Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sequía por Dark_Gaara

[Reviews - 56]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola!! He vuelto con un nuevo cap de este fic n3n Recién terminado, asíque disculpen los errores xDU Lo cierto es que en este cap iban a pasar más cosas, pero me quedó medio largo asíque lo corté en donde pude u3u Asíque puede ser que el próximo capítulo sea medio cortito >< Pero espero que lo disfruten igual nwn 

-¿Estás seguro que es por aquí?-inquirió nervioso.

-Estuve estudiando bastante el mapa antes de venir, y sacando cálculos de la cantidad de metros que…

-Confiamos en ti, Rei-chan.- lo interrumpió sonriendo antes de que el otro se entusiasme con sus cuentas.- Además, se ve parecido a como me lo describieron.

-¿Tú qué dices, Haru?

 El mencionado estaba, al igual que sus tres amigos, pegado al muro. El frío en la espalda le hacía tiritar, y sumado a sus nervios, temblaba. Estaba emocionado. Más emocionado que nunca en la vida. Estaban cerca, podía sentirlo. Cerca de él, de descubrir la verdad sobre aquella misteriosa persona que así como había llegado a su vida, repentinamente, se había marchado, dejando un vacío que no sabía cómo llenar. Ya no había vuelta atrás, ni podía sentirse culpable de arrastrar a sus compañeros: ellos habían decidido ir, cada quien, por sus propios motivos. Suspiró, tratando de calmar su ansiedad.

-Vamos.

 Asintieron y se asomaron para ver hacia dentro.  Había unos cuantos guardias moviéndose.

-¿No habrá otro camino?

-No, es el único.

-Observemos a ver qué hacen los guardias imperiales.-sugirió Makoto seriamente.

 Todos obedecieron y miraron. Pasaron dos, tres, cuatro minutos.

-Por lo que veo, es un ciclo. Cuando los dos guardias de la izquierda van hacia el este, los dos de la derecha van al oeste, y lo mismo con los que quedan. Si encontráramos un lugar cercano al cual avanzar…

-Aquella piedra.- señaló Haru. Su dedo indicaba que a unos pocos metros de la entrada donde estaban había una piedra, o mejor dicho unas cuantas que podían tapar a una persona.

-Deberíamos avanzar exactamente cuando están por repetir el ciclo, y a juzgar por su velocidad y la distancia, no creo que tengamos más que unos segundos para llegar a ella.-dictaminó preocupado Rei.-Considerando que soy el más rápido de todos…

-Yo iré.-lo interrumpió Nagisa.

-¡¿Eh?!-exclamó preocupado.- Pero tú no has tenido entrenamiento y…

-¡Soy pequeño y ágil, Rei-chan!

-¡Ahora!-exclamó Makoto.

 Antes que Rei pudiera detenerlo, Nagisa se escabulló de su escondite y comenzó a correr hacia la piedra que Haru había indicado. Debía ser rápido si quería evitar que lo descubriesen. Porque si lo descubrían…quién se imaginaría las consecuencias. Aun así, si lamentablemente fallaba y eso ocurría, estaría tranquilo. Porque aún a esas alturas, los otros tres podrían escapar y desentenderse del asunto. Si llegaba o no a la piedra antes que los guardias volteasen sólo implicaba un riesgo para él. Por eso no dejaría que fuese Rei quien lo intentase a la primera.

 Mientras corría lo más rápido que le daban sus piernas, y cuidando de agacharse, acercó su mano a  su cuello. Sintió el contacto con el metal frío que ahora lo cubría. Y sonrió, sintiendo que si tenía esa joya consigo, todo estaría bien, de alguna manera.

 Estaban caminando pacientemente hacia la tienda de Makoto. Ya todo estaba planeado, inclusive habían descansado para prepararse. Ahora sólo faltaba reunirse y comenzar la infiltración al Palacio, en búsqueda del manantial. Todos sabían el riesgo que aquello significaba, mas ninguno había desistido. Nagisa sonreía despreocupadamente, como siempre, y Rei lo miraba descontento.

-¿No crees que te estás excediendo un poco?-comentó.

-¿Mmm?-preguntó sin dejar de extender los brazos jugueteando.- ¿De qué hablas, Rei-chan?

-Ah no, nada de tus jueguitos. Sabes bien de  que hablo. De las cosas que haces para…conseguir información.-dijo con dificultad.

-Oh, vamos Rei-chan, no deberías preocuparte por eso.- comentó con desinterés.

-¡Nagisa-kun! ¡No digas eso! ¡No me gusta---¡

 El peliazul fue interrumpido por el rubio, quien se colocó en  su camino impidiéndole el paso y cortándole el habla. Nagisa no estaba enojado, pero estaba serio. Tenía su mano izquierda y con la derecha hacia el gesto de “no” coquetamente.

