que no, es justo eso. Nijimura le teme a Miyuki porque él no conoce de lealtades… o no hacia las personas de poder. En el momento en que Kazuya supiera todo esto le daría la espalda y se llevaría a toda su gente, de eso no hay duda. El sirve en este ejército por conveniencia de su padre, especialmente de su madrastra, lo quería lejos y fue conveniente para ella que lo llamaran genio. No, Miyuki no está aquí por vocación sino por obligación.
-eres tal vez el que mejor conoce su pasado por eso puedes asegurarlo
-exacto, después de todo es mi primo. Entonces ¿ahora qué hacemos? ¿Cómo actuamos? –Hyuuga se enderezo y con una expresión completamente decidida y totalmente seria ordeno
-que todas las tropas regresen a esta base y que la guardia también deje de pelear. Nijimura perdió la cabeza desde el día que acepto los servicios de ese mercenario… la capital va a caer esta noche…
…
Mei avanzaba más lento de lo que esperaba, era aun más difícil pelear evitando herir a quienes aun defendían la capital. No había perdido de vista el palacio pero aun lo sentía demasiado lejano. Mientras se defendía de una pequeña patrulla, vio de reojo que Aomine cabalgaba en la misma dirección, su amigo no lo vio. Pero el sí pudo ver que alguien más cabalgaba a su lado y no podía equivocarse en creer que se trataba de Kise, eso de algún modo le quitaba un peso de encima. Si el general de Nijimura estaba a lado de Aomine solo significaba que iban por Ryo, el solo tendría que concentrarse en encontrar a Miyuki.
Su desesperación aumento cuando escucho el primer estruendo, no podía seguir perdiendo el tiempo, después vino un segundo y otro más y el aun estaba demasiado lejos. El alma se le cayó al piso cuando escucho un estruendo aun más sonoro y vio la gran llamarada que subía hasta el cielo procedente del palacio... no sabía cómo pero tenía la certeza de que Miyuki seguía ahí dentro…