-Basta, Rei-chan. Ya te lo dije, ¿no? Haré lo que sea necesario por ti. Por todos. Y punto.-sin dar tiempo a su amigo de responder, dio media vuelta y siguió caminando alegremente, como si nada ocurriese.

 Su amigo suspiró. A veces el rubio realmente lograba irritarlo. Bueno, casi siempre. Sólo que algunas, como aquella, no tenía ni una pizca de gracia.

-Hey, Nagisa-kun, al menos…

-Llegaremos tarde~ Luego tú le explicas a Mako-chan.

-¡Es en serio! Ven aquí.-dijo ya perdiendo los estribos.

 Nagisa volteó para evaluar qué tan serio estaba siendo Rei con su pedido. Al ver la frustración de su rostro, sintió algo de lástima. No es que a él le gustase hacer ese tipo de cosas, pero realmente no le molestaban si eso le aseguraba que Rei y los demás estarían más cerca de tener una vida mejor. Se preguntaba si alguna vez se lo podría hacer entender. Se acercó hasta donde el de anteojos se había detenido.

-Voltéate.-le pidió amablemente.

 Sin dudarlo, dio media vuelta. Al instante, sintió que algo rodeaba su cuello. Algo frío, y duro. Al bajar sus ojos magentas descubrió que se trataba de un collar dorado que cubría casi todo su cuello.

-Rei-chan…-dijo sin dejar de contemplar el accesorio.

-Yo…No quiero volver a ver marcas como esas en tu cuello. Acéptalo, por favor.- imploró completamente sonrojado y desviando la mirada.

-Es…¡Es hermoso! ¡Gracias, Rei-chan!- gritó sonriente.

 Volteó para dedicarle una radiante sonrisa. Rei llevó su mano a los anteojos, como hacía siempre que se ponía nervioso, aunque espió por el rabillo del ojo la expresión brillante del rubio. Brillante…siempre tan brillante. El más pequeño, sin dejar de sonreír, se abalanzó sobre él.

-¡Ah! ¡Nagisa-kun…!

-¡No me lo voy a quitar nunca!-exclamó.

 Se quedaron en esa posición unos cuantos segundos. Nagisa realmente no quería soltarlo, y Rei no se movía, temeroso de que si lo hacía el rubio se desprendiese de él. El silencio los cubrió. Un silencio calmado, como el que antecede una tormenta. Hasta que el más pequeño lo rompió.

-Hey, Rei-chan-murmuró contra su pecho, aunque el mencionado lo oyó.- No has olvidado lo que dijimos ayer en lo de Mako-chan, ¿verdad?

-No.-dijo seguro.- No lo he olvidado. ¿Tú?

-Tampoco.-y arropó su rostro más en su pecho.

-Prométemelo.

-¿Qué no lo olvidaré?

-No trates de confundirme.

-Pero ya todos lo acordamos ayer.

-Pero no es lo mismo que una promesa. Prométemelo.

 Aunque no podía verlo, sabía que el rubio estaba haciendo su típico puchero de frustración. Cerró sus puños alrededor del atlético cuerpo. Separó su rostro unos centímetros, y lo miró a los ojos.

-Está bien.- tomó aire.- Lo prometo.

-¿Qué prometes?

-Prometo…Que no importa que ocurra hoy, seguiré mi camino. Si algo sale mal, no me detendré ni por Mako-chan, ni por Haru-chan….ni por ti.

-Muy bien, eso es lo que quería escuchar.-sonrió ampliamente.

-Ahora promételo tú.

-¡Oh! Llegaremos tarde, Makoto-Sempai se preocupará. Vamos.- por más que le dolía en el alma, rompió el agarre del rubio, comenzando a caminar sin mirar atrás.

-¡Rei-chan! ¡Espera! ¡Promételo tú también!-gritó enojado tratando de alcanzarlo.

 Pero Rei no le había prometido nada.

  

 Se agachó detrás de la piedra y esperó un momento. No había gritos de alerta, así que no lo habían visto. Sonrió, satisfecho. Sacó su mano del escondite e hizo una señal para avisarles a los demás que estaba bien y que podían continuar. Los tres lo captaron, y suspiraron tranquilos de que su amigo no había sido descubierto.

-Bien, ahora yo….

-No, Rei.- dijo seguro de sí mismo Makoto, deteniéndolo.- Ahora iré yo.

-Pero Makoto-Sempai…

-Tú eres el más rápido y apto de nosotros. Por eso-dijo sonriendo- quiero que acompañes a Haru. Asegúrate de que ambos lleguen, ¿si?

-Makoto…-musitó Haru con sus ojos azules muy abiertos ante la petición de su amigo.

 Otra vez, antes que Rei pudiese decir algo, alguien se adelantó. Suspiró sonoramente.

-Qué se le va a hacer…Makoto-sempai puede dar miedo cuando está tan decidido.- volteó a ver a su compañero.- bien, Haruka-sempai, ¿estás listo?

Haru pestañeó varias veces, tratando de entenderlo todo. Ese Makoto…al final, había roto el acuerdo. Y eso que él lo planteó sobre todo por el de ojos verdes, porque sabía que algo así podía ocurrir. Pero era incapaz de controlarlo.

 Había sido luego de terminar de planear todo. Y de decidir descansar un poco antes de poner en marcha el plan. De hecho, ya todos estaban por irse, cuando Haru habló decididamente.

-Hey, antes de terminar con la reunión. Hay algo que creo que debemos acordar.

-¿Qué sucede, Haru?

-Creo que todos estamos conscientes de lo que estamos haciendo. Nos podemos ver envueltos en un gran lío, y no podemos ser descuidados. Sin embargo…-tomó aire, buscando la manera de continuar. Se sentía tan culpable…Y por ello no quería arrastrar a sus amigos en su egoísmo. Porque sabía que ellos eran tan fieles, que lo seguirían al mismísimo infierno si él no los detenía. Y eso era lo que trataba de hacer.- Alguno puede cometer un error. Y no es justo que todos paguemos por ello.

-¿De qué hablas, Haru-chan?

-No podemos seguir cubriéndonos las espaldas unos a otros.  Por ahora sí, pero cuando llegue el momento…cada uno deberá seguir su camino. Eso es lo que pienso.

-¿Quieres decir que si ocurre algo, nos separemos?

-Ajam.

-¿Y qué abandonemos a los demás?-continuó molesto el de ojos verdes.

-Eso mismo.

-Haru-chan…¡eso es muy cruel!

-No me malinterpreten.- “lo hago por ustedes”, quiso agregar, mas solo lo pensó.- No es que yo quiera hacerlo. Pero creo que no es correcto que todos terminemos en algo que uno solo deba afrontar. Claro que trataremos de escapar todos. Pero…me quedo más traquilo si sé que puedo equivocarme sin arrastrarlos a ustedes.

Los tres se miraron, sin terminar de comprender. De alguna manera, infantil quizás, estaban casi seguros que no ocurriría nada malo. ¿Qué podía pasar? ¿Por qué Haru se veía tan siniestro? Algo no cuadraba.

-Haruka-sempai…-comenzó Rei. Miró de reojo a Nagisa. Y entendió, a medias, lo que Haru sentía.- Estoy de acuerdo contigo.

-¿Eh? ¿Rei-chan?

El mencionado no se inmutó. Miraba fijamente a Haru, quien le agradeció con la mirada. Como sie entre ellos se entendiese. Makoto los miró, tratando de entender él también. Y de pronto, su corazón se llenó de incertidumbre, y supo lo que sus amigos estaban sintiendo.

-Yo también estoy de acuerdo con eso.-dijo decididamente.

 Nagisa los miró sin comprender. Como siempre, él veía las cosas de otra manera. No es que no midiese el peligro, pero tenía otros parámetros, y otras soluciones. Sin embargo, si todos sus amigos estaban de acuerdo, no tenía más opción que ceder.

Y ahora, allí se había ido corriendo Makoto, encargando a Rei que cuidase de él. ¿No había entendido nada? ¿No entendía que no quería ningún tipo de ayuda? Se molestó. No quería que el de ojos verdes se preocupase tanto por él. Eso no estaba bien. Era injusto para su amigo.

-Vamos, Haruka-sempai.- dijo Rei tomándole la mano de improviso y sacándolo de sus cavilaciones.

 Los dos corrieron velozmente. Claro que Haru era más bien arrastrado. Nunca había tenido una gran destreza física, ni siquiera luego de su viaje. En parte, agradeció tener a Rei para que lo ayudase. De esa manera, los cuatro estaban amparados por el montículo de piedras, aunque sabían que debían dar el próximo paso.

 

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado~! Soy bastante mala para imaginar/describir partes de infiltración Dx asíque no esperen mucho xDU Por cierto, en realidad iba a hacer que Rei le diese a Nagisa un pañuelo, hasta que viendo imágenes del ending vi que usa un collar dorado y me pareció más fiel así n.n
 Me encantaría si pudieran dejarme un review con críticas, comentarios, lo que sea nwn 

 Trataré de actualizar pronto!

Nos leemos~!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).